Nombre: Jonathan Jones

Apodos: Jony, Jonh

Padres: ¿? ¿?

Género: Masculino

Edad: 19 años

Estatura: 1,96

Fortalezas: Su gran estatura y fuerza

Debilidades: Su arrogancia y mal comportamiento

Miedos: La sangre y los lugares cerrados

Pasatiempos: Escuchar música y jugar Hokey

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-¿Hijo? -Se animó a preguntar Raphael, le parecía extraño, y más sabiendo que su amigo no era bueno con el tema de la paternidad, eso le quedó claro cuando en uno de sus viajes de visita se ofreció a cuidar de su hija cosa que, no resulto muy bien que se pudiera decir.

-Soy adoptado -Respondió él, restandole importancia a su comentario, aunque estuviera literalmente sumergido en su teléfono y le importara poco lo que pasaba a su alrededor, aún así no le perdía el hilo a las conversaciones.

-Ya me parecía...No te pareces en nada a Casey -Como siempre Sasha solo daba su "humilde opinión", no pareciese que le fuera a importar el hecho de herir los sentimientos de alguien al hablar con cierta brusquedad, pero era todo lo contrario, solo intentaba no demostrar ese punto débil de ella.

-Aja...¿Ya nos vamos? -Se notaba que le había agradado poco tener que conocer a los amigos de su padre adoptivo de esa forma, estaba cansado, tener que soportar un viaje de casi nueve horas culpa de una ardua espera al hacer conexión en otro aeropuerto no es algo que cualquiera soporta.

Para tener la misma edad que tenía Casey cuando firmó aquel contrato, no tenía el más mínimo interés en tener que estar "aguantando" la fama, las cámaras eran sus peores enemigos, y eso para mala suerte de él era lo peor que podía existir, y más cuando sin tener la culpa, se metió en una pelea callejera a pocas cuadras donde su padre estaba jugando uno de los partidos más importantes de su vida; ni hace falta decir que en cuestiones de minutos los camargrafos y fotografos junto con más de una centena de reporteros de la zona lo estaban rodeando solo para intentar cubrir la nota de lo sucedido.

Por otro lado, no fue sino hasta la mañana siguiente, cuando Casey se enteró que tenía que ir a sacar a su hijo de la estación de policía que los reporteros llegaron a su límite con el pobre de Jonathan, de no haber sido porque su padre y uno que otro guarda espalda que estaba cerca, hubiera obtenido una denuncia por agresión y amenaza.

-A decir verdad, me sorprendes cada vez más Jones.

-Lo mismo puedo decir, Raph.

-Deja la picardía de lado Casey, están las niñas.

-Eh...¿Que?

Esos comentarios de doble sentido que Angela a duras penas si lograba entender era lo que incomodaba a más de uno, en especial a los adultos y a Jonathan, después de todo solían hacer esa clase de bromas a menudo siempre y cuando no fueran algo exageradas o de mal y pésimo gusto.

Nadie se dio cuenta que las hora pasaban volando, después de todo, hacía tiempo ya que no se ponían al tanto con la cantidad de historias que tenían. Por un lado la cantidad de accidentes que habían cometido las chicas, y por el otro las peleas y situaciones comprometedoras en las que había estado el pobre de Jony.

-Vean el lado positivo chicas...Ustedes se durmieron en el autobus y terminaron en Toronto.

-¿Puedes dejar de contarle a todos lo que me pasó?

Y no se equivocaba en lo que decía, si bien había estado en muchas situaciones que no le favorecían en lo absoluto, esa era una de las peores. Luego de una fiesta que se salió de control, no planeaba regresar a casa en el viejo automovil de su padre o llamar un taxi y confiando en que realmente conocía los recorridos de los autobuces se subió a uno; no hace falta aclarar que su estado de ebriedad no le favoreció mucho, y en solo seis horas ya estaba en Toronto.

-Al menos a ti no te sacaron en una camilla de una tienda de ropa de segunda mano.

Por casi unos segundos, parecía como que Jonathan e Irilia competían para ver quien se había llevado la peor parte. Pero a medida que la conversación iba avanzando esa idea se fue así como llegó, ambos tienen un carácter pesado igual que sus padres, después de todo, habían heredado algo, aunque Jony fuera adoptado, en su caracter, se reflejaba un poco la manera de ser de Casey.

-Bien...¿Quién tiene hambre?

Miguel Ángel estaba ya enterado gracias a sus hijas que su amigo regresaba a New York y no se había quedado atrás, después de todo, el hecho de tener un restaurante le facilitaba a la hora de "cocinar", puesto que solo era una que otra pizza extra no más que tenía que preparar, y aunque su familia tuviera sus gustos raros o que a la hora de preparar se llevara su tiempo, como pizza con piña y peperoni o pizza con anchoas y queso azul. Cada quien con sus gustos ¿Verdad?

-Ya era hora, por poco no me como al gato -Bromeó Rihana y como si el pobre felino le hubiera entendido, se marchó como alma que se lleva el diablo, hasta daba envidia ver como le hizo para no caerse por las escaleras.

Una cena "tranquila" como todas, con uno que otro trozo de peperoni pegado a la pantalla del televisor, un poco de jugo de frutas regado por la alfombra blanca de la sala, el sofá manchado con salsa y queso y uno que otro vaso roto. Era sabido que la limpieza de aquella casa no duraría toda la noche y menos con visitas. 

¿Hay qué decir que Pelusa se llevó un baño de gaseosa por metido? Creo que no, pero si que su claro pelaje mostaza quedó café. De todos modos había que buscar un pretexto para bañar al gato o llevarlo a la veterinaria para que lo bañaran allí. En realidad usaban eso también como excusa para salir a pasear por ahí, en especial Angela, que ya se cansaba de estar encerrada en casa haciendo la tarea de la escuela y eso, que apenas si habían empezado las clases.

-No les molestará que nos quedemos solo por esta noche...¿Verdad?

-¡¿Quedarnos?!

-Por su puesto que no...Claro, solo si a Jonathan no le molestara tener que dormir en el cuarto de las chicas.

-¡¿Con nosotras?!

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Hola

Que hubo cómo está el mundo!?

Espero que bien y que les haya gustado este nuevo cap, habrá más sorpresa más adelante, estén atentos ;·3.

Bueno sin más que decir, me despido.

Atte.:Ludmila

Bey! :·3