—¿Para qué nos has citado, Reiji? —cuestionó Yui, la cual yacía sentada al lado de sus amigas.

Celeste no había dejado de apretar con fuerza los puños, uno a cada costado. Estaba nerviosa; Ayato la miraba desde hacía tiempo con una mirada fría y distante. Desde aquel día, ninguno cruzó palabras con el otro.

Valeria no dejaba de observar a Reiji y las expresiones que utilizaba mientras explicaba el problema. La castaña quería demostrar indiferencia a Subaru, respecto el problema que tuvieron noches atrás.

—Como bien había informado hace días... —inicia el segundo de los hermanos Sakamaki—, la fiesta, a la cual asistirán grandes empresarios y gente importante, tendrá lugar el día de mañana... Por lo tanto, tendremos que asistir para representar a esa persona.

—¿Y nosotras qué tenemos que ver con eso? —Interrumpió Valeria, haciendo que Reiji la observase de reojo, molesto.

—Como se han de imaginar, no podemos dejarlas solas en la mansión —Valeria abrió la boca para protestar, pero Reiji continuó—. Sean, o no, novias de sacrificios, tendrán la obligación de acompañarnos.

—¡Eso es injusto e innecesario! —reclamó Valeria.

—Se ha o no de tu agrado, tendrán que venir. —Aseguró en ése instante Reiji.

—No tenemos vestidos —Valeria sonrió, pensando que había ganado el pequeño debate.

—De eso no se deben de preocupar. Yo ya me hice cargo —informó dando una ligera sonrisa de autoridad a Valeria—. Sus vestidos están en sus habitaciones.

—Cómo sabes que son nuestras medidas, ¿eh? —Valeria hizo una mueca.

¨Acosador¨

—Val... —murmuró Celeste.

—Solamente falta tener ojos para saber que ambas son una talla mayor que Yui, al ser más altas que ella —rodó los ojos.

Valeria observó a Yui, la cual solo sonrió, nerviosa.

—También tendrán a un hermano encargado de escoltarlas en cualquier momento —Reiji continuó como si nada hubiese pasado.

—Eh, yo puedo hacerme cargo de cuidar a Bitch-chan.

Las tres chicas se giraron hacia él. ¿A cuál se dirigía?

—Laito, tú las perderías de vista en cualquier instante —masculló Ayato.

—Nosotros podemos encargarnos de Celeste-chan, ¿no es así, Teddy? —habla Kanato.

—Yo... —Celeste trató de decir algo, pero volvió a sentir la mirada de Ayato encima de ella.

—Tú la matarías en cualquier instante que estuvieran a solas —intervino Subaru.

—¡Suficiente! —Reiji alzó la voz—. Ya tengo a las parejas...

—¿Puedo decir algo? —intervino Valeria.

—No —Reiji contesta.

—No necesitamos que nos cuiden, no somos niñas pequeñas —Val no hizo caso a Reiji.

—Tal vez no lo sean, pero podrían ayudar a Yui a escapar —la voz de Shu se oyó entre la multitud.

¨Primera vez que habla en la noche... seguramente estaría dormido y hasta ahora despierta. Que desagradable¨ pensó Reiji.

—Nosotras no haríamos tal cosa... Si nos la llevamos en algún momento, lo haríamos frente a sus narices y no se darían cuenta —replicó Valeria.

—Val... Mejor cállate —dice Yui, la cual se encontraba sentada de forma firme y derecha.

—Como decía antes de ser interrumpido...

—¨Como decía antes de ser interrumpido...¨ —murmuró Valeria, provocando que Reiji la viese mal.

—Si sigues así, esto merecerá un castigo... —advirtió.

—¨Si sigues así, esto merecerá un castig... Espera, ¿qué? —Valeria frunció el ceño.

Suspirando, y sin hacer caso a Valeria, Reiji continuó.

—Quien acompañe a Yui será Shu, —informó.— Subaru será quien acompañe a Valeria.

¨Definitivamente, el cuatro-ojos me odia¨ reflexionó la castaña.

—Y yo seré quien se haga cargo de Celeste, porque sé que ninguno de ustedes es capaz de cuidar a alguien —se refería a los tres vampiros que quedaban.

La muchacha observó como al pelirrojo se le dibujaba una gran sonrisa en su rostro, haciéndola temer.

—Pero tú tienes que hacer unas palabras, Reiji —habló Ayato.

Disimuladamente, Celeste chocó la palma de su mano, contra su frente. Estaba perdida.

—Parece que Ayato tiene razón... —Reiji acomoda sus gafas—. Supongo que alguien más se hará cargo de Celeste.

—Pero no durará toda la noche tu discurso... —habló Celeste—. Podría quedarme con Yui y Shu en ése momento... O con Subaru y Valeria.

—Eso se vería mal.

¨Kanato no pareciera importarle estar con ella, pero, como bien dijeron, podría matarla... Eso haría desperdiciar tiempo y dinero en algún tratamiento... Laito, definitivamente, no.¨ Reiji meditó.

—¿Ayato?

—¡Él no puede! —Celeste interrumpió.

Valeria observó a su amiga un instante, de igual manera Kanato y Laito. Estos últimos la observaron sólo por diversión.

—¿Qué dijiste, Celeste?

—Que él no puede... —Celeste miró hacia otro lugar—. ¿No podría ser alguien más?

—Le iba a decir que me comunicará con los Mukami... —dice Reiji—. Quería saber si alguno podría ayudarnos...

—Ya tienen pareja —informa Yui—. Bueno, en realidad, sólo son Kou y Azuza quienes tienen pareja... Ruki y Yuma no tienen. Sin embargo, estoy del todo segura que no querrán...

Reiji volvió a suspirar.

—Eso me deja con dos opciones ahora...

—¿No podríamos cambiar de pareja para que Celeste se quedará con alguien más? —Valeria intervino.

—Como dije, para Teddy y para mí no habría problema... —Kanato aferra con fuerza a su oso de peluche, tratando de hacerse notar.

—¿Podrías hacerte cargo tú? —Reiji se había dirigido a cierto vampiro.

¨Espero que no muera...¨Pensó Laito al ver la cara de horror de Celeste.

-Capítulo de Relleno xD-