~Capítulo 6~

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Whitney

Dejaron la limusina escondida entre los desechos del muelle para no llamar la atención.

Whitney pensaba que habían tenido suerte por haber llegado justo en el momento en el que no había nadie allí, pero según Evie casi nadie iba por aquel muelle.

-Auradon está justo enfrente -explicó Evie-. Casi podrías alcanzarlo con la mano. Casi. No es bonito tener algo a tiro de piedra y que aún así sea inalcanzable.

Whitney no supo qué responder.

-Sólo viene niños pequeños para jugar mientras ven Auradon o algún pirata borracho y perdido -dijo Jay, y señaló a un camino a la derecha-. Por allí se va al muelle pirata.

-¿Es el territorio de alguien importante? -preguntó Whitney. Habían hablado en limusina sobre buscar su base secreta en su territorio, en el centro de la Isla. Aunque el control de Maléfica era casi absoluto, la gente de los muelles oponía un poco de resistencia a su poder.

-Úrsula y su hija Uma son casi la dueñas del lugar -respondió Jay-, aunque Gambita es quién más empeño pone para controlar el territorio.

-Pero nosotros vamos al centro de la isla -respondió Evie-. En marcha, de camino allí os explicaremos la manera correcta de ser el perfecto hijo de un villano.

✩ ─── 「💫」─── ✩

Hook

-Llegas tarde.

-¡Lo siento, capitán! -El señor Smee apenas acababa de entrar. Dispuso sobre su mesa los bártulos y productos para su afeitado y empezó a prepara todo-. Había demasiado gente en el mercado, capitán.

-Hoy no es día de entrega.

Por culpa de los días de entrega le era imposible salir tranquilo a por su bebida. Alguna que otra vez había tenido algún altercado con mindundis que intentaban quitarle su bebida en los días de entrega.

Smee y Harry eran los que se encargaban de la comida mientras él era el que se preocupaba por lo que de verdad era importante. Harry se negaba a ir por su bebida, y Smee no era capaz de imponerse lo suficiente para que nadie me quitase lo suyo.

Kilian se recostó sobre la silla para que lo afeitara. Smee se puso manos a la obra.

-La gente estaba muy inquieta hoy, mi capitán -comentó el señor Smee mientras manejaba la cuchilla con mano experta.

-La gente siempre está inquieta, estamos en la Isla de los Perdidos.

-Pero está vez mucho más. Dicen que la hija de Maléfica ha vuelto a la Isla.

-A la gente le gusta hablar, es el deporte popular.

-Harry la vio.

Kilian se quedó callado mientras Smee continuaba con su trabajo.

Algunas tareas todavía le eran difíciles incluso años después de haber perdido su mano.

Afeitarse era una de ellas.

Margaret era quien lo afeitaba; cuando murió no le quedó más remedio que hacerlo él mismo porque su orgullo le impedía pedírselo a cualquiera.

La primera vez le temblaba demasiado la mano, como cuando aún no estaba acostumbrado a haber perdido su mano útil. Su mano se acercaba indecisa a su cara con la cuchilla, su reflejo en el espejo haciendo el mismo movimiento. Hizo todo lo que puedo; no fue fácil y aún así no lo logró.

Todo fue a peor cuando sin querer se hizo un corte y vio sangre.

Su sangre.

En aquel momento se alejó de un salto y arrojó la cuchilla con tanta fuerza que rompió el cristal.

Se limpio como pudo con lo que encontró. Se encerró en su camarote y estuvo allí solo, en silencio, casi sin respirar, sin atreverse a realizar ni un solo movimiento, abrazado a la urna de Margaret.

No supo cuánto tiempo estuvo así, pero cuando salió alguien, el señor Smee o Harry, había limpiado el estropicio.

No se había afeitado desde aquel suceso hasta que el señor Smee se ofreció a ayudarlo. No se lo preguntó porque lo conocía demasiado bien, simplemente lo dejó caer y Kilian estuvo de acuerdo.

Desde entonces el señor Smee lo ayudaba a afeitarse. Así se libró de la maldición de ver su sangre, una maldición que acompañaba a todos los Hook.

-Ya está, capitán -dijo el señor Smee cuando acabó su trabajo.

Hook se levantó de su asiento.

-Espero que no se repita la tardanza, señor Smee.

-Sí, mi capitán, lo siento -se disculpo Smee-. ¿Adónde va?

-Voy a dar una vuelta. Quiero saber si lo que dice mi hijo es verdad o se ha vuelto un mentiroso.

✩ ─── 「💫」─── ✩

Whitney

No habían avanzado mucho. Evie, Jay y Carlos los condujeron por calles casi desiertas, solo con alguna persona que ocasionalmente pasaba por allí, aunque no se fijaban en ellos o por lo menos no armaban un escándalo.

Si Whitney tuviera que describir lo que veía, lo compraría con Halloween. Para el día del miedo las calles de Auradon se decoraban para la ocasión: cosas rotas y feas, telarañas, colores oscuros... Whitney miraba a su alrededor y solo podía pensar en el decorado de Halloween.

Pero aquello no era ningún decorado, era el pan de cada día en la Isla de los Perdidos.

-Bien, si queréis pasar desapercibidos debéis comportaros como villanos, y tenéis a tres de los mejores profesores para eso. Prestad atención porque no tenemos mucho tiempo -comenzó Evie-: Let me tell you something you can really trust.
Everybody's got a wicked side. I know you think that you can never be like us. Watch and learn so you can get it right. You need to drag your feet.

Podían hacer eso, era fácil.

You need to nod your head.

Y eso también.

You need to lean back.
Slip through the cracks.

Y aunque lo intentaron, no consiguieron ser igual que sus amigos de la Isla.

Los tres VK's hicieron una demostración.

Whitney casi logró parecerse un poco a ellos en su primer intento, pero Ben... al menos lo intentó, lo cual era lo importante.

You need to not care, uh, you need to not stare
You need a whole lot of help
You need to not be yourself

¿Estaban de broma? Nunca era ella misma.

Volvió a intentar imitar a Evie, lo que hizo que sus amigos se rierian de ella.

You wanna be cool?
Let me show you how

-Whit, no seas tan rígida -dijo Jay-. Ya no estás en tu casa, estás en la nuestra y puedes soltarte un poco. Mira, así.

Jay comenzó a andar con chulería, dejadez, no como hacía en Auradon, aunque seguía siendo él mismo.

Whitney hizo lo mismo.

Nada.

Need to break the rules
I can show you how

«¿Qué haría papá?»

Era la hija del eterno travieso, sabía romper normas. Era traviesa, actuaba como su padre lo haría... Era revoltosa, traviesa, sabía volar... Justo como su padre.

-No copieis nuestros movimientos al cien por cien -regañó Evie-. Así no funciona. Os enseñamos cómo, pero tenéis que poner de vuestra parte.

And once you catch this feeling, once you catch this feeling
You'll be chillin', chillin', oh
Chillin' like a villain

En Auradon se comportaba como una chica revoltosa y activa porque era lo que se esperaba de ella como hija de su padre, pero allí, si no podía copiar a los demás, Whitney solo podía ser ella misma.

Se dejó llevar... y vaya...

¿Cómo se comportaría ella misma?

You get attention when you act like that

Era volar sin despegar los pies del suelo.

Whitney rio siguiendo el ritmo de los demás, pero Ben seguía teniendo problemas.

Por supuesto que llamaba la atención. Esperaban muchas cosas de ella.

Let us teach you how to disappear

Pero sus amigos siempre brillaban, eran un soplo de aire fresco en Auradon.

You look like you would lose a fight to an alley cat
You gotta be wrong to get it right 'round here

You need to watch your back
You need to creep around
You need to slide real smooth
Don't make a sound
And if you want it, take it
And if you can't take it, break it

Once you catch this feeling, once you catch this feeling

Le gustaba se sentirse así. No pensar en qué haría alguien más.

You'll be chillin', chillin', oh
Chillin' like a villain

Le gustaba sentirse así.

I really wanna be bad a lot
And I'm giving it my best shot but it's hard being what I'm not

Ben seguía perdido. Evie parecía desesperada.

Well if you don't, you're gonna get us caught

He's right, we gotta stay low-key
Now show us how bad you can be

Whitney rio al notar la sonrisita inocente de Ben, la misma que hacía cuando robaban galletas cuando eran niños.

Like this?

Yeah, yeah, yeah

Like this?

Yeah, yeah

Ninguno lo vio cuando robó sus cosas.

Oh yeah, I think I got this
Let's go, I'm ready to rock this
And I ain't gonna thank you for your help
I think I found the worst in myself

Y Whitney también había encontrado lo peor de sí misma, pues le gustaba sentirse como lo hacía.

Y aquello era la peor: no avergonzarse de comportarse como una villana.

-Sois de lo que aprendéis rápido -los felicito Evie.

-¿Falta mucho para llegar a vuestro escondite? -preguntó Ben.

-Casi nada -respondió Jay-. ¿Qué tal vais de puntería?

Ben se alejó un poco de grupo.

-Ben -llamó Evie-. No te alejes tant...

Para el horror de todos, Ben se chocó con un chico. Whitney casi se lanza a defender a su amigo, pero Jay la detuvo y le hizo mantenerse a su espalda para que llamase menos la atención.

-Anda, hola -saludó el chico cuando fueron a buscar a Ben-. ¡Qué contenta se va a poner Uma! ¡Primero Mal y ahora el rey!

El chico se fue mientras los VK's empujaron a Ben para que siguiese su camino.

-Me ha reconocido... -murmuró Ben.

«La masterclass para ser una villano no ha dado sus frutos», pensó Whitney con amargura. Por suerte ella tenía un perfil relativamente bajo comprado con Ben... Aunque seguramente a pocos en la Isla les interesaría saber que la hija de la Ministra de Economía y de Peter Pan estaba allí cuando se corriera el rumor de que habían visto a nada más y nada menos que el rey.

-¿Quién era ese? -preguntó Whitney apurada-. No puede haber llegado muy lejos, si nos paramos tal vez...

-Es inútil -respondió Jay-. Gil es uno de los subordinados de Uma, y Gambita se va a enterar de todos modos que estamos aquí. Mejor nos damos prisa y evitamos armar un escándalo mayor.

✩ ─── 「💫」─── ✩

Whitney pensó que le estaban tomando el pelo.

-Así que... ¿tan solo hace falta tener una piedra y un poco de buena puntería? -preguntó Whitney.

Los chicos eran demasiado confiados para haber crecido en la Isla de los Perdidos.

Para acceder a «la guarida súper secreta», el sitio «más seguro de la Isla», el lugar al que nadie se atrevería a entrar, sólo era necesario hacer sonar una campana en el techo.

-Y pocas ganas de vivir, al menos si no eres uno de los nuestros -contestó Jay mientras cogía una piedra y la tiraba contra la pequeña campana. Dio a la primera, y la verja que impedía el acceso a unas escaleras comenzó a abrirse-. Quien fuera que quisiera colarse debía vérselas con Mal, y ya sabías cómo es. Nadie quería molestar a la hija de Maléfica.

-No se necesita nada más cuando la mala fama precede -dijo Carlos.

Entraron cuando la verja estuvo lo suficientemente alta. Evie le dio a un botón que Whitney no había visto hasta que lo puso; la verja volvió a bajar mientras ellos subieron.

Con tan sólo entrar al lugar de notaba quienes eran sus dueños. Las paredes estaban pintadas con dibujos a grafito, con el estilo característico de Mal, y las caras de sus amigos dominaban sobre todo los demás.

En un rincón había una especie de sala de estar, con asientos y una pequeña mesa. Se veían unas piernas sobresalir de la butaca que les daba la espalda.

-¡Esa es mi butaca, cuervito! -gritó Evie.

Whitney y Ben se asustaron al mismo tiempo por lo inesperado que fue el grito, al igual que la persona que se levantó rápidamente de la butaca.

El chico permaneció un segundo sin reaccionar. Vestía por completo de negro y Whitney supuso que aquel debía de ser amigo suyo si no le echaban de allí inmediatamente.

-¿Vosotros también estáis de vuelta? -preguntó el chico-. Justo que me estaba acostumbrado a tener esto para mí solito.

Los VK's rieron y se acercaron a abrazar al chico. Jay le dio un par de palmadas en la espalda mientras le decía algo sobre su mala reacción mientras Evie le reprendía por usar su asiento.

-¿Dónde está Mal, Dante? -le preguntó Evie al chico-. Hemos venida a buscarla.

-Está redecorando la habitación -contestó Dante-. Entró con los cascos puestos, así que puede que la asustéis un poco.

-Bien -contestó Evie-. Iré yo primero, vosotros quedáis aquí y presentaros.

Evie entró a una habitación por una puerta cercana.

Todos permanecieron en silencio; Ben y Whitney miraron al chico que se llamaba Dante y este los miró a ellos a su vez.

-¿Alguno va a decirme qué hace el rey en nuestra guarida? -preguntó al fin. No era una pregunta maliciosa, sonaba a pura curiosidad.

-Nuestros disfraces de villano no han funcionado, por lo que estoy escuchando -dijo Whitney. Ya era la segunda vez que reconocían a Ben.

-No, no lo hacen -contestó Dante sonriendo. Le ofreció su mano a Whitney-. Dante Raven a vuestro servicio.

-Whitney Pan -respondió Whitney mientras correspondía al apretón de menos.

-¿Eres la hija de Peter Pan? -preguntó Dante, su voz con un poco de curiosidad.

-Sí.

-Y este pobrecito de aquí es nuestro rey, aunque eso ya lo sabes -dijo Jay-. Chicos, Dante es otro miembro más de la pandilla, es de fiar.

-Excepto cuando no lo soy -respondió Dante.

-No le hagáis caso, le gusta llamar la atención a veces -intervino Carlos-. No le haría daño ni a una pulga.

La conversación se interrumpió cuando Evie volvió acompañada de Mal.

✩ ─── 「💫」─── ✩

Hook

Hook  sabía de un lugar idóneo para ir siempre que le hacía falta cualquiera cosa: el restaurante de comida rápida de Úrsula.

Aquel sitio valía para todo.

¿Comida? Fish and Chips de Úrsula.

¿Bebida? Fish and Chips de Úrsula.

¿Enterarse de la veracidad del último rumor? Fish and Chips de Úrsula.

¿Qué más podía pedir?

Cuando entró al establecimiento vio a Harry y a su grupo en el lugar que dolían ocupar. Si su hijo lo vio no hizo el menor gesto de saludo y Hook siguió su camino porque sabía que era imposible preguntarle a él.

Caminó con la mirada fija en su destino: la barra del local. Sin duda era su lugar favorito y podía enterarse de todo. Y, por suerte para él, sus inseparables compañeros de copas ya estaban allí.

Gaston levantó su vaso al verlo mientras que el doctor Facilier acababa el suyo.

-Hook, buen amigo -saludó Gaston mientras Hook se sentaba en la banqueta que había reclamado como suya-, se me hace raro verte por aquí a estas horas.

-No vengo a por la ronda -contestó Hook-, necesito saber si...

-Lo que necesitas es beber con tus grandes amigos -dijo Gaston-. Te ves mal, Hook, ¿te has enterado?

-Eso era lo que venía a conocer. -Hook apoyó los brazos en la barra.

-He visto en las cartas que pronto la suerte de uno de nosotros va a cambiar -dijo el doctor Facilier antes que Gastón.

-Pero...

-¡Úrsula! -interrumpió Gastón-. Ven, tienes que oír esto. ¡Y trae algo para celebrarlo!

La dueña del local apareció mientras gritaba órdenes a alguien en la cocina. Traía dos vasos más, uno para Hook y otro para ella.

-Una ya no puede ni trabajar en paz; cuando no es la niña con uno de sus numeritos musicales es mi trío de borrachos favorito -gruñó mientras dejaba la bebida y los vasos en la barra-. ¿Qué ocurre ahora? ¿Gastón ha logrado por fin contar hasta cuatro?

-¡Oye! ¡Sé contar!

-Pues cuatro son las que me debes -respondió Úrsula-. Creía que o te habías a olvidado o tu pequeña cabecita de legumbre no podía llegar a imaginar algo mayor que tres.

-Facilier, di lo que has visto -pidió Gastón.

-Espero que valga la pena -dijo Úrsula mientras llenaba los vasos.

Hook echó un rápido vistazo y vio que Harry y sus amigos se habían marchado.

-Mis amigos del más allá dicen que la suerte de uno de nosotros cuatro va a cambiar -dijo Facilier-. Hay algo en la Isla que va a cambiar la suerte de uno para mejor.

-Después de veinte años, puedo decir que incluso conozco a todas las piedras del camino -dijo Úrsula-. Y ninguna parece que vaya a cambiar mi vida.

-La suerte roja va a hacer que nos encontramos con nuestro mayor rival -siguió Facilier-. Cuando la isla se vuelva blanca, antes de que se vaya vendrá un archienemigo.

-¡Brindemos por eso! -dijo Gastón levantando su vaso lleno-. ¡Quién vería a la reina Bella aquí!

Todos bebieron.

-La verdad, sí que pagaría por ver a la sirenita en esta pocilga -dijo Úrsula-. Aunque ahora he de volver al trabajo; recordad que, si no me pagáis, sé dónde vivís.

-A mí me gustaría ver al condenado Peter Pan -respondió Hook, la emoción había hecho que olvidará porqué había ido allí en primer lugar-. Todavía me debe in enfrentamiento cara a cara por mi mano. Debemos pensar un plan de ataque cuando aparezca uno de nuestro rivales, pero pienso mejor con cuatro copas más.

-Yo también necesito otras cuatro a las cuatro que ya llevo -dijo Facilier-, es difícil tratar con mis otros amigos.

Siguieron bebiendo tal y como acostumbraban hacer, si bien esta vez estaban un pocos cortados hablando de sus planes si aparecieran sus máximos rivales. Cada uno tenía sus propias cuentas pendientes.

Hook perdió por completo la noción del tiempo y de qué estaba buscando. Una vez que ellos tres empezaban no podían parar hasta que Úrsula los echaba del establecimiento o los dejaba dormir la mona allí (solía obligarlos a limpiar el local la mañana siguiente si eso pasaba).

-Mira, Hook, tu amiga está en la tele -dijo Gastón.

Era una noticia antigua sobre una de las últimas medidas de Wendy Darling, la Ministra de Economía de Auradon. Wendy aparecía en una fiesta del rey acompañada por su hija, una chica pelirroja como su maldito padre, aunque Hook diría que se parecía más a su madre. Luego las dos aparecieron hablando con el rey Ben y la hija de Maléfica.

La hija de Maléfica...

¡Por eso estaba allí!

-¿Es cierto lo de la chiquilla de Maléfica? -preguntó Hook al acordarse.

-Harry y los demás la dicen que la vieron y dicen que Diaval ha estado haciendo movimientos sospechosos -afirmó Gastón-. Y.. poco antes de que llegarás... Gil entró gritando que también había visto al rey en la Isla.

Esa noticia despertó a Hook, cuyos pensamientos habían estado adormecidos por la bebida. Se levantó de un salto y fue a la puerta.

-¿Adónde vas? -preguntó el doctor Facilier.

-¡A buscar al rey! -gritó Hook desde la puerta-. ¡Es nuestro billete de salida de esta condenada isla!



Pequeño regalo de Reyes de nuestra parte.

¿Qué os ha parecido?

¡Gracias por leer!

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