Capítulo 35

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—¿A caso lograste dormir? —cuestionó Yoongi ingresando con su silla de ruedas a la habitación de Jimin.

El rubio de cabellos despeinados y bolsitas negras bajo los ojos, no respondió.

—Taehyung está bien, por favor no te culpes más —suplicó habiendo llegado a su lado.

—No nos van a querer ver, quizá nos saquen de aquí por mi culpa —dijo Jimin.

Yoongi soltó un suspiro y negó varias veces.

—¿Podríamos pensar en otra cosa? Si de todas maneras crees que nos van a expulsar y no puedes hacer nada, ¿no sería mejor disfrutar hasta entonces?

—¿Cómo quieres que me relaje? Eso sería imposible.

Mientras la mirada del rubio se mantenía baja, Yoongi aprovechó para apoyarse sobre la camilla y subir con algo de dificultad.

La acción del joven, alertó a Jimin de inmediato.

Al tener a su pareja justo a su costado y mirándolo fijamente con una linda sonrisa en el rostro, de manera inexplicable sintió calma.

—Debería distraerte—comentó llevando su mano a los cabellos rubios del contrario— ¿de qué forma puedo distraer a mi lindo rubiecito?

Aquel último cumplido provocó un sonrojo por parte de los dos.

Yoongi no estaba acostumbrado a decir cosas tan melosas.

Y Jimin no estaba acostumbrado a oírlas.

—Es mucho mejor estar muriéndonos de vergüenza a estar martirizándonos ¿No crees? —cuestionó Yoongi.

Jimin asintió sonriente. 

Ambos jóvenes quedaron en un silencio del que disfrutaban.  El mayor no dejaba de acariciar los cabellos de Jimin.

Demasiada tranquilidad, demasiada para la pareja. Tanto, que el momento había llegado a su límite de tiempo.

Yoongi frunció el ceño al sentir un fuerte dolor en el pecho. Jimin lo notó de inmediato y se sentó rápidamente.

—¿Yoongi? —preguntó su vocecita angustiada

El mayor no respondió, la respuesta se la dieron los temblores que comenzaron a agitar el cuerpo de Yoongi. 

No de nuevo

El rubio de inmediato acomodó a Yoongi en la posición correcta mientras lo consolaba con palabras. Cuando estaba por girarlo, sintió su mano sobre la suya.

Su mayor buscaba a toda costa encontrar su mirada.

Y cuando lo logró, apretó fuertemente la manito de Jimin recordándole su petición.

El cuerpo de Yoongi podía estar temblando, el dolor que sentía lo hacía retorcerse y aún así sus ojos se mostraban serenos y tranquilos al estar encontrados con los del hombre que amaba. 

Sonaba imposible, pero era así.

Por otro lado el rubio no podía quedarse calmado, estaba más asustado que el propio Yoongi. Claro que, era comprensible, resulta verdaderamente desgarrador ver a alguien que te importa sufrir.

La intranquilidad por la que pasaba la pareja, se vio aún más por los golpes en la puerta.

—Park Jimin —la voz aún enojada de Hoseok llamaba a la puerta— debemos hablar.

El cuerpo del rubio se tensó, pedía porque aquellos temblores de su contrario paran de una buena vez.

—Park Jimin —insistió Hoseok golpeando la puerta.

—¡No entres! —suplicó alzando la voz y sosteniendo a Yoongi. 

—Abre ahora mismo.

Jimin se quedó callado, miró asustado a Yoongi sin saber qué hacer. 

Y tan solo parecía que las convulsiones se hacían más fuertes, más dolorosas y desesperantes.

No solo eso, sino que los golpes y llamados de Hoseok seguían sin parar desde el otro lado de la puerta.

—Da la cara ahora mismo, maldición —replicó— Maldito hipócrita, ¡abre ya!

—¡Un minuto! —suplicó de inmediato.

Paren, paren ya. Por favor, paren.

¡Paren maldita sea!

—Entraré ahora, no mereces ni siquiera privacidad luego de lo que hiciste. Deberías estar en la calle junto a todo tu grupo. 

Jimin escuchó cómo la mano de Hoseok se posó en la perilla, su vista se despegó de la de Yoongi y observó aquel objeto de la puerta siendo girado.

Hoseok sabría la verdad.

Yoongi seguía agonizando.

Y Jimin, Jimin solo...

—¡Me estoy vistiendo! —soltó en un grito deteniendo la acción de Hoseok— No tengo nada puesto, por favor.

Hoseok soltó un suspiro pesado, se quedó del otro lado sin decir nada.

Jimin regresó su vista a Yoongi, se había terminado. 

Las convulsiones pararon y su mayor le regaló una sonrisa cansada, sus ojos estaban cerrados y sus labios aún estaban tensos. Pero estaba bien.

Jimin no perdió más tiempo y se bajó de la camilla hasta llegar a la entrada donde lo esperaba el hombre que hace unas horas lo había abofeteado.

Cuando el rubio abrió la puerta, sus ojitos grandes se toparon con la mirada seria y enojada de Hoseok.

Mirada que de inmediato se tornó en una de sorpresa.  

Un fuerte sonrojo en las mejillas del más alto se hizo presente e involuntariamente llevó una de sus manos a su nuca.

—No... ¿N-no que te estabas vistiendo? —cuestionó Hoseok desviando su vista a otro lado con la cara ardiéndole.

Jimin frunció el ceño y bajó su vista hacia su cuerpo desnudo, no tenía más que su ropa interior. 

De inmediato el rubio azotó la puerta en la cara de Hoseok, dejando al contrario afuera. 

—¿Crees que podamos hablar en un rato? —pidió Jimin apenado, posando su cuerpo alterado sobre la puerta.

—S-sí —dijo sin más antes de alejarse con nerviosismo.

Jimin soltó aire para calmar su vergüenza, luego levantó su vista hacia la camilla. 

Yoongi no reaccionaba. 

Los desmayos propios de su infección habían comenzado. 

Sería frustrante.

Mientras tanto, Hoseok ya había logrado llegar a la habitación de Taehyung.

—¿Y tú? —cuestionó Taehyung— ¿Acaso tienes fiebre? 

—No es eso —dijo Hoseok entrando a paso veloz y robando el vaso de agua que Taehyung tenía en manos.

Taehyung notó el nerviosismo en Hoseok, no se quedó callado.

—¿Qué tienes? ¿Tuviste una pesadilla o algo así? —el joven no le respondió— ¿Hoseok?

De inmediato el chico aclaró la garganta y miró a  Taehyung.

—Tú alguna vez viste a alguien y de repente —al no saber cómo explicar lo que sentía, se interrumpió— olvídalo, no pasa nada.

—¿Estás seguro?

—¿Cómo te sientes? —evadió Hoseok— ¿Ya no te duele nada?

—Ya quisiera —respondió con ironía— me duele el cuerpo terriblemente, tal y como si una bala me hubiese atravesado. 

Hoseok negó debido a la broma que había hecho su amigo. 

Sin embargo, no podía dejar de pensar en lo que había ocurrido con Jimin.

Ya quería que tales pensamientos salieran de su cabeza. 

[...]

Jungkook luego de haber abierto la puerta, se encontró con In Soo quien se levantaba del suelo. Se veía algo mareado así que se arrodilló hasta poder ayudarlo a levantarse.

—¿Te encuentras bien? —preguntó calmando su voz— ¿Qué sucedió? 

Su contrario levantó la vista hasta observar a Jungkook, se veía nervioso y preocupado.

—Disculpa, te quería asustar. Pensé que sería divertido —comentó el jovencito tratando de encubrir sus convulsiones.

—No vuelvas a bromear así, me sacaste un buen susto —Jungkook posó su mano sobre el hombro de In Soo— no lo volverás a hacer ¿no? 

—No lo haré —respondió con un sonrojo en las mejillas.

Jungkook sonrió y luego asintió quitando la mano del hombro de In Soo.

—Tu papá me pidió, que te diga que separes la ración para la comida. 

—Eso haré, gracias por decírmelo —el chico hizo una pequeña reverencia por lo ocurrido y dio unos cuantos pasos, pero se detuvo.

Giró su vista al, por meses, mayor.

—¿Por qué me sigues? —preguntó confundido.

—Quiero ir contigo, Taehyung está con tu padre y Hoseok debe seguir molesto como para hablar con alguien —comentó Jungkook— ¿Puedo acompañarte?

Su menor aún algo sonrojado bajó su vista y asintió para luego seguir con su camino.

Al llegar a la parte superior de nuevo, a diferencia que en esos momentos sí habría luz del día, Jungkook quedó sorprendido.

Un pequeño huerto de vegetales y unos cuantos pollitos en un corral. 

—Esto es como lo que había en el refugio, solo que en miniatura. 

—Con este poco de alimento hemos podido mantenernos, a mi papá le preocupa que el grupo siga creciendo, estar en la ciudad nos limita de alimento fresco como este —dijo In Soo acomodando su mascarilla.

—¿Tú crees que está bien que dejemos que el grupo de Jimin se quede aquí? —Jungkook cuestionó.

In Soo lo pensó mientras sacaba comida empaquetada del almacén. 

—No me corresponde opinar, son mis mayores y no los conozco del todo.

—Tienes razón, a mí tampoco —dijo Jungkook— pero es que el grupo de Jimin pudo haber causado un daño irremediable porque si Taehyung no hubiese resistido entonces yo...

In Soo giró a mirarlo algo confundido.

—Al igual que Hoseok y ustedes —completó Jungkook de inmediato— habríamos tenido una pérdida más. Y habría sido una pérdida muy dolorosa.

—Entiendo, aunque de todas maneras esto es algo que a fin de cuentas será decisión de mi padre, es su centro de salud.

Era cierto, el grupo de Jimin no estaba en manos de Taehyung o de lo que Hoseok pensara. 

Todo sería decidido por el Señor Lee.

—Aunque en las condiciones en las que se encuentran Seok Jin y Yoongi, espero que encuentre una solución razonable. Mi papá ya carga con mucho como para cargar con esto también.


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