🍄┆Capítulo 5

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

-Tu maldito nombre completo.


Jungkook miró a Hyunjin, que tartamudeó un: -Hwang Hyunjin.

Lo agregó a la lista, luego vigiló a Jimin mientras este subía a una pequeña plataforma redonda. La multitud estaba zumbando, listo para verlo actuar.

Por un momento, Jungkook sintió la necesidad de agarrarlo. Sólo agarrarlo y correr a algún lado, llevándolo como un maldito hombre de las cavernas y esconderlo, hasta que se dé cuenta por sí mismo que no es un muñeco para que otras personas le pongan maquillaje y ropa, para pintarlo como quieran, para ver cada parte de su piel y hacer que baile para ellos.

Pero luego la música comenzó a construirse y el showrunner apareció frente a Jimin. Kai es su nombre. Jungkook recopiló una lista completa de todos los que trabajan en este show. Su acosador se había metido en la producción de alguna manera, solo tenía que encontrarlo. Era como un juego jodido de "adivina quién o dónde está Wally en este momento". Sin embargo, debía encontrarlo. Ya tenía en mente un buen lugar en el desierto: Sandy, caliente y lejana.

Kai hizo una cuenta regresiva silenciosa y la plataforma de Jimin comenzó a moverse hacia el escenario. Jimin le lanzó una mirada, una que Jungkook no pudo leer, todavía no. Pero si tuviera que adivinar, diría que fue miedo mezclado con alegría. Él era una estrella, después de todo.

Mientras Jimin se levantaba, Jungkook subió las escaleras hasta el nivel del escenario y se quedó escondido fuera del mismo. Jimin había aparecido y la multitud se volvió loca. El castaño parecía un malcriado, un pedacito descarado de algo que necesitaba a alguien que le enrojezca el trasero.

Jungkook rodó los hombros y se recordó a sí mismo que no era el indicado. Este es su trabajo. Necesitaba protegerlo, encontrar al imbécil que lo amenaza, que le paguen y volver a casa.

Jimin es magnético, su carisma en las notas altas de su tono de voz perfecto y la forma en que es dueño del escenario. Cuando empezó a bailar, su cuerpo se movía como agua y la boca de Jungkook se seca. Jimin es un dios en el escenario, y no era de extrañar que Know lo eligiera cuando tuvo la oportunidad.

El ojiazul era oro.

-No está mal, ¿eh? -Hyunjin estaba al lado de Jungkook, con los ojos puestos en Jimin. -Él realmente tiene ese algo.

Jungkook lo evaluó. Tenía ojos brillantes y un gusto particularmente terrible por las camisas hawaianas. Cuando se lengua se lanzó a sus labios mientras miraba a su chico, Jungkook apretó sus manos en puños.

-Deja de mirarlo -gruñó lo suficientemente fuerte como para ser escuchado por encima de la música.

Hyunjin se volvió hacia él. -¿Qué? Estoy a cargo de los cambios de vestuario en este lado del escenario. -señaló un perchero con dos conjuntos de plumas.

Jungkook hizo las matemáticas; Hyunjin estaba lo suficientemente cerca del camerino de Jimin y de otras áreas de su vida como para ser el tipo que buscaba. Y no le gustaba la forma en que miraba al castaño. De hecho, el rizado se da cuenta de que quería convertirlo en una fina niebla rosada por sólo mirarlo con lujuria en los ojos.

-Si no te alejas de mí y mantienes los ojos para ti mismo, te voy a romper el cuello. -no era una amenaza, era un hecho lo que le iba a pasar sino dejaba de mirar boquiabierto a Jimin, y la sola idea de que Hyunjin lo miraba desnudo durante su cambio de atuendo le hacía sacar sus guantes negros del bolsillo.

Hyunjin retrocedió un paso.

-Pero tengo que...

Jungkook lo siguió.

Finalmente se da cuenta de que la agitación en su estómago, el miedo primario que está debilitando su vejiga, era porque Jungkook estaba perfectamente dispuesto a matarlo ahí mismo. Cuando Jungkook lo golpea, Hyunjin se dio la vuelta y corrió hacia el área oscura detrás del escenario.

La voz de Jimin se aleja de la música cuando él desaparece, y Jungkook voltea para encontrarlo justo detrás de él.

-¿Dónde está Hyunjin? -Jimin comienza a tirar de su parte superior. -Necesito cambiarme. -el rizado lo agarró y encerró su cuerpo entre la cortina y él-. ¿Qué estás...?

-Nadie llega a ver tu piel. Quise decir lo que dije, Jimin. -el mencionado sacó el atuendo más cercano al perchero.

-El otro con las plumas -se desnuda, su cuerpo cálido y húmedo de sudor.

Mierda, las cosas que Jungkook quería hacerle.

El pecho de Jimin estaba ahí, casi rozándolo. Podría robar una lamida, solo una probada, pero no lo haría. No puede.

Jimin lo miró, sus mejillas estaban rojas por el esfuerzo o algo más.

-¿Qué? -su voz era más lenta ahora, un poco ronca.

Jungkook estaba perdiendo la cabeza y acababa de conocer a este chico. Jimin sólo era un trabajo. Sin embargo, el amigo de Jungkook en sus pantalones no estaba escuchando.

-Aquí -envolvió la cosa sin tirantes de plumas alrededor de su cuerpo.

Se giró y estiró la mano para apartar su cabello de la frente. ¿Por qué es ese uno de los movimientos más sexys que podria hacer un hombre? Porque cuando Jimin lo hacía, la necesidad empezaba a montar a Jungkook como un jinete del infierno.

-Es velcro. Lo hace fácil -dice por encima del hombro con sus grandes ojos azules en Jungkook.

Jungkook se aseguró que esa cosa no se cayera del cuerpo de Jimin mientras cambiaba la música.

Jimin se volvió hacia él.

-Gracias. -le dio una sonrisa sensual, luego cambió su rostro en una máscara de felicidad optimista. Por alguna razón, la máscara que usaba hacía que una parte de Jungkook doliera.

¿Cuánto tiempo estuvo haciendo esto y quién le enseñó a esconderse detrás de una fachada demasiado feliz?

Con una respiración profunda, Jimin volvió corriendo al escenario y comenzó nuevamente a cantar letras que tenían a la multitud cantando.

Una estrella. Eso es lo que él es.

Pero las estrellas como él que brillan tan intensamente, lo hacen solas. Jungkook pudo verlo en sus ojos, en la forma que abrazó a su gato como si fuera su salvavidas.

Por un momento, Jungkook creyó que tal vez podría ser eso para Jimin: un puerto seguro. Y no solo como trabajo.

Entonces algo en la multitud le llamó la atención. No pudo ver el arma, pero alguien a lo largo del pasillo central adoptó una postura familiar. Uno que vio en el ejército, uno que significaba que estaba a punto de apretar el gatillo.

-¡Jimin!

Jungkook corrió hacia él, mientras sonaba el disparo y comenzaban los gritos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro