Mi muy amado Sir Thomas:

  Quizá mi carta lo sorprenda. Tal vez pregunte en voz alta, desconcertado:

—¿Lucy Westenra, la prometida de Lord Godalming, enamorada de mí? ¿Cómo es posible si solo nos vimos en una oportunidad en su casa de Whitby, cuando pasé por Yorkshire camino a Cumberland y Allerdale Hall?

  No es así. Después de conocernos mi naturaleza vampírica me susurró que me hallaba ante mi alma gemela: la maldad que desprende es un calco de la mía. Lo seguí hasta La Cumbre Escarlata y fui testigo de cómo se deshacía de sus esposas tras conseguir lo que ambicionaba, de la misma manera en la que yo descarto los cuerpos vacíos de sangre. Ahí supe que lo que sentía no era pasión sino amor.

  Nos veo retozando encima de la arcilla roja y espesa de la mina, igual que lobos centenarios. Su boca en mi cuello, mi sangre pasando por su garganta, unidos a perpetuidad; gritos, caricias, súplicas, aroma a nieve, el chillido de nuestros pasos en su mansión ruinosa.

  Eso sí: me he tomado la libertad de matar a su hermana Lucille, vuestro incesto no entraba en mis planes.

Suya,

Lucy, la vampiresa que es su sombra.

https://youtu.be/pI7OO8g1It4