Nuestros labios encajaban de una manera perfecta,como si de un puzzle con todas sus piezas se tratase.

La mano del canario se posó a un lado de mi cintura, apoyándose en la pared.

A cada segundo que pasaba,el beso se hacía más intenso y descontrolado. Lo que ya había empezado como algo salvaje se estaba convirtiendo en un auténtico descontrol.

-Antonella- dijo separando sus labios pero no su rostro del mío- esto significa que me darás esa oportunidad?

-Lo haré- asentí.

Sus pupilas estaban realmente dilatadas aunque las mías debían de estar igual o, incluso,peor.

Rápidamente se separó de mí y puso el pestillo en la puerta. Una vez más,volvió a besarme tan salvajemente como hace apenas unos segundos estabamos haciendo.

Sobraba la ropa.
Comencé a quitarle la camiseta con mis propias manos y,cuando por fin lo conseguí, acaricié su marcado abdomen de arriba abajo.

-Me encantas- susurró bajando sus besos hasta mi cuello,donde succionó y mordió poniéndome a mil.

Mis manos viajaban por su pecho dejando caricias sobre él mientras que,las del canario,buscaban los tirantes de mi vestido con intención de quitármelo.

Cuando lo consiguió, comenzó a besar mi clavícula y siguió su camino hasta mi escote.
Mis manos pasaron a estar en su espalda donde apreté con las uñas clavándolas en ella.

El canario cargó con mi peso y me llevó hasta la cama que había a apenas unos centímetros de nosotros. Me tumbó boca arriba en ella y se puso encima de mí mientras me besaba.

Su mano derecha bajaba y recorría todo mi cuerpo,como si lo estuviese apreciando desde esa perspectiva.
Me mordí el labio de placer y dejé que el canario hiciese lo que quisiera.

De un momento a otro, sentí como su mano dejó de acariciarme y como su peso se quitaba de encima de mí.

Abro los ojos al instante y veo como Pedri se pone la camiseta de nuevo.

-Qué crees que haces?- le pregunto incorporándome algo confundida.

Me refiero. Hace nada me estabas comiendo hasta el alma y ahora te estás vistiendo de nuevo?

-Antonella, estás borracha. No pienso hacer nada contigo en este estado.

Sus palabras me sorprendieron.

-En serio me vas a dejar así?- me quejé.

-Si. Si hago eso contigo quiero que sea bien. Con lo borracha que estás ahora mismo temo que te arripentas y quiero que hagamos esto cuando de verdad estés segura- dice cogiendo sus cosas.

Una pequeña sonrisa aparece en mi rostro tras escucharlo.
Pedri era realmente tierno.

-Espera- me levanto de la cama- aunque no hagamos nada... Quédate,quédate a dormir conmigo. Por favor- le pedí amablemente.

El chico sonrió y asintió, aceptando mi propuesta.
Cogí su mano y lo guíe de nuevo hasta la cama. Me metí por el lado derecho de esta,Pedri en cambio ocupó el lado izquierdo y nos tapó a ambos con las sábanas.

-Buenas noches Anto- dijo dándome un pequeño beso en la cabeza.

-Buenas noches Pedri- sonreí y acomodé la almohada antes de cerrar los ojos y caer en un profundo sueño.

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A la mañana siguiente,cuando abrí los ojos y me giré para ver a Pedri,me di cuenta de que no estaba.

En su lugar,había una nota en la mesilla.

"No quería despertarte pero tengo entrenamiento hoy. Te he dejado una pastilla para ayudarte con la resaca y mi número de teléfono por si necesitas algo.

Pedri:)"

Sonreí ampliamente al ver la nota y me levanté. Me vestí, cogí mis cosas y me tomé la pastilla antes de abandonar la casa de Gavi.

Llamé a un taxi para que me llevase al hotel donde me hospedaba y recé por llegar pronto y poder meterme en cama de nuevo. Estaba agotada.

-Gracias- le agradecí al conductor antes de bajar del coche.

Caminé hasta la puerta del hotel y,una vez dentro, opté por ir a la habitación de Ginevra para ver cómo estaban ella y Alexandra.

Cuando llegué a su habitación,aporree la puerta con mi puño y esperé a que me abriesen.

-Oh,eres tú- dice la rubia al verme.

-Si,soy yo. Esperabais a alguien más?- pregunto riendo.

-A ti no te esperábamos,eso desde luego- dice Alexandra asomándose por la puerta.

La miro con el ceño fruncido,sin entender a qué se refería.

-Y ese vestido Antonella? Ahora se te dá por vestirte así de arreglada porque si?- pregunta la pelinegra cruzandose de brazos.

-Y esos chupones en tu cuello?- pregunta la rubia señalandolos.

Mierda. Me había olvidado completamente de ellos.

-Yo...- estaba nerviosa,sin saber si decir la verdad o no decir nada.

-Tu qué Antonella? Donde has estado esta noche?- pregunta Ginevra viéndome de una manera desafiante.

-Ahora te ha comido la lengua el gato?- dice Alexandra tras no escuchar una respuesta salir de mi boca.

Esta situación ya me tenía harta.

-Lo que yo haga o deje de hacer con mi vida os tiene que dar igual- las palabras salían de mi boca sin darme tiempo a controlarlas.

Ambas me miraron incrédulas.

-Somos tus mejores amigas Antonella! Claro que no nos da igual- dijo la pelinegra indignada por mis palabras.

-En serio? Mis mejores amigas?- río sarcásticamente- cuándo? Antes o después de utilizarme cuando os dá la gana?

Esta vez fueron ellas las que se vieron simultáneamente y se mantuvieron totalmente calladas.

-Desde que llegamos aquí no habéis hecho más que utilizarme para pasaroslo bien. Os ha importado una mierda como me pudiese sentir yo con vuestras acciones así que ahora no me vengáis con el cuento de "super amiguis" - digo realmente enfadada.

-Vete con tu nuevo noviecito- dice Ginevra antes de cerrarme la puerta en la cara.

Camino por el pasillo con lágrimas en los ojos.

Y ahora qué? Qué se supone que debo hacer? No hay nadie aquí...

Salí del hotel y caminé hasta un pequeño campo de flores. Me senté en el suelo y cogí mi teléfono móvil,marcando un número en específico.

-Pedri,puedes venir a buscarme?- dije con la hoz entrecortada.

-Antonella? Dónde estás? Estás bien?

-Sé que estás entrenando pero por favor,te necesito...

-Dime donde estás.

-Lo cierto es que no lo sé. Estoy en una pequeña ranura cerca de mi hotel.

-En nada estoy allí- dijo antes de colgarme apresurado.

Me abracé a mis rodillas mientras lloraba.
Cómo es posible que mis propias mejores amigas me hiciesen esto?

-Antonella!- escuché una voz que se acercaba a mí corriendo.

Levanté la cabeza y vi a Pedri con los ojos llorosos.

-Eh,eh,eh- dice agachándose a mi altura y abrazándome- ya está pequeña,estás conmigo- besa mi cabeza.

Me aferro a sus brazos mientras lloro desconsoladamente.

-Siento que nadie me quiere Pedri. Me he quedado sola- digo con dificultad.

-Eso no es verdad Antonella. No sé qué ha pasado pero jamás estarás sola vale?- coge mi rostro con sus manos y me mira mientras limpia mis lágrimas con su pulgar- nunca te dejaré sola.

Sonreí ligeramente al escucharlo.

-Ven,vayamos a mi casa. Allí podrás estar más tranquila- propone incorporandose y extendiéndome su mano.

Rápidamente,la cojo y me ayuda a levantarme. Pasa su mano por mi cintura y me abraza firmemente hasta llegar al coche.
Me abre la puerta del lateral y me siento en el asiento del copiloto.

-No pasa nada Antonella,ya estás a salvo- dice abrochadome el cinturón de seguridad y dejando un cálido beso en mi frente.

Cierra la puerta de mi lado y camina hasta el otro lateral para sentarse en su lugar,en el del conductor.

Enciende el motor del coche y,antes de coger el volante me mira.

-Cuál es tu canción favorita?- me pregunta el canario viéndome fijamente.

-Qué?- pregunto confundida.

-Qué cual es tu canción favorita sordita- vuelve a repetir riendo un poco.

-Into You de Ariana Grande. Por qué?- pregunto con el ceño fruncido.

Sin decir nada más,el canario sonríe y conecta el Bluetooth de su móvil al coche.
De repente comienza a sonar la canción que le había dicho y,ahora sí,el coche comienza a moverse.

Sonrío ampliamente al ver lo acababa de hacer Pedri y lo miro tiernamente mientras este conduce.

El trayecto estaba siendo silencioso pero era un silencio cómodo,que me hacía sentir segura.
Jugaba con mis manos nerviosa cuando Pedri cogió mi mano izquierda y la puso bajo la suya en la palanca de las marchas,como si las hubiese entrelazado.

Este chico era demasiado tierno.

Aunque el trayecto fuese de 20 minutos,a mi se me hizo demasiado corto. Durante todo el viaje,el canario no había apartado su mano de la mía en ningún momento y había puesto mi playlist favorita.

-Ya hemos llegado- dice metiendo el coche en una especie de garaje.

Asiento y,cuando el coche se frena, bajo del él.
Pedri se acerca por mi lado y entrelaza su mano con la mía una vez más,en este caso,para guiarme por la casa.

-Ven, sígueme- dice sonriente mientras comienza a caminar.

Con confianza, seguí sus pasos hasta un amplio y abierto salón.

-Puedes sentarte en el sofá. Iré a por unas palomitas y vemos una película vale?- dice alejándose de mí.

Sonrío y me siento en el sofá para esperar al canario.

Cuando lo veo entrar en el salón de nuevo,esta vez tiene las manos cargadas de comida,en tanta cantidad que casi se le cae por el camino.

-Pedri! Es demasiado!- digo riendo.

-Para nada! Tu y yo vamos a comernos todo esto mientras vemos la película que tú quieras,vale Antonella?- pregunta sentándose a mi lado y pasando su brazo por mi hombro.

Sonrío y asiento.

-Harry Potter- digo al ver como coge el mando.

-Dios,cada día te quiero más- responde él buscando la primera película de la saga- son mis películas favoritas!

-Las mías también!- respondo emocionada.

-Mmmmm,a ver si adivino. Ravenclaw?- dice viéndome con una ceja alzada.

Asiento.

-Hufflepuff?- le pregunto de la misma manera.

-Si,aunque a veces me da la misma locura que a un Slytherin- dice provocando mi risa.

Niego mientras río y apoyo mi cabeza en su hombro cuando empieza la película.

Su mano derecha se posiciona en mi cintura haciéndome caricias. Elevo mi mentón y dejo un tierno beso en su mejilla.

-Pedri- lo llamo y me mira- gracias.

-No me las des Antonella,haría cualquier cosa por ti.

"Cualquier cosa?"

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Ayyyyy. Lo tiernos que son estos dos 🥹

Holaaaaa

Bueno, qué os ha parecido el capítulo? Os ha gustado? Qué opinais de la decisión de Antonella en relación con sus supuestas amigas?

Si os ha gustado el capítulo ya sabéis que una estrellita,un comentario y un follow siempre ayudan mucho🫶🏼🫶🏼

Atte: Alma<3