Capítulo XVII

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-Joder, joder. Pedri que me pongo? Estoy en tu casa y no tengo nada de ropa aquí- dije estresada.

-En realidad...- de repente apareció con el vestido que había llevado a la fiesta de Ansu hace apenas unos días.

Lo miré algo confusa. Para ser sinceros, ni yo misma me acordaba de ese vestido.

-Lo dejaste aquí cuando... En fin...- estaba intentando decir la palabra pero le daba algo de vergüenza.

-Si,cuando follamos Pedri- dije riendo.

Sus mejillas se enrrojecieron un poco y le dí un pequeño beso en la mejilla antes de arrebatarle el vestido de sus manos e irme al baño con él.

Iba a cerrar la puerta cuando el pié del canario se puso en el marco de ésta, impidiéndome cerrarla del todo.

Fruncí el ceño y levante mi mirada para ver al chico que se encontraba frente a mi.

-Por qué vas a cambiarte al baño? Ya te has visto desnuda- preguntó haciendo que, esta vez, fuese yo la que se sonrojase.

Él río gravemente y se apartó de la puerta.

Tras esa pequeña provocación,todos mis sentidos se agudizaron y me encerré en el baño.
Cogí unas pequeñas tijeras que había en un cajón y miré mi vestido.

-Antonella,no la vas a cagar. Además,piensa que es una revancha por lo que acaba de pasar- me dije a mi misma en un tono de voz no muy alto.

Bufé por última vez y acerqué las tijeras a la tela del vestido cortándolo de manera que si antes llegaba a casi mis rodillas,ahora apenas me llegaría al inicio de los muslos.

Una vez hecho ese arreglo,me dispuse a ponerme el vestido y,cuando ya lo tenía puesto,me miré al espejo acariciando mi cuerpo por encima de la tela.

-Pues no ha quedado mal- volví a hablar yo sola pero orgullosa de mi misma.

-Por qué hablas sola?- preguntó Pedri entrando al baño con la mirada en el suelo.

Mientras reía,su mirada subió del suelo a mi cuerpo y su sonrisa desapareció al verme con el "nuevo" vestido.

-Ese no es el vestido del otro día- dijo tragando duro.

-Lo es,pero con un arreglito de nada- dije enseñando la tela que había cortado del vestido.

Bajo su atenta mirada, sonreí y me agaché un poco para tirar la tela sobrante a la basura que había en el baño.

A sabiendas de que un poco de mi trasero se vería con esa acción, me incliné más hacia delante y dejé la tela dentro de la bolsa de basura.

-No vas a salir con eso- dijo cruzándose de brazos mientras yo me incorporaba.

-Y por qué te haría caso?- pregunté apoyándome en la encimera del lavabo.

-Porque se te vé la mitad del culo solo estando de pié,imaginate cuando te agachas- dijo con un semblante serio en el rostro mientras se acercaba lentamente a mi.

Una pequeña carcajada se escapó de mi boca y rodé los ojos sin decirle nada más.

-Crees que es gracioso?- preguntó una vez llegó a mi y mientras posicionaba sus manos a ambos lados de mi cintura en la encimera del lavabo en el que estaba apoyada.

-Creo que no te voy a hacer ni caso- dije en susurro mientras acercaba,muy lentamente, su rostro al mío.

A pesar de mi esmero por ocultarlo,tener a Pedri tan cerca de mi hacia que todos mis instintos y hormonas se alterasen y no pude impedir que mi respiración se agitase al sentirlo a milímetros de distancia.

-Segura que no lo harás?- preguntó rozando nuestras narices.

-Muy segura- dije rozando sus labios con los míos,sin llegar a besarlos.

Apretó la mandíbula y noté como sus brazos se tensaban a ambos lados de mi cuerpo.

-Entonces tendré que marcar territorio y no dejar que nadie se te acerque- dijo mientras posaba una de sus manos en mi cintura.

Su tacto hizo que un pequeño escalofrío me recorriese de piés a cabeza y,yendo en contra de mis propios impulsos, rocé mi cadera con la suya, notando su erección pero sin llegar a besarlo en ningún momento.

Un pequeño gemido se escapó de entre sus labios al sentir mi sexo cerca de su miembro y lo miré con una sonrisa orgullosa que me iba de oreja a oreja.

Me acerqué a sus oído y susurré en él.

-Si quisiera un guardaespaldas ya habría contratado a alguno.

Después de decirle eso al oído,le sonreí por última vez y me deshice de su agarre fácilmente ya que él estaba totalmente absorto en pensamientos que no debían ser muy puritanos.

Cogí mi bolso y bajé por las escaleras de la casa hasta llegar a la puerta exterior. Una vez allí, esperé un par de minutos hasta que Pedri bajó.

Cuando lo vi,me dirigí lentamente hacia su coche hasta que un susurro en mi oreja me frenó a mitad de camino.

-No voy a olvidar lo que has hecho ahora. Esta noche vas a rogar que te folle.

Mis ojos se abrieron como platos y mis piernas se volvieron de gelatina al escucharlo.
Pedri rió ligeramente, sabiendo lo que hacía conmigo,y siguió su camino hasta el asiento del conductor.

-Vamos Antonella,no te quedes ahí. Llegaremos tarde- dijo guiñándome un ojo de manera burlona.

Sacudí mi cabeza y volví a la realidad. Mis piés andaron débilmente hasta el asiento del copiloto y me abroché el cinturón sin decir ni una sola palabra.

El canario arrancó y el coche se comenzó a mover para dirigirse a la carretera cuando noté una mano en mi muslo.
Mi mirada se dirigió hacia donde sentía el tacto y allí vi la mano de Pedri.

Su mano se movía lentamente y poco a poco se iba colando bajo mi corto vestido.

-Te advertí de que era muy corto. Solo me estás dando ventaja preciosa- dijo guiñándome el ojo y viendome un pequeño segundo antes de volver a dirigir su mirada al frente.

Le dí un manotazo en su mano sin saber que más hacer y eso pareció hacerle gracia ya que una pequeña carcajada salió de su boca.

-Quién ríe último ríe mejor,no lo olvides Pedro- dije dirigiendo mi mirada a la ventana.

Él no dijo nada, simplemente tensó su mandíbula, frunció el ceño y siguió nuestro camino hasta la discoteca que nos habían indicado Ansu,Ferrán,Balde y Gavi hacía apenas un par de horas.

Tras un pequeño trayecto en coche,llegamos al sitio. Parecía que tenía muy bien ambiente en su interior ya que la música resonaba desde fuera.

Curiosa, bajé del coche rápidamente y me dirigí a la entrada del local sin siquiera esperar a Pedri,el cual aparecía apurado tras de mí.

-No te separes de mi- ordenó mientras entrábamos al local.

-Haré lo que me plazca- dije siguiendo mi propio camino hasta el reservado donde se encontraba el resto.

Una vez llegamos, saludé a todos. A todos menos a Gavi, el cual se relamió los labios y me miró de arriba abajo muy descaradamente nada más llegar.

-Tia,estás genial. Ese vestido te hace unas curvas increíbles- me alagó Sira.

-Gracias Sira pero no es para tanto- reí algo avergonzada.

-Pues para no ser para tanto hay quien te está mirando desde el reservado de enfrente- dijo señalando con la cabeza a un grupo de personas que se encontraban en el reservado que había delante nuestra,a apenas 30 pasos de nosotros.

Volví mi mirada hacia Pedri,el cual se encontraba hablando con una chica castaña que,yo por mi parte,no conocía de nada.

Mi mandíbula se tensó y sentí la rabia corroer mis venas al ver como charlaban y se reían juntos.

-Oye!- se quejó Gavi cuando le arrebate su copa de entre sus manos.

Me la bebí del tirón y escuché como todos aplaudían al ver mi actitud.

-Esa es mi chica- dijo Ansu con una sonrisa de orgullo.

Le devolví su vaso,esta vez vacío, a Gavi y me levanté un poco más el vestido rezando por qué no se me viese el alma.

-Gracias por tu copa- dije posando un beso sobre mejilla del sevillano,el cual se quedó algo sorprendido.

Levanté mi mirada y,cuando volví a mirar a Pedri,este ya me estaba mirando. Tenía sus ojos posados en mí y seguía cada uno de mis movimientos.

Le sonreí falsamente y me dirigí al reservado que había señalado mi amiga.

-Suerte bombón!- escuché gritar a Sira mientras me animaba.

Caminé lentamente hasta el reservado y,una vez llegué, analicé al detalle al grupo que se encontraba allí. Por lo que se veía también parecían futbolistas pero,al contrario que los de mi grupo,no parecían españoles.

-Creo que tú mirada no ha sido muy disimulada- dije llamando la atención del chico que me estaba mirando anteriormente.

Éste rió ligeramente y se acercó a mí.

-No haces fácil la tarea de no mirarte siendo tan guapa- dijo mientras se lamía los labios.

Esta vez fui yo quien rió y apartó la mirada algo nerviosa.

-Ven,entra y pasa un rato con nosotros- dijo señalando con la cabeza a su grupo de personas,las cuales estaban distribuidas en distintos sofás.

Me giré una milésima de segundo y volví a ver a Pedri. Parecía realmente furioso y mantenía sus puños cerrados y en tensión mientras me miraba y controlaba todos mis movimientos con especial atención.

-Está bien- dije accediendo a la invitación del misterioso chico.

Éste sonrió y tiró de mi hasta sentarnos a ambos en un sofá.

-Cómo te llamas preciosa?- me preguntó mientras se llevaba su copa a los labios.

-Antonella de Luca- respondí siguiendo sus acciones con mi mirada- y tú?

De pronto,la mirada de todos los de ese reservado se dirigió a mí. El chico que tenía enfrente frunció el ceño y me miró confuso.

-Qué pasa?- pregunté sin entender el porqué de sus miradas.

-Nada,nada- dijo volviendo a sonreír- soy Joāo Félix,jugador del Chelsea y del equipo de Portugal.

Al instante entendí porque mi miraban de esa forma cuando pregunté por su nombre.

Obviamente no sabía quién era.
Por dios! Si he entendido lo que significa una amarilla hace apenas 3 días.

-Ohhhh. Lo siento por no saber quién eras. No soy muy amante del fútbol que digamos- reí algo nerviosa.

-No te preocupes,aunque para no ser muy fan del fútbol estabas con gran parte de la plantilla del Barça- respondió él acercándose un poco más.

Mi estómago se dió la vuelta al sentirlo acercarse. La verdad es que ni yo misma sabía que estaba haciendo en esos momentos pero sabía que no era lo correcto,solo me había dejado guiar por mis impulsos y mis celos.

-Si,son... Mis amigos- dije volviendo a ver hacia el reservado en el que se encontraban.

Fruncí el ceño cuando noté que faltaba la presencia de Pedri y,de nuevo, sentí el fuego corriendo por mis venas al ver que la chica con la que el canario había estado hablando tampoco estaba.

-Oye Joāo- dije llamando su atención- te apetece bailar?

El chico sonrió ampliamente y me extendió su mano para dirigirnos a la pista.

Una vez llegamos al centro de ésta, comencé a bailar junto a él,dejándome llevar por el ritmo de la música que estaba sonando.

Sus manos se situaron en mi cintura con cautela,algo que yo por mi parte acepté sin problema.

Seguíamos bailando y nuestros cuerpos se seguían juntando lentamente hasta llegar a tocarse su pecho y mi espalda mientras movía mi cuerpo con ligereza.

Cerré los ojos cuando sentí su aliento cerca de mi cuello pero volví a la realidad rápidamente cuando,de repente,sentí como Joāo se alejaba bruscamente.

Me giré y observé al chico. Tardé poco tiempo en ver cómo fue Pedri quién lo había empujado lejos de mí.

-Oye!- me quejé al sentir como el canario cogía mi brazo con fuerza y tiraba de él hasta llegar a los baños de la discoteca.

Una vez llegamos,cerró la puerta con pestillo y me acorraló contra esta.

-Qué crees que haces?- pregunté tratando de liberarme de su agarre.

-No. Qué crees que haces tú perreandole a ese imbécil del Chelsea delante de mí cara- contraatacó él rápidamente.

-Bueno,es que parecías demasiado ocupado con esa chica como para bailar contigo- dije incorporándome un poco y haciendo fuerza para separarme de él.

El canario echó su cuerpo hacia delante y volvió a hacer que mi espalda chocase contra la puerta del baño sin apenas hacer esfuerzos.

-De quién estás hablando? De Aurora?- preguntó mirándome fijamente y con el ceño fruncido.

-Me la pela como se llame tu noviecita- dije furiosa.

Pedri rió ligeramente y se lamió los labios.

-Aurora es la hermana de Gavi que por si no lo sabías es lo más parecido a una mejor amiga que tengo y que tiene una bonita relación con un chico de su pueblo desde hace 3 años- dijo, esta vez más tranquilo.

De repente, dejé de hacer fuerza para soltarme de su agarre. En esos momentos me sentía la persona más inútil del mundo y me sentía más avergonzada que nunca.

-Asi que era eso... Estabas celosa- dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

-Por supuesto que no. Ahora sí me disculpas,voy a volver con Joāo- dije disimulando mi vergüenza y tratando de picarle más.

Por tercera vez,mi espalda volvió a golpear la fría puerta y la sonrisa desapareció del rostro de Pedri.

-Tu no te vas a ningún lado Antonella- dijo acercando su rostro al mío,dejándome sentir su respiración en mi cara.

Tragué duro y lamí mis labios algo nerviosa y excitada a la vez que intentaba deshacerme de su agarre sin tener mucho éxito.

-Yo que tú reservaría fuerzas porque voy a hacerte ver que al único al que debes perrearle,mirarle o tocarle es a mí.

-Yo que tú no me las tendría de tan creído- dije sacando voz de aún no sé dónde.

Rió de manera ronca y acercó su boca a mi oído,susurrando en él.

-Voy a demostrarte que eres solo mía.

Mis pelos se erizaron al escucharlo y en mi cabeza solo podía pensar en una cosa.

"Menuda nochecita me espera"

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Holaaaaaa.
Cómo os prometí,aquí el segundo capítulo de hoy (un poco más intensito de lo habitual jejeje)

Si os ha gustado el capítulo ya sabéis que una estrellita,un comentario y un follow siempre ayudan mucho.

Atte: Alma<3

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