Capítulo XXVIII

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

No me separé de sus brazos en ningún momento. La necesidad de su calor,de su tacto,de él... Se había vuelto demasiado necesaria en apenas unos minutos.

-Antonella debo hablar contigo...- murmuró separándose un poco.

-Pedri... No creo que sea el momento- dije apartando la mirada de él rápidamente.

-Lo sé, sé que no es el momento pero debo decírtelo- tomó una gran bocanada de aire y se dispuso a hablar de nuevo- joder Antonella,lo siento. Debí haberte escuchado,fui un imbécil, dejé que mis celos me controlasen y ni siquiera me preocupé por tu estado ese día.

Mi mirada vagaba por el suelo,incapaz de mirarlo a la cara.

-Mirame,por favor...- pidió con la voz algo entrecortada.

Lentamente, su mano se acercó a mí mentón y lo levantó con suma delicadeza,como si de un frágil vidrio se tratase.

-Lo siento. Prometí estar ahí para cuidarte siempre que lo necesitases y, ese día, me comporté como un auténtico cretino,un niño mimado que solo se preocupaba por si mismo.
Antonella,yo... Yo te amo.

Esas últimas palabras hicieron que mi corazón latiese con tanta fuerza que hasta sentía como si,en cualquier momento,se me fuese a salir del pecho.

-Pedri,no puedes hacerme esto... No puedes volver después de dos meses y decirme lo mucho que me amas después de todo lo que pasó. Tengo pareja,yo...- iba a seguir hablando pero el canario me interrumpió.

-Antonella,tanto tú,como yo sabemos que no lo amas. No lo miras ni lo quieres como a mí- afirmó seguro de si mismo.

-Eso es mentira. Amo a Charles- aseguré apartando la mirada de nuevo.

-Ah si? Entonces,por qué no eres capaz de decirme eso mismo mirándome a los ojos?- preguntó dando justo en el clavo.

Bufé y,cuando iba a hablar,la puerta de casa se abrió.

-Pedri...- habló mamá realmente sorprendida al ver al chico en el recibidor.

-Hola señora de Luca,siento haber venido sin avisarla- explicó algo nervioso por la posible reacción de mi madre.

-No,no,no debes disculparte por eso hijo... Siempre serás bien recibido en esta casa- esbozó una pequeña sonrisa mi madre.

Pedri agradeció el gesto con un asentimiento y,de repente, varios pasos acelerados se escucharon entrar por la puerta.

-Tio Pedri!- exclamó Gia corriendo hacia él.

-Te echabamos de menos tito!- añadió Mateo acercándose junto a su hermana.

El canario sonrió ampliamente al ver a los pequeños que corrían hacia él y abrió sus brazos para abrazarlos.

-Yo también os he echado de menos peques- dijo Pedri besando la cabeza de ambos.

El corazón se me encogió al ver esa escena.

No recordaba lo tierno que se veía Pedri cuando estaba con mis hermanos...

-Y dime Pedri,te quedarás a cenar?- preguntó mamá amablemente.

-No creo que sea- el canario iba a responderle a mi madre pero,esta vez,fue mi voz la que lo interrumpió.

-Si,se quedará esta noche con nosotros- dije mirando hacia mi madre.

Ésta tan solo sonrió ampliamente al notar como,una parte de mí,había perdonado a Pedri.

El moreno,por su parte, tardó unos segundos en procesar lo que acababa de decir pero,cuando finalmente lo consiguió, me dedicó una sincera sonrisa de agradecimiento.

-Siiii,podremos jugar con el tío Pedri!- gritó Gia dando pequeños saltitos de alegría.

-Tengo que enseñarte mi nuevo dinosaurio,es enorme!- exclamó Mateo mirando a Pedri con gran admiración en sus ojos.

-Prometo que pasaréis tiempo con el tío Pedri pero,primero, necesito hablar un ratito con él vale?- informé a los pequeños con serenidad.

Éstos tan solo asintieron y comenzaron a caminar hasta la cocina.

-5 monedas de chocolate a que vuelven a darse besitos- susurró Mateo,no muy bajo que digamos.

-Hecho- respondió Gia estrechando su mano con la de su hermano mellizo.

-Oye! Qué os hemos oído!- exclamé riendo.

-Corre!- gritó Mateo acelerando el paso junto a Gia.

Miré a Pedri y ambos reímos a la vez por la escena que habían protagonizado los mellizos en apenas unos segundos.

Mordí mi labio y extendí mi mano hacia el canario.

-Ven,vayamos a mi habitación. Allí estaremos más tranquilos- dije haciendo una seña con mi cabeza.

El moreno alternó su mirada de mi mano a mis ojos,buscando mi aprobación. Finalmente, entrelazó su mano con la mía y subimos las escaleras de esa manera.

Una corriente eléctrica me recorrió de piés a cabeza al sentir sus dedos junto a los míos y no pude evitar que,por mi cabeza,se pasasen todos los recuerdos que habíamos vivido juntos.

Cuando llegamos a mi habitación, cerré la puerta y me senté en la cama dejándole un pequeño sitio a Pedri,justo enfrente de mí.

-Mira Pedri... No puedo decirte que he olvidado lo que pasó entre nosotros pero tampoco puedo negar que he intentado,por activa y por pasiva,olvidar tu nombre- comencé a hablar yo.

El canario bajó su mirada de mis ojos al suelo,algo dolido por mis palabras.

-Pero tampoco quiero mentirte; te sigo queriendo.

Juraría que su mirada se acababa de iluminar al escuchar esas palabras salir de mi boca.

-Entiendo que ,en su momento, la situación fuese demasiado confusa y que no pensases con claridad a la hora de escucharme pero me duele pensar que no confías en mí. Me duele Pedri,me rompe el corazón solo de pensarlo.

-Antonella,no digas eso... Claro que confío en ti.

-Pedri,si confiases en mi me habrías escuchado,y lo sabes- su mirada volvió a apartarse de la mía aceptando que tenía razón- yo... Lo siento pero no puedo volver a lo de antes.

-Qué?- preguntó decepcionado.

Las lágrimas caían por sus mejillas y yo hacía fuerza para que las mías no imitasen las acciones de las suyas.

-Te repito que tengo pareja,Charles es mi novio y me ha cuidado mucho durante estos meses. No puedes venir aquí de un día para otro esperando que te perdone y que todo vuelva a estar como antes.

-Charles no está hecho para tí Antonella!- exclamó entre sollozos.

-Y tu si? Tú fuiste el que decidió no creerme Pedri! Decidiste no escucharme cuando estaba pasando por un mal momento y me dejaste sola cuando más te necesitaba. Alguien que te quiere no hace eso joder!- alcé la voz.

Y ahí,no lo pude evitar más.

Las lágrimas caían por todo mi rostro, humedeciendolo y abriendo heridas del pasado que creía mantener cerradas.

-Dime que amas a Charles más de lo que me amas a mí y me iré- dijo volviendo a posar su mirada en la mía.

-Pedri...- murmuré incapaz de hacer lo que me estaba pidiendo.

-Dilo Antonella. Dí que lo quieres más a él y te prometo que no volverás a verme nunca.

Acercaba su rostro al mío lentamente,sin prisa y con cuidado.

-No puedo...- susurré mirándolo a los ojos- no puedo decirlo Pedri.

El canario bajó su mirada a mis labios a la par que posó su mano en mi mejilla.

-Te amo- fue lo último que dijo antes de estampar sus labios contra los míos.

Mis ojos se cerraron,no hice ningún amago de separarlo ni de detener el beso.

Necesitaba ese beso como si del respirar se tratase.

Mis manos se dirigieron a su cuello y lo envolvieron con cuidado e intención de profundizar más el beso.

Su brazo envolvió mi cintura y me acercó lo máximo que pudo hasta su cuerpo.

Desearía poder estar así toda la vida...

-Chicos,la cena ya está lista- dijo mamá irrumpiendo en la habitación de golpe.

Rápidamente,nos separamos y miramos hacia la puerta de la habitación.

Mamá tan solo nos sonrió a ambos y me guiñó un ojo antes de irse y dejarnos solos en la habitación de nuevo.

-Os dejaré la cena en el horno!- exclamó cerrando la puerta y fingiendo que no había visto nada.

Reí un poco y giré mi cabeza para volver a ver a Pedri,el cual,ya me estaba mirando.

Sus labios estaban hinchados,sus mejillas ligeramente ruborizadas y sus pupilas totalmente dilatadas.

-Eso ha sido un error- dije arrepintiendome al instante de lo que acababa de hacer.

-No,no ha sido ningún error- respondió el canario con un tono de voz firme.

-Si lo ha sido. Por dios,acabo de ponerle los cuernos a mi pareja- añadí llevándome las manos a la cabeza, desesperada y agobiada.

-No tiene porque enterarse. Antonella,no quiero que termines tu relación con ese niño mimado de Leclerc. Yo... Solo quiero verte feliz y si es él quien te hace feliz,lo respetaré. Con ese beso,no pretendía hacerte sentir mal, simplemente quería recordarte lo que aún sientes por mí- explicó pausadamente.

-Yo... No sé qué hacer Pedri,estoy demasiado confundida ahora mismo- confesé finalmente.

-Mira Antonella,si él te hace feliz,me apartaré pero ten claro que te esperaré todo el tiempo que sea necesario. Incluso si eso indica que te tenga que esperar toda mi vida. Y sabes por qué lo haré? Porque yo no tengo dudas y tengo claro que te amo como jamás amé,amo,ni amaré a nadie en toda mi puta vida. Tú y solo tú,Antonella de Luca,eres el amor de mi vida.

Sus palabras consiguieron que mi respiración se detuviese y que mis latidos se acelerasen incluso más.

Si es que eso era posible...

Tras varios minutos procesando todo lo que él moreno acababa de confesar, sonreí ligeramente y me acerqué a él para abrazarlo.

-Gracias Pedri- dije con total honestidad.

-No me las dés Antonella,voy a hacer todo lo que esté en mi mano para hacerte ver que sigo siendo el que era antes. Bueno,ahora un poco menos imbécil- bromeó para rebajar la tensión.

Reí y lo miré a los ojos.

-Solo un poco?- pregunté siguiéndole el juego.

-Sí,solo un poco. Si pierdo toda mi esencia de imbécil dejo de ser yo- dijo encogiéndose de hombros.

Una carcajada se escapó de mi boca al escucharlo y,a partir de ese instante,la sonrisa no abandonó mi rostro en ningún momento.

-Bueno... Es algo tarde y tampoco es que tenga mucha hambre- habló viendo la pantalla de su  móvil para ver la hora.

-Ya,la verdad es que yo tampoco tengo mucha hambre- dije dándole la razón.

-Bien,voy a irme antes de que tú madre vuelva a subir con un plato de spaghetti en la mano- dijo riendo- si me necesitas,tan solo llámame.

Me dió una última mirada y comenzó a caminar hasta la puerta de mi habitación, dispuesto a irse.

-Pedri!- exclamé ganándome toda su atención- quédate a dormir al menos.

Su sonrisa se ensanchó al escucharme y se acercó de nuevo a mí.

-Estás segura? No quiero incomodar ni nada por estilo...

-En serio, quédate. En estos momentos,no quiero estar sola- dije abrazándome a mis rodillas.

El canario asintió y se acercó al pequeño sofá que había en mi habitación, acomodándose en él.

Bufé y me metí en mi cama.

Apagué la luz y me giré tratando de conciliar el sueño.

Joder... No puedo,necesito...

-Pedri- volví a llamarlo- te importaría dormir conmigo?- pregunté inocentemente y algo avergonzada.

A modo de respuesta, sonrió y se acercó hasta mí entrando por el lado libre de la cama.

-Buenas noches Antonella- dijo una vez se había acomodado en el colchón.

-Buenas noches Pedri...

Su brazo pasó por encima de mi cintura y la envolvió, proporcionandome el calor que necesitaba para conseguir caer en los brazos de Morfeo.

"Creo que,ni yo misma,era consciente
de lo mucho que lo echaba de menos"

_________________________________________________

Holaaa.

Aquí el capítulo de hoy mis amores.

¿Qué os ha parecido? ¿Os ha gustado?

Si es así ya sabéis que una estrellita, un comentario y un follow siempre ayudan mucho.

Atte: Alma<3


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro