Todo es tan incómodo. Mark y Bambam están comiendo el desayuno en el sofá, mientras observan la televisión. Saben que odio cuando hacen eso, pero esta vez los perdono porque sé que lo hicieron a modo de escape.

Jaebum y yo estamos uno frente al otro, sentados en el comedor, pero la mirada intimidante de Jackson nos impide hablar sobre ciertos temas bastante importantes, como la posibilidad de tener algo más "serio" o no lo sé, porque sigo desconociendo lo que él piensa.

Incluso, si JB intenta tomarme la mano sobre la mesa, Jackson lo golpeará nuevamente con la espátula caliente, porque hoy se le ocurrió la maravillosa idea de preparar el desayuno, a pesar de que no es nada bueno cocinando.

—Más tarde podemos ir al parque o algo así, creo que puedo prestarte algo de ropa —no puedo evitar reír al imaginarlo con cualquiera de mis prendas, ninguna de ellas es de su estilo.

—Está bien —responde temeroso, mientas ve a Jackson, quien inmediatamente frunce el ceño.

—Yo iré —responden mis tres amigos al unísono y juro que quiero golpearlos.

—No los invité. Solo nosotros dos —hago énfasis en el dos —. Debemos hablar sobre asuntos importantes.

—No tienes mi permiso —Jackson se cruza de brazos.

—Tampoco te lo pedí. Es hora de que acepten que ya no soy un niño.

—Vaya... pero hasta hace unos días nos llamabas para que te hiciéramos compañía porque algunas veces te da miedo dormir solo —Bambam intenta lucir inocente, pero su sonrisa dice todo lo contrario.

—¿Qué? —Jaebum tiene el ceño fruncido, pero todos ignoran su pregunta.

—Él quiere actuar maduro y en realidad en gran parte lo es, pero también es como un niño de mami y algunas veces se comporta como un bebé —Jackson me señala con la espátula.

¿Algo más? Parece que se pusieron de acuerdo para avergonzarme.

—Si te da miedo dormir solo, puedes llamarme —Jaebum sonríe tan amable que mi corazón se derrite.

—¡No! Es muy pronto para eso —mi amigo el "cocinero" vuelve a intervenir.

—Es más raro que ustedes quieran dormir con él, ¿acaso te gustaría que ellos durmieran con la chica que te gusta?

—Lo conocimos primero, entonces no —Mark finalmente añade.

—Nosotros nos conocemos, sabemos que ninguno intentará algo con Jinyoung, sería casi que incesto —Bambam hace cara de asco.

Decido ignorar cualquier tontera que digan. En cuanto finalizamos el desayuno, JB se ofrece a lavar los platos, mientras me alisto para salir con él.

No fue nada fácil, pero finalmente los chicos nos dejaron tranquilos, ahora estamos simplemente sentados en una de las bancas del parque, nos observamos de vez en cuando, pero ninguno ha logrado decir nada, más bien, él limpia el sudor de sus manos constantemente en su pantalón.

Parece que la valentía con la que llegó ayer se esfumó por completo, no lo culpo, seguramente mis amigos contribuyeron a eso.

Debo ser yo quien inicie, él está demasiado nervioso como para hacerlo.

—Entonces, ¿qué haremos?

—Lo siento, esto es tan difícil. Nunca antes había intentado algo con un chico —muerde su labio inferior —. Pero pensaba que podríamos salir de nuevo, esta vez sí les llamaré citas, también puedo ir por ti al trabajo y me gustaría que regresaras a las clases de guitarra, así podemos compartir más tiempo juntos —habla tan rápido, que lo hace sonar algo torpe, debido a que se enreda al decir algunas palabras.

A pesar de que su voz sonó de esa manera, me parece sumamente adorable, soy incapaz de burlarme de él, más bien creo que quiero grabarlo en mi mente. Tal vez sea porque no lleva su ropa y no luce intimidante, pero igual, mi pantalón negro de vestir y la camisa blanca de botones se ven muy bien en él. Bueno, tuvo que ajustar bastante la faja, porque el pantalón le queda un poco grande.

—Agh, deja de verme así, Jinyoung. Me estás poniendo más nervioso —frunce el ceño y no puedo evitar sonrojarme.

—Solo pensaba, solo pensaba —intento excusarme, pero sé que no se lo cree —. En realidad, me parece bastante bien —sonrío.

—Ok, tal vez deberíamos tener nuestra primera cita hoy —observa el reloj.

—No digas otra vez "ok", por tu culpa lo odio. Quiero que llevemos todo con un poco más de calma, es decir, ni siquiera me imaginaba que esto pasaría y también debo pensar —me quejo y él se ríe.

—Oh, perdón, supongo que ya estoy acostumbrado —se levanta e imito su acción.

Ambos simplemente caminamos uno del lado del otro, sin saber con exactitud qué debemos hacer, solo intercambiamos miradas y estoy seguro de que él también está pensando en lo tontos que nos vemos.