Capítulo 6

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Había pasado dos días desde que el contrato había sido firmado, Izuku había estado yendo para ayudar a Dabi a buscar nuevos empleados mientras esperaban a los nuevos socios, ese día no era diferente, se había despertado temprano y se había acomodado dejando sus rulos ser tan rebeldes como siempre, desayunó y se despidió de su gente antes de subir a su auto rentado para dirigirse hacia la empresa, viendo contento que no había tráfico; por ello fue que no tardó nada en llegar y estacionar en la parte de al frente del gran edificio. Aseguró las puertas y se detuvo antes de comenzar a caminar sin siquiera voltear, un aroma a granos de anís mezclado con caramelo un poco quemado se coló por su olfato y sonrió sintiendo a su alfa interior a punto de arrastrarse para pegarse a su omega, porque no había nadie más con ese peculiar aroma más que Katsuki. Esperó en la acera para que el cenizo lo alcanzara y por más que trató, no pudo evitar sonreír en cuanto lo tuvo a su lado.

Buenos días, Bakugou Saludó Izuku costándole bastante el no llamarlo Kacchan pero quería evitar molestar al omega lo más posible.

Buenos, Deku, porque los días se quedaron en mi apartamento Respondió Katsuki con el ceño fruncido y una mueca en sus labios, estaba de mal humor por la falta de su café matutino y es que ha olvidado llenar su despensa por la falta de tiempo.

Entonces deberías ir a buscarlo para que no pases mal día Bromeó Izuku antes de hacerle una señal con la cabeza para que comenzaran a caminar y se preparó para la respuesta que recibiría luego de lo que iba a decir. Te invito un café antes de subir a las oficinas.

Katsuki se iba a negar pero ni siquiera logró abrirla boca cuando se detuvo frente a la que se suponía era la puerta principal de vidrio, tuvo que sostener el saco ajeno ya que Izuku parecía no ver al frente por estar esperando ansioso la respuesta, pero terminó frunciendo el ceño en cuanto siente el agarre ajeno y voltea hacia la entrada de la empresa con una ceja alzada sin saber exactamente qué había sucedido antes de que ellos llegaran, pero nada bueno por lo que se podía notar a simple vista, ambos; omega y alfa pasaban la mirada de la puerta rota al piso, luego hacia la recepción y por último hacia las recepcionistas que estaban reunidas detrás del escritorio viendo de vez en cuando hacia afuera, antes de volver a ver todo como si se tratara de un bucle y es que no podían creer el desastre que había en el lugar.

El vidrio roto de lo que antes había sido la puerta principal ahora se hallaba sobre el piso de manera desorganizada con un par de botellas y piedras acomodadas a un lado mientras la gente de limpieza se encargaba de barrer todo con extremo cuidado para evitar accidentes, aunque se podía notar claramente que también tenían miedo y cada tanto veían hacia afuera como deseando que quien sea que haya hecho ese desastre, no regresara.

Aun así, Katsuki e Izuku no entendían quién puedo haber hecho eso y sólo por seguridad, voltearon hacia los lados para asegurarse que no hubiera nadie sospechoso observándolos con malas intenciones, para desgracia de ambos, había un pequeño grupo de siete personas en una esquina que veían hacia la empresa y hacia ellos con expresión molesta, todos estaban armados; unos llevaban piedras en sus manos, otros botellas de vidrio y los demás tenían fierros en la zurda que apretaban de vez en cuando, buscando causar miedo en ellos.

Mierda. ¿Quiénes son esos idiotas? Cuestionó Katsuki con el ceño fruncido.

No sé, pero no parecen tener buenas intenciones Respondió Izuku estando más cerca del cenizo con sus sentidos más activos que antes.

Sentidos que no se equivocaron en salir, Izuku vio el amago que hicieron para acercarse y sin importarle el reclamo que el cenizo fuera a darle, pasó su brazo por la cintura ajena, rodeándola para pegarlo a su pecho con la mirada en el grupo que se acercaba y dejó salir sus feromonas, sonriendo muy leve cuando los vio detenerse, ahora parecían dudar sobre si acercarse o no, quizá pensaron que eran dos omegas o un omega y un beta, ciertamente él mismo sabía que no parecía el típico alfa pero era igual o más poderoso que uno que sí lo parecía.

¡Ustedes, llamen a la policía! Ordenó Katsuki quien se había quedado quieto en el agarre ajeno, expulsando sin querer sus feromonas para demostrar que estaba bastante cómodo cerca pero por suerte, a su lobo no se le ocurrió restregarse como había pensado hacer. Deku, cálmate.

Ahí vienen.

Katsuki vio hacia el grupo y efectivamente se estaban acercando tres de ellos, los otros cuatro se mantuvieron en su sitio sin intención de moverse. Izuku soltó el agarre de la cintura de Katsuki para ponerlo detrás de su espalda para protegerlo, dejando que los otros tres se acercaran lo suficiente para sostener el fierro que iba en dirección hacia su hombro y alzó el pie izquierdo para patear el estómago de aquel que iba a lanzarle piedras a él y a Katsuki, el tercero se le había escapado de la vista pero sabía que Hitoshi había estado cerca en todo momento, el beta era como su sombra y confiaba plenamente que se encargaría de ese tercero, así que se encargó de los dos que tenía enfrente, gruñendo molesto y notando que eran un beta y un omega, así que se dejó de lado su amabilidad, estaba molestándose que quisieran atacar a su destinado y a la gente dentro de la empresa.

—¡Deténganse ahora! —Gruñó Izuku usando su voz de mando, viéndolos caer de rodillas por la potencia del tono de voz.

Katsuki tuvo que morderse la lengua para evitar caer también de rodillas por la voz de mando del alfa, ladeando levemente el cuello para mostrarlo al alfa y lo acomodó rápidamente antes de ver de reojo y notó que el otro chico también parecía estar resistiendo pero lo hacía mejor que él mismo, así que supo que era un alfa de menor rango, vio hacia Izuku y se sonrojó al verlo molesto, era una faceta que no sabía que podía tener y eso a su omega interior lo había hecho mostrar la panza a modo de sumisión, su aroma volviéndose un poco más dulce y picante para llamar la atención del alfa.

Izuku se detuvo de seguir gruñendo para olfatear el aroma ajeno, viendo al cenizo de reojo sin saber qué hacer exactamente, pero cuando vio llegar a la policía supo que lo que tenía que hacer era entregar a los tres atacantes y a los cuatro que estaban se habían mantenido lejos, pero cuando fue a indicarles a los oficiales del grupo que faltaba, estos ya no se encontraban en el lugar y fácilmente pudieron darse cuenta que habían abandonado a sus compañeros, no eran una manada, de haberlo sido no se hubieran ido y dejado solos.

La policía tomó los testimonios de los tres de afuera y luego de los que estaban dentro de la empresa, prontamente vieron salir del ascensor al dueño de la empresa siendo sostenido por uno de sus trabajadores mientras se agarraba un costado y llevando en el rostro varias tiras adhesivas que tapaban las heridas, definitivamente el pelinegro lo había tenido peor y la policía no tardó en tener también su testimonio junto a la copia de las cámaras de seguridad, vieron luego hacia el alfa peliverde quien se hallaba a un lado de una de las patrullas con expresión serena y esperando que le colocaran las esposas.

Era bien sabido que en Japón estaba prohibido usar la voz de mando contra los omega y los betas que no eran parte de su familia, así que Izuku se iría con calma mientras Hitoshi ya se hallaba llamando al abogado, éste le avisaría a los demás de lo sucedido y todos irían hacia la estación de policía para pagarla fianza que posiblemente les pedirían para sacar al jefe de la cárcel.

¿Por qué se lo llevan? Cuestionó Dabi llegando al lado del cenizo quien se hallaba de brazos cruzados y el ceño fruncido.

Usó su voz de mando para hacer que esos imbéciles se detuvieran y evitar que nos golpearan Respondió Katsuki sintiéndose molesto de no haberse defendido así mismo y haber dependido del alfa.

Oh, mierda Murmuró Dabi viendo a Izuku dentro del auto de la policía, viendo hacia ellos mientras llevaba en sus labios una leve sonrisa. ¿Necesitas algo, Izuku?

No, no te preocupes Dabi, hagan su trabajo y manden a reparar la puerta principal, regreso en unas horas Respondió Izuku sacudiendo la mano a modo de despedida. Y llama un paramédico para que te revisen, te ves horrible Bromeó antes de que el auto se fuera con todos los arrestados.

Es cierto, te ves de la mierda Comentó Katsuki antes de entrar al edificio e ir hacia el ascensor a esperar en su oficina a que el alfa llegara y tendría que mantenerse ocupado para evitar preocuparse.Tsk estúpido alfa, sigues queriendo ser mi héroe a pesar de que te trato mal Murmuró para sí mismo,apoyándose de una de las paredes del ascensor.

Al llegar al piso antes del que había presionado, pudo notar una cabellera rosa a lo lejos que le crispó los vellos de la nuca, presionó para cerrar rápido las puertas luego de que la persona que había pedido el ascensor subiera y se sobresaltó en cuanto vio que la mujer lo había visto pero las puertas ya se habían cerrado y el aparato subió para dejarlo en el piso correcto donde se bajó rápidamente para dirigirse hacia su oficina, deteniéndose al notar que había una nueva secretaria quien se detuvo de organizar todo para verlo de igual manera antes de hacer una reverencia en silencio. Katsuki simplemente asintió y siguió de largo, encerrándose en su oficina sin siquiera encender las luces, sabía que la mujer lo estaría buscando y ahora que lo había visto no lo iba a dejar en paz hasta que dijera lo que tuviera por decir.

Se acomodó sobre el sillón dentro de su oficina y tomó su celular para revisar un poco los mensajes que tenía, siendo uno de ellos el de la pelirosa a la que estaba evitando y estuvo por ignorarlo pero otro mensaje entrante llegó y lo leyó por encima, no lo respondería, así que leyó los demás mensajes notando uno de su padre que respondió rápidamente, debía hacerle unas visitas a sus padres pero tendría que ser para cuando tuviera vacaciones, algo que pocas veces tomaba ya que no le gustaba estar demasiado lejos de la empresa, le contó al hombre que volvió a ver a Deku y sabía que éste le contaría a su vieja, así que no se preocupaba; ambos había conocido al pecoso cuando él mismo e Izuku cayeron en celo al mismo tiempo, dándose cuenta que eran destinados y sus padres al ir a la universidad para buscarlo, pidieron conocer al alfa que sería su destinado, de inmediato supo que se habían caído bien y su omega interior chillaba contento, pero el humano por su cuenta no estaba contento con que la madre Luna haya elegido por encima de lo que él mismo quería como alfa.

Aunque ahora, unos años después y habiendo pasado los últimos días con el alfa pecoso se daba cuenta que de verdad le estaba atrayendo y quizá, sólo quizá, la madre Luna no estaba tan equivocada de dárselo como alfa destinado, pero ahora Izuku estaba comprometido y un hijo en camino, iba a ser muy complicado quitar del medio a ese bastardo mitad-mitad pero él era Katsuki Bakugou, no había nada imposible para él y estaba dispuesto a poner a prueba a Izuku para ver si ahora era un buen candidato, sobre todo si podía resistirse a sus encantos omegas; rió un poco maquiavélico antes de que su ojos se cerraran por completo hasta hacerlo caer en un sueño profundo sobre el sillón en una posición incómoda.

En la estación de policía se encontraba Izuku tranquilo dentro de una de las salas de interrogaciones donde lo habían dejado esperando luego de que Hitoshi les hubiera avisado que su abogado iba en camino, así que esperaba en silencio a que llegara Iida y sabía que con él también llegaría su mejor amigo que de seguro iba a regañarlo por haber roto una de las leyes que todo alfa en Japón debía cumplir, sabía que no pasaría mucho antes de que se calmara por su cuenta ya que el omega bicolor era muy cuidadoso con el cachorro y sabía que tanto estrés le podría hacer daño, tal como Melissa le había comentado, la mujer había presenciado una decaída por tanto estrés y aunque en un principio, él e Inasa se mantuvieron encima de Shouto, éste los había terminado culpando a ambos por estresarlo demás. No entendían demasiado por qué era culpa de ellos pero para evitar molestarlo más, simplemente aceptaron la culpa y se disculparon, teniendo que compensárselo luego cuando ya había mejorado.

La puerta de la sala se abrió dejando paso a un oficial que tenía unos papeles en la diestra y la mirada con absoluta concentración mientras caminaba hacia el otro lado de la mesa para sentarse sobre la silla restante y alzar ahora sí, la mirada hacia el alfa que estaban reteniendo.

Midoriya Izuku, alfa de veinticinco años de edad sin antecedentes penales, ni ninguna multa Comenzó a hablar el oficial y suspiró hondo mientras se apoyaba en la mesa. Al menos hasta ahora. ¿Qué sucedió, Midoriya?

Bueno oficial, no estaba en mis planes recibir una multa o manchar mi buen historial el día de hoy cuando me levanté Comentó Izuku con una sonrisa, acomodándose en la silla mientras observaba al hombre frente a él. A mí igual me gustaría saber qué sucedió antes de que llegara a la empresa, pero si se refiere a lo demás, eso ya se lo han contado con los testimonios que tomaron.

Graciocito, no me parece gracioso y tampoco debería serlo para ti que estás bajo arresto Comentó el oficial con expresión seria. Quiero escuchar tu versión de los hechos antes de tomar una decisión.

No es que me la dé de gracioso, oficial, ese comentarios es solo para calmar mis nervios Respondió Izuku riendo leve antes de suspirar y negar. Usted bien sabe, al igual que yo, que no puedo hablar sin mi abogado presente y, aunque no estoy escondiendo nada porque soy inocente, aun así es mejor seguir esperando por lo seguro.

El oficial asintió en silencio por aquellas respuestas, se notaba a leguas que era un hombre de negocios, todos eran igual de desconfiados con los que trabajaban de su mismo oficio, así que se levantó en silencio y caminó hacia la puerta para abrirla, hizo una señal hacia afuera y prontamente a la sala entró el beta peliazul con un traje gris y su portafolio marrón en la zurda, viendo seriamente hacia Izuku quien simplemente se había quedado en su sitio.

Les daré tres minutos antes de que regrese para escuchar su versión de lo sucedido.

Avisó el oficial hacia el abogado quien asintió y cerró él mismo la puerta antes de encaminarse hasta quedar frente a Izuku, se acomodó en la silla y pidió la explicación detallada de lo sucedido e Izuku no tardó en dársela. Le contó todo desde que bajó del auto hasta lo que sucedió luego, desviando la mirada de la contraria para evitar el reproche silencioso que el hombre le daba mientras le decía que todo había sido por y para defender a su omega destinado; el hombre había sido testigo de todas las veces que le insistió a Katsuki en la universidad y todas las veces que se arrastró para complacerlo, así que estaba por demás seguro que no estaba contento de que haya roto una ley por alguien como el cenizo.

Iida se mantuvo escribiendo un par de cosas mientras que Izuku le relataba todo, asintiendo de vez en cuando para que supiera que estaba escuchándolo, así que una vez que terminó de contar todo, alzó la mirada para apoyar el brazo sobre la mesa antes de soltar un suspiro hondo mientras negaba por todo lo que había escuchado.

Increíble que hayas roto una ley solo por ese omega Comentó Iida con un suspiro hondo. Tal vez si solo los hubieras golpeado esto sería más sencillo pero usar la voz de mando contra un omega y un beta que no conoces... Esto será un fastidio, esperemos que tu historial limpio te ayude y esperemos que luego de esto siga limpio, Izuku.

Sabes que aun con todo lo que me hizo Kacchan, loseguiré defendiendo de todo y todos porque mi instinto así me lo exige, es midestinado Tenya, quizá él siga sin estar de acuerdo que lo sea pero eso es loque soy y seguiré siendo hasta que me mueraComentó Izuku con total seriedad,suspiró dejando caer la cabeza entre sus brazos con ganas de hacer berrinchepero ya no era un cachorro para hacer eso. Esto es culpa de ese trío, si nofueran atacado de esa manera, no estaríamos aquí.

Iida asintió de acuerdo, no entendía mucho sobre el manejo de los destinados y sus instintos, los de su casta no tenían ninguno y estaba bien así, parecía ser mucho trabajo tener uno, suficiente trabajo tenía siendo abogado de ahora dos empresas y una de ellas con muchos problemas legales por resolver, sí, definitivamente le gustaba ser un simple beta. La puerta fue abierta de vuelta y por ella entraba el mismo oficial que había dejado el papel y ya no tenía nada en las manos, volvió a cerrar la puerta antes de detenerse a un lado de la mesa con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

Ya puede irse, Midoriya Comentó el oficial viendo la cara de los otros dos. Hablamos con los tres chicos que arrestamos junto con usted y se declararon culpables, nos contaron porqué hicieron el ataque contra la empresa, así que solo nos queda llamar al dueño para que venga con su abogado a escuchar la razón del ataque.

Yo soy el abogado del señor Dabi Comentó Iida con el ceño fruncido, al menor un problema había sido resuelto. —Me quedaré a esperarlo.

¿No es solo el abogado del señor Midoriya? Cuestionó el oficial con una ceja alzada.

El abogado Iida es abogado de nuestra empresa principal junto a las secundarias, recientemente la empresa del señor Dabi cayó bajo nuestro cuidado y por eso le compartimos nuestro abogado más experimentado Respondió Izuku entrando en su papel como jefe. ¿Entonces puedo irme?

¿Cuál es la empresa principal? Cuestionó el oficial, lo menos que quería era que hayan arrestado a alguien conocido porque era una molestia tener a los reporteros y calmarlos para que no hicieran alborotos.

Empire Plus Ultra Respondió Izuku levantándose de la silla para estirarse un poco antes de ver hacia el peliazul. ¿Viniste con Shouchan?

El oficial se tensó, el nombre de la empresa no solo era conocida sino también de las más grandes tanto en Estados unidos donde estaba la sede principal, como en varios países, era una empresa que sabía cómo hacer más aliados rápidamente y presentía que si la prensa se enteraba que tenía a uno de los peces gordos de esa empresa, terminarían hablando muy mal de la estación y los oficiales. Tenía que sacarlo lo más pronto posible.

Llegó conmigo pero Hitoshi se lo terminó llevando cuando le recordó que tenía que ir al hospital, así que puedes irte tranquilo, por los momentos Respondió Iida con calma.

¿Al hospital? ¿Por qué? Cuestionó Izuku comenzando a preocuparse.

No es por nada malo, pero Melissa llamó para que lo llevaran a hacerse un chequeo y que le pasaran los resultados para confirmar que su embarazo va bien Respondió Iida con calma para que el contrario no se preocupara demás.

Ah, menos mal, por un momento me preocupé Comentó Izuku soltando el aire que no supo en qué momento retuvo. Bueno, entonces me voy. Cualquier cosa me llamas, Iida.

El nombrado asintió en silencio e Izuku se despidió antes de salir de la sala de interrogaciones para dirigirse hacia la recepción para tomar sus cosas confiscadas, una vez que las tuvo salió para buscar un taxi que lo llevara a la cafetería cerca de la empresa, avisándole a Shouto que ya estaba libre y contándole la razón que lo soltaran antes de lo previsto. Vio la hora y suspiró, había pasado tres horas nada más, ahora comprendía porque la gente decía que estando de ese lado se sentía que pasaban muchas más horas de las pocas que realmente pasaban.

Izuku llegó a la oficina siento más tarde, había decidido cambiar la merienda del desayuno por dos almuerzos ya que pronto sería mediodía, llevaba los cafés junto a un par de latas de sodas y mientras llegaba a la puerta principal notó que ya había gente colocando un nuevo vidrio en la puerta, esperaba que fuese más resistente que el anterior; siguió de largo hacia el ascensor para marcar el último piso y esperó a que la caja metálica subiera con la música típica de todos los ascensores.

Una vez que llegó, salió del ascensor para caminar hasta detenerse frente al escritorio de la secretaria y sonrió al notar que su amiga había llegado, al parecer todavía no se había dado cuenta de su presencia por estar pendiente de su trabajo. Se aclaró la garganta para llamar su atención y rió al verla sobresaltarse.

Buenas tarde, Itsuka Saludó Izuku sacando una de las latas de soda para lanzársela. ¿Está don gruñón en su oficina?

¡Izuku! ¿Estás bien? Saludó Itsuka de regreso mientras atajaba la lata y rió asintiendo, sabía muy por encima quién era el cenizo, por ello sabía que a él se refería Izuku. El jefe salió hace unos minutos hacia la estación, no iba muy contento y menos luego de recibir una llamada sobre el caso con el abogado y la ex-secretaria.

Todo bien, mi historial sigue limpio Respondió Izuku antes de fruncir el ceño, ahora sentía curiosidad de esa llamada. Avísame cuando llegue, estaré almorzando con don gruñón, puedes almorzar ahorita si quieres.

Fue lo último que dijo antes de ir hacia la oficina de Katsuki para tocar la puerta con cuidado, pero no recibió respuesta alguna y eso le extrañó, así que abrió con cuidado la puerta para asomar la cabeza, todas las luces estaban apagadas y se le hizo extraño ya que Itsuka le había confirmado que allí estaba, entró a la oficina y encendió la luz, sorprendiéndose al encontrar al cenizo dormido en el sillón con expresión pacífica. Llevó todo hacia el escritorio antes de acercarse al sillón y agacharse al lado del omega, llevando una mano hacia su cabello para acomodarlo, tomó aire de manera honda llevándose el aroma ajeno y sintiéndose como si estuviera drogándose con el y no había mejor droga que el aroma de su destinado, a pesar de que nunca le había dado una probada a aquella droga de manera más cercana y profunda.

Kacchan despierta Murmuró Izuku decidiendo que no podía seguir observándolo dormir, eso era acoso y él mismo ya no hacía eso. Lo vio fruncir el ceño y acomodarse en el sillón, riéndose por la respuesta que le daba. Kacchan despierta, traje café.

No fastidies, Deku Gruñó Katsuki bajito con los ojos entrecerrados mientras extendía la diestra hacia la corbata ajena y lo jaló hacia su cuerpo, haciendo el primer movimiento. Mejor duerme conmigo.

E-Espera Kacchan.

Izuku se sorprendió por la acción ajena y tuvo que sostenerse del mismo sillón para evitar caerle encima al cenizo pero aun así quedando sobre el cuerpo ajeno, no era una posición que le disgustara, pero no creía que Katsuki estuviera completamente consciente de lo que hacía. Al bajar la mirada al rostro ajeno vio que el cuello ajeno estaba echado a un lado y su alfa interno lo hizo acercarse para olfatear, sintiéndolo tensarse unos segundos cuando su propia nariz chocó con la piel ajena y terminó gruñendo complacido cuando sintió las manos ajenas en su pecho sin intención de empujarlo pero si para acercarlo, sus feromonas terminaron saliendo dispuesto a cumplir lo que más ha querido hacer, marcarlo con su aroma.

¡Hello! ¿Cómo están? ¿Cómo lo/as trata las clases?

Espero les haya gustado el capítulo ♥

Pido una disculpa si hay palabras pegadas a otras o pegadas a las comas, ando sin lentes porque tuvieron una cruel muerte y pues no veo casi u.u Soy miope y tengo además astigmatismo, así que no veo un carajo a menos que achique los ojos pero eso me da dolor de cabeza :'c

¡En fin, no lo/as aburro más! ¡Nos leemos en el siguiente capítulo!

¡LOVIU lunitas, besitos en la cola! ♥

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