Las cosas entre alfa y omega iban bien, ambos ya empezaban a soltar sus sentimientos, uno más que otro, pero ya se sentía la confianza entre los dos, a veces hablaban de su posible futuro juntos a pesar de que todavía no lo había nada oficial entre ellos, el alfa estaba a la espera de que el omega de soltara al 100% ya que sabía que todavía no había logrado captar su confianza al cien por cien, era una historia por la cuál estaba dispuesto a esperar, el alfa valoraba la comodidad del omega por sobre todas las cosas.

Para el omega era un sueño que hubiera un alfa que esperará y velará por su bienestar, era cómo si dejará todo bajo sus condiciones a pesar de que no hubiera certeza de que se enlazarían, sólo la esperanza en sus corazones. La confianza para el omega no era cosa de juegos, ya había visto a su ser más querido sufrir por culpa de alfas siendo esté un daño colateral y no deseaba estar en esos zapatos ni vivir nuevamente esas experiencias, por eso era un omega desalmado, dominante y exigente.

Cuándo estaba pequeño se dió cuenta a muy temprana edad de que era producto de una violación, su mamá omega intentaba darle todo el cariño posible pero él notaba cuánto le costaba amarlo, al parecer era la copia fiel y exacta de aquél alfa dominante, supo la historia años después cuándo enfrentó a su mamá a la edad de 16, entre lágrimas le había confesado que sus sospechas eran ciertas, ella tenía cariño por su hijo pero no sentía amor de madre porque no podía olvidar las circunstancias en las que lo trajo, fueron años turbios para el omega, luego de aquella conversación con la omega hizo lo posible para no hablar ni criticarla, pero a la semana estaba abandonando su hogar de crianza, si ella no podía vivir con su presencia él tampoco debía quedarse para alargar sufrimientos. Los años bajo su propio cuidado habían sido muy pesados para él, gente que quería aprovecharse de su soledad, alfas entre ellos, que habían jugado con sus sentimientos y lo habían estafado incluso, volverse frío paso de ser un sentimiento a una necesidad, hasta que conoció a Namjoon y su adictivo aroma a lluvia recién caída.

Le había dado el beneficio de la duda al alfa sin dudarlo mucho, quería con muchas ganas unirse a él cómo su omega pero no sabía cómo explicarle eso al alfa, tal vez explicándole su situación a Namjoona esté le terminaría de dar la confianza para dar el siguiente paso con él, con eso en mente tomó rumbo a la dirección de la casa del alfa, su omega ya anhelaba a Namjoon y su seguridad, tenía que dejarle claro al humano que todo iba a estar bien.

El camino hacía el apartamento fué más rápido de lo que su mente podía procesar y eso que iba a pie, estaba nervioso cuando encontró el piso que era del apartamento de Namjoon, en sus notas en el teléfono había anotado el número del apartamento, fué contando las puertas hasta que llegó a la indicada, pudo sentir su mente en blanco antes de alzar la mano para tocar la puerta. Pero no fué necesario, antes de tocar la puerta está se abrió y reveló una imagen que desató sentimientos que nunca en la vida había experimentado: rabia, desconcierto, celos.

El alfa iba abriendo y junto a él había una mujer, una mujer omega pudo notar, ambos iban hablando de algo con una sonrisa hasta que también quedaron atonitos notando la presencia de Seokjin en la puerta, su omega no quería mal interpretar la situación pero su mente ya lo había hecho, con pecho erguido y mirada penetrante ni siquiera dejo que el alfa hablará, se volteó por dónde había llegado. El alfa observó extrañado la reacción e inmediatamente lo empezó a llamar, el omega ni caso hizo y prácticamente corrió para salir de edificio con el alfa pisando sus talones.

—¡Jin, para! — escuchaba a sus espaldas muy cerca, lo siguiente que supo es que sujetaban del brazo y lo jalaban para sujetarlo de las cintura.

—¡Suéltame! —forcejeaba el omega sin importar si tuvieran público.

—¡No, por favor, escúchame antes de salir corriendo! —habló histérico el alfa, entendía que el omega mal interpretara la situación pero ni siquiera le dió una oportunidad de explicarse y eso le dolía.

—Suéltame, por favor —ahí tanto el alfa como el rubio de dieron cuenta de que estaba llorando, aquello le provocó impotencia al omega —¿Qué hacía ella en tú apartamento? —preguntó con voz rota —¿Quién es y por qué ella si puede estar en tú departamento?

Al alfa se sentía estúpido por tantos motivos y el principal era ser el motivo del llanto del omega.

—Ella es vendedora de bienes raíces, Jin, está vendiendo mi departamento —fué claro y conciso el alfa.

Pudo sentir cómo el llanto del omega se iba apaciguando poco a poco mientras él no lo soltaba, el omega le daba la espalda así que lo pegó más a su pecho, quizás de vez en cuando podía ser atrevido con el omega.

—¿Estás vendiendo tu departamento?

—Así es.

—¿Por qué? —el omega se volteó entre los brazos del alfa mientras limpiaba sus lágrimas rápidamente.

El alfa al principio no quiso responder pero después se dió cuenta que no ganaba nada callando sus verdaderos deseos con el omega.

—Mi departamento es muy pequeño para nuestro futuro juntos, cielo —confesó Namjoon que también ayudaba al omega a limpiar sus lágrimas —Quería ir despacio contigo porque sé que tú corazón ha sufrido, se nota, pero no puedo calmar mis ansías de tenerlo todo contigo.

El omega miró al alfa impresionado, sólo quería que le diera seguridad pero le estaba dando más de lo que pensaba, estaba sin palabras, por más que intentaba sacar palabras no sabía ni siquiera que responder, el alfa no lo instaba a responder, simplemente le acariciaba las mejillas con mucho amor, el omega de Seokjin se encontraba necesitado de afecto por haberle privado de más contacto de parte del alfa y por el lado de Namjoon era igual. Sus caras fueron acercándose poco a poco, las primeras en rozarse fueron sus narices quienes se dieron un beso esquimal que trajo más lágrimas al rubio, podían llamarlo loco pero ya sentía la sobre carga de amor por parte del alfa, su lobo aullaba en aceptación al alfa que le brindaba cariño.

Del lado de Namjoon, su lobo por fin se encontraba tranquilo, se sentía en sintonía con los deseos del omega, todavía faltaba por conocer y descubrir del rubio pero su intuición le decía que ya no había ninguna muralla entre ellos, que todo lo que vendría sería honestidad y confianza, con eso en mente no pudo contenerse en acercar sus labios y probar un pedazo de cielo esponjoso y suave, se sentían calientes suponía del pequeño llanto del omega pero igual los acaparó con ritmo lento porque pudo sentir cómo se había tensado Seokjin pero no dejaba de tocar las mejillas del rubio para calmarlo. El omega se fué calmando poco a poco y también se entregó al beso, junto sus manos en el cuello del alfa y se alzó más para captar más de aquellos belfos tan gentiles, por fin pensar en Namjoon cómo su alfa no le parecía incorrecto, porque en un futuro no muy lejano iban a ser alfa y omega.

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Hollii, aquí intentando ponerme al día.
Espero les guste ❤️🥺

Ate: Hyejoon ❤️