[este fanfic en si es del año pasado y no lo voy a editar así que disfruten mi cliché literario xd]

Cada mañana, ir en busca de esas cartas era un propósito, una necesidad por leer ese contenido, le emocionaba tan solo ver aquella firma en las cartas de cada mañana. Pero "Orión" no era el único que entregaba cartas, siempre había alguien más que dejaba cartas en su casillero sin ninguna firma o apenas una estúpida firma cliché de "tu admiradora secreta".

Aquella mañana había una carta de nuevo sin firma. Hizo una mueca de disgusto a la vez que rompía la carta y cerraba su casillero. Extrañaba cada vez que Orión no le escribía. Era extraño sonreír bobamente cada vez que recibía una carta de aquel extraño que siempre firmaba con el nombre de Orión. Guardaba cada una de ellas y las releía de vez en cuando como para evitar sus problemas.

Kody llegó a dónde Lumine se encontraba. Estaba fastidiado porque a causa de un par de tareas atrasadas no había podido escribir sus acostumbradas cartas, además de que había llegado un poco tarde a la escuela, ya en el momento de que lumine había revisado su casillero.

Saludó a su amigo y fingió de nuevo sorpresa e incredulidad sobre la carta como hacía siempre desde el primer momento en que dejó la primera carta y Lumine le había contado al ser su más cercano amigo. Fingió aún sabiendo que esa mañana el remitente no era él.

–Hey, nunca había visto que rompieras una carta de "Orión". ¿Quizá ahora te dijo que te odia y te enojaste o qué?—. Mencionó Kody.

–¡Nunca lo haría! Pero esta no era de él. No conservo cartas de alguien más que no sea Orión y lo sabes–. Mencionó con apenas un tono rosa en sus mejillas.

–Sí, lo sé, desde que extrañamente conservarte la primera de todas con el pretexto de averiguar el remitente por medio de la letra. Incluso casi ibas preguntando a media escuela si alguien conocía a "Orión"... El punto es que, de verdad admitelo, Lumine–. Kody deseaba tanto esa respuesta pero le preocupaba ser delatado por tal emoción.

–¿No lo sé? Supongo...que lo que se sabe no se admite, ¿No, o-Kody?–. Río nervioso.

–Wow, quien lo imaginaria..–. Mencionó mientras caminaban a clase. Entonces se cuestionó un poco.

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Kody tenía demasiadas ideas en mente que comenzó a escribir en medio de la clase. Aún parecía sorprendió, emocionado por lo que Lumine había mencionado esa mañana. Escribió cosas en su cuaderno que lejos de parecer de algún romántico parecía acosador.

¿Te he dicho que sé bastantes cosas sobre tí?
Así fué cuando esta mañana declaraste cuánto te gustan mis cartas y que.. te gusto. Es emocionante...

Tachó todo de repente y escribió otra cosa. Y tachó todo de nuevo hasta que tomó una hoja en limpio que no fuera de su cuaderno y escribió todo rápido. Esta vez escribió "Orión Kody" como su firma y simplemente guardó la carta para entregarla luego, esta vez cuando pudiera un permiso para salir al baño y dejar la carta en el casillero de Lumine.

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"Sabes? Le dije a kody que me gustaba"

Escribió en un pequeño papel que había arrancado de la última hoja de su cuaderno y se la entregó a escondidas a Callia quien se sentaba detrás de él en clase.

"En serio? No te creo. Pero se lo dijiste directamente?"

Escribió la bruja sintiéndose confundida y le pasó el papel a Lumine.

"No, claro que no. Fingió de nuevo esta mañana no saber nada de las cartas aunque no había escrito ninguna esta mañana"

Tomó otro papel.

"Me preguntó si en serio me había enamorado de Orión y le dije que si no era obvio"

"Wow, me alegra pero a la vez no. Genial, Kody no estará prestando clases ahora"

"Nunca lo hace"

"Jaja, pero cuando piensas decirle que sabes que él es Orión"

"No lo sé. ¿Y si me ayudas a planear algo?"

"¿Como una cita?"

"Obvio"

"¿Y si escribes una carta también? Y se la entregas directamente a kody nombrandolo Orión?"

El chico ya no escribió nada y decidió prestarle atención a la clase ya que la profesora sospechaba que ellos no estaban en la clase, inclusive le pidió una participación a Callia.

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Dejó la carta en el casillero luego de varios segundos de estar cuestionandose sobre si hacerlo o no. Al final lo hizo.

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¿No sigues teniendo curiosidad de quién soy? Sigues buscando en toda la escuela a alguien que conozca mi nombre pero sigue siendo un misterio. Nadie lo sabe y es que la verdad el nombre con quién todos me llaman y todos me conocen no es Orión". Te seré sincero, me pareció divertido firmar mis cartas de esta forma aunque también fué por nervios porque temía que te decepcionaras de quién soy.
Te lo cuento, en realidad soy alguien muy cercano a tí...

Al parecer esta será mi última carta... Ay! Eso sonó muy tonto...

Orión Kody_

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Al receso Lumine no volvió a abrir su casillero, al final de cuentas tenía sus libros de las próximas clases en su mochila. En realidad solo buscó a Kody como siempre, estando un poco nervioso incluso, algo que nunca se había visto en él.

Lo encontró saliendo de la cafetería sosteniendo un envase de yogurt. Esta vez lo tomó de las manos sonrojandose un poco pero tratando de tranquilizarse.

–! Kody!...

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Kody llegó al lugar en donde había Lumine acordado encontrarse esa tarde. Se preguntó a si mismo muchas cosas. Tal vez ya había leído la carta y.. o probablemente lo había hecho luego de que se encontraron en la cafetería. También pensó que probablemente, si había leído su carta, se había arrepentido y lo abandonaría y hasta posiblemente dejarle de hablar. Entró en pánico hasta que Lumine llegó en ese momento.

–¿Orión?–. Mencionó incrédulo.

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En su corta estadía tropezó con un mueble tirando un libro antiguo que estaba en cima de este. Era un libro poco grueso que cuando lo levantó una carta salió de este. La curiosidad repentina lo llevó a leer simplemente el destinatario y el remitente. Nada sin importancia hasta que leyó "Orión".

–¿Tenías un hijo llamado Orión?– . Le preguntó al padre de su amigo quien estaba cerca.

El hombre río–. Ja, "Kody", su madre quería ponerle ese nombre...–. Aiden no contó nada más.

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–Fué un enigma gracioso–.

–Y mi padre ni siquiera te contó mi mitad de la historia. Es mas, ¿Extraño?–.

Ambos rieron hasta que hubo un silencio incomodo.

–Entonces, ¿Te gusto?–.

–Incluso antes de esas cartas–. Hizo una breve pausa–. No sabes que conflicto hubiera causado si tú no hubieras sido ese remitente.

–Lo siento, simplemente pensé que... Espera, ¿Nunca leíste la última carta?

–¿Qué?

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Leer esa última carta fué divertido.

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En realidad esa no fué la última carta. O al menos ya no anónima. Intercambiaban cartas cada vez porque les parecía divertido.

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•Me da por no escribir más romance, asi

@miss_mini_airis