Alex Summers

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—¿Por qué debo ser yo quien lo entrene? 

Tal vez era la décimo sexta o décimo novena vez que hacía esta pregunta durante la mañana.

—Porque eres la única a quien obedece —murmuró Hank caminando a su lado.

Entornó los ojos en su dirección a lo que él solo sonrió.

—¿Quién dice eso?

—Todos, hasta Charles.

—Tu argumento no es valido, Hank, él es... desesperante, grosero y...

—Un niño inmaduro — terminó la oración por ella.

—Exacto — concordó.

—Ten paciencia, eres la única aquí que la tiene... al menos con él. Recuerda que cuando tú llegaste no eras la chica que eres ahora.

—Touché, Henry.

Lo dejó antes de que pudiera decir algo respecto al nombre. Al pasar junto al laboratorio tomó lo que sería el dispositivo de ayuda para Alex, aquel aparato que mantiene bajo control las ondas de energía.


...


—¿Estás segura de esto?— la voz de Alex se oía temblorosa—. No quiero... causar destrozos. Cuando usaba mis poderes, ocurrían cosas malas.

—Es porque no podías controlarlo, pero esto... —alzó el aparato que iría en su pecho —, ésta belleza, hará la diferencia. 

Se acercó a colocar correctamente la base principal de lo que sería su traje. Su atenta mirada la seguía mientras hacía su trabajo.

Sus pensamientos eran confusos, borrosos. Hasta que uno de tantos llegó claramente a su mente. Él quería tomar sus manos entre las suyas. Se alejó dando un par de pasos atrás incomoda. 

—Algo ajustado — carraspeó Alex.

—Es un prototipo, Hank aún trabaja en lo que será el original, el objetivo de esto es enviar toda tu energía directamente al centro. Tranquilo, no harás ningún daño, al menos no aquí dentro —lo miró fijamente esperando alguna reacción de su parte. 

Tenía miedo, estaba atemorizado por no poder usar correctamente sus poderes.

—Estuve... mucho tiempo encerrado, ¿sabes? —comenzó trabándose un poco con las palabras  sin saber a donde quería llegar.

—Charles dice que fue por tu propia voluntad.

—No quería lastimar a nadie. Pasé mucho tiempo haciéndolo. 

Enfundó las manos en sus bolsillos y avanzó hasta quedar frente a él. La diferencia de estatura era mínima, pero aun así lo hacía un poco incómodo. 

—Me sorprenden tus palabras —murmuró— ¿A donde quieres llegar con esto?

—¿Tienes miedo de mi? O ¿miedo de mis poderes?... lo que ellos puedan causar.

—¿Por qué la pregunta?

—Cada vez que quiero... acercarme a ti, te alejas, me tienes miedo.

Su afirmación la hizo soltar una pequeña carcajada, la inocencia en su mirada y su ceño fruncido solo la prolongó.

—Tu ego no te permite ver más allá de eso, Summers — colocó un dedo en la arruga de su frente y se alejó—. Vamos, debemos entrenarte.

—No respondiste mi pregunta— cruzó sus brazos molesto.

—Eso no era una pregunta, lo afirmaste, y no, no te temo, ¿feliz? Hay que entrenar.

—¡Entonces el problema soy yo! —elevó la voz provocando un eco en el bunker.

—¡Si! Alex, el problema eres tú, estas siendo muy inmaduro y malditamente insoportable. Estoy así... — hizo una seña con sus dedos— , de irme y dejarte aquí solo.

—¿Y porque sigues aquí?... Ni siquiera quieres estar cerca de mi.

—Estás siendo muy incoherente Summers, si continúas así voy a patear tu trasero tan fuerte que hasta a tus hijos les dolerá —amenazó —. Ahora, vamos a entrenar, ésta conversación no tiene ningún sentido para mi.

—Yo terminé aquí — el sonido del traje abriéndose la hizo mirarlo molesta.

Se estaba quitando el maldito traje por una estúpida conversación. 

—¡Eres un niño inmaduro! —gritó antes de verlo salir.

—¡Tú eres una niña remilgada!

—¡Alexander, vuelve aquí! — corrió tras él — .Maldición, ¿Cuál es tu maldito problema?

—¡Tú! tú eres mi maldito problema —volteó quedando frente a ella—. Trato de acercarme a ti y esquivas todo lo que digo, doy un paso hacia a ti y das dos más hacia atrás, ¿por qué? tú eres la única razón porque la que sigo este maldito entrenamiento, eres la única que no hace de ésta mansión una cárcel. Creí que eras telépata, sé que sientes lo que yo estoy sintiendo... y aún así... 

—¿Te sientes mejor ahora?

—¡Maldición, si!—suspiró.

—Eres un inmaduro— murmuró.

—Me lo tatuaré en la frente para no olvidarlo la próxima vez.

—Siempre supe lo que sentías, aún así me alejé, es extraño Alex, toda la vida solo fuimos Charles y yo— suspiró botando todo el aire retenido en sus pulmones —.El tener más gente a mi alrededor... es raro. Además prometí no entrar en la mente de las personas, quizá  que pensamientos sucios tienes sobre mi en tu cabeza Summers.

Ambos rieron, al parecer la broma aligeró un poco más el ambiente. 

Su ceño seguía levemente fruncido, así que pasó su dedo por su frente.

—Entonces...— alargó Alex tomando su mano.

Entonces ya bésalo— resonó la voz de Scott en su cabeza.

—Entonces invítame un café y lo pensaré. 

Ignoró los reclamos de Scott, Jean y Peter en su mente y simplemente se dejó llevar por el inmaduro de Alex Summers, su voz y su cara de niño bonito.



¿Querían beso?

Pues no, mi romanticismo es una kk :'v

Un minuto de silencio por Alex, plz. ¡Y para ver esto!

¡Esto es arte, aprécienlo!

¿Por qué me quitaron a los Hermanos Summers? 😩

Me dueles, Marvel.

Mis OS se basan en discusiones e insultos, baia.

 voten y comenten para que tenga ganas de actualizar más seguido. Bai.

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