4° ꧁🔮«𝙼ᵃ𝚐ⁱ𝚌 𝚜ʰ𝚘ᵖ»🔮꧂𝙷𝚢𝚞𝚗𝚓𝚒𝚗𝚡𝚓𝚘𝚑𝚊

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[«Sinopsis»]

¿Acaso este era su destino? ¿Por fin tendrán lo que tanto anhelaban? ¿Realmente existe la tienda mágica? ¿Lograrán ser felices?.

¿Qué es the magic shop?

"Tienda de magia, es una técnica psicodramática que intercambia el miedo por una actitud positiva."


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—Joha, hola amiga, ¿Estás mejor?—Preguntó Irene, mi amiga, con un tono de preocupación en su hablar.

—Sí, estoy mejor Irene—Mentí con una sonrisa forzada. Ciertamente no estaba bien, pero, opté por decir el famoso cliché “Todo está bien" esperando que se lo crea. Y en efecto lo creyó.

—Que bueno, entonces te dejo, debo ir a clases—Y sin decir más desapareció de mi campo visual, dejándome allí, sola.

Después de esto, tomé mis pertenencias del casillero cerrándolo a la vez.

Caminé en dirección a mi aula correspondiente mientras escondía mis moretones y magullones de los brazos y muñecas.

—Miren con quien nos topamos—Dijo Thimothee en tono de burla hacia sus amigos.—

—Thimothee, hoy no tengo ánimos ¿Sí?,Mejor espabílate—Pasé entre ellas chocando sus hombros.—

—Ja ja, que irritada está la chiquilla hoy, mejor denle su dósis diaria.—

Negué varias veces seguidas intentando alejarme,e incluso patalee, en busca de zafarme de sus agarres.

Ya era tarde.

Un puño golpeó mi vientre haciéndome redoblarme del dolor. Intenté cubrirme con mis brazos, haciéndome bolita, como si esto pudiera protegerme. Pero resultaba inútil.

Los golpes fueron en aumento, un tan conocido sabor metálico hace aparición en mi bocanoy mi cuerpo ya no tenía fuerzas para combatirlas.

Con mi vista borrosa logré divisar a un chico rubio, alto y de complexión esbelta, caminaba hacia acá, tenía esperanzas de que me ayudara.

No obstante dichas esperanzas se esfumaron al verlo seguir de largo. Como si no hubiera visto nada.

—Chicas, es Hyunjin. Dejen a esta escoria aquí y vayamos con él.—Habló una de ellas, a lo que agradecí.

Por arte de magia los golpes fueron cesando al punto de ya no sentirlos más.

Y mi vista nublándose por completo debido a las gotas saladas acumuladas en mis pupilas.

Siempre era lo mismo.

Como pude, me levanté, sintiéndo el cuerpo pesado. A pasos lentos y torpes me dirigí al baño para cubrir mis heridas. Como era costumbre.

Gracias a que todos en el instituto estaban en clases, los baños estaban completamente vacíos, más privacidad y nadie me vería así de golpeada.

Saqué las gasas, el pequeño botecito con alcohol y mi bolso de maquillaje.

Procedí a limpiar mis heridas con el desinfectante, mientras que en las heridas ocultas solo apliqué una pomada.

Alcé la mirada ante el espejo cual reflejaba lo demacrada que estaba.

Mis labios ya no eran rosas carmesí, eran de un color morado claro, con leves rotos a los costados. Mis mejillas con moretones, y ni hablar de mi cuello, brazos, y estómago.

Mi vida era un desastre.

No pude contenerme más y estallé en llanto, el nudo en mi garganta no se hizo esperar,me sentía impotente.

Una ola de ira recorrió mi circuito, haciéndome golpear el espejo frente a mí seguidas veces  provocando que este se rompiera en pequeños pedacitos.

La sangre recorría ambas manos.

Un grito ahogado escapó de mis labios, Seguido de otro, y otro, al punto de hacerme doler la garganta.

Con mis manos cubiertas de aquel líquido rojo tapé mi rostro en el intento de callar mis jadeos y sollozos.

Quisiera acabar con esto ya.

Pero, no tengo valor suficiente para  hacerlo. No tengo coraje.

Una vocecilla resonó en mi cabeza, decía que debía seguir, que debía ser fuerte.

Sorbí mi nariz, con un pedazo de papel, y luego mis lágrimas con el mismo.

—¿Cómo lo hago?—murmuré para mí misma, esperando obtener alguna respuesta por parte de aquella persona en mi cabeza—

"Haciendo caso omiso a los demás, pronto se revertirá todo y ellos sufrirán lo mismo que tú,e incluso peor."

Repetí esas palabras, en busca de consuelo, funcionaba.

Unos minutos pasaron cuando logré estabilizarme, tomé fuerzas y me levanté.

Mis ojos estaban hinchados y rojos, mis manos ensangrentadas, y el espejo destrozado.

Rápidamente maquille mi rostro ocultando los desperfectos y golpes, lavé mis manos y las enrollé con bandas. Afortunadamente los cortes no eran tan graves.

Una vez lista, me di una última mirada al espejo, respiré hondo varias veces, y salí de aquel pequeño cubículo.

—Señorita Joha, ¿Qué hace fuera de clase?—Cuestionó el maestro de biología con su característico tono calmado—

—Sólo me tardé buscando mis cosas en el locker— Menti nuevamente—

—No importa, aún queda sitio libre en mi clase, venga—Colocó su mano en mi hombro arrastrándome hacia dicho salón—Allá al lado del Señor Hwang—

Obedecí sin quejarme, sentándome al lado del mencionado.

—Hola, Soy Hwang Hyunjin—Una sonrisa sutíl iluminó su rostro—

—Hola—Respondí sin más.—

Era extraño, Hyunjin, el chico rudo de la escuela, sonriéndome, y presentándose,  definitivamente había algo oculto tras esto.

—¿Y tú, cómo te llamas?—Preguntó recargando su rostro entre sus manos entrelazadas.

—Joha , ¿Porqué de pronto me estás hablando?, es siniestro que me estés hablando de la nada.

—Solo quiero ser tu amigo,eso es todo—Entornó sus ojos cafés oscuros.—Lo prometo que solo es eso—Continúo al ver mi mueca de sospecha—

¿Le creo o no le creo?.

—Bien...Ahora presta atención a la clase y deja de hacer preguntas—Sentencié girando su cabeza hacia el frente, ganándome una queja de su parte—

Aún no estaba convencida al cien por ciento, sin embargo decidí darle una oportunidad, tal vez así las puedan cesar más burlas y maltratos por parte del Thimothee y sus perritas falderas.

Pasaron días, semanas, meses, y el rubio permaneció junto a mí. 

Nos hicimos buenos amigos, salíamos a la cafetería de la escuela, nos sentábamos juntos en una que otra clase.

Podría decirse que no me arrepiento de darme una oportunidad, y dejar que Hyunjin se acercara.

Mis días llenos de tristeza desaparecieron, dando lugar a la felicidad, algo que jamás había experimentado o sentido con anterioridad.

Un día, exactamente a las 6:30 de la tarde, nos encontrábamos en la azotea del instituto, admirando el bello atardecer que en el cielo anaranjado permanecía, las nubes blancas y algunas azuladas, hacían juego con el resto de colores anaranjados, amarillos y rosados. Era hermoso.

Estaba fundida en mis pensamientos, cuando de pronto la voz del contrario me hace volver en sí.

—Jojo, ¿Eres feliz?—preguntó mirando el cielo con sus brazos cruzados sobre su cabeza—

—Ahora lo soy, un poco...Antes, no lo era— sinceré. Ciertamente decía la verdad—

—Ya veo,¿Puedes contarme de tu vida?

—Pues, soy hija única, mis padres son alcohólicos,  me golpean cada que llegan a casa, desde que tengo memoria esto ha sido así, intenté escaparme en varias ocasiones sin embargo me encontraban y me castigaban. Mi padre abusa de mí desde que tengo uso de razón, y mi madre lo apoyaba.—Hice una pausa. Respiré hondo para retener las lágrimas.— Al entrar a esta escuela pensé que algo cambiaría, pero no. Es más, empeoró. Sufría bulling y maltratos por parte de Thimothee y sus amigas. Día tras día era lo mismo...Hasta que nos hicimos amigos.—Mostré una sonrisa forzada—Es todo.

—¿Quieres saber un secreto—Habló dándose media vuelta quedando cara a cara, mientras clavaba sus ojos en los míos.—

Solo asenti en respuesta , manteniendo el contacto visual.

—Existe una tienda mágica, la cual puede cambiar tu vida, dándote felicidad—Confesó arreglándome un mechón travieso que se había escabullido de mi coleta, haciéndolo para atrás de mi oreja—

—¿Enserio? ¿Qué tengo que hacer para visitar esa tienda?—Pregunté curiosa.—

—Solo tienes que entregar tu mayor miedo y pedirle algo que te haga feliz, funcionó conmigo—Una mueca de felicidad apareció en su cara, solo unos segundos—

—¿Dónde puedo encontrarla?—La curiosidad estaba carcomiendome—

—Te llevaré cuando estés lista—admitió aferrándose a mi, más bien que mi cuello.—

—¿Puedes llevarme hoy?—Estaba lista, quería ser feliz sin importar que pase.—

—¿Tienes algo para intercambiar?—preguntó sentándose erguido lo cual asentí—

Tomé mi mochila, sacando de esta una fotografía vieja y arrugada de mi familia.

—Si, lo tengo, solo falta otra cosa más para intercambiar, pero lo busco en el camino—Me levanté quedando más alta que el contrario—

—¿Estas segura? Una vez vas no tiene regreso—Una pequeña risa salió de mi, haciéndolo fruncir su ceño

—Es lo que quiero, ¿Me llevarás o no?—Su típica sonrisa ladina, que tanto me ponía los pelos de punta, hizo aparición en sus belfos.

—Bien, solo sigueme— Con flexibilidad se levanto del suelo sin usar sus manos, una pirueta. Presumido—

A pasos apresurados bajamos del último piso se la escuela, las escaleras eran largas, y el pasillo silencioso.

Era escalofriante, sentía que los cuadros y fotografías de personas antiguas, fundadores de la misma me miraban fijamente. Tal vez solo era mi imaginación.

—Hyunjin, camina más despacio—Me quejé. Puesto que, mis pies dolían y mi respiración se agitaba. Mi condición física no era muy buena que digamos, no como la de él.

—Deberías hacer más ejercicio, así no te cansas tanto.—Farfulló en tono bajo—  Es más, ven.—Retrocedió unos pasos hasta llegar hasta mi, se arrodilló dejando su espalda a mi altura—

—Eh...¿Qué haces Hwang?—pregunte sin entender lo que quería dejar dicho—

—Si serás estúpida ...Súbete a mi espaldas, no podemos perder más tiempo—Vocifero en un murmullo—

Obedecí sus palabras. Tímida,rodee su espalda entrelazando mis brazos en su cuello.

Este al instante se levantó despacio para  no perder el equilibrio.

—¿Estás algo pesada no crees?—balbucea recargandose—

—Tu solo calla y llévame al lugar que me dijiste—ordené con voz mandona, parecía una madre ordenando a su hijo que ordene su habitación.—

Por parte del contrario solo se escuchan maldiciones y otras cosas inintendibles que no logro captar.

Obedecí sus palabras. Tímida,rodee su espalda entrelazando mis brazos en su cuello.

Este al instante se levantó despacio para  no perder el equilibrio.

—¿Estás algo pesada no crees?—balbucea recargandose—

—Tu solo calla y llévame al lugar que me dijiste—ordené con voz mandona, parecía una madre ordenando a su hijo que arregle su habitación.—

Por parte del contrario solo se escuchan maldiciones y otras cosas inintendibles que no logró captar.

Después de un par de pasos se derrumbó de una manera exagerada al piso.

Pensaba que íbamos a caer uno encima del otro, como en los doramas pero no fue así.

El pelirubio cayó boca abajo y yo caí sobre su espalda, escuchando un leve "crack".

—Ahora tengo las costillas rotas gracias a ti—Balbuceó aún en la misma posición—

—Tendrás que arrastrarte como una triste y fea lombriz—me burle en tono divertido—

—¿Feo? Eso si que jamás.—negó levantándose de golpe causando que yo cayera de trasero hacia atrás—

Evité con todas mis fuerzas no reírme, pero la mueca en los labios del contrarios sumada a la pose que tenía, me dificultaban la misión.

—Deja de reírte y salgamos de este infierno antes de que los espíritus salgan a hacer de las suyas.— mencionó a lo que yo acepté .

Digamos que, las cosas paranormales no eran lo mío.

Podía caerse algún objeto de la nada y yo ya me encontraba a diez kilómetros de allí.

—Hyunjin, Al menos toma mi mano, esto me da escalofríos, está muy oscuro, tengo miedo...—Bombardee rápidamente. Este tomó mi mano atrayendome a su pecho. Dejandome sin aliento. Su rostro estaba tan cerca del mío que podía sentir su respiración chocando contra la mía. — Hyun~ Hyunjin—

Cerré mis ojos, con la imagen mental de que, sus labios tocarían los míos.

Estaba nerviosa. Por primera vez sentía ese sentimiento de nerviosismo en mi sistema.

Pensé que me besaría, sin embargo sus palabras me bajaron de esa nube, devolviendome a la  cruel realidad.

—Ya te dije, calla y camina rápido—Habló alejándome de él, reforzando el agarre de ambas manos, continuó el camino hacia la salida de la escuela.—

¿Por qué imaginé que me besaría?¿Acaso...Me empezaba a gustar? ¿Me estaba enamorando de él?.

Es imposible.

Después de un largo tiempo caminando por las solitarias calles de Seúl, llegamos a un pequeño camino sin salida.

Era oscuro y solo estaba siendo alumbrado por unas farolas en mal estado.

—¿Qué es este lugar—Murmuré escaneando meticulosamente todo el área—

—Bienvenida a la tienda mágica—Sonrió.

Habían grandes barandales de metal, suspiré profundamente, brindandome aliento a misma.

—Puedo hacer esto—Apoyé

Giré mi cabeza levemente y Hyunjin ya no estaba a mi lado, sino que estaba parado unos pasos más atrás de mí.

—¿No me acompañarás?—Pregunté entrelabios obteniendo una respuesta de la misma manera por parte de hyunjin—

—Tienes que ir sola—Pudé descifrar lo que me decía entre labios y le sonreí—

Volvi mi vista al frente, y una alfombra de distintos colores adornaba en suelo de este callejón.

Logré divisar un pequeño establecimiento de madera. A decir verdad tenía buena estética.

Con cada paso que daba, recuerdos borrosos, y abrumadores nublaban mi mente atormentandome. No detuve mi paso y solo continúe la caminata.

Dichos recuerdos desaparecieron completamente de mi mente al detenerme frente a frente la ventanilla de aquel lugar.

Una persona con una máscara Blanca, y una túnica negra, me recibió.

Sin decir nada deslicé la foto que previamente había tomado de mi cartera hacia el desconocido.

Solo tomó la pertenencia y la guardó, y del mismo lugar en donde guardó la fotografía, sacó un papel  extendiendomelo, en lo que había escrito la siguiente frase.

"Ya tienes tu felicidad".

No dijo nada más y cerró la ventana en un segundo, dejándome aún más confundida.

Retrocedí hasta llegar al rubio quien permanecía estático en su lugar.

—¿Y? ¿Te entregó algo?—Preguntó curioso a lo que Respondí con un movimiento negativo—

—Solo me extendió este papel— Comenté mostrándole el papel al contrario— Hyunjin, ¿Esto no es una farsa o si?—Pregunté saliendo de aquel callejón, exactamente por el mismo camino por el cual habíamos llegado al lugar.

—¿Qué crees que signifique?—Preguntó interesado—Y no, no es una farsa—Añadió.

—Pues ,No lo sé.—Confesé disconforme— Mejor vayamos a otro lugar ¿Si?—Doble el papelito a la mitad y lo guardé en mi sueter—

—Te llevaré a un lugar cerca de aquí.—Habló al ver nuevamente mi disconfianza—

Tomó mi mano y otra vez ese sentimiento en mi estómago.

—Hyunjin, ¿Has sentido alguna vez mariposas en el estómago?—Esperaba que no fuera lo que estaba sintiendo en aquel momento. Puesto que si era así,eso significaría una sola cosa.

Amor

—Si, ¿Quieres saber lo que se siente?—Un asentimiento de cabeza de mi parte fue suficiente como para que prosiguiera con su discurso—  Es una extraña sensación que se apodera de ti mientras se acerca o tienes leves roces con la persona que te gusta. Normalmente aparecen los nervios, tu corazón late cada vez más rápido, tu voz empieza a quebrarse y empiezas a notar los aleteos de las mariposas dentro de tu estómago.—mientras explicaba, hacia uno que otro ademán con su mano libre—

Entonces...Eso quiere decir que siento algo por él. 

Aún sabiendo que no puedo darme el lujo de enamorarme y menos del chico malo de la escuela lo hice.

—Hyunjin—Llamé su atención.—

—¿Si?—Contesto con su vista en el camino.—

—Creo que me gustas...—Al mencionar esto, totalmente roja de vergüenza, este gira su rostro,sin mostrar una pizca de sorpresa.—

—¿Estás de broma?—Sonrió de lado—

—No, lo digo enserio.—Confesé.— Estos meses que he pasado contigo me he sentido más feliz de lo usual.—

—También creo que me gustas— Añadió sonriente.—

—Entonces...—Dejé las palabras a su imaginación—

—¿Quieres ser mi novia?—Preguntó rodeando mi cuerpo con sus brazos, lo cual acepté sin refutar.—

—¡Si!—Chillé rodeando su cuello con mis brazos, sin ahorcarlo—

30 de octubre del 2020.
Hora 11:59 pm.
Seúl,Corea del sur.

—Joha, ¿Eres feliz?— Esa pregunta resonó una y otra vez en su mente durante unos cortos segundos.—

—Sí, soy muy feliz ahora que estoy contigo—La castaña sonrió cálidamente—

—¿Me amas?—Preguntó nuevamente—

—Claro que te amo,tontito—Una sonora risa salió de los belfos de la contraria, dejando claro que estaba feliz—

—Te tengo una propuesta, ¿Quieres que seamos felices por siempre, como siempre lo soñaste?—Un destello apareció en los orbes de la menor—

—Sabes que siempre quise la felicidad, y la descubrí contigo, así que si, si quiero que seamos felices— Respondió mientras recostaba sus brazos en el barandal del aquel gran edificio.—

—Entonces saltemos juntos hacia la otra vida, nadie nos podrá separar allá—Sonrió de lado el ahora pelirosado—

—¿Estás seguro?—tragó en seco—

—Si, míralo de este modo. Tu siempre quisiste ser feliz, me amas, te amo...Nos amamos.—Confesó tomando las manos ajenas—  Los que nos hicieron daño seguirán sufriendo en este mundo de mierda.—Propuso sin ningún rastro de broma— Saltemos al vacío.

—Hyunjin...—Vaciló

El mismo debate mental de hace años recorre su mente nuevamente.

¿Lo hago o no lo hago?

—¡Hagámoslo!—Sonrió reforzando el agarre del contrario—

Seguido de esto, subieron a la orilla del puente. Entrelazaron sus dedos dándose fuerzas el uno con el otro.

El mayor acercó su rostro al de la menor depositando un delicado y tierno beso lleno de amor.

—¡Uno!—Susurró la menor sin despegarse de los labios contrarios—

—¡Dos! —Masculla el ojicastaño desapartando sus labios de los ajenos dejando un fino hilo de saliva que aún unía sus bocas—

—¡Tres!—Dijeron al unísono. Sus ojos se conectaron. Y así, con sus dedos unidos al igual que sus corazones saltaron al vacío.

"Te amo"

Fueron las últimas palabras que se dedicaron antes de morir.

La tienda mágica había acertado.

Joha ya tenía su felicidad consigo, tenía a Hyunjin, él era el causante de su felicidad, era suficiente para ella.

Y así fue como la chica que sufría maltratos por parte de su familia, y compañeros escolares, no sufrió más.

El chico problemático de la escuela, que sufría rechazo por parte de algunas personas ya no lo sufrió más.

En cambio fueron felices.

El miedo de Hyunjin era morir solo, por eso arrastró a su amada con él.

Mientras que en el miedo que más atormentaba a Joha era jamás poder ser feliz.

Ambos intercambiaron sus más grandes temores por sus más grandes deseos.

Ambos lograron  ser felices hasta su muerte.

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𝙳𝚎𝚍𝚒𝚌𝚊𝚍𝚘 𝚊:

joha30501
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Espero que te guste y que sea de tu agrado tu one shot.

Gracias por ser paciente y permancer hasta el final.

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Si llegaron hasta aquí dejen su "🔮".

HolaaHoneybears soy yo, de nuevo.

Si están leyendo esto espero me disculpen.

Gracias por leer, lxs quiero.

Si les gustó no olviden dejar su estrellita y/o comentario. Sin más me alejo lentamente❤️.

Chao.❤️🌺

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