Mi pulso estaba acelerado, no reconocía nada, no sabía dónde estaba, no sabia que hacer... No sabía que el habían hecho a ella.

— Calma tus pensamientos Maximoff. — Jean intento tranquilizar mis emociones. — La vamos a encontrar.

No pude decir nada, solo suspire y me tuve que hacer a la idea de perderla. Era insoportable.

— Tiene que estar por aquí. — Decía Kurt mientras miraba por todos lados. — No la pudieron llevar lejos.

— Sería más fácil quemar el lugar. — Comento Scott mirando lo tétrico que se veía todo.

— ¿Quien lo golpea?. — Pregunte fastidiado, Ororo levanto la mano y luego le dio una patada en el trasero a Scott.

— Estúpida, se me van a aguadar. — Dijo Scott dramatizando todo. Nadie pudo evitar reír.

Nos adentramos más en el túnel y unos gritos horribles comenzaron a invadir el lugar por completo, todo el mundo se asusto y Kurt se unió a los gritos bastante asustado.

— Es ella.... — Murmuro Jean algo asombrada, trago saliva y me miró con temor. — Pet...

Sudando me acerque a ella, sentí el nudo invadir mi garganta.

—¿ Qué? — Logré pronunciar sin mucho éxito.

— La están torturando. — Al ver a Jean me di cuenta que probablemente yo estaría mucho más pálido que ella. Sentí un nudo en el estomago y unas ganas inmensas de vomitar me invadieron. No tarde mucho en darme cuenta en que corría despavorido buscando por todas las entradas de los túneles.

....

— ¿Saben algo? — Dijo la castaña a llanto abierto. — Él vendrá por mí, tarde o temprano pero él me va a encontrar y les va a patear el trasero.

La chica sintió su mejilla cálida y al ver a sus secuestradores notó que le habían dado con el cinturón en el rostro. Lamentaba con toda su alma el no ser como su novio Peter, siempre le repetía lo mismo una y otra vez, diciéndole que si ella fuera un mutante podría estar con el más tiempo, podrían ser raros juntos y patear traseros, ella ya no sería un blanco fácil y podría defenderse por su cuenta.

Miró sus pies aturdida por toda la sangre que brotaba de su cuerpo y suspiro entrecortada mente.

— Llegará tarde... Él no es tan rápido. — Se burlo el hombre gordo sonriendo con los brazos cruzados.

Indignada reunió la fuerza suficiente para volver a levantar la vista.

— Los hombres normales harían lo imposible para rescatar a la mujer que aman. — Sonrió de lado al verme la expresión confundida de ambos hombres. — Él no es un hombre normal...

....

— ¿¡Dónde carajos estas? — Sollozo Peter, llevaba minutos de ventaja ya que en realidad no había pasado ni dos minutos desde que Jean le dijo que la estaban torturando pero ya que él era veloz para él era una eternidad.

Suspiro indignado y dejo de correr, justo cuando se paro en seco escuchó unos gritos agonizantes. Miró asustado a su lado izquierdo y se acerco a una pequeña abertura entre las paredes.

Allí estaba...

Corrí para intentar romper el pedazo de pared y sin esperarmelo este se partió en dos, al entrar automáticamente al área donde tenía a ______ mi rapidez dejo de funcionar y caí boca abajo.

— Te lo dije Jason, cayo directo en la trampa. — Me levante lo más rápido que pude pero tenia una velocidad súper lenta... Una velocidad de alguien normal.

— ¿¡Qué le hicieron malditos bastardos!?. — Pregunto eufórica ____, al verla llorando y sangrando por todos lados no evite soltar un sollozo.

—¡ Silencio! ¡No tienes derecho de hablar! — El hombre más gordo de ambos, que supongo que se llamaba Jason, le una cachetada a ____.

Intente ir a defenderla pero me sostuvieron por los hombros.

— Un movimiento más y ella lo paga — Susurraron en mi oído. Escuche una pistola recargarse, cerré los ojos pensando que me dispararían a mí.

¡Pam!

—¿Qué? — Al abrir los ojos nuevamente estos se llenaron instantáneamente de lágrimas. Tendida en el piso, sin vida, con una sonrisa y lágrimas en el rostro estaba ella.— No... — Susurré moviendo mi cabeza. Sentí que el mundo se me venia encima de una sola estocada y no podría hacer nada.

— Sigues tú. — Me apuntaron con el arma.

— No, no, no, no, no, no, no— Continúe susurrando, sentía todo mi cuerpo vibrar de impotencia y dolor, las lágrimas saladas empañaban mis ojos y aun con la vista nublada por el dolor sentí como corría sin parar.

Todo paso en un simple segundo y cuando volví a abrir los ojos estaba afuera de los túneles con ____ en brazos, llovía a cántaros afuera.

Como si tuviera lo más pesado en los hombros me deje caer de rodillas mirando como las gotas de agua empapaban a mi novia. Un ultimo suspiro escapo de sus labios y por un segundo creí que no había muerto. Aun estaba esa chispa de esperanza.

— Sabia que me rescatarias... — Susurro sonriendo. — Maximoff siempre cumple sus promesas ¿cierto?. — Miró la lluvia con melancolía, sus bellos ojos se iban apagando y aunque quisiera decirle más de mil cosas nada me salia de la garganta. — Te amo. — Dijo cerrando sus ojos por completo.

La mire sin decir nada mientras la lluvia se confundía entre mis lágrimas.

Levante la vista...

Y grite... Grite como si fuera lo único que pudiera hacer porque en realidad así era.

Una vez más había llegado tarde.