II: Libro del Genesis: C11V4 -2

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Paralelamente...

En el otro frente el grupo de soldados había iniciado su avance hacia la ciudad; por fortuna para ellos la mayoría del equipo estaba intacto, pero lo que les esperaba más adelante era algo para lo que no estaban preparados.

—Debemos apretar el paso será más difícil movernos cuando caiga la noche —exclama el capitán

Adam Macalister 30 años era el Capitán interino de este operativo, 5 años en la marina estadounidense y dos en la DEA, pero tras el primer ataque de los Surtristas se "Re enlisto" en el ejército tras descubrir que todo su viejo pelotón había sido exterminado durante el primer bombardeo.

Ellos eran sus únicos amigos y los únicos en quien confió.

—Me preocupa más ser un blanco fácil en territorio enemigo —espeta Tania.

Tania Blume 33 años, superviviente nata desde pequeña, nacida en río de janeiro, conoce las reglas de supervivencia principales para la selva, tundra y desierto, 8 años en la armada brasileña, se unió a esta misión después de que su ciudad natal fuese envuelta en llamas por la armada Surtrista.

—Al menos no eres tú quien debe cargar con el inventario —responde Tomas a su comentario

Tomas Serrano 28 años, nacido en la ciudad de México, ex estudiante de ingeniería eligió el ejército como carrera secundaria, vivía con su madre y hermanos en la ciudad de Monterrey a excepción de su hermana quien vivía en la ciudad de Nueva York cuando esta fue bombardeada.

3 años en el campo un francotirador prodigio, 0 bajas confirmadas en el campo.

—Es triste que incluso ahora logremos ver los cadáveres de nuestros compañeros colgando de los árboles —afirma Malek con tristeza.

Malek Wrigth 44 años, miembro del ejercito armado iraquí, sin familia ni amigos cercanos solo una pila de cadáveres a su paso 146 muertes confirmadas, el no perdió a nadie durante la guerra solo busca una forma honrada de morir.

—Pero no les parece extraño que casi todos se encuentren en los árboles, es casi como si alguien los hubiese puesto ahí —señala Douglas.

Douglas Butcher 35 años, Cirujano, Zoólogo e ingeniero genético de renombre, además de ser uno de los tres grandes genetistas quienes descifraron el secreto de los Wraiths y los usuarios.

Solamente 1 año de experiencia en el campo, solo entro a la misión para ver a los Usuarios en un hábitat libre de humanos; A sus ojos todos los demás aparte de él son animales de estudio.

Mientras el grupo avanzaba empezaron a notar que, aunque la zona del aterrizaje fue hace varios kilómetros atrás los cuerpos sobre ellos estaban empezando a aglomerarse, era como decía Douglas alguien los estaba moviendo.

De golpe Adam solicita silencio, mientras un sonido empieza a acercarse desde los árboles.

—Butcher creo que te voy a dar la palabra —espeta viendo como un grupo de sombras empiezan a bajar de los árboles.

Desde arriba, criaturas deformes moviéndose en forma cuadrúpeda descendieron, sus cuerpos estaban compuestos por una bizarra mezcla de carne humana y madera de los árboles.

—Butcher, ¿dime qué estoy viendo? —pregunta Adam.

—Interesante, parece que la sangre de los soldados atrajo auras de Wraith a la zona, pero eso solo sería posible si...

—Douglas en español... —solicita.

—Señor, es este bosque... nos encontramos en una zona muerta —afirma.

Las zonas muertas, picos de energía de los Wraith, zonas carentes de toda vida y civilización arrasadas por las abominables criaturas quienes normalmente suelen permanecer en hibernación hasta que son perturbadas o detectan alimento cerca.

—¿Entonces estas cosas son Wraiths? —pregunta Tania —Con razón la radio de Macalister no funcionaba.

—Son fragmentos, cuando no hay una amenaza cerca los Wraiths separan pequeños porcentajes de su cuerpo para buscar comida mientras el cuerpo principal inverna.

—¿Y qué es lo que comen? —pregunta Tomas nervioso ante la escena

—Se alimentan de Biomasa, carne de cualquier ser vivo que se encuentre en su rango, pero parece que estos han optado por la carne de los soldados muertos —señala el doctor.

—¿Se pueden matar? —pregunta Tania.

—Balas normales no causaran daño notable en sus cuerpos —responde.

—¿Qué hay del oricalco? —pregunta el capitán.

—Eso sería más efectivo... pero capitán... —responde siendo interrumpido.

—Ya lo oyeron, cambien a munición Roja.

Tomas entrega al equipo cartuchos de munición de color rojo, cada uno de ellos poseía en su interior 55 balas de oricalco, la debilidad de los usuarios siendo capas de atravesar sus barreras y debilitar sus poderes, por este motivo este material era imprescindible para la misión.

—Nuestras municiones son limitadas, no gasten las balas en ellos recuerden que aún hay una ciudad llena de monstruos contra los que estaremos indefensos si se agotan —exclama el capitán.

De entre los árboles más fragmentos empezaron a bajar con velocidad, mientras el pelotón abría fuego contra las criaturas.

El dolor de una resonaba en las otras, transformando a la monstruosa manada en una estampida de colmillos y sangre.

Los soldados empezaron a replegarse de la zona, mientras eran perseguidos muy de cerca por los iracundos fragmentos quienes al ser más ágiles y rápidos no tardarían en alcanzarlos.

Desde la perspectiva de Douglas fue capaz de contemplar como su forma física se había adaptado al ambiente, emulando los movimientos de la fauna local, siendo capaces de sostener una persecución desde los árboles imitando a una especie de simios.

En lo profundo de la selva lograron divisar un claro, sí lo cruzaban las criaturas no serían capaces de seguirlos desde los árboles.

Macalister dio la orden y el pelotón se movilizó...

Fuera de los árboles los fragmentos bajaron a la tierra para continuar su persecución, sólo entonces se dieron cuenta de la magnitud de sus atacantes.

No era cosa de unos cuantos o docenas, el claro de hierba alta color dorada se tiñó de rojo mientras cientos de fragmentos emergían a lo largo del prado.

El suelo empezó a temblar, al tiempo que debajo de los fragmentos una gran cantidad de tierra fue levantada.

Una monumental criatura con la forma de un gusano tan grande como un avión mediano se levantó atacando y devorando a los fragmentos, quienes en respuesta voltearon hacia la criatura.

La escena tras ellos solo podía ser comparada por un enjambre de hormigas defendiendo su territorio de un depredador, que sin esfuerzo las diezmaba y devoraba en el acto.

El escuadrón no podía dejar de moverse, era su única oportunidad de escapar de ahí, entonces algo cambió repentinamente y el capitán dio una extraña orden.

—Repliéguense al este, no sigan de frente —espetó y confundidos el escuadrón obedece.

Replegándose, de la tierra frente a ellos un Wraith con la forma de un escarabajo herradura hace acto de presencia, persiguiéndolos en la superficie.

—Muévanse hasta los árboles —espeta confundiendo aún más al pelotón.

Mientras se acercaban a los árboles el paso del Wraith se hacía más lento, hasta llegar al punto que el escarabajo simplemente dejó de perseguirlos.

El grupo se reagrupo en la base de las raíces de los árboles, estaban agotados y rodeados por criaturas que los veían como invasores o alimento, era tal y como se los habían relatado en el avión, sobrevivieron la tormenta pero cayeron directamente en el infierno.

No podían detenerse a descansar, no sabían en qué momento podrían volver a ser atacados ni mucho menos como defenderse.

Antes de siquiera poder dar un respiro la temperatura del lugar empezó a bajar drásticamente, y curiosamente frente a ellos el bosque empezó a incendiarse.

En sus mentes pensaban: <<¿Cómo era esto posible?>>

En el aire un enjambre de criaturas diminutas con la apariencia de luciérnagas volaba entre los árboles quemando todo a su paso.

Mientras que al otro extremo un par de árboles congelados empezaron a moverse en direcciones opuestas abriendo una larga red de seda de araña congelada, con el propósito de atrapar a las pequeñas criaturas.

En la red se podía contemplar una gran diversidad de animales y otras razas de Wraiths momificadas y congeladas entre sus hilos, mientras criaturas de aspecto arácnido succionaban la sangre de sus cuerpos algunos de ellos aun retorciéndose y con vida.

—Esto es sublime —exclama el doctor al ver este espectáculo —Los fragmentos de los Wraiths de la zona han evolucionado de forma esplendida, pensamiento colectivo, uso del camuflaje, vuelo sincronizado, formación y despliegue de trampas naturales, estamos frente a un ecosistema ajeno a ojos humanos.

El doctor Butcher estaba totalmente extasiado por lo que veía ante sus ojos Wraiths libres en su ecosistema una imagen nunca antes vista en el pasado.

—Si solo los fragmentos son capaces de esto imaginen lo que los Wraiths pueden llegar a hacer cuando despierten.

Las avispas de fuego empiezan a enredarse con la red, quemando los árboles y a las arañas en estas.

En represalia las arañas atacan a las avispas en pleno vuelo destruyéndose mutuamente entre sí, hasta no dejar ni siquiera las cenizas.

El suelo empieza a temblar mientras un sonido similar a las hélices de un helicóptero se escucha entre los árboles.

Esto cambia la moral del pelotón creyendo que un grupo de rescate había llegado al lugar, pero esa emoción no duró mucho mientras contemplan cómo una criatura tan grande como un edificio y el cuerpo de una mantis religiosa envuelta en llamas sobrevolaba los árboles, incinerándolos en el acto.

Al otro extremo, los árboles donde las arañas cazaban su alimento empiezan a moverse revelando ser tan solo las patas de una araña más grande que congelaba la flora local hasta volver los verdes y frondosos árboles en pilares negros y helados.

—Doc. creo que se va a cumplir su deseo... —espeta Tomas aterrorizado ante la monstruosa imagen de dos Wraiths.

—Una lucha por territorio entre dos elementos opuestos, toda la agitación de la tormenta de anoche debió hacer que estas dos especies que vivían en armonía colisionaren.

—Douglas tenemos que irnos de aquí, ¡ya! —Exclama Adam

—Capitán, ¿no es capaz de verlo? —espeta exaltando a los presentes —Esta es la prueba que demuestra lo fútil de esta misión, los humanos abusamos de este mundo hasta el límite y esta es nuestra consecuencia.

—¿De qué está hablando? —grita al doctor.

—De que no hay forma de salir de esto, ellos destruirán todo lo que vean a su paso y no hay forma de detenerlos, pronto seres como estos aparecerán por todo el mundo, no lo ve, ahora ellos son la especie dominante del planeta —espeta exaltado.

Por un frente el fuego se acercaba a ellos y el hielo por el otro lado, mientras las dos monstruosidades corrían una en dirección a la otra.

Para Adam el tiempo se detuvo, Douglas desvariaba sin control, Tomas rezaba por su alma, Tania temblaba tratando de pensar una forma de salir cuando esta era imposible y Malek veía con furia y desprecio al cielo como si culpase al destino de esta situación.

No había forma de salir, desde el principio ellos estaban muertos.

Un poderoso aullido empieza a retumbar en toda la jungla ejerciendo tal presión sobre el pelotón quienes eran incapaces de mantenerse en pie, era como el alarido de furia de cien mil demonios del infierno.

El rugido duro dos minutos completos y cuando se detuvo los soldados levantaron la mirada y vieron como los dos Wraiths concluían toda hostilidad y regresaban a su ciclo de invernacíon.

—¿Qué fue eso? —pregunta Adam.

—No tengo la menor idea, pero sea lo que sea tranquilizó a todos los Wraiths —responde Douglas incapaz de comprender lo ocurrido.

—Es decir que podemos continuar...

Adam se levanta con mucha facilidad incapaz de ver que sus compañeros ya no tenían las fuerzas para continuar.

Estaban aterrorizados, sabían que estaban solos en una jungla llena de monstruos caminando hacia una ciudad que probablemente sería igual o peor.

No hay un alma lo suficientemente valiente para dar un paso al frente, ni siquiera Adam.

Cada parte de su cuerpo temblaba de miedo incapaz de olvidar la presión ejercida por el demoníaco rugido, como si su alma hubiese estado a punto de ser arrancada ferozmente de su cuerpo.

Él sabía que muchos dependían del éxito de la misión, pero también que no había muchas posibilidades de supervivencia, probablemente todos los que los conocen creen que están muertos en este momento, pensaba; quizás porque así era.

—Debemos continuar —espeta con un tono de voz tembloroso.

—Capitán, no creo que...

—Probablemente todos en casa estarán rezando por nosotros, tienen fe de nuestro regreso al igual que todos los soldados que dejamos atrás, los que nos enlistamos en esta misión sabíamos que podríamos no regresar, buscar ayuda o tratar de terminarla misión... es una causa perdida, quizás antes de que el sol se ponga ya todos estaremos muertos —espeta dejando de temblar —Pero si de cualquier forma vamos a morir entonces prefiero decir que morí sirviendo a una causa justa y que di pelea hasta el último momento.

—Capitán, ¿se ha vuelto loco? —aclama Tania —No había posibilidad de éxito incluso si aterrizáramos ilesos, yo no continuare...

—Mi familia... estará bien, han sido evacuados lejos del frente, vivirán una vida tranquila... incluso si yo no estoy, lo siento capitán no voy —espeta Tomas.

—Yo no tenía posibilidades de sobrevivir desde el principio, hice lo posible para no ser un estorbo y he hecho justo lo que vine a hacer, ver un ecosistema nunca antes visto, si de cualquier forma voy a morir quiero ver todo lo que pueda, yo voy con usted capitán —exclama Douglas.

—En mi hogar soy un paria y un traidor, vine a este viaje para morir y recuperar mi honor antes de caer en el abrazo de la muerte, seguirlo es lo más honorable capitán —responde Malek.

Con un nudo en el corazón Macalister, Butcher y Wright siguieron adelante, al final nunca supieron que destino les deparó a sus compañeros que dejaron atrás, quizás lograron salir de la jungla o fueron capturados por el enemigo.

Pero lo más probable es que hayan sido devorados por los Wraith o mutuamente hayan segado sus vidas. Morir es el mayor de los alivios pues los muertos dejan de temer de los vivos.

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