Capítulo 15

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Taehyung había decidido que llevar a Hoseok a conocer la ciudad era buena idea - por no decir que era para evitar que su departamento termine hecho un desastre, aparte de que Jungkook y Jimin, prácticamente, le habían obligado a salir de su cueva - y qué mejor que iniciar por el centro comercial. Debía hacer algunas compras que no había hecho la última vez, aprovecharía que tenía manos extras para cargar las bolsas que no eran muchas en realidad.

En ese momento se encontraban en el pasillo de las frutas mientras Taehyung repasaba en su cabeza lo que le hacia falta, asegurándose de solo comprar lo necesario. Hasta ese momento había sido toda una prueba de paciencia ir de compras, había tenido que aguantar las preguntas constantes de Hoseok acerca de cómo funcionaban la mayoría de cosas y explicarle por millonésima vez que había algo llamado tecnología que no era precisamente magia, aunque lo pareciera, al igual que los murmullos y cuchicheos de las personas chismosas que pasaban por su lado y ni hablar de los pequeños irritantes que se habían acercado más de una vez para preguntarle si Hoseok era su Omega y donde había conseguido las orejas realistas que cargaba en la cabeza, Taehyung era amante de los niños, pero responder a bichitos molestos la misma pregunta varias veces llegaba a cansar.

Llevo una mano a su barbilla analizando si llevar o no el melón que había escogido, no quería llevar algo al que le falte poco para dañarse, así que decidió preguntarle al Omega que le parecía y de paso crear un tema de conversación para cortar el silencio que se había prolongado ya por mucho tiempo.

- Hoseok, ¿qué dices? ¿Debería llev-? - sus palabras quedaron en el aire al posar su mirada sobre el azabache. No. Puede. Ser - Ay, no...

Hoseok al escuchar el murmullo alarmado del alfa y sus refunfuños temino de pasar el trozo de plátano que estaba masticando y dio su total atención al peliazul.

-¿Qué paso, al-Tae? -se corrigió en seguida, debía aprender a dejar de llamarlo por su rango y aprender a hacerlo por su nombre.

El mencionado halo de sus greña azules con frustración, haciendo una pequeña pataleta al ver los bolsillos de Hoseok repletos de chucherías del pasillo de dulces y un guineo a medio comer en su mano derecha mientras en la otra tenía un paquete de galleta abierto.

-¡No! ¡No se supone que comas las cosas antes de pagar! ¡Mucho menos llenarte los bolsillos con cosas que están en los estantes! Eso es robo, y es un delito - refunfuñó por lo bajo, mirando hacia todas partes para asegurarse de que nadie los estuviera observando y una gota fría de sudor rodando por su frente por la sola idea de que alguien lo hiciera y tuviera que dar más explicaciones a gerencia.

-¿Qué? ¿Por qué? Todo el mundo toma cosas, no veo porqué no hacerlo yo. Si están ahí significa que son gratis ¿no? -respondió inocente, ladeando la cabeza con confusión.

Taehyung respiro profundo y contó hasta diez para no alterarse.

-Oye, estas galletas están ricas ¿quieres?

Treinta, que sea hasta treinta...

El alfa lo miro con molestia acercándose un par de pasos para empezar a sacar todas las cosas que Hoseok había metido en sus bolsillos causando de paso que este se estremezca en cortas carcajadas debido a las cosquillas.

-E-espera... E-espera, ¿quieres hacer-hacerlo aquí? ¿Acaso está permitido? - dijo el azabache entre jadeos en busca de aire.

Taehyung detuvo sus manos y se sonrojo a más no poder al entender el significado de aquella pregunta. Dándole un zape en la nunca y murmurando un "ni lo pienses" siguió con su tarea de devolver todo lo que Hoseok traía en los bolsillos mientras este se quejaba alegando que eran suyos. Taehyung solo rogaba que nadie se haya dado cuenta, pero sucedió lo inevitable.

-Por favor, el chico con cabello de paleta y el de sonrisa bonita del pasillo 8 acercarse a caja.

Se escucho la voz de una chica a través de los altavoces del lugar, rápidamente, las personas a su alrededor giraron a verlos con interés y sin disimulo alguno después del anuncio. El alfa no podía estar más abochornado e indignado ¿cabeza de paleta? ¿Acaso no había otra cosa más bonita con la cual describirlo?
Tomando a Hoseok de la muñeca con una mano mientras con la otra empujaba el carrito de las compras se dirigía al lugar indicado con la cabeza gacha y muerto de la vergüenza, ignorando los quejidos del Omega.

Hoseok no entendía, sí las cosas están al alcance de todos sin nadie que los cuide significa que es gratis ¿no? O al menos en su lógica era así, pero supo que estaba en problemas cuando Tae soltó su muñeca de manera brusca y una alfa se había acercado a hablar con él mientras este le daba miradas furtivas. Él solo quería seguir comiendo sus galletas, hizo un puchero inconsciente y mantuvo la cabeza gacha durante aquella larga conversación.

Taehyung no podía estar más avergonzado, ¡le habían acusado de ladrón pervertido cuando él solo estaba haciendo las compras! Suerte que habían solucionado aquel malentendido con la excusa más estúpida, pero que le término sirviendo al final de cuentas, pagando lo que el Omega se había comido y lo que llevaba en el carrito para después salir a paso veloz de ese lugar. Aparte de que no lo habían vetado ni nada por el estilo, y no es que le preocupe meterse en problemas legales, pero si que le daba pereza pensar en buscar otro súper que no esté tan lejos de sus casa.

-¡Tae! ¡Oye! ¡Esperame! -gritaba entre jadeos un agitado azabache, joder, cuando salieron a correr por la mañana había sido más fácil acostumbrarse a tener un cuerpo físico. Aumentó el volumen de su voz y la velocidad de sus piernas para alcanzar al menor, pero este parecía huir con un cohete pegado en el trasero -¡Esperame, idiota! -grito ya enojado de ser ignorado y, al parecer, funcionó pues el peliazul detuvo sus pasos y lo volteo a ver de manera desinterada.

-¿Qué? -dijo de manera monótona, Hoseok le dio una mala mirada y avanzó el par de metros que lo separaban hasta ubicarse a su lado.

-Ahora sí, sigamos -le dedicó una amplia sonrisa, manteniendo la distancia, aprendió a las malas a no invadir el espacio personal de Taehyung, al parecer, no le gustaba tenerlo cerca. En cierta parte lo entristecía no poder abrazarlo con libertad sin recibir aquellas corrientes que hacían su piel arder como el infierno, pero por otro lado le alegraba que poco a poco se comunicasen más, aunque la mayoría de veces sea debido a sus inquietudes con respecto a aquel nuevo Mundo de la tecnología, como lo denominaba Taehyung.

El alfa se encogió de hombros sin darle importancia recordando que tenía que comprar ropa de la talla de Hoseok, aparte de que no le quería seguir prestando de la suya después de aquel incidente donde había visto al Omega estar acostado boca arriba con una de sus camisetas tapando su cara, sin duda, eso había sido raro e incómodo. Obviamente, había devuelto sus pasos y fingió no haber visto nada y así evitar que la convivencia, ya de por si incómoda, lo sea aún más.

Dirigió sus pasos al local que mostraba en los escaparates diferentes prendas y estilos a escoger, adentrándose con Hoseok pegado como garrapata a él. Hizo un movimiento de cabeza en una orden silenciosa que el mayor no captó, suspiró y puso los ojos en blanco.

-Ve a ver, te compraré la ropa que elijas, solo no te excedas -advirtió, tomando asiento en uno de los sofás que decoraba el lugar.

-¿¡De verdad!? -gritó emocionado, sus ojitos pasando maravillado por las diferentes prendas que se exhibían en el lugar. El alfa asintió en afirmación y en seguida un beta que trabajaba ahí se acercó para brindar su ayuda.

Taehyung no pudo estar más aliviado al fin se libraría un momento de tener a Hoseok como garrapata adherida a él sin soltar en ningún momento, el chico se haría cargo ahora. Una sonrisa maliciosa se formó en sus labios y sin más saco su teléfono para ponerse a jugar o revisar sus redes sociales. O al menos esa era la idea, pero sus ojos se desviaban a cada momento hacia aquel Omega que se distinguía fácilmente a lo lejos, después de todo lo que menos quería era pasar otro momento vergonzoso.

Debía admitir que a pesar de que el azabache era toda una molestia, en cierto punto le causaba gracia su forma de actuar, mirando todo de forma curiosa y sorprendiendose por cosas muy usuales en su día a día. Y la duda que varias veces rondaba en su cabeza volvió a aparecer ¿por qué Hoseok se encontraba encerrado en aquella pulsera? Al principio todo le había resultado una total tontería, pero después se dio cuenta que era verdad. No podía refutar lo irrefutable. Pero ¿cómo? ¿Por qué? ¿Él que tenía que ver en eso? ¿Por qué se empecinaba en decir que eran la pareja de aquel relato? Había intentando sacarle las respuestas al azabache, pero este se ponía muy nervioso y se negaba a hablar, así que decidía dejar de insistir tampoco es que iba a usar su voz de mando para algo así, tendría sus razones para ocultarlo, solo tendría que soportarlo el tiempo en el que se adaptaba a su nueva realidad y conseguía dinero y quizás trabajo porque con ellas cosas sobre saliendo de su cabeza lo dudaba, y ese era otro punto que lo intrigaba. Tantas preguntas y pocas respuestas.

Hoseok dejó de ver los abrigos de coloridos tonos pastel que el beta le mostraba al sentir una intensa mirada sobre su anatomía, al girar se encontró a Taehyung viéndolo desde lo lejos así que mostró una gran sonrisa que achicaba sus ojos y abultaba sus mejillas, moviendo una mano en el aire en forma de saludo.

El peliazul volvió a prestar atención al objeto entre sus manos al darse cuenta que se había quedado viendo fijamente al Omega. Relamio sus labios y se apoyo en sus rodillas con los brazos ocultando su rostro avergonzado, el hacer contacto visual con las personas no era algo que le agradara mucho a menos de que sea alguien cercano o de confianza -y sin duda, Hoseok no era ninguna de las dos- a pesar de que todos sus amigos le habían dicho que tenía una mirada intimidante no podía evitar el ponerse nervioso y relamer sus labios. Él era fiel creyente del dicho "Los ojos son la ventana del alma" y él no quería que descubrieran lo que ocultaba.

Una nueva notificación indicando que había recibido un nuevo mensaje lo distrajo.

Donghyuk.

Que guapo se ve Hyung distraído 👀
¿Acaso espera a alguien?

Taehyung alzó la cabeza al terminar de leer el mensaje, buscando con la mirada al remitente de este sin mucho éxito.

¿Estás aquí? No te veo

Soy un fantasma 👻

No, eres demasiado pequeño, es fácil para ti ocultarte

Oiga!
Me está diciendo enano?
Yo tengo una estatura normal, no es mi culpa que le hayan dado mucha papilla cuando era pequeño que creció como un poste

Sí, sí, como digas, pulgarcito

Rió entre dientes, asegurándose de que el irritante de Hoseok se encontrase distraído para salir un momento a buscar al chico que le había escrito. Su visión se vio opacada cuando dos pequeñas manitos se posaron sobre sus ojos con dificultad, sonrió ladino al saber quién es.

-Te presto una silla para que alcances, Umpalumpa -dijo en tono burlesco, dándose la vuelta y agachando un poco la cabeza para encontrarse con Donghyuk. Vaya, realmente que ese chico era bastante pequeño, incluso unos centímetros más pequeños que Jimin podría jurar -Hola.

-Hola -sonrió también para después hacer un puchero en reclamo -Oiga, no soy un feo mini señor con cara de amargado. Es más, usted es un umpulampa en talla extra grande por su expresión de perro de pocas pulgas -señalo.

Taehyung llevó una mano a su pecho fingiendo indignación -¿Me estás diciendo que tengo cara de culo 24/7?

-Bueno, yo lo dije más bonito.

Ambos se sonrieron e iniciaron una plática amena, hablando de cualquier cosa en realidad solo para pasar el rato, olvidándose por completo del Omega aún dentro de la tienda.

Hoseok observaba la escena con un dolorcito molesto en su pecho y la sonrisa en su rostro desapareciendo lentamente. Quería hacer que el enojo del alfa y la tensión entre ellos desapareciera así que corrió a donde Tae para mostrarle una linda camisa blanca holgada con detalles en distintos colores con unos shorts cortos y preguntarle si me quedaría bien, solo para sacar tema de conversación, pero no se espero verlo verlo sonriendo de manera tan agradable con alguien más.

¿Quién era ese chico? ¿Acaso era la pareja de Taehyung? Arrugó la prenda entre sus manos mordiendo su labio inferior. No entendía el porqué dolía tanto si al final de cuentas había tenido que acostumbrarse a aquel sentimiento molesto, digno de un castigo tortuoso a pagar. Respiro profundo para evitar derramar lágrimas y tragar el nudo en su garganta, no iba a llorar, iba a luchar por conquistar a su alfa y chillando como Magdalena no lo conseguiría.

Pero no podía negar que el muchacho era bonito, el Omega perfecto denominarian algunos, su aspecto tierno y vulnerable, delicado y de bonita sonrisa. Sabía que no debía compararse, pero las inseguridades retumbaron dentro de su cabeza, quizás a Taehyung le gustaban los bajitos y él era, considerablemente, más alto que el de cabellera llamativa ¿Y si Taehyung prefería a la versión mini? ¿Qué tenía ese chico en especial para hacerlo sonreír qué no tenía él?

-Basta...

Taehyung terminó de despedirse de Donghyuk con una pequeña sonrisa y volvió a ingresar a la tienda de ropa. Localizando con rapidez al otro Omega que parecía haber drenado toda su emoción de hace un momento, le resto importancia, no era algo que le interesara en realidad y volvió a prestar al objeto en sus manos hasta después de un tiempo considerable en el que se comenzaba a aburrir.

-Oye, ¿ya nos vamos? -preguntó una vez al lado de Hoseok y el beta, siendo que el primero se probaba un crop top que combinaba con sus orejas y dejaba a la vista parte de su abdomen plano y cintura estrecha - Te queda bien - soltó sin pensar, apartando la mirada y carraspeando incómodo al caer en cuenta de sus palabras.

Por otra parte Hoseok sonrió de forma que sus hoyuelos se marquen, había recibido un cumplido -Gracias.

Después de pagar la ropa seleccionada por el Omega y llevar todas las bolsas al auto iban camino al departamento del menor, lo único que rellenaba el silencio que había entre ellos era la música que sonaba y que el alfa tarareaba. Hoseok iba a decir algo al respecto, pero prefirió callar y disfrutar de la voz relajante de Taehyung.

A veces el silencio era mejor que enfrentarse a una posible realidad, apesar de que la pregunta molestara en la punta de la lengua, el miedo a recibir una respuesta positiva y que su alma y corazón reciban otro impacto que lo desgarre aún más era mayor. La realidad llega a ser cruel y los humanos tan frágiles ante esta que logra hacernos desmoronar cual arena.

Suspiro. Apartando pensamientos no deseados y siguiendo con su labor de sacar y guardar la ropa dentro del armario, pues ya habían llegado a su destino y seguían sin hablar, algo muy común entre ellos a pesar de los esfuerzos de Hoseok que seguía repitiendo la misma escena del centro comercial en su cabeza.

A lo mejor era masoquista por seguir amando a quien no lo ama, pero era algo que el destino había escrito y al que su caprichoso corazón se había atado porque a pesar de todo él conocía al verdadero Taehyung, conocía al hombre tierno, carismático, sensible, cariñoso y a veces dramático, y sabía que al alfa que mostraba ahora no era su verdadero él.

O al menos eso quería creer.

Tomó una tira de un color rojo con estampado blanco y algunos detalles en negro, lo examinó bien ¿en qué momento había metido eso entre sus compras? Sinceramente, no había prestado mucha atención a lo que había escogido ¿para qué servía? ¿Acaso era una especie de cinturón?

- ¿Qué se supone qué haces? -preguntó Taehyung extrañado, arrimado en el marco de la puerta y con los brazos cruzados sobre su pecho.

-Poniéndome este cinturón.

El alfa quizo reír por la seguridad con la que el azabache había respondido -No es un cinturón, es una bandana y va en la cabeza. Pensé que lo cojiste porque sabias que era.

-¡Cla-claro que sabía! Solo era para saber si estabas atento -refutó en un intento de ocultar su vergüenza.

-Sí, claro -respondió con ironía en medio de un bufido, quitando el accesorio de las manos del Omega y ponérselo en la cabeza de manera correcta, haciendo un nudo no tan apretado por la parte de atrás y desordenar sus cabellos azul con una mano -Ya está. Esto es así.

Woah...

Hoseok sintió la boca secarse y un jadeo morir a medio camino, Taehyung con bandana era su nuevo paisaje favorito y debilidad. Sus mejillas ardieron en un fuerte sonrojo y fue incapaz de apartar sus ojos del alfa. Y es que Taehyung era una obra de arte que Hoseok apreciaría y cuidaría en todas y cada una de sus vidas.

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¡holap!

Sé que dije que trataría de actualizar más seguido ahora que estoy de vacaciones, pero mi Internet no ha Estado colaborando las últimas semanas y estoy aprendiendo a hacer algunas cosas y se me va el tiempo, perdón por eso.

En otras noticias, he estado escribiendo un par de one shots y estaba pensado hacer un mini-fic que quizás publique en el transcurso de la semana ¿qué les parece?

Espero les haya gustado.

¡Gracias por leer! ^^

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