Prólogo.

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Sus respiraciones se mezclaban en un suave susurro, perdiéndose en la mirada contraria, en aquellas hermosas pupilas que se dilataban al verse.

Sus lobos se sentían cómodos, amados y correctos. A pesar de que la sociedad diga que su relación no es "correcta" , a ellos poco les importaba.

- Yo... quiero que me marques, Alfa. - susurro sobre los labios contrarios.

- ¿Estas... seguro? - lo miró temeroso y asombrado.

- Sí. - contestó decidido.

- Sabes que si lo hago... No habrá marcha atrás ¿verdad?

- Lo sé. - sonrió, dejando una leve caricia en la mejilla del Alfa. - Eres quien la diosa Luna destino para mí y no podría estar más feliz con esto, Tae.

- Te amo, Hobi.

- Yo también te amo, Alfa.

Sellaron su promesa de amor con un beso, lento y dulce. Hoseok no iba a mentir, estaba aterrado por lo que iría a pasar cuando su madre se enterara que alguien más lo marcó. Pero su amor era más grande que su miedo, no permitiría que otro Alfa que no fuera Taehyung lo tocará.

El beso fue subiendo de nivel y sus manos no se quedaban quietas acompañado de leves jadeos que se esparcian por el lugar. En aquel lugar, lejos del que dirán, ojos curiosos y compromisos que cumplir, se entregaron el uno al otro en algo tan carnal pero a la vez tan significativo.

Dejaron de lado sus miedos concentrándose solamente en los gemidos que se escuchaban, la deliciosa fricción de sus cuerpo y el sonido de sus pieles chocando; los besos y toques que se repartían; los únicos testigos de aquel acto eran las aves que pasaban por ahí, los árboles que los rodeaban y las suaves brisas que rozaban sus cuerpos ardientes de deseo.

El libido jugaba con sus mentes guiandolos a perder la poca cordura que les quedaba, los gemidos se escuchaban fuerte y claro, recalcando que aquel omega estaba siendo reclamado. Un gemido agudo salió de entre sus labios al momento de llegar al orgasmo y venirse manchando su abdomen y el del chico sobre él.

Taehyung gruñó bajo, terminando por correrse en el interior del mayor y dejando que su nudo se expanda; Hoseok ladeo la cabeza dejando expuesto su cuello en señal de sumisión con sus ojos cerrados y respiración errática, los colmillos del Alfa no tardaron en aparecer acercándose lentamente al cuello del pelinegro olfateando y lamiendo antes de enterrar en la suave piel sus colmillos haciéndole soltar un chillido al omega.

Desencajo sus caninos lamiendo para que sanara, ambos se vieron a los ojos cansados pero con una sonrisa radiante, ahora eran uno. Hoseok le pertenecía a Taehyung y Taehyung le pertenecía a Hoseok.

- Mi Omega...

- Mi Alfa...

***

- ¡Déjalo ir! - gritó con la furia emanando de su ser.

- ¡Vete de aquí pulgoso! - gruñó el otro Alfa.

- ¡No me iré sin mi Omega! - dijo decidido.

- ¿Esta basura? pufft. - rodó los ojos, dándole una patada al omega sacandole un chillido de dolor. - Este traidor no vale nada, debe pagar las consecuencias de sus actos. - dijo con rabia.

- ¡No te atrevas a tocarlo otra vez! ¡Te arrancaré la cabeza si lo haces! - amenazó, sus ojos cambiando de color y mostrando sus colmillos de manera intimidante.

- Intentalo. - lo retó, sus ojos también cambiaron de color poniéndose en posición de defensa.

Hoseok se sentía morir, las heridas y golpes en su cuerpo eran insoportables, sus ojos se llenaron de lágrimas que inevitablemente comenzaron a caer. No quería provocar todo esto, solo quería tener una vida normal junto al Alfa que la Diosa Luna había elegido para él, pero sabía que todo esto ocurriría tarde o temprano a causa de su decisión.

Se sentía un Omega tan inútil, había perdido a su bebé y ahora no podía hacer absolutamente nada, solamente bajar la cabeza y rendirse en sumisión para no ocasionar cosas peores.

- Hijo de puta. - tensó la mandíbula y comenzó a respirar de manera más errática. - Te voy a partir todos los huesos.

- Al menos mi madre no fue tan puta como este Omega inservible que no pudo ni siquiera cuidar de su cachorro. - dijo con desprecio.

Taehyung al escuchar eso sintió que se paralizaba, su sangre se congeló y busco con su mirada la de su amado pero este solo la mantuvo gacha apretando sus labios en un intento de acallar sus sollozos.

- N-no puede ser cierto. - respondió incrédulo. No lo podía creer, hace poco se habían enterado que serían padres y ahora su cachorro... lo había perdido.

- ¿Qué? - lo miró con sorna.-¿Creías que no me las cobraría, Kim? Ojo por ojo y diente por diente.

- Maldito. - gruño entre dientes.

- Yo no fui quién comenzó esta guerra.

- Nosotros tampoco, mucho menos Hoseok. Él solo quería ser feliz, ¡Pero ustedes son unos malditos caprichosos!

La mirada del hombre frente a él se oscureció de manera terrorífica pero Taehyung no se acobardaría, el chico en el suelo con la mirada gacha con aroma a manzana verde y canela era su Omega y lucharía por él.

Más palabras no hicieron falta, el Alfa mayor se abalanzó sobre el otro comenzando a atestar golpes que fueron devueltos de igual forma. El lobo de Hoseok estaba aterrado escuchando los gruñidos y golpes que los otros se daban comenzando a temblar, la voz aguda de su amado en un chillido lo alertó, alzó la mirada encontrándose con la terrorífica imagen de Taehyung siendo alzado por el cuello intentando zafarse.

- ¡Taehyung! - se levantó como pudo con una mueca de dolor.

- H-hyung. - lo miró preocupado. - ¡Alejate!

El hombre que lo sostenía volteo a ver al otro chico que ante la voz de mando no pudo hacer más que quedarse donde estaba; Taehyung aprovechó eso y alzó sus piernas golpeando con estas el pecho del mayor sacandole todo el aire.

El sujeto se alejó soltando su agarre intentando recuperar el aire perdido, el Alfa no perdió tiempo y corrió donde su Omega tomándolo entre sus brazos en un abrazo protector depositando un suave beso en su cabeza.

- Alfa~ - sollozó en su pecho restregando su mejilla embriagándose con el aroma a roble y vino que este poseía.

- Tranquilo... ya estoy aquí. - susurró en un intento de tranquilizarlo.

- ¿En serio crees que podrás salvarlo? - soltó una risa amarga. - Es muy tarde, mientras ustedes están aquí su manada está pagando con precio de sangre su traición.

El Omega sollozó aún más fuerte ante aquello, un simple amor había causado una masacre y todo por su culpa.

- No,no,no... ¡No te creo! - repetía Taehyung con la voz comenzando a quebrarse al pensar en su familia.

- Esta bien, no me creas. Pero te apuesto a que mis hombres se habrán divertido mucho con tu hermanito. - sonrió con sorna.

- T-tú. - lágrimas de impotencia y miedo comenzaron a rodar por las mejillas del Alfa menor.

- Se los dije. La familia Jung me traicionó ahora les toca pagar, ¡por su culpa mi hija murió!

- ¡No es nuestra culpa! ¡Ella era una caprichosa!

- ¡No te atrevas a hablar de ella sin haberla conocido, pulgoso! - se acercó a la pareja con los ojos inyectados en furia.

Taehyung escondió a su amado de manera protectora tras su espalda, él no merecía esto, tan sólo quería ser feliz.

Una nueva pelea inició donde los puños volaban por todas partes, los gruñidos y feromonas de odio abundaban en el lugar.

Al final, el menor salió ganador, el sujeto tenía sus ropas rasgadas, de su labio guindando un hilo de sangre pero sus ojos no reflejaban ni una pizca de temor o arrepentimiento.

- Si muero... - sonrió ladino porque lo iba a decir. - me voy con la satisfacción de haber profanado el honor de tu inútil Omega.

El contrario abrió los ojos en demasía volteando a ver al chico cabizbajo que apretaba los puños con vergüenza por el recuerdo.

- Tú. Vas a morir desgraciado. - gruño antes de darle un rodillas en el abdomen haciéndolo caer y se golpeara la cabeza con una roca. Pero eso no fue suficiente, tomó de sus cabellos y comenzó a estrellar su cabeza sin remordimiento alguno.

Las pálidas y temblorosas manos del Omega detuvieron su acto haciéndolo volver a la realidad viendo como de la cabeza del hombre salía un charco de sangre que lo envolvía.

- Basta... déjalo... somos libres ahora. - dijo con los ojos llenos de lágrimas.

- Hobi. - se paró del suelo y envolvió en sus brazos al mayor siendo correspondido.

- Tae... dime que todo es una pesadilla... dime que tendremos a nuestro cachorro y nuestras familias nos esperan en casa, que tu hermano va a abrazarnos y fantaseara con el cachorro y todos los juegos que harán. - sollozo.

El menor sintió un nudo en la garganta que le impidió decir palabra alguna dejando paso a las lágrimas que estaba reteniendo.

- Lo siento... lo siento... lo siento... - repetía, dejando besos en la cabeza y rostro del Omega.

Intentando consolarse mutuamente, todo era un caos, ya nada volvería a ser como antes todo lo que conocían había desaparecido. Sabían que aquel hombre no bromeaba, todo lo dicho era verdad y ahora ya nada sería normal para ellos.

Un grito desgarrador los hizo voltear encontrándose con una Omega llorando desconsolada mientras sostenía el cuerpo inerte del otro Alfa.

- Ustedes... - escupió con rabia. - Ustedes me las pagarán... ¡Me quitaron todo! ¡Todo! Ahora, ¡Ahora les toca a ustedes!

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¡Holap! Esta es la primera historia que me atrevo a publicar y estoy que tiemblo de nervios xd

Ojalá les guste 😊

¡Gracias a las personas que le dieron una oportunidad a esta historia!^^

Y... ya, no sé qué más poner aquí xd

¡Bye, bye, butterfly!

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