Capítulo 6

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Supongo que continúas leyendo porque te curaste de todos los traumas que te dejó el capítulo anterior. Bueno, yo no, pero hay que seguir narrando, pues me van a terminar despidiendo si no acabo la historia. Por cierto, ya llegamos a la mitad de los acontecimientos, así que hay que prestar mucha atención, incluso aunque estemos confundidos.

Fenris al fin encuentra el portal que estaba buscando y llega a las puertas del internado. Visualiza el coche del chófer de Crawford, así que confirma que su objetivo se encuentra allí.

Su olfato no le iba a fallar esta vez. Ni idea cuándo le falló antes, pero quedaba épico decir esa oración. Luego de detectar a su ama con su nariz, se introduce en aquella institución para buscarla.

Mientras tanto, Ánima sigue en frente de su supuesto hermano, el cual le ha revelado la verdad del universo, así que no le queda otra que creerle.

—¿Por qué me lo dices ahora? —expresa estupefacta.

—En nuestro mundo no podía contártelo —responde Crawford, manteniendo su habitual tranquilidad—. Aunque eso no evitará que consigas toda la información para que veas lo que yo.

—¿Disculpa?

—¿De verdad piensas que ha terminado y que con una disculpa se solucionará todo? ¡Ja! No me hagas reír.

—No iba a disculparme —exclama determinada, así que él frunce el ceño y ella es la que ahora sonríe—. No justifica nada de lo que has estado haciendo, has robado mundos, personas, te has adueñado de lo que no te pertenece, no importa lo que digas, para mí es atroz.

—¡Ja! —Él vuelve a reír—. Entonces sospecho que no has comprendido del todo, cuando lo hagas, vendrás de rodillas ante mí o habrás perdido la cabeza, igual con ambas me conformo.

—¡Ánima! —los interrumpe Fenris.

Ella se gira y Crawford desaparece, aunque lo escucha en su mente, como si fuera el susurro de una advertencia:

—Falta poco.

Y así, todo se aturde alrededor de ella, entonces el suelo comienza a temblar. Un pitido suena a través de su oído, la chica se agacha por el fuerte dolor, entonces es ahí cuando todo colapsa. Hay fuego, fuego en todas partes.

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