Capítulo Extra 🖤 (6)

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— Estoy seguro que esto es algo de lo más absurdo que te he visto hacer. — Cruzo los brazos sobre mi pecho. — Y recuerdo que huíste embarazada y luego te dejaste secuestrar.

— ¡Cállate y ayuda! — Grita aferrándose al tronco del árbol. — ¡Christian!

Es mi turno de poner los ojos en blanco.

— ¿Sabes que dentro del edificio hay una escalera, verdad?

Señalo hacia el dormitorio de hombres de la universidad donde Ted decidió quedarse. Aparentemente, tener 18 años y vivir en la casa de sus padres no es bien visto.

Y ni siquiera es que está solo cuando un guardaespaldas lo tiene vigilado y exigí al rector de la universidad restringir el acceso al campus solamente para los alumnos.

La necia y yo somos una excepción, obviamente.

— No puedes subir al puto árbol, pequeña necia. ¿Es necesario que sepas dónde se instala?

— ¡Es mi hijo! Quiero estar segura de que estará bien y tiene todo lo que necesita.

— Te has vuelto loca mujer, ¿Crees que pasas desapercibida colgada del árbol?

— ¡Ni siquiera puedo subir porque no me ayudas! — Chilla.

— No puedes subir porque tienes casi 40 y un vestido tan corto que se levanta cada vez que respiras.

Instintivamente se lleva las manos al culo donde el borde del vestido apenas lo cubre. ¿Es esto alguna jodida crisis de la mediana edad?

— El vestido está bien, Christian. Son tus ojos los que no dejan de mirarme esperando ver las bragas.

— Quiero ver mucho más que las bragas. — Sonrío. Estiro la mano para acariciarla pero me detengo cuando recuerdo en dónde estamos. — Vamos a casa, Phoebe ya debe estar ahí con Prescott.

— Solo quiero mirar... — Sale de su escondite detrás del árbol pero topa de frente con un grupo de chicos.

— ¿Qué hacen aquí? — Pregunta el de los ojos azules idénticos a los suyos.

— Estábamos en el vecindario. — Sonríe agitando la mano. — ¿Todo bien?

Ana echa un vistazo al grupo detrás de Ted, pero sus jodidas caras sonrientes me hacen fruncir el ceño.

— Hey Ted, ¿Es tu hermana mayor? — Pregunta uno de ellos.

— Es muy guapa. — Agrega otro.

— Eww, es mi madre, idiotas. — Mi hijo los enfrenta. — No se atrevan a mirarla de forma incorrecta o les sacaré los ojos.

— ¿Ah, si? — Pregunta el tercero. — ¿Tú y quién más?

— Mi padre. — Ted me señala.

Mi expresión fría no cambia cuando me vuelvo el centro de atención del grupo de jodidos universitarios mirando a mi esposa.

— Ella es mía. — La atraigo hacia mi costado. — ¿Alguna duda?

Los chicos fruncen el ceño antes de mirarse entre si, sus vistas luego posándose en algo detrás de mí, o en alguien. Por el rabillo del ojo veo a Taylor en su traje negro de siempre y mostrando el arma enganchada en la cintura.

— Tu papá da miedo, Ted. — Dice uno en voz muy baja.

— Me da más miedo su guardaespaldas.

Los chicos miran alrededor, donde los otros dos elementos de seguridad se dejan ver, sin contar al hombre asignado a Ted parado en la entrada del edificio.

— No deja de mirarnos...

— ¡Dile que se vaya! — Siguen susurrando hasta que decido intervenir.

— ¿Theodore?

— ¡Mierda! ¡Lo hicieron enojar y ahora va a desquitarse conmigo!

Casi puedo verlos meandose los pantalones mientras corren de vuelta a los dormitorios, Teddy riendo a carcajadas cuando se alejan.

— ¿Eso era necesario? — Ana se suelta de mi agarre.

— Tal vez no necesario pero si divertido, mamá. — Ted sonríe. — Papá es un blandengue que no asustaría a nadie si de verdad lo conocieran.

¿Un qué?

¿Un jodido blandengue?

Antes de que pueda gruñir una amenaza a mi hijo, Ana coloca su mano en mi pecho y le lanza una mirada dura.

— Theodore Raymond Grey, ¿Cómo te atreves tú a hablar así de tu padre? Que sea amable contigo no quiere decir que lo sea con todos, y Dios sabe que es un dolor en el culo cuando se lo propone.

Mis ojos se entrecierran para mirar a mi esposa.

— ¿Se supone que eso es mejor? ¿Un dolor de culo?

— Teddy no necesita saber todos los detalles así que lo mantengo bonito para él. — Dice bajito. — No provoques a tu padre o te enfrentarás a las consecuencias. ¿Crees que puedes ir por la vida retándolo y siendo impertinente?

¿Qué?

La veo poner las manos sobre su cadera y fruncir el ceño para enfatizar su molestia.

— No, señor. Tienes que obedecer y seguir las reglas porque son para tu propio bien, sin preguntas ni quejas, ¿Entendido?

Ted mira de ella a mi y viceversa.

— Entendido. ¿Ya me puedo ir?

Ana asiente mientras yo la miro sin tragarme todo el puto  discurso motivacional.

— Los chicos de ahora pueden ser realmente insoportables. — Sacude la cabeza y gira para mirarme.

— ¿Te golpeaste la cabeza tratando de subir al puto árbol? ¿O solo te mordiste la lengua? — Apoyo la mano en mi barbilla. — Porque eso es todo lo que he estado diciéndote los últimos 18 años.

Su expresión petulante no cambia.

— Ya lo sabía, solo que creo que no aplica para mí.

— ¿Lo sabías? ¿Y lo admites después de 18 años?

— No tienes por qué lucir tan sorprendido, Christian.

— ¡Eres una jodida necia! ¡He estado diciéndolo todo el puto tiempo! ¡Debería azotarte solo por eso!

— ¡Uy! — Sus ojos brillan con diversión. — ¿Aquí?

Mira a ambos lados de la acera en la que estamos parados.

— ¿Perdiste la jodida cabeza? ¿Quieres coger en un campus lleno de estudiantes hormonales?

Se lleva las manos a la cintura y las desliza hacia abajo sin dejar de mirarme.

— ¿Quieres parar? — Gruño. — No tienes que dar un jodido espectáculo.

Ella no se da cuenta que otros estudiantes que caminan por la zona no han dejado de mirarla porque es una mujer atractiva.

— ¿Qué paso con la mierda de ser obediente?

— Lo dije para Ted, así que olvídalo. Mejor llévame a casa porque estoy de humor para tener sexo.

Decido no discutir porque es lo más sensato que ha dicho en el día, sin mencionar el jodido discurso que usó para defenderme.

¿Yo, un blandengue?

¿En qué jodido momento pasó eso?





~ 🖤 ~

¡Hola!

He estado un poco ausente lidiando con un poquito de bloqueo, pero ahí voy poco a poco.

Este es el último de los extras que tenía originalmente planeados, pero no descarto que suba uno más.

Olvidé que ayer cumplí mi segundo año en Wattpad y me sorprende ver que han sido productivos y seguimos, tengo como pendientes continuar Tuya y No es Amor, y lanzar las otras cuatro que tengo todavía en borrador.

Gracias por todo su apoyo, porque sin duda no habría logrado nada de esto sin todas y cada una de ustedes.

Las quiero! 🥰😍😘❤️

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