• Parte 3

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Restaurante The Wilson

Los cuatros se sentaron en una mesa cuadrada, habían quedado en pareja, Colin y Autumn, y April y Oliver, a pesar de que el rostro de la interesada quedó incómodo por tener que sentarse al lado de él. No pasó mucho tiempo para los atendieran ya que Evanson había hecho una reserva.

Charlas iban y venían hasta que Oliver contó que hacía mucho tiempo no conocía a alguien con quien compartir los viajes que él hacía, ya que el trabajo que hacía era fotografiar paisajes para una revista.

Autumn le tocó la pierna con su pie a ella para que le dijera algo y esta la miró.

—¿Y te vas por mucho tiempo cuando te envían?

—Depende lo que quieran que fotografíe, a veces me ausento por tres meses porque aprovecho en ir de un país a otro si están cerca.

—Te haces el itinerario —comentó April riéndose un poco.

—Más o menos —rio también—, cuando es por mucho tiempo suelen darme tres países para fotografiar distintos puntos turísticos alrededor del mundo y que sean limítrofes o que por lo menos pueda ir con un viaje corto en tren, autobús o coche.

—Pero ¿pides tú solo tres países en ese período de tiempo o ellos ya saben que son tres países por tres meses? —quiso saber April.

—Yo los pido porque si bien me encanta mi trabajo, no quiero estar por más de tres meses fuera de mi departamento.

—¿Y luego? —preguntó de nuevo.

—Y luego descanso un mes y regreso al trabajo.

—¿Estás siempre de avión en avión?

—No, a veces yo pido quedarme en el país y fotografiar las ciudades o ir a países limítrofes también, como por ejemplo Canadá, Groenlandia o México.

—Entonces no solo eres fotógrafo de paisajes —le reprochó la joven mujer y él se rio.

—Bueno, no tan así, pero solo fotografío edificios cuando me quedo aquí o en otras ciudades.

—¿Y cuando estás de viaje? ¿No las fotografías?

—Sí, también.

—¿Y has dicho que quieres compañía para viajar?

—Sí.

—Pues estoy soltera —declaró April sin dar vueltas y Autumn tosió por haberse ahogado con la bebida que estaba tragando.

«Flash un poroto al lado de mi cuñadita», caviló y entrecerró los ojos.

—¿Estás bien? —le preguntó su marido tocándole la espalda.

—Sí, gracias.

Aquellos dos parecía que no necesitaban más un empujón, sobre todo April que al principio estaba retraída y nerviosa.

Tras cenar, pagaron y se retiraron para continuar la salida en un bar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro