Capitulo 22

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Luna observaba al muchacho sonriente frente a este, aquel nombre, aquel apodo que había escuchado de sus propios labios había causado un impacto en su interior el cual ahora sentía como le causaba una sensación de cosquilleo por todo el cuerpo tanto como un disgusto en su boca.

Ese era un nombre cuanto menos curioso para ella, su sola mención había sido algo que le había sacudido en anteriores ocasiones por más que fueran coincidencias.

Si, eso debía ser, tal como todas las veces anteriores donde se había enfrentado a situaciones similares y que todo resultaba ser una molesta coincidencia que el alcohol terminaría de borrar de su mente a los pocos días con el cual podría asumir otro día más, solo sería cosa de tiempo y de aceptarlo... aunque fuese alguien con quien quería volver a tener algún mínimo de cariño.

Tenia muchas dudas, tantas como suposiciones de que era lo que estaba ocurriendo y ninguna lograba terminar de convencerle, más su extraña sensación fue algo que ambos jóvenes pudieron notar, siendo el mayor de ambos quien decidió tomar la palabra.

- Esto... ¿Tía?

- (Asustada) ¿Uh? ¿Eh?

- (Sorprendido) S..Supongo que es muy pronto para llamarle así.

- ¿Eh? Ah, sí, no, o sea, aún no me hago la idea, aunque agradezco que al menos ya no estás nervioso.

- Bueno, - Comienza a rascar su cuello con algo de incomodidad – Algo me dice que puedo confiar en usted, no lo sé, como instintivo, además alguien tan famosa con usted no tendría por qué venir hasta aquí y hacer tanto juego e investigar tanto solo para hacer algo raro.

- Tienes un pensamiento bastante extraño, como si esperaras que ocurriera lo peor.

- ¿Usted cree?

- En eso es igual a papá. – Dijo Logan interviniendo antes de volver a esconderse detrás de su hermano.

Luna miro de reojo a su "sobrino", aquel color de cabello, pecas y nombre estaban revolviendo su interior en una mezcla de sensaciones que era incapaz de comprender, como si su estómago se estuviese comprimiendo a si mismo mientras que un gusto amargo comenzaba a inundar su boca, más para solventarlo cambio su mirada y se enfocó en el pequeño de cabello blanco, quien no hacía más que cubrirse inútilmente detrás de Lemy.

- Vamos chico, no muerdo.

Si bien Lemy se sentía un poco avergonzado por esa forma tímida que tenía de ser su hermano con extraños adultos, dado que él estaba también intentando procesar esa información no lo podía culpar.

- Discúlpelo... ¿Tía?

- Ash, no, no, that's hurt, no me digas así, me hace sentir vieja, dime solo Luna.

- No creo que sea correcto.

- ¿Tan difícil es llamar por el nombre a una persona?

- Considerando que es alguien mayor, es algo irrespetuoso.

- (Pensando) Ese no es mi pensamiento, ese es el de Lincoln (A Lemy) ¿Mi hermano te crio estrictamente eh?

- Bueno, en parte fueron mis abuelos, en parte mis padres, supongo que me es más cómodo así.

- ¿Tus abuelos? ¿Vienen muy seguidos el calvo ese y la del trasero grande?

- (Molesto) Señorita Luna, le pido que no use ese lenguaje cerca de Logan.

- Oh, sorry.

- Además, no tengo idea de quién se refiere, el abuelo Adam no es calvo.

- Uh... Duh ¿Lynn?

- ¿Lynn? ¿La tía Lynn? No entiendo... espere, ¿No se estará refiriendo a los abuelos por parte de papá?

- ¿Cómo no saben ni siquiera el nombre de sus abuelos?

- Nunca los hemos visto, - Dijo Logan quien volvió a asomarse – Papá y tía Luan dijeron que fallecieron hace mucho.

- ¿Q..Qué?

Aquellas palabras dichas en parte con inocencia y en parte con confusión causaron un fuerte impacto en Luna, pues lo que el pequeño había dicho asumiendo que era algo de conocimiento general para la familia, sobre todo si ella supuestamente era su tía, por lo que ver como esta se dejó caer sobre el respaldo del sofá mientras miraba al cielo fue algo que el pequeño no esperaba, tampoco Lemy quien podía observar como la expresión de la animada mujer con la que estaba conversando lentamente comenzaba a deformarse en una mueca de incredibilidad.

- ¿Es..Están seguros?

- (Incomodo) Bueno, papá nunca nos dio detalles – Posa uno de sus brazos sobre el hombro de su hermanito – Solo sé que no se llevaban bien y papá nunca más los volvió a mencionar, lo poco que sabemos es por tía Luan.

- Heavens...

Luna podía sentir como el de por si incomodo nudo que tenía en su garganta por hablar con el muchacho castaño frente a él se acrecentaba, casi como si no pudiese respirar o tragar al punto de tener la intención de masajear su garganta en un intento de disolverlo, pero sentía que ni aun así lo lograría.

No tenía el mejor recuerdo de sus padres, los últimos sucesos antes de salir de esa casa habían resquebrajado bastante su relación al punto que apenas si aparecía mientras aun guardaba algún lazo con Luan, cuando se alejó de está ni siquiera se esforzó por mantener un mínimo de conocimiento sobre estos al punto que originalmente lo primero que haría seria intentar ir donde estos y luego con las demás, siendo Lincoln el primero solo por aquella casualidad, pero ahora no podía, ninguno de los chicos parecía ser de los que mentían, y si era así, ella...

- ¿Está bien?

- Yo... necesito procesar un poco esto, yo... estuve algo lejos de la familia por un tiempo, no... no sabía.

- L..Lo lamento señorita Luna. – Dijo Lemy solemne.

- Lo siento. – Dijo Logan apenado.

- No, no, yo soy la que se alejó y no sabía, no es... sigh, su culpa.

Lemy en ese momento se acercó a la cantante, abrazándola.

- No es fácil perder un padre, lo siento mucho.

El corazón le dolía a Luna, era una noticia impactante, por más que las cosas sucediesen como lo hicieron seguían siendo sus padres y ni siquiera estuvo presente para su funeral, aquel deseo que tuvo de volver a ver a su familia completa ya estaba perpetuamente acabado cuando ni siquiera había empezado, debería estar completamente desolada, y, aun así, ese abrazo parecía ser todo lo que necesitaba en ese momento.

- Gracias chico.

Se dejo abrazar por el muchacho, aquel confort que le transmitía con solo esa silenciosa interacción y no dijo nada más, Lemy, por su parte, tampoco hizo esfuerzo alguno en romper aquella interacción.

Logan, por su parte, observaba a su hermano abrazar a su "tía" en silencio, era algo que no terminaba de comprender la facilidad con la que este había permitido que ella ingresara cuando siempre había sido tan estricto con la entrada de desconocidos, puesto que las únicas personas que aceptaba eran familiares si no estaba su padre, y aun así estaba abrazado en aquel silencioso abrazo, por lo que prefirió al menos avisarle a su padre, encaminándose a su cuarto para buscar su móvil.

Solo que en el momento en que se encaminaba hasta su cuarto pudo ver como la puerta de la habitación de su padre estaba entreabierta, algo que le extraño, ingresando solo para comprobar si todo estaba en orden antes de notar al jadeante hombre que yacía recostado sobre esta.

- ¿Papá?

Debido a que la habitación se encontraba a oscuras no pudo distinguirlo bien inicialmente, pero tras encender la luz pudo notar que realmente se trataba de su padre, quien yacía tirado en la cama mirando hacia el techo con su traje todavía puesto.

- Hey papá, ¿Cuándo llegaste?

El pequeño se acercó rápidamente a este, pues estaba extrañado de no haberlo sentido, notando al estar frente a él como su rostro se encontraba inusualmente enrojecido y este respiraba con dificultad.

- ¿Papá?

- L..Logan...

- (Preocupado) Papá, ¿Estás bien?

- S..Si... solo... necesito descansar...

La voz del hombre denotaba el esfuerzo tuvo que hacer para poder decir esas pocas palabras, algo que incluso Logan pudo sentir y aumento su preocupación, acercándose a este y tocando su frente solo para notar lo caliente que esta estaba.

- Iré a decirle a mi hermano.

- N..No...

La voz de Lincoln no llego a su hijo menor quien salió corriendo de la habitación.

- (Asustado) ¡Lemy! ¡Papá está en casa y no se encuentra bien!

El niño ni siquiera había salido de la habitación cuando grito, asustando al dúo que seguía abrazado en silencio siendo Lemy quien reacciono más rápido.

- ¿De qué hablas Logan?

- ¡Papá está en su cama y se encuentra mal! – Dijo antes de quedar frente a él y tomarle de la mano, tirándolo en dirección a la habitación.

- ¡¿Qué?!

Ambos rápidamente se encaminaron hasta el lugar, llegando rápidamente a la habitación mientras el adolescente notaba que efectivamente su padre se encontraba allí, observando el rostro de este.

- H..Hijo.

- (Preocupado) ¡Papá!

Rápidamente este se acercó a su padre, palpando su rostro mientras el hombre se esforzaba por enfocarlo, ignorando como su hermano menor se aferraba a este por enfocarse en el adulto.

- Tran..quilo, solo necesito... descanso...

- No digas tonterías, estás ardiendo.

- Ya tomé... medicamentos... solo necesito... descansar...

- ¡Pero! – Dijo Lemy.

- (Al borde del llanto) Papá...

Lincoln tomo la mano de Logan, obligándole a mirarle mientras se incorporaba lentamente y tomaba con su otra mano la de Lemy.

- Estoy bien... créanme.

Desde la puerta, Luna observaba como ambos chicos visiblemente angustiados se habían reunido con el enfermo hombre, sin importarle pedir explicaciones o siquiera presentarse, la mujer solo observaba en silencio aquella escena mientras veía de reojo al preocupado adolescente.

- Chicos, él no les va a hacer caso, es testarudo cuando se trata de él.

Más que tener la intención de decírselos, aquello fue un pensamiento que se le escapo a Luna, provocando que la mirada del peliblanco se centrase en esta, pudiendo ver como se deformaba ligeramente su rostro en una expresión de molestia.

- Dime lo que quieras después, ahora no estás bien.

Y así fue como partió de la habitación hacía la cocina con el objetivo de poner algo helado sobre la cabeza de este, Lincoln por su parte sentía como su cuerpo tiritaba, aquello era peor que cualquier desgracia que pudiese haberse imaginado y ni siquiera tenia las fuerzas para poder sacarla de allí.

- Lemy, sácala de aquí.

- ¿Eh? Pero papá, ahora eso no impo...

- Sácala, no tiene permitido entrar... a esta casa...

Lincoln apenas si podía mover su cuerpo, lo sentía realmente pesado e incluso veía borroso, sintiendo como cada bocanada de aire podía ser la última y, aun así, comenzó a levantarse de la cama ante la vista y preocupación de sus hijos.

- Papá, recuéstate.

- Ella no puede... estar aquí.

En ese momento Luna llego con una toalla mojada, fue lo primero que encontró e ingreso a la habitación en dirección hacía Lincoln.

- Ten, esto te va...

Reuniendo la poca fuerza que le quedaba, el peliblanco golpeo la mano de la mujer, provocando que la toalla cayese al suelo.

- ¡Lárgate!

- Lincoln.

- ¡Lárgate, no te... quiero cerca... de mi hijo!

- No estás bien, déjame ayudarte.

- ¡Qué te largues!

En ese momento el hombre colapso, cayendo en la cama.

Los jóvenes se notaban visiblemente asustados al punto de que Lemy no tardo en sacar su móvil y comenzó a llamar al hospital, Logan por su parte se aferro a su padre intentando que este despertara mientras lo llamaba, pero Luna, por su parte, miro dolida la situación.

- Aleja..te... de... Lemy...

Casi como un último suspiro y con total dificultad, el hombre susurro aquellas últimas palabras.

Unas que todos pudieron oír.


En ese momento, hogar de Lynn

La castaña observaba con ojos decaídos la mesita frente a su sofá, cuestionándose algo tan mundano como el momento en donde la había obtenido, algo que no recordaba, era como si aquel mueble hubiese aparecido y ya, un elemento que ni siquiera pensó o se hizo la idea, pero se había integrado a su vida y antes de que se diera cuenta ya formaba parte de su rutina, un pensamiento sencillo pero que le ayudaba a cuestionarse la situación que tenía en frente.

No era raro que Lisa comenzara a darle una catedra sobre su situación, más ahora que había tenido recientemente un ataque y había golpeado el espejo que tenia en su habitación hasta saciarse, lacerando sus manos en el proceso, algo que apenas si le provocaba una sensación de cosquillas en sus nudillos, pero que había activado la alerta en su hermana, provocando nuevamente esa charla que a ese punto de su vida no solo encontraba innecesaria, sino que molesta.

- ...lo que provoca que tu nivel de glóbulos rojos aumente exponencialmente, esto podría...

- Lisa, llevas media hora hablando y lo único que he entendido es que no entiendo nada de lo que hablas.

Lisa solo levanto su vista de los papeles que tenia en sus manos, enfocando su cansada mirada en su hermana mayor.

- Esto no es un juego Lynn.

- Lo es, desde el primer momento aposte y dije que ganaría como siempre lo hago.

- No es esa clase de juego, tu vida esta en un punto crítico, el ataque que tuviste fue especialmente dañino y los últimos estudios no han revelado nada bueno, ¿Siquiera pudiste entender eso?

- Tsk.

- Lynn, esto es serio.

- Y tú me aburres seriamente.

- Tienes un pie en la tumba, tu cerebro ya no esta siendo capaz de procesar bien el compuesto y tu sistema inmune esta comenzando a descontrolarse, podrías tener un ataque alérgico o incluso...

- Lisa, - El tono imperativo de Lynn logro amedrentar a la cansada muchacha, quien solo se encogió al ver que esta se levantaba y se ponía frente a esta – Solo limítate a hacer más suero, ¿Ok? Soy una adulta y se lo que hago.

Lynn se dio media vuelta y comenzó a caminar con la intención de olvidarse de la molesta charla que su hermana había sostenido aun cuando las últimas palabras de esta seguían retumbando en su cabeza.

Muerte, era algo que no había sopesado, lo veía como algo sumamente lejano y que no le podría pasar a ella, después de todo seguía dietas estrictas y hacía deporte, su cuerpo era sumamente saludable y no consumía ninguna sustancia extraña que no fuese el suero para el rendimiento que le entrego Lisa y que tanto esta insistía en que dejara, algo que no quería ni iba a hacer... aunque le costase la vida.

Pero, aun así, ese último pensamiento formo un escalofrío que recorrió todo su cuerpo al punto de que se vio en la necesidad de abrazarse a sí misma, quedándose detenida en el pasillo rumbo a su habitación, era casi como si la temperatura hubiese bajado de golpe y ahora no pudiese controlar su cuerpo, viendo como su mano tiritaba violentamente, vomitando violentamente en ese momento.

- ¡Lynn!

Lisa se acercó rápidamente a su hermana quien ahora se encontraba arrodillada, apoyada sobre la acida sustancia que ella misma había soltado sin ser capaz de controlar el frío de su cuerpo.

- ¿Morir?

- Lynn, vamos. – Dijo Lisa mientras intentaba ayudarla a levantarse.

- Lisa, yo... ¿Voy a morir?

- No digas eso, te ayudare, pero tienes que dejar que te ayude.

- Entonces... ¿No voy a morir?

- Lynn, por favor, deja de luchar y levántate.

- No quiero morir, no quiero morir, no quiero morir, no quiero morir...

Lynn solo era capaz de repetir esa frase una y otra vez, llevando sus manos hasta su cabello mientras lo jalaba con fuerza, logrando arrancar varios cabellos que fueron incapaces de resistir el agarre de su portadora.

Crisis de pánico, arranques de ira, hambre extrema, sollozos espontáneos, entre otras cosas que ya eran usuales en Lynn desde hace casi 2 años y a Lisa solo le quedaba combatir, no era la primera vez que le mencionaba lo grave que era su situación, pero era la primera vez que hacia una alusión a la posibilidad de que Lynn pudiese morir.

No tenia pensado hacerlo, tenia miedo de hacerlo, las reacciones de Lynn eran impredecibles y el peor escenario fuese ser completamente ignorada o sufrir un ataque serio, al menos solo fue una crisis de pánico en un punto manejable, pero eso no lo hacía más fácil de sobrellevar.

Lynn lloraba mientras seguía arrancándose cabellos, ya ni siquiera sabia si era por culpa del suero o si era la fuerza de Lynn, hablando del temor a la muerte, como su vida podría desvanecerse de la nada mientras Lisa intentaba levantarla para poder ayudarle a cambiar su ropa, escuchando de primera mano el llanto de esta mientras no paraba de gritar la misma frase una y otra vez.

- ...no quiero morir, no quiero morir, no quiero morir, no quiero morir...

Lisa estaba cansada, no podía con el peso de su hermana y menos con la punzada a su corazón que este le producía, siendo que esta solo podía quedarse allí, intentando darle algo de confort que sabía era inútil.

Porque ella ya lo había descubierto.

Mejor dicho, ella ya lo sabía.

El cuerpo de Lynn supero el umbral donde podía hacer algo, al menos con la ciencia y tecnología disponible, ella no podría curar a su hermana.

Su deterioro era a nivel celular, peor que un cáncer, más agresivo que este.

Quitarle el compuesto solo retrasaría los síntomas y aumentar su esperanza de vida, más todo era teórico, la única certeza era el deteriorado estado del cuerpo de su hermana.

¿Podía decírselo?

No podía, si algo mantenía viva a su hermana era su fuerza de voluntad, ya ni siquiera podía asociarlo de forma científica, era la firmeza que tanto caracterizo a su hermana lo que le permitía levantarse y seguir haciendo su diario vivir, más aún cuando este estaba enfocado en actividades deportivas.

Pero aquella droga había calado a su mente hace mucho, era una adicta, lo sabía perfectamente, necesitaba primero recuperar a la Lynn que siempre conoció antes de quitarle esa sustancia, necesitaba que esta peleara contra sus propios deseos para poder darle más esperanza, era lo único a lo que ella podía aferrarse en ese momento.

La ciencia le había fallado tanto como ella le había fallado a su hermana.

Por lo que solo podía tener fe.

Fe en su hermana, fe en que ella soportaría y se sobrepondría a algo que no debió crear.

Era lo único que le permitía soportar aquella pesadilla en que se había convertido su vida.

- Ayúdame Lisa, por favor.

- Solo hay... una manera, y sabes perfectamente cual es.

- Yo... no, no puedo, no debo, es lo único que me permite seguir jugando.

- Lynn, por favor, esa cosa es la que te está destruyendo.

- P..P..Pero, ¿Y mi carrera?

- ¿Tu carrera es más importante que tu vida?

La deportista agacho su cabeza, mirando al suelo nuevamente, pensativa.

- No lo sé.

- Lynn, a eso solo existe una respuesta.

- ¿Y que tendría si lo dejo?

- Hay muchas más cosas, tengo fe de ello.

- ¿Me... lo prometes?

Lisa quería decir que si, incluso había reunido el aire para hacerlo, pero el sonido no salió.

No pudo, no fue capaz de mentirle tan descaradamente, no después de haberla orillado a eso, por lo que termino tragándose sus palabras mientras evitaba el contacto visual.

- Me asegurare de hacer desaparecer el suero.

Dicho eso, la castaña de lentes soltó a su hermana, dirigiéndose a su habitación, dejando sola a Lynn.

- N..No me lo prometió, no lo hizo, no me lo prometió... ¿Por qué?

Esta estaba por levantarse y encaminarse hacia donde Lisa, sentía que era algo tribal, pero aun así necesitaba esa respuesta, en ese momento no se sentía capaz y requería de un apoyo con el que sostenerse, caminando torpemente hacia la puerta cerrada de esa habitación y deteniéndose en el camino solo por la vibración que su móvil estaba emitiendo, lo que provocó que terminase desviándose hacía su propia habitación.

Observo el teléfono en sus manos tanto como las vendas que envolvían a estas, ambas representaban los dos deseos que ahora inundaban su corazón, el cómo no se quería rendir para continuar ganando sin importar que y su esperanza de poder liberarse de todo para estar finalmente en calma sin aquella angustia que le perseguía.

El leve ardor que aun sentía en sus manos pudiese haberla detenido, solo hubiera necesitado estar convencida, pero el recuerdo de su hermana evadiendo la pregunta fue lo que le termino impulsando a aceptar la llamada.

- ¿Diga?

- ¿Lynn? Finalmente me contestas, creía que te habías olvidado de mí.

- No Antony, solo estaba... pensando, ¿Qué ocurre?

- ¿Ok? En fin, ¿Recuerdas el torneo para caridad de artes mixtas? Dijeron que aun preferirían a alguien enfocado en las artes marciales, pero si harían la excepción contigo, ¿A que soy genial?

- Antony, yo no...

- ¿Qué? ¿No quieres participar? ¿Acaso te intimidaron las otras luchadoras?

- No...

- Vamos, sé que barreras el piso con ellas, ¿A que no te emociona? Será una buena publicidad, ya lo veo venir, alzándote con la victoria cuando no estas dedicada al 100% suena bien.

- Si, tienes razón.

- Claro que la tengo, hablo con la gran Lynn Loud, la imbatible, tu solo destroza esa competencia y yo me encargo de todo lo demás, aunque... hay un problemilla mi querida amiga, adelantaron la fecha por algo que ya ni me acuerdo, así que será la próxima semana, ¿Algún problema?

Lynn guardo silencio por un momento, pensativa.

- ¿Estas ahí? ¿Lynn?

- ...

- ¿Qué? ¿Acaso temes perder?

- Yo no pierdo ante nadie.

- Ese es el espíritu, ¿Entonces es un sí?

- Diles que les voy a patear el trasero a todos.

- (Feliz) Perfecto.

La llamada no duro mucho más, quedando Lynn en silencio mientras veía el velador adaptado junto a su cama y lo abría, viendo las dosis que aun le quedaban allí, suficientes para una semana más.

Acerco lentamente su mano, pero se detuvo en el aire, recordando las palabras de su hermana.

- "¿Tu carrera es más importante que tu vida?"

La mano de Lynn se mantuvo intacta, a la espera de la resolución de aquella batalla que libraba en su interior.

Una que duro unos minutos antes de decidir que era lo mejor para ella.


Al día siguiente, casa de Lori

Las mañanas en Royal Woods siempre eran tranquilas, era algo que Lori pudo notar en el momento en que se separo de su familia y comenzó a entender aquella fama que obtuvieron ella y sus hermanos cuando eran más pequeños, sobre todo al señor Quejón, incluso en ocasiones se preguntaba como habrá sido su vida desde que ella se fue hasta antes de partir.

El hombre tuvo durante mucho tiempo una actitud agria con la familia siendo convencido solo por la comida de su padre y ahora lo entendía, pero que el hombre una vez falleciese dejase en su testamento un agradecimiento a su familia por hacer divertidos sus últimos años es algo que guarda profundamente en su corazón, pues tuvo una muerte pacifica, en la tranquilidad del sueño, algo que muchos agradecerían... algo que hubiese gustado fuese el caso de sus padres.

Aquel pensamiento revoloteo en su cabeza y tuvo que dejar su taza de café en la mesa, mirándola pensativa.

Quizás su relación tambaleó con ellos cuando tuvo cierto "incidente" a temprana edad, pero no iba a negar que sus padres los amaban, le tuvieron hasta que ellos decidieron partir y le apoyaron con parte de los gastos siempre que podían, eran buena gente, no se merecían un destino tan aciago, tampoco podía culpar a su hermano, fue un accidente después de todo, sus padres habían ido a por el tras finalmente encontrarlo, ella hubiese ido si no fuese porque tenia una entrevista ese día y no podía faltar, algo que en parte le daba escalofríos, si ella se hubiese unido como quería, tal vez...

Sacudió rápidamente su cabeza, no quería pensar en ello.

Lo único que le quedo del recuerdo de sus padres fue su intento de reponer las grietas en la relación de la familia.

Tanto como por deseo propio como por conmemorar su memoria, ella ansiaba volver a reunirse con todos sus hermanos, la mayoría solo era cosa de convencerles de hacer una junta casual, pues solo estaban lejos o viviendo su vida, sabia que los dos peores casos serían Lincoln y Luna, Lincoln al no estar interesados en ellas y Luna por ser una estrella y no haberse comunicado en tanto, posiblemente habiéndolos olvidado.

Lincoln era el más accesible, al menos sabían donde estaba, además sabía que aun guardaba cariño por Luan, solo necesitaba poder explotar eso para volver a llegar al corazón de su hermano, algo que su terca hermana parecía no querer comprender.

Un intento frontal solo provocaría el rechazo, eso era obvio, no entendía por qué Lily quería irrumpir en su hogar hasta que este les hablara cuando eso solo aumentaría el odio que este sentía por ellas, aquel pensamiento le obligo a masajear el tabique sobre su nariz, sintiendo lo arrugado que este estaba, teniendo un pensamiento fugar.

- "Posiblemente ya tenga una arruga ahí".

Un pensamiento simple, pero que le recordó algo: el tiempo estaba pasando.

Se dejo caer en el respaldo de la silla, era demasiado temprano para pensar aquellas desagradables cosas, más cuando finalmente tenia la casa para ella sola al menos por unas horas más, su hijo se fue con su novia, no importaba si este no lo quería reconocer, era conocimiento general que él y ella se querían, su esposo volvería a intentar hablar con su familia, algo que ella ya daba por caso perdido después de tantos intentos fallidos, su hermana y Loan habían salido, probablemente al centro comercial o cualquier lugar que le gustara a Lily, lo que le daba su hogar para ella sola durante unas horas más.

- Es agradable tener algo de paz para variar.

La mujer se encamino hasta la nevera y saco un galón de helado, dirigiéndose hasta el sofá y encendiendo la televisión colocando el primer programa que le llamara la atención.

No se molesto en pensar demasiado más allá de ver una teleserie y comer helado, ayer ya había tenido demasiados disgustos conversando con la nada cooperativa Luan y posterior discusión con Lily durante todo el viaje de regreso, así que estuvo allí hasta que sintió la puerta de entrada abrirse, notando que no era otro que su hijo.

- Hola cariño, ¿Qué tal tu pijamada?

- (Molesto) No fue una pijamada.

Lori solo esbozo una sonrisa mientras se incorporaba para ver mejor a su hijo.

- ¿Entonces?

- ¿Entonces qué?

- Vamos, nadie va a una junta con su novia y dice que no hace nada.

- No somos novios, es solo una buena amiga.

- Lo que tu digas Pancho.

El joven era un adolescente promedio en varios aspectos, principalmente con rasgos de Lori al punto que más de una vez habían confundido a Roberto con un conocido o un niñero cuando era más pequeño, algo que si bien molestaba a su esposo no fallaba en hacerle reír a ella, pues el muchacho era rubio, de ropa simple y solo facciones de su lado "Loud", si no fuese porque desarrollo el mismo gusto por la comida picante que su esposo hasta ella dudaría que estuvieran relacionados.

- Por cierto, ¿Dónde está Loan?

- Tú hermana salió, creo que con Lily.

- ¿Creo?

- Por favor, ya es bastante mayor para que tenga que controlar todo lo que hace.

- Aun así, un poco de preocupación no viene mal de vez en cuando.

- Ya me preocupé suficiente por ella y ella ya es adulta, ahora tiene que vivir su vida.

El desinterés de Lori solo molestaba más al muchacho.

- ¿Entonces el próximo año cuando cumpla 18 puedo hacer lo que quiera no?

- No empieces de nuevo, tienes que terminar tus estudios, hasta Loan lo está haciendo.

- Si tanto dices que uno puede hacer lo que quiera como lo haces con Loan, entonces yo...

El repentino sonido de la puerta siendo golpeada interrumpió al joven, esa no era la primera vez que tenían una charla similar así que decidió no molestarse más y dirigirse a su cuarto, cerrando con fuerza la puerta, Lori, por su parte, solo masajeo su frente en un intento de calmarse, repitiéndose una y otra vez que solo era una faceta rebelde culpa de la adolescencia y ya se pasaría, algo que repitió hasta que la puerta volvió a ser golpeada, encaminándose mientras agradecía en parte que le hubiesen interrumpido aquella tonta charla de adolescente, abriendo la puerta sin mucho interés.

- ¿Diga?

- Hola hermana.

Era un extraño sentimiento, si bien intentaba mantener todo el contacto posible con sus hermanas, que estas le visitaran no eran tan común, pero seguía siendo una grata sorpresa para ella, más cuando esta ni siquiera aviso su llegada.

- (Feliz) ¡Por dios! Me hubieras avisado que venias.

- Quería darme una vuelta por la ciudad y recordar viejos tiempos, ya sabes, visitar a papá y mamá.

- Aun así, que felicidad verte.

- A mí también me da gusto verte Lori.

- Bueno, pasa de una vez, no sabes la falta que me hace conversar algo agradable con alguien.

- Y pensar que escucharía decir eso de mi alguna vez en mi vida.

- Jajaja, eres un encanto Lucy.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro