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Sonrió enormemente cuando vio a los pájaros volar por detrás de la ventana, colocándose de puntitas sobre el banquito para poder ver mucho mejor, sin tener mucho en cuenta que el pobre banquito comenzaba a deslizarse por el suelo.

Estiró su dedo sobre la ventana, como si estuviera tocando uno de esos pájaros, sonriendo y soltando una pequeña risa cuando el pájaro que "tocó" salió volando.

―Te vas a caer del banquito, Jimin―dijo una voz detrás de él, haciendo que se sobresaltara y tambaleara sobre el banco, dando media vuelta para poder ver a la persona que lo regañó.

―Es que quiero ver por la ventana y si no me subo aquí no puedo ver―dijo con un puchero bastante marcado, mirando al suelo para poder bajar del banquito.

Yoongi sonrió mientras se acercaba, tendiéndole las manos para poder ayudarlo a bajar, ya que seguramente se caería de cara al suelo si intentaba saltar solo.

Un Jimin de cinco años le agradeció con una hermosa sonrisa, estirándose para dejarle un beso en la mejilla.

―Muchas gracias por ayudarme―Yoongi sintió sus pálidas mejillas sonrojarse, tomando el banquito del suelo para poder dejarlo en su lugar.

― ¿Ya completaste tu tarea? ―preguntó el rubio mientras se dirigía a la cama de Jimin, ya que ambos se encontraban en la alcoba del menor.

El príncipe gruñó con molestia, sentándose en la orilla de la cama.

―No creo poder hacerla, no sé qué poner―dijo con los labios torcidos, señalando los libros apilados en la esquina de la habitación―Le dije a papá que me sentía malito, así que me dejó descansar un poco.

Yoongi sonrió mientras negaba, yendo a recoger uno de los libros. Revisó la información y vio que era un libro de buena conducta, siendo la edición para omegas.

― ¿Qué tienes que hacer? ―preguntó mientras hojeaba, acercándose al menor―Tal vez pueda ayudarte.

Jimin se bajó de la cama y buscó la página que tenía que resolver, el cual era el de presentación personal.

― ¿Tienes que aprender a peinarte? ―preguntó con gracia Yoongi, ya que en sus libros la información era completamente diferente, con más sentido, en su opinión.

―Sí, tengo que verme así de bonito como los omegas de los dibujos―dijo con un puchero, corriendo a tomar su corona de la pequeña caja de cristal que mantenía en su habitación, colocándosela―Tengo que peinarme así con la corona puesta y siempre que termino de peinarme esto me despeina.

El alfa no pudo evitar reír ante las quejas, se le hacía muy bonito la forma en la que reclamaba.

―Tú ya eres bonito, aún cuando estés despeinado―Le acomodó la corona, la que estaba bastante chueca―Pero lograrás aprender, no debes preocuparte.

Jimin se acercó a su espejo de cuerpo completo, mirándose con duda.

―Yo solo veo un desastre despeinado, no creo llegar a ser igual de bonitos que los omegas del pasado―jadeó mientras se daba media vuelta, viendo a su mayor con los brazos cruzados― ¿Qué ves tú, hyung?

Yoongi sintió sus mejillas sonrojarse, encogiéndose de hombros.

―Yo veo a una de las joyas más hermosas que he tenido el placer de admirar y no hablo de la corona.

El pequeño príncipe sintió cómo su cuerpo cosquilleaba graciosamente por el comentario del mayor, sintiendo sus mejillas completamente rojas y calientes. Muy halagado y nervioso por el comentario.

―Hyung...eres un tontito bonito.

Y claramente que esa frase no había sido olvidada por el menor en ningún momento, en especial porque fue el primer halago elaborado que su mayo le había dirigido, el primero de muchos.

Cansado, confundido, adolorido y extasiado. Eran el cúmulo de emociones que invadían su cuerpo de forma chocante, como si fuera a tener un colapso en ese mismo momento al intentar comprender lo que había sucedido segundos atrás.

Realmente no sabía qué hacer en ese momento, la sorpresa no le dejaba tomar acciones relevantes ante lo que había sucedido, por lo que prefirió el sentarse un momento en su trono, mientras las demás ejecuciones se llevaban a cabo en su ausencia.

Jadeó mientras pasaba sus dedos por su cabello, la corona había caído en algún lado del salón sin darle real importancia.

―Jimin...―escuchó la voz conmocionada de alguien a su lado, sabiendo perfectamente de quien se trataba―Yo, no comprendo.

Si era sincero, no quería que su amigo estuviera ahí en ese momento, ya que no era capaz de controlarse ni a sí mismo, no se consideraba apto para poder ayudar al alfa que se encontraba a su lado. Lo único que conseguirían es que ambos se hicieran una bolita de confusión.

―Yo tampoco, Jungkook. Créeme que estoy igual de perdido que tú―el alfa suspiró, agachándose para poder recoger la corona del rey y colocarla en el porta brazos del trono, mordiéndose el labio con angustia.

―Está vivo, sumamente lastimado, pero vivo.

Jimin asintió, intentando que las palabras que su amigo le decían fueran comprendidas por su mente y su lobo, siendo que el último se encontraba totalmente afectado, escondido hasta poder mantenerse tranquilo y afrontar la situación.

―No comprendo cómo, llevamos más de cinco años pensando que estaba muerto, sin señales de que siguiera con vida―se levantó lentamente de su trono, respirando hondo―Necesito verlo, hablar con él.

Jungkook sintió el enorme nudo de su garganta bajar lentamente, tomando de la muñeca al omega, para que no saliera corriendo como al parecer, tenía planeado.

―Jimin, yo entiendo tu emoción, pero debes calmarte un poco―el rey intentó zafarse del agarre, pero claramente el alfa era más fuerte que él―Yo también lo eché mucho de menos y tengo muchas ganas de verlo, pero nuestros lobos no están en el mejor estado y podrían salir lastimados.

El pelinegro menor asintió, las lágrimas apoderándose de sus ojos una vez más, mientras cedía ante el agarre del mayor.

Y es que tenía completa razón, su lobo había estado tan vulnerable por años, que el ir corriendo en busca de su pareja predestinada y ahogarse en llanto no era algo bueno, para ninguno de los dos. Tenía que asimilar las cosas y luego tomar acción, no podía ser tan impulsivo, aquello jamás le había llevado a nada bueno.

―Tienes razón, debo calmarme un poco―terminó de soltar con cuidado el agarre del mayor en su muñeca, pasando ambas manos sobre su rostro para eliminar las lágrimas.

En ese momento Yoongi se encontraba con el médico del castillo, seguramente siendo atendido por sus múltiples heridas. Creía que, en todo el camino que tenía que recorrer hasta aquella zona, podría recuperar la compostura.

No le importaba lanzarse a llorar una vez se encontrara a solas con él, en lo absoluto, pero no podía darse ese lujo frente a los empleados del castillo, no es algo que quisiera que vieran de él.

―Iré a hablar con el médico, te pido por favor que hables con la tropa sobre lo sucedido, debemos tomar medidas ante esto, ya que definitivamente no le perdonaremos esto a ese reino―Jungkook le miró con preocupación, no queriendo que una guerra realmente desastrosa se desatara.

―No creo que una guerra sea buena en estos momentos, mi rey. Aunque actualmente tenemos ventaja sobre ellos, no es algo beneficioso para el reino, mucho menos después del ataque que hemos recibido. Seamos prudentes.

Y por ello agradecía que su amigo fuera el dirigente de la tropa, porque ante sus ataques de molestia, hacía que la voz de la razón tuviera participación en sus decisiones.

―Tienes razón nuevamente, creo que por el momento la cabeza del príncipe será suficiente. Igualmente quiero que hables con los de la tropa, tenderemos que tomar medidas de seguridad más eficientes, no estoy seguro de que el rey comprenda que él mismo se buscó todo esto.

Y es que Jimin ya había tenido interacciones con el rey anteriormente, siendo tranquilas, mayormente. El real problema era su consentido y caprichoso hijo, el cual deseaba con todas fuerzas tener el reino de Busan bajo su mandato, por lo que tenía que cortejar al omega rey. Claramente las cosas no habían salido como él lo quería y había un lobo interfiriendo en su camino, por lo que tuvo que tomar cartas en el asunto.

Su padre siempre le advertía de las consecuencias de jugar con la paciencia del rey de Busan, pero realmente las advertencias entraban por un oído y salían por el otro.

―Bien, los reuniré cuando terminen las ejecuciones. Por favor, cuando Yoongi se sienta un poco mejor, déjame verlo―Jimin sonrió pequeño ante los ojos brillantes del alfa, sabiendo que el dolor de perder a su mejor amigo era algo que no se había curado. Al igual que su dolor.

―Claro que podrás verlo, ni tienes que pedirlo. Igualmente quiero que te mantengas lo más posible con Taehyung, al menos mientras las cosas se calman un poco. Después podrás retomar tu horario de mierda si así lo deseas.

Jungkook rio y negó, apartándose un poco, para que Jimin pudiera pasar.

―Ya no lo quiero más, tomaré mi horario regular.

Jimin asintió y bajó de la pequeña tarima en la que estaba colocado su trono, comenzando a caminar hasta las escaleras, en donde tenía que subir varios escalones para poder llegar a su destino.

Realmente el montón de escalones le ayudarían a ejercitar sus piernas y su mente, dos por uno.

―Bien, vamos a vernos con Yoongi y necesito que te mantengas tranquilo ¿Bien? ―habló solo, aunque realmente no hablaba solo, sino con su lobo. ―Entiendo que vamos a emocionarnos, es totalmente comprensible, pero sabes que no podemos ser dependientes emocionalmente de nadie, quiero que lo recuerdes.

Su lobo se mantuvo en silencio, por lo que solamente pudo suspirar. Hace tiempo que su lobo no le daba una real respuesta a lo que le decía o preguntaba, sabía que el daño que le había hecho durante todos esos años era significativo, pero jamás pensó que dejaría de interactuar con él de esa forma.

Lo extrañaba, si era sincero, era como perder una parte de ti.

Cuando terminó de subir los escalones, se topó con una de los alfas que se encargaba del mantenimiento eléctrico del castillo, uno que era bastante cercano al omega rey. Sonrió con algo de tristeza, ya que el alfa conocía la historia completa de Yoongi y lo que había sucedido en esos momentos.

― ¿Cómo lo llevan? ―Kim Namjoon sonrió con su hermosa sonrisa de hoyuelos, colocando una mano sobre su hombro mientras lo acompañaba en la caminata. ―Tu lobo y tú, me refiero.

―Mi lobo reprimido y yo a punto del colapso―Namjoon chasqueó la lengua, negando con una sonrisa triste―Pero creo que todo va a mejorar, solo que no hemos podido verlo aún y eso nos tiene bastante afectados. Sabes cómo es mi lobo.

Cada vez se acercaban más a la habitación, haciendo que los nervios fueran más notables.

―Yo también lo creo, no te preocupes de más. Es normal que todo eso les suceda, ha sido una sorpresa para muchos―Jimin asintió, dando una reverencia al grupo de empleadas que pasaron por ahí―Siempre han sido muy fuertes, así que no dudo que ayuden a Min Yoongi con todo.

Su lobo definitivamente despertó cuando un tinte de olor llegó a su nariz, sabiendo perfectamente a quién pertenecía aquel hermoso olor. Siempre le había encantado el olor de Yoongi y eso no era un secreto, pero sabía que, al haber estado en la tropa del reino contrario, lo obligaban a usar supresores de olor.

Lo cual justificaba el por qué no había sentido su olor en el coliseo.

―Lo sé, sé que todo irá bien. Lo único que me preocupa es la salud de Yoongi―dijo con real preocupación, sintiendo un dolor en su pecho―Se veía tan mal, tan delgado y dañado. No sé cómo me tomaré el verlo así más de cerca.

Namjoon asintió, intentando que su presencia ayudara un poco a su amigo, aunque sabía que era más complicado que eso.

Llegaron a la zona médica, en donde había una puerta con el nombre del médico en una placa.

―Bueno, te dejo aquí. Mucha suerte.

Jimin le dio un apretón en la mano en muestra de agradecimiento, viendo durante unos segundos cómo el moreno se iba por el pasillo, retomando la vista sobre la puerta de madera oscura. Respiró hondo y estiró la mano para tocar dos veces.

Sus manos sudaban asquerosamente, por lo que pasó las palmas por sus pantalones de vestir, esperando que su nerviosismo no fuera una causa para su descontrol frente al médico y las enfermeras. No se refería un descontrol negativo, sino uno en donde se lanzara a los brazos de Yoongi.

Una de las enfermeras abrió, dando una reverencia cuando notó que era el rey.

―Mi rey, un gusto verlo por aquí―se enderezó, dándole una pequeña sonrisa― ¿Desea pasar?

―Sí, por favor. Hágame el favor de pedirle privacidad a las enfermeras, deseo hablar con el médico―dijo con una sonrisa más nerviosa que cordial, recibiendo un asentimiento de la enfermera, haciéndose a un lado para poder entrar.

Dio pasos dentro de la habitación, notando que el alfa se encontraba de espaldas a la puerta, su cuerpo manteniéndose descubierto ante la curación del médico.

El nudo que había desaparecido en su garganta volvió a crecer, al notar la espina dorsal que se marcaba en la espalda de Yoongi, notándose que estaba sumamente delgado. Su piel era naturalmente muy pálida, por lo que las heridas, moratones y cicatrices eran muy notorias, lo que hizo que sintiera mucho más dolor que antes.

―Oh, mi rey, es bueno tenerlo por aquí―dijo el médico cuando se dio cuenta de la presencia del rey, haciendo que Jimin hiciera una pequeña reverencia mientras se acercaba―Este chico está bastante lastimado.

Lee era uno de los mejores médicos que había en el pueblo, por lo que se sentía aliviado de que él atendiera a su Yoongi.

―Sí, puedo notarlo, hyung―dijo con bastante timidez, como si Yoongi fuera un desconocido.

El pobre alfa intentó mirar hacia atrás, pero realmente era bastante doloroso para él, así que prefirió girar el rostro mínimamente.

―Le estoy curando las heridas, también le aplico pomadas en las cicatrices y moratones―el médico señaló los daños, haciendo que Jimin se acercara más, quedando al costado de Yoongi―Lastimosamente su hombro derecho está dislocado, por lo que tendré que acomodar el hombro.

Jimin colocó lentamente su dedo índice sobre el hombro mencionado, el cual estaba hinchado, intentando dar pequeñas caricias con su dedo índice, sin causarle daño.

―Tendrá que reposar, ya que tiene que recuperarse ¿Le gustaría que le de las indicaciones a las enfermeras para que lo ayuden a trasladarse a una casa refugio? ―Yoongi logró ver directo a los ojos del menor, haciendo que el omega jadeara bajito y sintiera sus ojos inundarse lentamente.

―N-no...―carraspeó―No, él se quedará en el castillo, gracias.

El doctor se sorprendió por la indicación, ya que normalmente el rey prestaba su ayuda, pero no permitía que muchos se quedaran en el castillo, debido a la seguridad que le aseguraba a sus empleados y a él mismo.

― ¿Podría darnos unos minutos?

El doctor asintió rápidamente, dando una reverencia antes de salir de la habitación.

Jimin apartó el dedo índice de la piel del mayor, entrelazando sus dedos delante de su cuerpo antes de comenzar a dar los pequeños pasos que faltaban para poder quedar frente a frente con Yoongi. El rubio levantó la vista y logró enfocarse en los ojos llorosos del omega, quien pareciera que no lo estaba viendo en realidad, bastante ido.

―Hola.

Lo saludó con voz quebrada, carraspeando cuando su garganta ardió terriblemente. Pero parecía que Jimin no diría nada, así que dio el primer paso.

―H-hola.

Sonrió pequeño mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas, sentándose al lado del alfa lentamente, como si cualquier movimiento en falso podría lograr que el alfa se dañara.

El lobo de Jimin comenzó a alterarse bastante, ya que su alfa estaba frente a él y el humano no hacía nada realmente por sentirlo después de tanto tiempo. Jimin, intentando no ser impulsivo con sus acciones, separó sus manos y se estiró para poder abrazar a Yoongi, siendo muy cuidadoso con sus raspones y moretones.

Las lágrimas no pararon de bajar cuando pegó su frente a la mejilla del mayor, sintiendo cómo le devolvía débilmente el abrazo, colocando sus manos sobre sus brazos.

―P-pensé que estabas muerto―dijo con un hilo de voz, apretando un poco más el abrazo, pero siendo cuidadoso―Aún no me creo que estés aquí.

Yoongi hizo un pequeño puchero cuando escuchó aquello, sintiendo las ganas de llorar apoderarse de su cuerpo, por lo que simplemente apretó el abrazo.

―Te extrañé mucho.

―Yo también lo hice, no sabes cuánto―dijo el mayor con dificultad, sintiéndose totalmente confortado por el abrazo que Jimin le estaba dando en ese momento.

Hace mucho tiempo que no sentía ese calorcito que le brindaba un buen abrazo, mucho menos de alguien que había extrañado por tantos años. Con quien había compartido muchos años de su vida.

― ¿Te hicieron mucho daño? ―preguntó el rey mientras se separaba ligeramente, repasando con la vista todos los daños que tenía en su torso, sus ojos totalmente aguados por el fuerte llanto.

―No me gusta mentir, así que no puedo decirte que no―dijo con una pequeña sonrisa, intentando aligerar un poco el ambiente, pero no logró mucho.

― ¿Has pasado estos cinco años atrapado en ese reino? ―preguntó con dolor, colocando una mano sobre el hombro hinchado, haciéndolo con mucho cuidado―Estos cinco años.

―Sí, desde el día en el que realizaron la emboscada me atraparon y obligaron a pertenecer a su tropa―dijo mientras veía a los ojos del menor, levantando una mano hacia el rostro del contrario, acariciando la sonrojada mejilla―Hoy hablaron sobre atacar el reino y eligieron a los soldados indicados, yo no pertenecía a ellos, pero logré colarme para venir y tener la oportunidad de encontrarte.

Jimin se bajó de la camilla, tomando la silla que utilizaba el médico y arrastrándola hasta la camilla, colocándola frente a Yoongi para quedar frente a frente.

En ese momento logró repasar realmente los golpes, notando que el tatuaje real que se le colocaba a los mejores puestos de la tropa estaba muy, muy dañado, casi desapareciendo entre cicatrices y moratones.

―Papá, Jungkook, Taehyung y muchos más estuvimos totalmente destrozados cuando supimos la noticia―estiró las manos para poder tomar las de Yoongi, acariciándolas suevamente, sintiendo las venas saltadas―Mi lobo casi muere, claramente yo también.

Yoongi negó con tristeza cuando escuchó eso, acercando las manos de Jimin a sus labios para poder darle un pequeño beso en ambas manos, haciendo que el omega suspirara en tranquilidad.

―Yo también estuve a punto de morir, créeme que estaba rindiéndome completamente, pero pensé que podría llegar a escapar, de alguna forma―el omega asintió, limpiando con delicadeza las lágrimas del rostro del mayor―Mi lobo no se aparece desde hace dos años, no logro que me responda, así que estamos en situaciones similares.

El rey sintió un pinchazo en su pecho cuando escuchó aquello, sabiendo que su lobo, en esos momentos, se mantenía bastante resentido con él, ignorándolo mayormente.

― ¿Cómo está mi familia? ―la pregunta hizo que despegara la vista del agarre en sus manos, dirigiéndose nuevamente a sus ojos―Mi hermano y padres ¿Están bien?

Jimin sonrió cuando recordó a la familia de Yoongi, los cuales eran personas hermosas que se habían visto devastadas ante la noticia.

―Ellos están bien, viven en el centro del pueblo y su trabajo en la sastrería va muy bien―Yoongi sonrió ante la noticia, totalmente aliviado en esa parte―Ellos estuvieron tan destrozados con la noticia, pero lograron sobrellevarlo y hacerte honor en su trabajo. Ahora su sastrería se llama Yoongi.

El pálido sintió un golpe cálido en su cuerpo, las lágrimas saliendo sin remedio, como mucho del tiempo que había pasado en ese pequeño tiempo.

Casi moría a manos de su pareja predestinada y ahora sabía que todas las personas que ama están bien.

― ¿Cómo están Jungkook y Taehyung? ―Jimin sonrió cuando recordó que el alfa había preguntado por ellos recientemente, queriendo verlos pronto.

―Te extrañan mucho, Jungkook casi se desmaya cuando te escuchamos en el coliseo, al igual que yo―Yoongi rio bajito―Sabes que es como un bebé grande, seguramente venga a llorar a tus brazos cuando te vea. Taehyung está lastimado, pero eso es algo que te comentaré después, cuando te sientas mejor.

Yoongi asintió y se sorprendió cuando Jimin se levantó del banquito, separándose.

―El médico debe seguir, debo llamarlo.

Yoongi retomó el agarre sobre las manos del omega, haciendo que se agachara ligeramente, para poder quedar con sus rostros cerca, casi tocando las puntas de sus narices.

―Quédate conmigo, por favor.

Jimin asintió pequeño mientras dejaba un pequeño beso en la mejilla del mayor.

―No iba a irme, solo llamaré al doctor.

Al escuchar aquello lo soltó, un poco más cómodo con la situación, siguiendo con la mirada al omega, mientras iba a la puerta a llamar al doctor.

Poco tiempo después el médico llegó con las enfermeras para poder terminar de curar las heridas y posteriormente, acomodar el brazo por el dislocamiento. Jimin se mantuvo sentado a su lado, ambos con sus manos entrelazadas mientras la cabeza del alfa descansaba en el hombro del omega, aguantando las ganas de llorar por lo adolorido que se sentía su cuerpo.

El grito que Yoongi soltó cuando acomodaron su hombro derecho fue totalmente terrorífico para él, pensando en que ese grito probablemente no era comparable con aquellos que tuvo que soltar cuando se mantenía en el reino contrario, siendo torturado y humillado.

Eso hizo que las ganas de llorar regresaran, pero al estar frente a varias personas, se contenía.

―Mi rey, las enfermeras les han avisado a las sirvientas que recojan una de las alcobas de invitados, ya está lista―Jimin se separó ligeramente de Yoongi, mirando el doctor.

―No, él se mantendrá en mi alcoba, por favor de la indicación a las sirvientas que limpien mi alcoba―el doctor intentó disimular nuevamente su sorpresa, atendiendo a la indicación.

Jimin estaba secretamente apenado, ya que su alcoba no era la más ordenada del mundo, por lo que le daba algo de vergüenza que Yoongi viera su habitación toda desordenada.

― ¿Seguro que quieres dormir conmigo? ―preguntó Yoongi con una sonrisa pequeña―Cuando éramos pequeños te quejabas por mis abrazos nocturnos.

Jimin sonrió, bajándose de la camilla para ayudar al mayor y ambos poder salir.

―Créeme, si me abrazas lo último que escucharás de mí es una queja.

El alfa sonrió y tomó la mano del rey con cuidado, ambos saliendo de la habitación, no sin antes decirle al médico que le enviara los medicamentos y vitaminas a su alcoba, para que comenzara con su tratamiento.

Durante el camino a su alcoba, mucho de los empleados miraban sorprendidos a la pareja, ya que no era normal ver al rey con los dedos entrelazados con algún alfa, eso no solía pasar. Mucho menos con alguien que fue casi asesinado en la guillotina.

Una sirvienta se acercó al rey, teniendo en su mano algunas telas, que intuyó era ropa para Yoongi.

―Mi rey, la alcoba está lista y aquí está la ropa.

Jimin asintió y la tomó con una sonrisa, ambos dirigiéndose nuevamente a la habitación. El omega abrió la puerta de la alcoba, dejando que entrara el alfa primero.

―Te ayudaré a cambiarte de ropa y luego podemos dormir, los medicamentos los comenzarás a tomar mañana―dijo con voz suave, dejando a Yoongi en su cama.

―Me siento como un bebé―dijo con una sonrisa, mientras el omega tomaba la ropa nueva―Pero es lindo, no me malentiendas.

Lo ayudó a quitarse la ropa, colocándole todo con sumo cuidado, como si realmente fuera un bebé.

―Siempre me ayudaste a peinarme y arreglarme, así que tómalo como un agradecimiento―dijo con una sonrisa emocionada, ya que hace mucho tiempo no se mantenía tan tranquilo, sin sentirse presionado por mantener su rol de omega rey.

Cuando terminó de ayudarlo, Yoongi se acomodó en la cama y bufó, cerrando los ojos ante el terrible cansancio que sentía.

El rey definitivamente no se dormía tan temprano normalmente, no le gustaba tomar siestas por la tarde ni nada similar, pero definitivamente quería acomodarse al lado de Yoongi, por lo que no le importaba la hora.

Apagó la luz de la habitación y gateó sobre la cama, acomodándose al lado del alfa.

―Duerme, será bueno para ti.

Yoongi giró su cabeza, para quedar de frente a Jimin, quien se encontraba acostado de costado.

No sucedió nada esa noche, pero ambos pudieron dormir tranquilos ante la presencia del contrario en la cama. El calor corporal que el otro les transmitía, más sus olores naturales, logró que ambos cayeran dormidos de golpe.

Las cosas estaban cambiando para bien y tenía miedo de que eso hiciera que todo su perfil de omega duro fuera destruido por tener a su alfa a su lado nuevamente.

¡Hola!👀💕

Estoy muy emocionada de haber llegado a la parte del reencuentro JSJSJS Espero que les esté gustando tanto como a mí, muchas gracias por todo su apoyo💕

¡Nos leemos prontooooo!✨

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