Se habían asegurado de comprar lo necesario para proteger a sus hijos mientras estaban gateando libremente por la sala de estar. Tenían una barrera de plástico que rodeaba la sala casi por completo de no ser por los sillones que habían movido para darles más espacio. Sus juguetes terminaron regados por toda la alfombra mientras ellos se entretenían y de vez en cuando peleaban o al menos eso parecía para ellos.

ChiHoon tenía una fascinación por verlos siempre, desde que era mucho más pequeño habían notado que tenía una curiosidad por ellos, les veía siempre con atención y cuando ellos estaban dándose algún mimo él también reclamaría por algunos para dormir en sus brazos y al despertar seguir siendo así de tranquilo. Sus hermanos en cambio eran como pequeños tornados, no paraban de gatear y gritar en todo el día e incluso por las noches eran los últimos en dormirse cuando el rubio ya estaba a su lado en la cuna totalmente ausente en sus sueños.

—Yoon, mira eso —señaló el omega entusiasmado cuando noto a JungWon pararse con ayuda de la barrera blanca jalando un poco con sus bracitos hasta que sus piernas se estiraron y observó todo a su alrededor con una gran sonrisa como si al estar de pie todo fuera nuevo y diferente para él.

El alfa enternecido tomo su teléfono para grabar la adorable forma en que sus pequeñas piernas temblaban cada que hacía un intento por moverlas, Sunoo lo observaba desde su lugar con su juguete en la boca y bañado de su saliva. El mayor entre ellos ni siquiera les ponía atención pues parecía más entretenido tocar los dedos de sus piecitos con una curiosidad admirable.

—¡Papá! —Gritó feliz y la pareja abrió sus ojos sorprendidos cuando la primer palabra clara de JungWon se escuchó hasta la cocina donde los estaban observando; el omega rápidamente corrió a él y lo levantó en brazos llevándolo hacia arriba viendo a su hijo sonreír con sus manitas yéndose a su boquita y pataleando en el aire. La imagen fue terriblemente adorable y su corazón se sintió atacado por la ternura que le demostraban en un simple momento que podría ser memorable para él.

Entonces dirigió su mirada a los dos menores que también estaban de pie ahora viéndolos a ambos pero más al omega que jugaba con su segundo hermano y parecían sentirse celosos por la interacción.

YoonGi se agachó junto a ellos y los levantó cuidando de no dejarlos caer a ninguno o de lo contrario se sentiría terrible al verlos llorar por su culpa. Su esposo lo miro con ternura y se puso a su lado juntando a los tres menores que pronto comenzaron a balbucear hacía JungWon en una pelea más. Parecía que aquello era su actividad favorita del día.

La puerta se escuchó en medio del alboroto creado por las voces chillonas de sus hijos y regresaron a los tres a la alfombra para que continuarán jugando mientras JiMin regresaba a la cocina para sacar lo que habían horneado y el alfa abría la puerta sonriendo en grande cuando vio a sus tres amigos con su querido Holly entrando de lleno a la casa y parándose de repente cuando noto tres nuevas presencias en su casa luego de haberse ido a vivir solo unos meses con ellos porque el cachorro no había aceptado de la mejor manera a sus hijos y les recomendaron no forzar sus interacciones.

—Gracias por haberlo cuidado —le dijo a HoSeok que entro con su hija en brazos y JungKook soltando un largo bostezo con TaeHyung buscando algo en el bolso de Holly.

—Hola, hyung —hablaron los dos menores al unísono haciendo sonreír al alfa mientras tomaba a su (casi) sobrina de los brazos de su mejor amigo que parecía exhausto mientras se estiraba en su lugar.

—Hola chicos —los saludó JiMin limpiándose las manos para abrazarlos uno por uno pero deteniéndose un poco más de tiempo con TaeHyung para picarle las costillas con diversión.

—¿Cómo van con la pequeña GoEun?

—Es agotador, a pesar de que somos tres sabe darnos batalla —exclamó JungKook con una sonrisa mientras tomaba a su hija en brazos y la molestaba un poco recibiendo el jalón en su cabello mientras TaeHyung la alejaba de él con una sonrisa tan grande que parecía irreal la gran felicidad que podría darle ver a la hija de sus chicos.

GoEun fue la primer hija de HoSeok con JungKook, había sido después de que pasarán el celo del omega los tres juntos e inevitable terminará embarazado de uno de ellos y cuando nació la pequeña se dieron cuenta gracias a los exámenes de ADN que era hija de HoSeok. Luego de aquello habían hablado lo suficiente los tres juntos decidiendo que solo tendrían un hijo más en el futuro y debía ser de TaeHyung ya que era quien más anhelaba un hijo entre ellos tres.

—Llegan justo para la cena, vengan con nosotros y pueden poner a GoEun junto a los niños.

La pequeña de inmediato se fijó en los carritos de los trillizos tomando uno para caminar muy torpemente hacía JungKook y mostrarle su descubrimiento recibiendo los besitos de su padre omega en todo su rostro.

—¿Saben a quién encontré el otro día? —Todos vieron a YoonGi luego de oírlo hablar con esa emoción en su voz—, a nuestro ex maestro de la preparatoria: SeokJin hyung. Lo encontré con su familia, estaba su esposo y sus dos hijos, me contó un poco sobre ellos y sé que su primer hija se llama SeoYoung y el menor es SungHoon.

Pronto comenzaron a hablar sobre el omega que les dió clases en un pasado, pensando en lo grandiosa que era la vida para haber visto a su profesor con un embarazo de cinco meses cuando les daba clases y que ahora sus hijos fueran grandes adolescentes mientras que ellos seguían criando a sus hijos y formando una nueva vida con un comienzo totalmente nuevo.

Me encantó escribir las escenas sobre nuestro trío con su hija.

Si encuentran algún error de ortografía pueden decirme para darles una mejor lectura y corregirlo tan pronto como pueda.

¿Parte favorita?

Los amo bebés. 💜