☁️ ᴛ ʀ ᴇ ɪ ɴ ᴛ ᴀ ʏ ᴛ ʀ ᴇ s ☁️

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La segunda mañana en que amanecieron fue interrumpida de su tranquilidad cuando el llanto de tres niños se escucho hasta el piso de abajo despertando a sus bisabuelos que después de unos minutos subieron y encontraron que su nieto junto a su esposo intentaban calmar a sus hijos que no hacían más que gritar más fuerte y peor aún cuando eran depositados en la cama.

—¿Necesitan ayuda? —El alfa se acercó a JiMin para tomar el bebé en su brazo mientras con el otro intentaba hacer los biberones de los tres. YoonGi hubiera querido ayudarlo pero era gracioso verlo con un bebé en cada brazo y su expresión era casi de angustia cuando cada niño se movía inquieto.

—Dame —susurró su abuela tomando a Sunoo para llevárselo de ahí y ponerlo en la cama viendo que lloraba aún más.

—Abuela... —llamó el alfa sin gustarle que su pequeño estaba moviéndose entre su llanto.

—Tranquilo, será solo mientras le ayudo a JiMin a preparar los biberones —lo tranquilizó pero su gatito solo pedía que fuera con su hijo, lo tomará en brazos y aliviará su llanto.

JiMin llegó a su lado y le dió uno de los biberones para luego tomar a su hijo que seguía buscando a sus padres y puso la mamila en su boca sonriendo cuando los grandes ojos de su hijo lo enfocaron para no dejar de verlo en cuanto comenzó a ser alimentado.

La pareja los observaron con detenimiento, viendo que a pesar de ser solo dos padres con tres hijos siendo un huracán de emociones sabían controlar la situación y darles la calma a sus hijos. Se daban cuenta que los pequeños eran muy cercanos a sus padres ya que al momento de sentir sus aromas junto a ellos su humor se volvía más agradable e incluso parecían querer «jugar» con ellos.

El gatito de YoonGi siempre lograba sentirse pleno y orgulloso de sus cachorros, los veía como si fueran lo único importante en su vida y agradecía eternamente a JiMin por darle una familia que juntos mantenían. Cada mañana despertaba con el pensamiento de ver a sus hijos, despedirse de ellos y de su esposo con un largo beso y una boba sonrisa prometiendo llegar a casa tan pronto como pudiera, de igual forma cuando JiMin debía salir a la empresa para la que trabajaba y el alfa se encargaba de sus tres cachorros por más cansado que estuviera.

Y si el gatito del pálido se sentía orgulloso, aquello nunca se compararía al inmenso amor del pollito hacía los niños que daban color a su vida, porque aunque siempre fue feliz junto a YoonGi el sueño de tener una familia junto a la persona correcta siempre estuvo presente, desde su entrada a la vida casi adulta se dió cuenta de lo que quería; una vida donde cumpliera sus sueños de diseñador y una bonita familia que le diera la bienvenida cuando llegará y las buenas noches al irse a la cama.

Ahora que tenían todo eso no podrían pedir nada más que la salud para todos ellos, pero ahora vivían plenos y sin nada más para anhelar. Una pareja estable criando a su familia con amor y dedicación.

Después de cuatro meses.

—¡ChiHoon no! —Se exaltó cuando lo vio gatear a la orilla de la cama mientras él colgaba las camisas que YoonGi había lavado por la mañana.

Suspiro cuando los grandes ojos de su bebé lo miraron como si se burlara de él y regreso al centro de la cama gateando con rapidez y riéndose de la expresión asustada de su padre que pensó en dejar caer la ropa para ir hacia él así evitando un desastre luego.

JungWon y Sunoo estaban más tranquilos que el rubio, el pelinegro veía atento el peluche de patito que les regalaron y  JungWon le quería arrebatar al peluche para llevárselo a la boca. Se rió un poquito de ellos y una vez termino de colgar la ropa tomo las almohadas que ellos tiraron para rodear nuevamente la orilla de la cama.

Los escucho balbucear en lo que parecía ser una pelea entre ellos ya que sus manitas regordetas se movían exageradamente y sus voces se elevaron por toda la habitación mientras su padre grababa el momento pensando en enviarle la discusión de sus hijos a YoonGi.

Soltó una exclamación cuando sintió un aire cerca de su oreja y escucho la carcajada de YoonGi cuando el omega se giro para golpearle el pecho sin mucha fuerza reteniendo su sonrisa al sentirse feliz por verlo tan temprano en casa.

—Estoy en casa —susurró sobre su boca dándole un suave beso y mover su nariz sobre la suya como saludo.

—¡Apapa! —Ambos se giraron en el momento que los aromas de sus bebés se hicieron muy fuertes dejando en claro que ya habían notado la presencia de su padre en la habitación y ahora requerían de su atención.

El alfa se acercó a ellos con los brazos abiertos y como pudo los abrazo a los tres sin descuidar de ellos para que no fueran a caerse, escucho sus risitas mientras los regresaba al centro de la cama y uno por uno iba besando sus pequeños rostros hasta que ellos lo alejaban con sus manitas entre sus caritas y alejaban los besitos de su padre. JiMin los miro encantado porque tanto los aromas (ahora un poco más fuertes) de sus hijos se combinaron con el de su padre siendo el de YoonGi más notorio y delatando la gran alegría que estaba sintiendo.

Quiso recordar ese momento grabando las risas de los cuatro, los tres menores subiéndose encima del estómago de su padre y jugando con su cabello quitando la liga que lo sostenía haciendo mucho ruido cuando YoonGi le prestaba más atención a uno de ellos y los otros buscaban tenerlo para todos nuevamente.

Empezamos a ver a los bebés crecer TT

¿Parte favorita?

Los amo bebés. 💜

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