🍼 ǫ ᴜ ɪ ɴ ᴄ ᴇ 🍼

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El día por fin había llegado y los nervios de ambos estaban desbordados mientras se preparaban por separado, eran sus padres quienes los ayudaban a estar listos para el momento más especial y que anhelaron desesperados durante mucho tiempo.

El cielo estaba nublado, sus nubes grises se veían tranquilas pero amenazantes con soltar sus frías lágrimas antes de la ceremonia. No sería un problema pero esperaban que no sucediera hasta después de su fiesta para así disfrutar todo con alegría genuina.

—TaeMin, pásame el collar —le apunto MinHo a su esposo sin verlo ya que seguía arreglando el cabello de su hijo sentado en el banquillo y atento a su reflejo en el espejo. Se notaba ensimismado observando su traje hecho por él mismo al igual que el de su casi esposo. Estaba perdido entre la marea de pensamientos que lo consumían, aún así sonreía sonrojado por la idea de tomar las manos de YoonGi y jurar una vez más su amor ante el alfa que ganó su corazón solamente siendo él mismo.

—¿Cómo te sientes, hijo? —TaeMin se sentó a su lado y recargo su cabeza sobre el hombro de su hijo, viendo su bonito rostro en el espejo donde sus miradas conectaron y noto que los sentimientos eran tan indescriptibles que no habría ninguna palabra para expresarse. Sintió sus ojos llorosos por ver a su hijo siendo un poco más independiente de ellos, claramente siempre estarían para apoyar a la razón de sus vidas, pero JiMin también tenía que hacer una vida junto a la persona correcta que él eligiera y se quedaba tranquilo al saber que esa persona era Min YoonGi.

—Eufórico, feliz... Por Dios, creo que siento tantas cosas ahora mismo —musitó riendo bajito y sintiendo a MinHo abrazarlo por detrás con cariño y cuidado de no revolver su cabello.

Ambos padres estaban contentos por el menor, lo veían como un tesoro en sus vidas y YoonGi ahora era el pirata que se lo robó, no les molestaba ya que era un chico muy bueno para JiMin, podían verlo en los ojos de ambos cuando se veían y el amor no podía ocultarse nunca aunque lo intentarán.

Se sentaron para hablar un rato con él y calmar sus nervios, no querían que su pequeño saliera corriendo como un novio fugitivo si le daba algún ataque de pánico a mitad de la ceremonia.

La familia de JiMin parecía estar tranquila, emotiva pero controlando sus emociones lo más que podían para no alarmar a su hijo.

Las familia de YoonGi era todo lo contrario en cada palabra.

Yuqi arreglaba su camisa sin poder detener su llanto, SoYeon lloriqueaba mientras le ponía un poco de maquillaje y su hermano se sentó sobre uno de los sillones viendo fijamente el techo y totalmente perdido cuando le explicaron que su hermano se casaría como en todos esos dramas que veía junto a su madre Yuqi.

El alfa suspiro e hizo que ambas mujeres se detuvieran para poder abrazarlas con fuerza sintiendo que ambas temblaban y sus llantos se volvían más fuertes conforme el tiempo pasaba rápidamente.

—¿No deberían estar felices por mí? Me casaré con la persona que amo.

SoYeon se separó y limpio sus mejillas asintiendo decidida, tomo los hombros de su esposa para tomar un pañuelo y suavemente limpiar el maquillaje que se esparció debajo de sus ojos y besarle suavemente en la frente.

—No mal intérpretes las cosas, cariño. Estoy tan feliz por ti pero mi corazón solo puede mostrarlo llorando porque mi bebé dejo de ser un pequeño y ahora me dará nietos —lloriqueó la pelinegra y el alfa sonriente rodó los ojos al oírla, le parecía gracioso que Yuqi siguiera diciendo ese tipo de cosas sabiendo que eso pasaría hasta unos años después.

—Recuerdo cuando te adoptamos, fue sin duda el momento más memorable de mi vida porque te vi tan solito y tus ojos estaban tristes pidiendo el amor de una familia. El primer día con nosotros te llevamos a comer un helado y cosas que te hicieran falta, te enseñamos todo lo que sabíamos para hacerte un alfa bueno y sobre todo una persona ejemplar —confesó SoYeon tomando sus manos y viendo con tanto amor a su hijo que Yuqi lloro nuevamente y se aferró al menor de sus hijos que también estaba llorando al ver a su hermano vestido con un traje único para su boda.

YoonGi se rindió ante sus emociones y lloro junto a su familia, contento y ansioso esperando por ver a su pareja esperando por él en el inicio del camino para llegar juntos al altar recibiendo ahí la bendición de ser un matrimonio más.

Mañana o en un rato más (si termino) les subo el siguiente capítulo donde ya es oficial la boda de los wawas.

¿Parte favorita?

Los amo bebés. 💜

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