🍄 ᴄ ᴜ ᴀ ʀ ᴇ ɴ ᴛ ᴀ ʏ s ᴇ ɪ s 🍄

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A sus casi cincuenta años ambos seguían viéndose jóvenes y su amor era inquebrantable por más obstáculos que la vida les puso en su camino. Hasta ahora habían estado viviendo una vida plena y maravillosa trabajando de lo que amaban y sobre todo con la compañía de sus tres hijos que lentamente estaban formando su propia vida.

Fue por eso que el día en que Sunoo presento a su pareja en casa lo recibieron tan amables como podían, los más jóvenes riéndose cuando veían la cara amargada en ratos de su padre alfa y a JiMin analizando al chico que tomaba la mano de su hijo. No tardó tanto en que ChiHoon decidiera llevar también a su novio aunque sus padres ya lo conocían a la perfección. Y por supuesto no fue una sorpresa para ellos que JungWon siguiera enfocado en sus estudios, aunque les comentó que se estaba viendo con alguien que conocía hace un tiempo y si las cosas salían bien podría presentarlo en unos meses más.

—¿Estás bien, Mimi? —YoonGi tocó la espalda de su esposo cuando lo vio formar una mueca de dolor al estirarse y caminar a la cocina para beber agua.

—Claro que sí —le beso en la mejilla saludando a sus hijos que recientemente habían llegado y estaban quitando sus abrigos en la entrada.

La pareja sintió una punzada de nostalgia cuando ellos eran más jóvenes y sus hijos que apenas les llegaban a las rodillas necesitaban de su ayuda para quitarse los abrigos y zapatos. Cuando eran recibidos por Holly llenando de ladridos a su alrededor mientras saltaba, aunque al pasar los años todos fueron envejeciendo, sus hijos solo crecieron y se hicieron independientes mientras que el cachorro murió naturalmente en los brazos de YoonGi una mañana fría de invierno.

—Todo ha cambiado tanto —murmuró pensando también en la muerte sus abuelos, la vejez notoria en sus madres y suegros, las arrugas y canas que ya marcaban su rostro y pintaban sus cabellos que antes eran tan negros como la noche pero ahora sólo veía mechones de blancas líneas en sus sienes y viajando a todo su cabello.

—Ven, tomemos una siesta —dijo su esposo y camino junto a él observando su espalda, el cuerpo desgastado por los años y ese notorio cansancio que a ambos los consumía y pesaba cada vez más al levantarse por las mañanas. Una reciente tristeza lo inundó al pensar en el día que uno de ellos muriera y el otro inevitablemente quedará solo, claro que tenían a sus hijos pero ellos ya tenían una vida ajena a ellos y solo eran visitados casi toda la semana para asegurarse de no dejarlos solos.

—JiMin, el día que muera... ¿Qué harás?

La pregunta no tomo por sorpresa al rubio con canas en su cabellera, YoonGi sintió sus ojos ardiendo cuando el rostro con arrugas le observo con ese mismo amor tan profundo y sincero que jamás los abandonó en todos sus años de noviazgo y matrimonio. Las manos suaves y rechonchas tocaron su rostro, desapareciendo las arrugas con el paso de sus dedos en él y sonriendo tan genuinamente que ambos se sintieron temerosos de separarse, así que YoonGi se aseguro de besarlo con tanta calma y dulzura que JiMin por una vez más en su vida junto a YoonGi se sintió encantadoramente amado y pleno.

Te esperaré, siempre lo haré porque no puedo tomar un camino distinto sin ti y perderte en él si tomas uno distinto a mí.

Lo abrazó con temor, porque ambos eran viejos y el tiempo jamás perdonaba ni tenía compasión con las personas que a pesar de amar sus vidas y los que los rodeaban tenían que irse para tomar un nuevo destino en otro mundo desconocido para todos.

—Solo quiero ver a mis hijos seguros antes de morir, pero tampoco quiero dejarlos.

—Todos moriremos, tal vez hoy, mañana, en una semana o en unos años. Es inevitable y tú como médico lo sabes, Gi.

En su aroma encontró una preocupación genuina y no pudo hacer más que abrazarlo para darle su compañía y afecto a la persona que llevaba casi toda una vida a su lado. Él también era una persona temerosa de la muerte y aún más cuando pensaba en el día que no podría ver los ojos de YoonGi sobre él como si fuera lo único en ese mundo, temía no poder tocarlo una vez más o decirle cuánto lo amaba antes de dormir cada noche.

Solo eran humanos como cualquier otro solamente que ellos tuvieron la dicha de vivir una vida realmente buena y con todo el amor que siempre quisieron y necesitaron.


Los amo bebés. 💜

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