🍓 ᴇ s ᴘ ᴇ ᴄ ɪ ᴀ ʟ ᴅ ᴏ s 🍓

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—¡No me estás escuchando, YoonGi!

El alfa esquivo la prenda de ropa que su esposo le lanzó e intento acercarse al rubio que le veía con una increíble exasperación y su entrecejo mostraba que se sentía lo suficientemente enojado como para lanzarle otra camisa si era necesario.

—Cariño, claro que te estoy escuchando.

—¡No, te he pedido un millón de veces que no dejes tu ropa sobre la lavadora! —El alfa suspiro agotado y se pasó las manos por el rostro. Definitivamente no culparía a su esposo por estar molesto con él cuando seguía teniendo la mala costumbre que su omega tanto detestaba, sin embargo nunca habían llegado a ese punto por un inconveniente como ese.

—Lo lamento, voy a intentar cambiar.

—¡No basta con intentarlo YoonGi, estoy embarazo, me quedo siempre en casa y lo único que te pido no lo haces! —En ese punto de la discusión JiMin estaba llorando, el corazón de YoonGi martilló su pecho y envío una punzada hasta su estómago cuando nuevamente las lágrimas finas y transparentes se iban resbalando por las mejillas de su esposo que sin poder evitarlo se permitió liberar el estrés que sin ser conciente había almacenado dentro de él.

—Lo siento, en serio lo lamento, bebé.

YoonGi no sabía qué hacer para no verlo ni un minuto más en ese estado, se sentía culpable y en su interior el gatito lo arañaba desesperado por ayudar a JiMin maullando ansioso y dando vueltas infinitas que comenzaban a marear a YoonGi.

La noche estaba entrando y el alfa sabía que de seguir así ninguno de los dos podría dormir al menos unas horas y él tenía que levantarse temprano para seguir trabajando en el hospital con la cirugías programadas para esa semana, de igual forma debía supervisar a sus pacientes asegurándose de que su salud era estable ya que ellos estaban bajo su cargo.

—JiMin por favor, no te hará ningún bien molestarte así, te prometo que no volverá a pasar pero ahora sólo debes calmarte —le pidió con la voz en un hilo y sus extremidades temblando por el agrio aroma de su pareja que rara vez se ponía así, el cuarto de lavado estaba infestado por ese amargo aroma que combinado con el suyo estaban haciendo una mezcla para nada agradable como la habitual en su hogar.

Creyó que JiMin seguiría discutiendo por su semblante intranquilo pero suspiro más aliviado al verlo darse la vuelta e ignorarlo cuando aquello le haya dolido. No le gustaba discutir con su esposo en ningún momento pero mucho menos ahora que en su cuerpo llevaba a sus hijos y le preocupaba que su estado de salud pudiera empeorar.

Entro a la habitación y supo que estaba jodido cuando JiMin le lanzó su pijama y una cobija que apenas pudo tomar entre la torpeza de la situación. Entendió en palabras silenciosas que su esposo le estaba mandando a dormir en el sofá de la habitación, se rindió y acepto lo pedido con un suspiro y acomodando su almohada en la orilla del sofá.

—Te amo —le dijo cuando se acostó en el sofá y JiMin ya estaba recargado contra la cabecera acolchonada y tomaba el libro que leía durante las noches.

—Yo también —no se negó a decirle lo mucho que lo amaba a pesar de estar enojado, solo necesitaba un poco de espacio para estar tranquilo sin sentirse culpable luego por haber sacado a su esposo de la cama.

YoonGi asintió y subió el cobertor hasta su nariz y abrazo su propio cuerpo a falta del de JiMin a su lado para dormir de una vez. Cuando el alfa cerró sus ojos el omega lo miro y suspiro cerrando los propios pasándose las mando entre el cabello y sintiendo que podría llorar nuevamente.

No quería descargar sus penas con su esposo pero estaba siendo tan difícil su vida en esos momentos que a veces sin querer lo lastimaba; estaba embarazado y sus cambios de humor eran tan repentinos así como sus antojos en el día, quedarse sin hacer mucho por su barriga era agotador también, no podía pasar horas sentado realizando bocetos porque la posición era incomoda para sus bebés. Tampoco le gustaba salir tanto ya que para la sociedad era extraño ver a un omega varón con un embarazo y aún más siento trillizos.

Sin embargo entrada la madrugada el vacío en la cama y la falta del aroma de su esposo cerca de él le hicieron levantarse con lágrimas en los ojos y pararse al lado de YoonGi en el sofá moviendo suavemente su cuerpo para no asustarlo. Una vez que abrió sus ojos negros de inmediato enfocó a su esposo sollozando frente a él.

—¿Mimi? ¿Paso algo?

El omega negó y con su mano tomo la de su esposo para guiarlo con él a la cama cuando su omega le pidió dormir con él durante horas hasta que logro sentir la falta de YoonGi a su lado.

—Duerme conmigo —pidió y el alfa asintió levantando las sábanas para que su esposo pudiera acomodarse entre ellas y dar la vuelta a la cama para entrar junto a él y asegurarse de que su aroma pudiera rodearlo mientras lo abrazaba y dejaba que su cabeza descansará sobre su pecho mientras le acariciaba el cabello y la espalda.

—Lo siento.

—Está bien Mimi, no es necesario pedir perdón. Ahora duerme, mañana tengo hasta las tres libre y podré acompañarte.

JiMin lo besó una vez más antes de cerrar sus ojos murmurando un bajito «te amo» que fue respondido de igual manera con un abrazo cálido.

Este capítulo va de regalo porque estoy de viaje y no podré actualizar hasta que llegue a mi casa y pueda escribir otro.

¿Parte favorita?

Los amo bebés. 💜

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