Sus amigos habían llegado, sus padres tenían algunas horas de haberlo hecho también, ninguno de ellos había visto a JiMin aún solamente a sus pequeños bebés que ayudaron a alimentar después de usar un contenedor de aroma que no dejaría a los bebés oler sus aromas y hacerse la idea de que eran sus padres.

Su esposo había despertado y sostenía entre sus brazos al bebé rubio, o al menos eso veían por los pocos cabellos en su cabeza. A su lado estaban las cunas de los otros dos bebés que acababan de ser alimentados, el castañito era mecido en los brazos del alfa mientras el último dormía plácidamente en su cama con sus abuelos diciendo lo bonito que era con esos ojos rasgados y mejillas rechonchas.

-¿Tienen nombres para ellos? -Preguntó Yuqi arrodillada al lado del bebé y picando suavemente sus mejillas enrojecidas.

-Mamá déjalo en paz -pidió cuando el bebé arrugó su rostro y comenzó a moverse-, tenemos los nombres pero queremos esperar unos días para elegir a quien le daremos cada uno.

El alfa hablaba con elocuente sobre cada uno de sus bebés, los veía con destellos en sus ojos felinos y sonreía muy en grande cuando esos pequeños bebés se pegaban a su pecho o movían sin sentido alguno. Los demás vieron que era un momento personal entre los padres y sus hijos, por lo que salir de la habitación fue una decisión que tomaron con una simple mirada y sin ser detectados por los padres primerizos que seguían ensimismados con sus cachorros.

Levantó la mirada para ver a JiMin y su limerencia se desató cuando fue afortunado de ver al rubio besando la mejilla del recién nacido, acariciando su rostro y murmurando cosas tan bajas que ni siquiera él era capaz de oír. Se sentía embelesado, era un hecho totalmente maravilloso tener una familia con la persona que seguía amando a pesar de todos los años juntos y los que faltan aún. Quería envejecer junto a JiMin y ver a sus hijos crecer para formar su vida independiente de ellos, seguía esperando tanto en la vida que no era capaz de contar cada suceso que esperaba pudiera ocurrir en el futuro; pues en esos instantes solo podía sentir a su corazón latiendo lleno de amor por sus queridos, por el hombre que amaba y los hijos que ya atesoraba.

-JiMin, te amo -susurró dejándole un beso en la frente y abrazarlo como tanto le permitía el bebé. Tomo el mentón de JiMin para elevar su rostro un poco y en su pecho hubo una explosión en su interior.

Vio sus ojos miel brillando, sus mejillas rojizas y con pecas esparcidas como polvo de estrellas, sus pestañas pequeñas pero adorables y finalmente el grosor de sus labios siendo endulzado por su rico color rosado aunque estaban un poco resecos.

-¿Sabes lo que es la kalopsia? -JiMin negó a su pregunta y antes de recibir una respuesta fue besado por el alfa dejándose llevar por el sentimiento de amor flotando entre ellos dejando que su aroma se libere y sus pequeños inconscientemente se aferraran a ellos y comenzarán a dormirse.

-La kalopsia viene el griego, significa que es la ilusión de creer que algo es más lindo de lo que en realidad es.

El omega se rió bajito y lo besó una vez más sin poder separarse de los labios que con tanto amor lo besaban y tomaban una porción de su alma para guardarla en su corazón como un valioso recuerdo que se iba almacenando en un lugar especial.

-¿Sabías qué tú eres mi ramé, Gi? -El alfa lo vio confundido pero sin dejar de sonreír acariciando su mejilla.

-¿Qué significa eso?

-Significa que eres caótico pero hermoso a la vez, cariño.

Si alguna vez creyeron que su felicidad no crecería más ambos se equivocaron totalmente, los tres bebés que ahora estaban en las cunas durmiendo plácidamente eran el fruto y sobre todo el futuro de la alegría que estaba por venir a su hogar aunque las noches de insomnio les costarían bastante al igual que la enseñanza que les darían. Pero confiaban en ellos, que podrían con todo eso y más mientras juntos tomarán las decisiones que los ayudarían, en ese punto sentían que no existía ni existiría nunca algo que no pudieran hacer juntos.

¿Parte favorita?

Los amo bebés. 💜