Padre e Hija

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¡Hola amigas, hola amigos!

¿Qué tal están? Espero que bien y listos para un nuevo capítulo de esta historia. Luego de lo que Dipper ocasionó, el grupo ahora debe enfrentarse a un mal mayor: Darlene. Tal y como lo mencioné en descripciones pasadas, la batalla contra la mujer araña será más intensa y estará acompañada por conflictos que van desde lo emocionante hasta lo dramático y que servirá de puente para ver el desarrollo de personaje de alguien que tal vez merece una segunda oportunidad.

Si quieren saber de qué hablo, entonces este capítulo les parecerá interesante. Espero que les guste. Nos leemos abajo.

Gravity Falls Es una obra perteneciente a Disney. Todo lo escrito y expresado dentro de este Fanfic tiene como propósito principal el enriquecer al Fandom de la misma. Todos los personajes utilizados dentro de esta historia son una creación y propiedad original de la talentosísima y brillante mente e ingenio del animador estadounidense: Alex Hirsch. Nada será utilizado con fines lucrativos o comerciales. ¡Disfrútenlo!

Un Fanfic de Gravity Falls

"Pacifica por la Carretera"

Capítulo 9: "Padre e Hija"

—¡Soy una estúpida! —Dijo Pacifica entre sollozos, sentada sobre una banca, utilizando un pañuelo desechable proporcionado por Mabel para limpiarse la nariz y de paso el maquillaje corrido sobre sus mejillas a causa del llanto—. Nunca debí dejar que sus lindas palabras de consuelo, ni tampoco esos falsos sentimientos suyos hacia mí persona me cegaran. ¿Cómo es posible que no haya podido anticiparme a esto? ¿Qué fue lo que salió mal? ¿Qué fue lo que hice mal?

—Pacifica... No digas eso. —Dijo Candy, la cual mantenía su mano derecha sobre la espalda de la rubia a modo de confort—. Lo que pasó no fue culpa tuya.

—Candy tiene razón. —Dijo Mabel, favoreciendo la afirmación de su mejor amiga—. No había nada que pudieras hacer. No debes cargar con esta responsabilidad sobre tus hombros. Ni yo misma hubiera adivinado que mi hermano se había convertido en el nuevo Charlie Sheen. No entiendo qué sucedió... ¿Cómo es posible que Dipper haya pasado de ser un repelente de chicas ambulante a volverse todo un cazanova en tan solo un día?

—¿Tendrá algo que ver el hecho de que tu hermano y tu tío se la pasaron hablando de métodos de conquista y seducción durante todo el viaje? —Propuso Grenda.

—Ahora todo tiene sentido... —Mabel reaccionó ante la pregunta de Grenda con una pronunciada hostilidad, entrecerrando los ojos y apretando ambos puños—. ¡Ese par de idiotas! No se dan cuenta del daño que le hacen a otras personas al tratar de hacerse los muy "hombres". Pero ni piensen que esto se va a quedar así... Mabel les enseñará a no volver a jugar con los sentimientos de una chica sea quien sea. No te preocupes, Pacifica. Yo me ocuparé de escarmentar a esos dos.

—No tiene caso, Mabel... Es mejor dejarlo así. —Pacifica retomó la palabra—. No quiero que nadie más vuelva a anteponerse ante mí para tratar de ayudarme a solucionar mis propios problemas. A partir de este momento, yo pelearé mis propias batallas. Sí hay algo que he aprendido gracias a la clase de educación que he recibido de mis malvados padres y ahora gracias a las fraudulentas palabras de un chico al cual llegué a tenerle una alta estima, es que depender de alguien para velar por tus propios intereses puede convertirse en un arma de doble filo. Lo mejor será que reserve mi corazón hasta que encuentre a alguien en quien yo sienta que pueda depositar mi confianza, sin el temor a que más tarde me termine apuñalando por la espalda.

—Pacifica... —Mabel se sentó a su lado, colocando de igual forma su mano sobre el hombro de la chica para tratar de hacerle ver que contaba con todo su apoyo—. Ya verás que todo saldrá bien. Solo el tiempo y la compañía de nuevas amigas te ayudarán a sanar ese corazón.

—Gracias, chicas por apoyarme... A las tres... —Sonrió tibia pro sinceramente.

El trío compuesto por Mabel, Grenda y Candy concretaron su nuevo lazo de amistad con Pacifica al darse un fraternal abrazo grupal, el cual fue interrumpido y sosegado debido a los frenéticos gritos de terror de Dipper.

—¡Chicas! ¡Chicas! ¡Aquí están...! —Se detuvo ante el grupo de niñas, ganándose de manera inmediata un séquito de miradas cargadas de odio puro, y fervientes deseos de asesinato. En contraste, Pacifica optó por desviar su cabeza hacia el lado contrario para tratar de ocultar su rostro imbuido en una serie de sentimientos encontrados dónde la impotencia, el rencor y la tristeza eran los predominantes—. ¡Qué bueno que pude encontrarlas...! ¡Necesito su ayuda!

—¡Oh...! Solo eres tú... —Mabel fue la primera en confrontar a Dipper al adelantarse unos cuantos pasos para evitar que se acercara a Pacifica—. ¿Qué viniste a hacer aquí?

—Para tu información, donjuán, tú no eres bienvenido a nuestro club de chicas. ¡Así que será mejor que te largues de aquí si no quieres que Grenda te lance directo de cabeza dentro del geiser! —Se expresó la chica de gafas, cruzándose de brazos y colocándose junto a Mabel.

—Por favor, chicas... Escuchen... Sé que lo que hice fue terrible y estoy muy arrepentido por ello... Pero ahora mismo necesito que me ayuden. Lo que vimos en esos folletos que encontró Candy resultó ser cierto. El tío Stan y los padres de Pacifica fueron capturados por una mujer mitad araña y ahora los tres están a punto de convertirse en momias. Pero eso no es todo, al parecer esa mujer también cuenta con un ejército de miles de crías, algunas de ellas quisieron atacarme mientras me encontraba en el acceso al parque. Afortunadamente, fui más rápido que ellas y pude escapar a tiempo.

—¿Y por qué deberíamos creerte? —Preguntó Mabel, escéptica—. ¿Cómo sabemos que lo que dices no es algo para desviar nuestra atención? Necesitamos pruebas.

—¿Esas son pruebas suficientes...? —Mientras su hermana hablaba, Dipper alzó la cabeza, dirigiendo la vista hacia las ramas de los árboles cercanos, desde las cuales, una gran cantidad de crías de arañas gigantes comenzaron a descender poco a poco con la ayuda de sus gruesas telarañas.

—¡Oh por dios!

—¿Qué son esas cosas?

—¡Son asquerosas!

—¿Acaso estamos en Australia?

Pacifica, Mabel, Candy y Grenda compartieron sus opiniones respectivamente, convenciéndose de que las palabras de Dipper eran cien por ciento confiables.

—¿Ahora me creen? ¡Vamos! No perdamos más el tiempo... Debemos encontrarlos antes de que esas arañas los devoren.

Dipper y las chicas se pusieron en marcha, subiendo a toda velocidad por medio de la empinada colina a través de los pasillos elaborados a base de vieja madera y cubiertos por una extraña sustancia negra, la cual prefirieron evitar preguntarse qué era.

—¿Tienes alguna idea de dónde pueden estar, Dipper? —Preguntó Mabel.

—De acuerdo a las últimas palabras que el tío Stan me dijo por el Walkie Talkie, estaban dentro de una cueva y que la única pista con la que contaba era que antes de entrar alcanzó a escuchar el sonido producido por una maquinaria en funcionamiento...

—¡El teleférico! —Afirmó Pacifica con toda la seguridad del mundo—. El teleférico es lo único en toda la atracción que funciona a base de un motor... Lo que escucharon fue probablemente el rechinido de las poleas y de los viejos cables. Creo saber dónde están... Antes de verme con Dipper en la entrada del museo, di un breve paseo por el lugar y me percaté de la entrada de una cueva cerca de una de las cabinas del teleférico en lo alto de la colina. ¡Yo los guiaré! ¡Síganme!

Dichas estas palabras, el grupo se apresuró a alcanzar la entrada de aquella cueva, huyendo de la tropa de hambrientas arañas que se acercaban y se mantenían en la retaguardia con la esperanza de saborear una buena dotación de carne fresca lo más pronto posible.

-o-

—¡Vamos a morir! ¡Vamos a morir! —Dijo Preston Northwest, al borde de las lágrimas, apresado e inmóvil dentro de una telaraña que pendía el techo—. Se suponía que esto sería un paseo familiar y ahora nos encontramos a merced de una mujer araña esperando a ser devorados para transformarnos en momias.

—¡Tranquilo, querido! —Priscilla intentó tranquilizarlo—. Pronto saldremos de aquí. Los niños ya vienen y nos rescatarán.

—¿Los niños? ¿Estás bromeando? ¿Qué podrían hacer unos niños de doce años contra una criatura que parece no pertenecer a este mundo? Pacifica no sabe defenderse... ¡Es absurdo pensar que ella puede combatir contra algo así!

—¿Sabes, Preston? Estoy empezando a cansarme de ti. —Stan le recriminó—. ¿Quieres que te diga algo? Estoy seguro que tu hija podría hacer mucho más de lo que tú podrías en este momento. Así que deja de ser tan quejumbroso y ten confianza de tu hija por primera vez en tu vida. A decir verdad, estoy sorprendido de que ella aún se anime a venir a rescatarlos a ambos.

—¡No sé de qué estás hablando, Stan Pines! Priscilla y yo somos sus padres. No debería tener razones para no hacerlo. Desde que nació, la hemos provisto de todos los lujos que una persona podría anhelar en toda su vida.

—Aja... ¿Y el "Amor de Padre" también está incluido en esa lista?

—¿Qué...? ¿De qué estás hablando...?

—¡Vamos! No te hagas el inocente... ¿Cuándo fue la última vez que le dijiste a tu hija "Te amo"? ¿Cuál es la fecha de su cumpleaños?

—No tengo por qué responder a eso, Stan. Además... Tú no tienes el derecho de decir ese tipo de cosas sí tú no sabes la manera con la cual he criado a mi hija.

—Tal vez no, pero mi sobrino me lo contó todo. Ahora entiendo porque ella siempre ha mostrado esa clase de comportamiento. Él me dijo acerca de lo terribles que tú y tu esposa son como padres. Sus intereses por su estatus social son más grandes que el bienestar de su propia hija.

—¿Qué? Eso es mentira... —Preston intentó defenderse.

—¡Admítelo Preston! No puedes responder a mis preguntas porque no conoces las respuestas. ¡Nunca te has interesado por tu hija porque ni siquiera la amas!

—¡Ya cállate! No tengo por qué seguir soportando de tus constantes arremetidas contra mis métodos de crianza. ¡Puedo responder a tus preguntas! El cumpleaños de Pacifica es el 22 de Mayo. ¿Ya estás feliz?

—Querido... —Priscilla se dirigió hacia su esposo.

—¿Qué sucede, cariño?

—El cumpleaños de nuestra hija no es el 22 de Mayo... Ese fue el día en el que entraste por primera vez a la lista de Forbes como uno de los hombres más ricos del mundo.

—¿Qué...? ¿Lo dices enserio? —Se mostró sorprendido y exaltado por la respuesta tajante de su esposa. Acto seguido, trató de hacer memoria—. Bueno entonces... ¡Lo tengo! Es el 18 de Junio. Estoy completamente seguro de que esa es la fecha correcta.

—Ese fue el día en el que heredaste la fortuna de tu padre y te convertiste en el nuevo líder de la familia.

—¡Eso es imposible...! ¿13 de Septiembre?

—Desayuno con el presidente...

—¿2o de Diciembre?

—Nuestra boda...

—¿Y bien...? —Stanley sonrió complacido, de modo que lo continuó presionando una vez que se aseguró de que Preston no conocía la respuesta—. Sigo esperando...

—Querido... ¿En verdad no recuerdas la fecha de cumpleaños de nuestra hija?

—Verás... Yo... Tengo que saber cuál es... La tengo en la punta de la legua...

Preston sudó la gota gorda ante la fuerte imposición de Stanley y de su esposa. Sin embargo, pese a sus esfuerzos, la resistencia del hombre se vio finalmente mermada, teniendo que admitir con mucha vergüenza, el hecho de no recordar la fecha exacta del cumpleaños de su primogénita.

—De acuerdo Stan... —Suspiró resignado, agachando la mirada, dándose cuenta por primera vez en su vida que estaba equivocado—. Tú ganas... ¡Dios mío! Esto... No puedo creerlo... No puedo creer que me haya olvidado una fecha tan importante como lo fue el nacimiento de mi propia hija... Y ahora que lo pienso... Tampoco recuerdo cuando fue la última vez que le dije "Te amo", o la última vez que ambos jugamos juntos al mini golf... O la última vez que le di un beso de las buenas noches... Toda mi vida no ha significado otra cosa que negocios, fiestas y lujos... ¿Tanto tiempo ha pasado que perdí la noción de lo que se supone debería ser lo más importante para mí en todo el mundo? Mi hija...

—¡Oye, Preston...! Mira... Es raro para mí decirte esto, pero... Creo que aún estás a tiempo para hacer bien las cosas y reparar todo el daño que has causado gracias a tu irresponsabilidad. Pacifica aún es lo bastante joven, así que ambos podrán crear buenas memorias como padre e hija. Debes aprovechar el tiempo que te quede con las personas que son importantes para ti, o de lo contrario, podrías despertarte una mañana y darte cuenta que esas personas ya no estarán nunca más ahí para convivir más con ellos. Tu hija crecerá eventualmente y hará su propia vida. Es importante que tú estés ahí para apoyarla cuando eso suceda. Yo he atravesado por una situación similar con mi hermano y luego de pasar los últimos treinta años en su búsqueda, al fin caí en la cuenta de que tal vez desperdicié una gran parte de mi vida tratando de alcanzar un ideal que al final no se vio recompensado.

—Sí... Tal vez tengas razón... ¿Te digo algo, Stan? Nunca, ni siquiera mi propio padre, me había dicho unas palabras tan reconfortantes como las tuyas. —Suspiró—. Ahora que lo pienso... Mi padre fue inclusive más estricto que yo. Él jamás me dio ánimos de ningún tipo, ni mucho menos me dirigió palabras de cariño. Lo único que él quería, era que yo fuera capaz de llevar el negocio familiar y convertirme en un hombre recto tal y como él. El problema es que él nunca me enseñó a como ser un padre ejemplar... ¡Por dios! ¿En qué me he convertido...? Esto no puede continuar así... Stan... —Levantó la cabeza—. Ya he tomado mi decisión... A partir de este momento, me comprometo a ser un mejor padre para mí hija. Aún hay tiempo... Sé que lo hay... Ahora lo entiendo finalmente... Solo porque mi padre fue malo conmigo, no significa que yo también deba serlo con Pacifica.

Stanley pareció quedar complacido con las palabras de Preston. Sin embargo, alguien oculto en las sombras, alguien cuyas opiniones discrepaban completamente a las de Preston, había estado escuchando toda la conversación. Fue en ese entonces, que decidió que era el momento preciso de hacer un repentino acto de presencia ante el trío de adultos.

—A pesar de ser un viejo cliché... ¿No es adorable cuando un hombre decide cambiar su forma de pensar cuando su vida y la de sus seres queridos se ve amenazada? Lamentablemente para ti, Preston. Tu preciada hija no correrá con la suerte de ver a su nuevo y flamante papi reformado. —Dijo la estrafalaria mujer que se presentó frente a ellos, dejando salir una discreta, pero sarcástica carcajada que retumbó en todas las paredes de la cueva. Una mujer cuyas extremidades inferiores podían contarse en cuatro pares.

Continuará...

Más allá del romance que pueda resultar entre Dipper y Pacifica, sí es que ella le perdona sus infidelidades, creo que es una buena oportunidad para ver la redención de los señores Northwest. Sobre todo de Preston. El problema será ver si es que sobrevive a la aventura. *Risa diabólica* Bueno este fic entra a su recta final, ya que solo le restan 4 capítulos más y esto terminará. Espero que les guste en desenlace y el final de esta historia alternativa que pudo haber sucedido en algún otro universo. (Mi universo) Ya lo dijo una vez Alex Hirsch en su cuenta de twitter. Todo es canon en alguna realidad paralela.

Espero les haya gustado el capítulo y si gustan dejarme sus opiniones serán bienvenidas. Nos leemos para el próximo miércoles 31 de Mayo en una nueva entrega. ¡Pásenla bien! ¡Chao!

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