catorce

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Respiró hondo sintiendo una suave aroma a fresas.
Odiaba las fresas pero amaba el shampoo de fresas de Taehyung, en realidad amaba a Taehyung. Estaba abrazandolo por la espalda, encabajaban tan bien que esto le confirmaba aún más que estaban hechos el uno para el otro.

Sonrió acercándose lo más posible al cuerpo del pelicastaño que dormía profundamente en sus brazos. No podría creer que el chico que tiene entre sus brazos fuera su novio, un cosquilleo le recorrió el cuerpo de tan solo pensar en la realidad. Desde que dormían juntos empezó con el hábito de despertar antes solo para observar como el otro dormía, ver cómo su boquita se abría levemente soltando soniditos, como sus mejillas se apretaban haciéndose más grandes.
Dios...amaba a Taehyung, amaba cada partícula y átomo de su ser.

¿Desde cuándo la realidad era más hermosa que un sueño? Porque así era, prefería estar despierto toda su vida con tal de observar como Taehyung dormia.

Dejo un suave beso en la frente del menor sonriendo.
En eso la alarma sonó, lo que lo hizo girarse para apagarla rápidamente antes de que despertara a su osito. — odio esa maldita alarma. — lo escucho quejarse, rodó sobre la cama quedando boca abajo.

Jungkook río por su infantil comportamiento. — No tienes que levantarte, yo hago el desayuno para los niños. — propuso poniéndose de pie para ir a la ducha.

— Eso suena increíble, pero me gusta despedir a los niños. — lo escucho hablar contra el colchón.

Se dio una ducha para despertar, al salir Taehyung ya no estaba en la cama. Se vistió con jeans negro ajustado y una camisa de flores de manga corta.
Agradecía que su jefe le dejara vestirse como le diera la gana, no podría soportar estar todos los días con un traje elegante.
Cuando se terminó de arreglar salió a la cocina y los niños comían su desayuno mientras Wooyoung tarareaba una canción.
Luego miro a Taehyung que estaba sentado con sus manos en la mesa mientras sostenía su cabeza, estaba totalmente adormecida.
Sonrio, Taehyung nunca había sido una persona madrugadora por eso siempre había tenido clases en la tarde para poder dormir tanto como quisiera.

Se acercó y lo movió levemente. — Mi amor, ve a la cama. — le susurro.

— ¿Cuál llama?. — respondió. Los niños rieron bajito intentando no despertarlo.

El pelinegro negó sonriendo para tomarlo en sus brazos y llevárselo a la cama. — Espera, mi beso de despedida. — se quejó bajándose de los brazos del mayor.

Los niños se pusieron de pie y caminaron hacia el pelicastaño para que este besara sus mejillas. — Que tengan un buen día, los quiero con todo mi corazón. — les dijo y se lanzó a los brazos de Jungkook enrollado sus piernas alrededor de sus caderas.

— También te quiero. — le dijo Wooyoung volviendo hacia su desayuno. Jimin le lanzó un beso sonriendo y Soobin le sonriendo mientras que Jungkook lo sacaba en sus brazos hacia la habitación.

Cuando lo quiso dejar sobre la cama este lo tomó desde su nuca y lo tiró sobre el. — Que cariñoso estás hoy.

— Tu me hiciste así, me dices palabras bonitas y me pides ser tu novio...quiero darte muchos besitos. — lo tomo de la cara repartiendo muchos besos sobre su cara. Jungkook no se quejó y dejó que el otro lo besara cuando el quisiera.

— ¿Que tengo que hacer para que me trates así siempre?. — le pregunto devolviendole todos los besos.

— No llegar tarde con los niños. — le respondió. Jungkook recordó que ya debían marcharse, no quería otro regaño de parte de los profesores por llegar tarde.

— Adiós bonito, descansa. — le dio un beso en los labios y lo acomodo en la cama, cubriéndolo con las mantas.
El pelicastaño rápidamente se acomodo volviendo a dormir. 

Sonrió enamorado y salí de la habitación.  Los chicos ya estaban listos así que solo tomó su maletín y salió con sus hijos del departamento. El viaje hasta sus respectivos colegios fue alegre, a Wooyoung le gustaba poner música que despertaría hasta Jesucristo.  Se despidió de jimin, que cada día amaba más estar en el jardín, de Wooyoung casi no pudo despedirse porque este salió corriendo hacia su colegio. Soobin era el que más se tardaba en bajarse, al parecer sería al más le costaría acostumbrarse a esto.

— oye... ¿Ese no es la garrapata?. — pregunto mirando una cosa celeste que estaba parada fuera del colegio. Soobin miro hacia donde apuntaba y en efecto ahí estaba Yeonjun, vestido totalmente de celeste pastel y llevaba un gorro color durazno.

— Si, es el. — asintió.

— Me gusta su estilo. — sonrió mirando al chico que parecía buscar algo. — Deberías bajarte e ir con el.

— ¿Como me libero de él?.
— pregunto Soobin dejando caer su cabeza sobre el asiento.

— Te daría algún consejo pero parece que no necesitas librarte de él. — se burló un poco de su hijo.

— No insistas con eso. — le advirtió el muchacho. — Además ¿Donde quedó el padre protector que alejaría a todo el mundo de sus hijos?.

—No me siento amenazado por el, es como una garrapata, inofensiva.

— ¿Se te pega y te chupa la sangre?. — pregunto levantando la ceja. Jungkook río por las ocurrencias del joven.

— Ya baja, que parece que se pondrá a llorar si no te ve. — Soobin miro al chico y suspiro.

— Adiós, papá. — se despidió.  Jungkook sonrió por como lo llamo, aún no era fácil acercarse a Soobin pero cada día podría decir que hacían más cercanos, confiaba más en ellos y abría su corazón.

Condujo hacia su trabajo llegando junto a tiempo. Su jefe lo esperaba en la oficina de juntas, a su lado estaba su hijo. Se inclinó para saludarlos y ellos hicieron lo mismo.

— ¿Cómo estás?. — pregunto su jefe con una sonrisa.

— Muy bien, ¿Y usted?.
— su jefe sólo asintió en respuesta.

— Hoy quería pedirte un favor, que cuenta como trabajo, obviamente. ¿Podrías ayudar a Namjoon ha crear una casa?. — pregunto a lo que Jungkook asintio algo confundido.

— ¿Quiere que hagamos los planos o que la construyamos?. — pregunto.

— Los planos. — respondió Namjoon rápidamente.

— Esta bien.

— Exelente, yo debo irme. Espero sean un buen equipo de trabajo, los dejo.
— se despidió.

Cuando el señor salió quedó un silencio algo incómodo que no le gusto a Jungkook. — Bien...¿Tienes alguna idea de lo que quieras?.

— algo no muy grande pero si espacioso. Que tenga dos habitaciones, una cocina, dos baños, una sala de estar y un comedor. — hablo muy seguro. El pelinegro sonrió por la seguridad del chico, parecía que sabía muy bien lo que quería.

— Bien. — Jungkook sacó su cuaderno de dibujos y comenzó hacer un bosquejo sobre lo que Namjoon le había dicho, mientras dibujaba el pelinegro (me refiero a Namjoon por si no le entendieron) le daba indicaciones.

— Puedo preguntarte algo...
— levantó su vista y noto que el chico estaba algo nervioso.

— Claro.

— ¿Cómo cambias pañales?.
— pregunto seriamente.
Jungkook intentó no reírse por la pregunta, claramente estaba asustado sobre la idea de ser padre.

— Perdón por no poder ayudarte sobre eso, en realidad mis bebés ya son grandes. Cuando los adaptamos ya estaban grandes. — le respondió notando la decepción en la cara de Namjoon. — Pero siempre y puedes ver tutoriales en YouTube.

Namjoon se río suavemente. — Estoy nervioso.

— Yo estaba igual, no te preocupes. Tenia miedo de cometer errores, de no ser  un buen ejemplo, de fallar.
— le dijo sincero. — Pero las cosas se dan solas, aprendes de a poco. Aunque yo nunca tuve un bebé tan pequeño, dicen que vienen con la cabeza abierta.

Namjoon abrió grande los ojos con mirándolo asustado al pelinegro. — Seguramente lo voy arruinar ¿Cómo se tiene a un bebé con la cabeza abierta?.

— Vas aprender, todo lo vas aprender. No te preocupes, yo no sabía ni soportar a un niño y ahora soy un experto. — le aseguro sonriendo orgulloso.

— ¿Me enseñarias?. — pregunto. Jungkook asintió, el chico frente a él sonrió agradecido.

— ¿La casa que estamos creando es para tu...?
— sabia que el tema era complicado así que no supo como llamarlo.

— Si, para mi hijo y su mamá. — respondió orgulloso.

— ¿Cuántos meses tiene?. — pregunto curioso.

— Dos.

— ¿Estas muy asustado?.

— Muchísimo, no se que hacer. No sé cargarlo, no se como bañarlo ¿Y si lo ahogo? ¿Y si le doy mal la comida? ¿Y si no soy un buen ejemplo?.— pregunto preocupado.

— Vas aprender, te prometo que lo harás. Además para cualquier cosa puedes hablarme y tienes a tu papá, el debe ser un buen ejemplo. — le sonrió.

— Es el mejor ejemplo.— aseguro.— ¿Quien fue tu ejemplo?.

Jungkook le sonrió. El no había tenido a quien llamar papá, su madre siempre había sido estricta y nunca dejó que su abuelo interviniera, en realidad nunca tuvo una figura paterna así supuso que sólo improviso. Iba a responder pero su celular sonó, era un número desconocido.

— ¿Hola?.

Joven Jungkook, soy la directora, necesito que venga al colegio. Soobin se metió en una pelea.

Y la vieja de mierda cortó.
Pero su cabeza había convertido las palabras y lo único que escucho fue: alguien golpeo a Soobin.

— Me tengo que ir. — se apresuro a guardar sus cosas. — Perdóname Namjoon, pero alguien se atrevió a tocar a mi hijo.

— No te preocupes, yo le aviso a mi padre.

Condujo rápidamente hacia el colegio, por su cabeza pasaba miles de imágenes donde golpeaban a Soobin, su enojo se hizo notorio apretando sus puños mientras caminaba hacia la dirección. Al entrar se encontró con Soobin con el labio partido y eso hizo que su furia aumentará.

— ¿Quien fue? Porque lo voy a matar en este mismo instante. — gruño abrazando a Soobin.

— ¡Jungkook!.— escucho como alguien lo regañaba. Ni siquiera sé dio cuenta que Taehyung también estaba ahí.

— Joven Jungkook, esa no es la manera de enfrentar esta situación.— lo regaño la que suponía era la directora. Quería gritarle que el único que podía regañarlo era Taehyung, y que le diera los nombres de los malditos porque ya se estaba preparando para golpearlos.

— Necesito que se calmen para que hablemos.— pidió otra mujer que no sabía quién carajo era.

— Yeonjun ¿Que pasa con tus padres?.— pregunto la directora. Se giró para mirar al pelirrojo y este estaba totalmente socio, incluso su cara estaba sucia.

— Ya le dije, no creo que vengan, ellos son doctores no pueden salir así. — dijo bajando la cabeza.

— Nosotros responderemos por el. — aseguro Taehyung indicandole que se acerque. El pelirrojo algo inseguro se acercó a los chicos para dejar que Taehyung pase su mano por los hombros, reconfortandolo.

— Soobin golpeó a uno de sus compañeros e inicio una pelea. — informo la directora. Miró hacia un costado y se encontró cuadro chicos y sus respectivos padres. Los miró con odio, se habían ganado un pase al infierno.

— ¿Por qué lo hiciste?. — pregunto Taehyung mirando a su hijo.

— ¡Por qué mira como dejaron a Yeonjun!. — grupo enojado.

— Eso no justifica que los golpees, las cosas no se solucionan con la violencia. —aconsejo la otra mujer.

— Bueno, yo voy a enseñarles violentamente a que no molesten a Yeonjun.— respondió Soobin cabreado.

— ¡Eso!.— apoyo Jungkook recibiendo un codazo de parte de Taehyung.

— No justificó el actuar de mi hijo, pero creo que solo defendió a su amigo. Deberían también amonestar a quienes daño a Yeonjun, yo sé lo exijo. — reclamo Taehyung.

— ¡Su hijo es un violento! Eduquelo. — grito una de las madres de los chicos.

— ¿Perdón? La que debe educar a su hijo a no molestar a los demás es usted, además más cuidado de como se refiere a mi chico.— bufo Taehyung comenzando a cabrearse.

— Hagale caso, no querrá verlo enojado.— le aconsejo Jungkook.

— Claro, por estas cosas los homosexuales no deben adoptar. Ya ven como crían a sus hijos. — se quejó otra.

— ¿Que dijo?. — pregunto Soobin. — Ustedes son las que no saben criar, sus hijos son unos matones que se creen con el derecho de molestar a quien se les pegue la gana.

— ¿Yeonjun tu que opinas?.
— pregunto la directora al pelirrojo.

— Bueno... Soobin solo me defendió, el no tiene la culpa. — dijo.

— Como se defienden los novios. — susurro uno de los chicos involucrados en la pelea.

— ¿Y a ti que te importa?.
— le dijo Yeonjun. — Siempre estás molestando, y no solo a mi, pregúntele a cualquiera. Ellos son insoportables. — se quejó.

— Sigue hablando gay de mierda, después veremos quién te defiende. — lo amenazó uno de los chicos.

— ¡Le toca un pelo y te parto la cara!. — le grito Soobin de vuelta.

— ¡Silencio! ¿Como es posible que resuelvan todo a golpes? Eso no es la manera. Soobin será suspendido por dos días por iniciar la pelea, y los demás también por molestar a su compañero. Yeonjun tu no recibirás castigo.

Los chicos se miraron desafiantes. Al salir de la oficina se fueron por distintos lados pero al llegar a la salida de encontraron y se quedaron mirando. La directora les había dado el resto del día libre, aunque estaban como castigo.

— Les informo, ustedes vuelven a tocar a Soobin o a molestar ha Yeonjun y se las van a ver conmigo.— amenazó Jungkook.

— Usted no puede amenazar a nuestros hijos. — le reclamo una de las mujeres que había hablado anteriormente.

— Si usted educara bien a su hijo yo no tendría que hacer esto. Quedan advertidos. — dicho esto encamino a su familia al auto.

Se subieron y Jungkook comenzó a conducir.

— Gracias. — dijo Yeonjun sonriendo.

— No te preocupes.— le respondió Taehyung. — Me gustaría hablar con tus padres ¿Podrías darme su número?.

Yeonjun asintió y le dió el número.

— Si lo pienso, tú solo tenías el labio partido, y ellos eran cuatro. — hablo Jungkook y luego sonrió. — ¿Que eres? ¿Soobin fu panda?.

— No empieces. — le reprochó Taehyung. Yeonjun se rió.

— Cuando me enojo puedo golpear así. — respondió Soobin.

— ¡Mi héroe!. — dijo Yeonjun recibiendo una mirada de odio de parte del pelinegro. — Te prometo que  voy aprender a defenderme para que ya no te metas en problemas.

Soobin suspiro. — No te preocupe. Si intentan algo se las van a tener que ver conmigo.

— Uh, suena tan heroico. — se burló Jungkook.

— La idea es que ninguno se vuelva a meter en peleas, no me gusta eso. — pidió Taehyung mirando hacia atrás para ver a Soobin.

— Es que son insoportable, te lo juro. No solo es con Yeonjun, molestan a muchas personas más. — dijo el chico.

— Sinceramente yo también quería pegarles para que se callaran ... Ni su cara la soporto. — confesó Taehyung haciendo reír a todos los demás en el auto.

— ¿Que hacemos con la garrapata?.— pregunto Jungkook.

— ¡No le digas así!.— le regaño su pareja.

— Pueden dejarme en mi casa. — ofreció. Yeonjun sonriendo.

— No. — respondió el chico a su lado. — No están tus padres, además así aprovechamos de terminar el trabajo de biología.

— Está bien. — asintió.

— Lo olvide, Jungkook tienes que volver al trabajo. —  Taehyung lo miró.

— Los dejaré afuera del edificio y volveré, estaba ayudando al hijo de mi jefe en algo. — informo.

— ¿Y que edad tiene el hijo de tu jefe?. —  pregunto Taehyung intentando sonar con desinterés.

— veintiuno, creo, no lo recuerdo muy bien. — sonrió. — ¿Estás celoso?.

—Claro que no.

— Está celoso. — apoyo Soobin.

— Ustedes son una familia muy agradable. — comento Yeonjun.

Hola espero y les guste el capítulo.

Les quería decir que los capítulos van a ir subiendo depende a cuántos votos tenga el capítulo anterior, eso quiere decir que es su decisión.

En este momento tendría que estar ayudando a mi familia a reglar las cosas para "mí fiesta" y me puse a escribir jajaja.

También espero que se cuiden mucho por todas las cosas que andan pasando.


Esta bien hermoso, todos digan Namjoon varón de tai

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