dieciséis

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Habían planeado ir ese fin de semana a la playa, la siguiente semana Taehyung comenzaba con sus exámenes y querían aprovechar el tiempo que tendría antes que estos. Alistaron las cosas un día antes ya debían levantarse temprano para aprovechar el fin de semana, Wooyoung prácticamente salto de la cama apenas Taehyung había prendido la luz de su habitación, a Soobin le costo unos minutos despertar y comenzar a vestirse. En cuando a jimin, el pequeño no despertó y tuvieron que vestirlo con el durmiendo.

Taehyung también estaba algo inconsciente, nunca había sido fácil para el levantarse temprano. Todos estaban emocionados por su paseo, los niños no conocían el mar así que eso los hacia ponerse más impaciente por llegar. El viaje duró dos horas de las cuales Jimin y Taehyung durmieron totalmente, soobin había tomado el puesto de copiloto ya que el pelicastaño mayor quería dormir abrazando a su bebé. Wooyoung por su parte se mantuvo entretenido mirando el paisaje, preguntando yolo lo que viniera a su cabeza, cuando visualizo la playa soltó un grito. El pelinegro se giro a mirar pero sus bebés ni siquiera se movieron, tenían el sueño bastante pesado.

- No grites, por favor. - le pidió su hermano mayor mientras bajaba un poco la ventana. Una brisa suave entro haciendo que cerrara sus ojos disfrutando, la playa era bonito y por lo que Jungkook había dicho era pequeña, no querían un lugar donde se acumulará muchas personas. Querían algo tranquilo para estar.

A medida que se acercaban a la playa se dieron cuenta que era un lugar muy colorido, todas las casas tenían un color fuerte y bonito. Habían unas cuantas personas caminando por las calles, habían ferias artesanales, comida y un hermoso muelle. Gracias al GPS y a que soobin era un excelente guía lograron llegar al pequeño hotel donde habían hecho reservas, estaba cerca de la playa y de tenía cerca los demás servicios. Estacionó el auto en donde le indicaron y bajaron sus maletas para caminar hacia la recepción, sin duda habían hecho una gran elección, el lugar era hermoso y acogedor.

Jimin seguía aún algo adormilado en los brazos de Jungkook, Taehyung mantenia a Wooyoung de la mano ya que pensaba que el niño en cualquier momento saldría corriendo por lo emocionado que estaba. Jungkook le informo a la recepcionista que habían hecho una reservación.

- Perdón pero hubo un error y en vez de una habitación con tres camas, hay dos habitaciones, con una cama grande y la otra con dos. - se disculpó la mujer. El pelinegro se giró a mirar a su novio en busca de respuestas.

— ¿Al menos las habitaciones están cercas una de otra?. — pregunto Taehyung caminando hacia la mujer.

— Si, están una frente a la otra, no tiene porqué preocuparse por eso. Este es un lugar muy tranquilo y aún así el hotel tiene una gran seguridad. — hablo la mujer intentando convencerlos.

— Podemos dormir tu en una habitación y yo en otra, para que los niños no duerman solos. — propuso Taehyung no muy convencido de estar separados.

— pueden ustedes dormir solos y nosotros en la otra habitación, no tienen porque preocuparse. — les dijo Soobin, para el no era problema estar con sus hermanos y además creía que los mayores necesitaban un poco de privacidad.

— ¿Estás bien con eso?. — pregunto Jungkook recibiendo una afirmación de parte de Soobin.

— Yo no estoy muy con eso, no quiero que estén solos. — se quejó Taehyung.

— Estaremos bien, además solo será para dormir. — le dijo Soobin para tranquilizarlo. Nov muy convencido Taehyung termino por aceptar, la habitación de los niños tenía dos camas y habían decidido que los más pequeños dormirán solos y el mayor solo. Aunque había la posibilidad de que jimin se cambiara de cama ya que había veces que Wooyoung se movía mientras dormía o incluso hablaba.

Su habitación era grande, una cama blanca estaba en el centro, las ventanas estaban abiertas así que una la brisa se colaba por el lugar dándole un aire limpio y reconfortante. Acomodaron sus cosas y luego decidieron salir para recorrer el lugar. Wooyoung se emocionaba por todo lo que veía, la gente que los veía pasar los encontraba demasiados tiernos.

Nadie los miro mal o les hizo alguna cara desagradable, así que todo se sentía muy cómodos. Jimin iba de la mano de Taehyung mientras los mayores entrelazaban sus manos, y Wooyoung iba de la mano sobrante de Jungkook. Soobin caminaba a la par mientras sacaba fotos, quizás si debió traer sus lápices para poder pintar, el lugar lo relajaba.

Recorrieron las cercanías del lugar, compraron algunas cosas para los niños hicieran un castillo para cuando se acercaran a la playa. Volvieron al hotel a la hora del almuerzo y luego de esto por fin fueron a la playa.

— ¡Me encanta!. — grito Wooyoung emocionado cuando sus pies tocaron la arena. — Quiero entrar ¿Puedo?. — pregunto. Taehyung le sonrió, le encantaba como sus ojitos brillaban de la emoción y sus manitas jugaban.

— Con cuidado. — le dijo el pelicastaño. Jungkook acompañó al niño tocando del brazo ya que aún no se sentía confiado de dejarlo solo.

— ¿Quieres mojar tus pies?. — le pregunto Taehyung al niño más pequeño. Jimin asintió, lo ayudo a sacarse sus zapatos tomando su mano para caminar al borde del mar. Apenas sus piecitos tocaron el agua estiró sus brazos para que Taehyung lo tomara ya que no le gustaba eso.

El mayor río tomándolo de sus brazos, el agua estaba un poco fría así que el compartía el sentimiento de jimin. — ¿Que tal si mejor hacemos un castillo?. — propuso.

— ¡Siiii!. — le respondió el pequeño sonriendo mientras arrugada sus nariz, el pelicastaño no se pudo resistir así que beso su pequeña naricita. Se alejó un poco y sacó los juguetes para el niño pudiera usarlo. El nunca había sido muy bueno construyendo cosas y tampoco le daba curiosidad hacerlo.

Wooyoung al ver a su hermano jugar se acerco corriendo a el, también pudo notar con Jungkook se acercaba feliz de ayudarlos a construir. — No le den tanto a Jungkook porque si no va construir un hotel más grande del que venimos. — se burló recibiendo una mala mirada de parte del pelinegro.

Dejo que su pareja jugará con los niños y se sentó junto Soobin que estaba bajo un quitasol. — No me gusta mucho el sol, pero esté lugar es muy agradable. — le comento el adolescente cuando se sentó a su lado.

— Si, debemos salir más seguido, no me gusta que estén mucho tiempo encerrados entre el colegio y el departamento que no hay mucho lugar. — Jungkook escuchaba atento las palabras del amor de su vida, aunque lo pareciera.

— Por nosotros está bien, esto es mucho más de lo que podemos pedir. — le aseguro el menor.

— Ustedes se merecen lo mejor del mundo y si está en mis manos dárselos, lo haré. — le sonrió recibiendo una sonrisa de respuestas. Soobin apoyo su cabeza en el hombro de Taehyung relajándose junto a él.

La tarde fue agradable, jimin había jugado todo el tiempo con las palas y juguetes que tenía para construir, en realidad habían construido un castillo bastante bonito, que era de esperarse con la experiencia que tenía Jungkook para construir cosas. Pero antes de que pudieran sacarle alguna foto o incluso admirarlo, una ola había llegado demasiado cerca y lo había destruido, su trabajo de toda la tarde. Taehyung y soobin habían querido reírse pero a ver la cara de triste de sus tres bebés y padre, se habían contenido.

Cuando ya estaba anocheciendo volvieron al hotel, se lucharon y se pusieron ropa más abrigada, ya que la noche estaba un poco fría. Luego fueron por su cena, el ambiente ere tan agradable y fresco que aseguraron esa misma noche que debían volver si o si al lugar, todos habían quedado encantados. Los niños estaban cansados así apenas los habian arropado sus ojitos se habian cerrado cayendo dormidos.

— Cualquier cosa no dudes en hablarnos. — pidió Taehyung a Soobin que estaba jugando con su celular.

— Esta bien, pero descuiden, yo sé manejar con ellos. — obvio que sabía, prácticamente los había criado, lo que eran esos niños era gracias a él, el los había mantenido con vida y había logrado cuidarlos y a pesar de ser tan joven.

Los mayores le sonrieron y salieron de la habitación, al entrar a la sota Taehyung se dejó caer sobre la cama, el viaje y su caminata lo habían agotando.— Me encantó este lugar y a los niños también. — comento mirando como Jungkook se sacaba la camisa blanca que llevaba puesta. No pudo evitar recorrer su cuerpo con la mirada, no es como si nunca lo hubiera visto así, el pelinegro siempre se pasaba en boxer por el departamento antes de la llegada de los niños. Y desde que dormían juntos este solía dormir solo con un pantalón de pijama.

No importaba cuántas veces viera el cuerpo de su pareja siempre quedaba empobado por el, le encantaba cada centímetro del cuerpo del pelinegro. — Si, a mi igual me encantó. Me gusta que estemos los cinco sin ninguna interrupcion.

El pelicastaño decidió dejar de comerse con la mirada a su novio y se dispuso a ponerse la pijama. Poco a poco se acostumbraba a cambiarse frente a él, era porque Jungkook nunca lo miraba demás, Taehyung confiabaen mostrarle su cuerpo y estaba seguro que sería a la única persona que podría mostrarse desnudo sin sentirse incómodo o recibir malos comentarios. Primero sacó su pantalón y se puso el de su pijama. Luego retiro su polera pero antes de poder poner la del pijama unas manos lo tomaron de la cintura haciéndolo estremecer.

— Mi bebé bonito ¿Por que eres tan precioso?. — le susurro el pelinegro dejando besitos sobre su cuello. Taehyung contuvo la respiración, las caricias en su cintura se deslizaron hacia su cadera y así continuo de arriba hacia abajo, mientras los besos eran repartidos por toda su nuca robándole más de un suspiro.

— Supongo que me hicieron con amor. — murmuró siguiéndole el juego. Los besos se movieron hacia adelante y el pelicastaño tuvo que tirar de su cabeza hacia tras para darle más lugar al pelinegro para que pudiera besarlo y morder a su antojo su cuello. Las manos que tomaron fuerte su cadera y lo tiró hacia tras, pegandolo por completo al pecho del otro, sintiendo un bulto chocar contra su trasero.

Mierda. Amaba a Jungkook, amaba probocarlo, amaba pegarse a él y tentar al pelinegro, le gustaba eso porque sabía que podía parar en cualquier momento. Solo hacia falta una palabra o un gesto y Jungkook se detendría, tenía el control porque el pelinegro siempre lo dejaba a él empezar con los besos y caricias, o siempre podía permiso antes de hacerlo.

— ¿Seria muy atrevido decir que quiero comerte?. — volvió susurrar en su oído haciendo que su piel ardiera.

Se giró y tiró de la nuca del mayor para hacer que sus labios se unieran mientras caían a la cama con el pelicastaño sobre el regazo del otro. Sus labios se buscaban, chocaban y dejaban salir sonidos, segundos después sus lenguas también se unieron brindándoles muchas sensaciones que no podrían contener. Cómo la primera vez que habían tenido un encuentro así Taehyung movió sus caderas haciendo fricción entre el miembro del pelinegro y su trasero, sabía que eso ponía loco al mayor. Y como era de esperarse las manos en sus caderas apretaron su agarre, sabía muy bien que el pelinegro se contenía y lo dejaba avanzar a su paso, solo pasaría lo que Taehyung quisiera que pasará.

Y el en ese momento quería todo.

— ¿puedo tocarte más?. — rogo.
La desesperación en su voz le llenó el corazón de ternura, Jungkook quería pero si el no se lo permitía el no lo haría. Era como un niño queriendo su dulce.

Su miel.

Asintio. Rápidamente las manos de Jungkook bajaron hasta su trasero para comenzar a masajearlo a su antojo empujando de este para que su trasero se sintiera más cerca de su notable erección. Gimio alto, deseaba y pedía a los dioses que les paredes puedan suficientemente gruesas para que no se escuchará nada de lo que tenían pensado hacer. Que sus niños no escucharán nada.

Sus bocas se separaron y los labios de Jungkook bajaron por su cuello haciéndolo tirar su cabeza hacia tras para darle más acceso si  dejar de mover sus caderas duramente contra el miembro del pelinegro los labios bajaron por su pecho e contrandose con los rosados y erectos pezones del pelicastaño, sin dudarlo ni un segundo introdujo uno a su boca.

Taehyung gimio alto y tomo la cabeza del pelinegro,  enterrando sus dedos en el pelo, no sabía muy bien si quería alejarlo o acercarse más. Cuando los dientes del mayor mordieron levemente supo que quería más, quería que Jungkook le hiciera el amor hasta el cansancio.

— Deja de mover tus caderas tan deliciosamente. — gruño el pelinegro contra su cuello.

— ¿Por qué?. — pregunto sin parar sus movimientos, sintiendo como el pene del mayor se clavaba entre su trasero.

— porque voy a correrme y no quiero hacerlo hasta estar dentro de Ti — su voz sonó ronca y además de sus palabras habían hecho que Taehyung se evitara aún más, si eso era posible.

— Esta bien. Entra en mi.

Jungkook lo miro con sus ojos negros, sus labios rojos  por los besos y su respiración agitada. ¿Era el pelinegro la octava maravilla del mundo? Al menos de su mundo era la primera.

Lo tomo por la cintura y le dió la vuelta para dejarlo bajo suyo, se acomoda entre sus piernas y comenzó a simular embestidas. Los ojos de Taehyung se cerraron y dejó que su boca saliera todos los gemidos que quisiera, amaba el lado salvaje de su novio, amaba sentir como pegaba sus cadera para hacerlo sentir bien. Sus bocas se unieron en un intenso beso de al separarse dejó rastros de saliva, pero le importaba si Jungkook dejaba su saliva por todo su cuerpo.

Los besos bajaban por su pecho y se dedicó a dejar varios en su cintura, cuando dejó uno sobre su zona "v"  no pudo evitar levantar sus caderas, invitándolo a besar más en esa parte, las manos grandes lo tomaron intentando mantenerlo quieto pero el queria moverse. — Quieto bebé, por favor. — le pidió repartiendo besos por esa parte sensible.

— Si. — respondió sumiso. Las manos ágiles terminaron por sacarle el pantalón y su ropa interior dejándolo completamente desnudo ante la mirada atentando del mayor.

— Tan precioso, eres la joya más reluciente del mundo. — se acercó y comenzó a dejar besos por sus muslos, el pelicastaño soltó un quejido intentando no moverse pero estaba tan excitado que quería restregar contra Jungkook.  — Mi bebé precioso. Me encanta ser el único que puede tenerte así, me encanta ser el hombre que está a tu lado.

Los besos subieron por sus muslos hasta estar cerca de su entrada.
— Abre las piernas, bonito. — pidió como si se tratara de un amable gesto. Taehyung no pudo negarse y con algo de vergüenza las abrió dejando expuesto ese lugar tan íntimo. — Que bebé más obediente.

Debía parar de hablar dulcemente porque eso solo lo provocaba más, cuando Jungkook decidió dejar de hablar y lamer su entrada sintió que podía correrse con tan solo ese toque. Nunca pudo imaginarse el placer que le podía provocar la lengua de Jungkook lamiendo ahí. Lo tomo fuertemente de las piernas para que no pudiera escapar, aunque claramente Taehyung no lo haría, menos cuando había puesto una mano sobre su cabeza empujándolo para que continuara con su trabajo.

Las caderas del pelicastaño se levantaron al sentir como la lengua de Jungkook jugaba con su entrada como se le pegaba la gana. — Sigue haciendo eso. — gimio gustoso. Iba a protestar cuando su lengua dejó de lamer su entrada pero se calló rápidamente cuando la boca de Jungkook tomó su pene y comenzó a lamer.

Dios.

— Chupa. — ordenó Jungkook sacando el pene de Taehyung de su boca.
Puso tres dedos cerca de la boca del pelicastaño y este sin dudar los metió a su boca chupando tanto como pudiera. — Deja de hacer todo tan sexi porque voy a correrme de solo verte.

Parecía una advertencia pero no lo tomo así, saco los dedos de su poca y tomo la mano del pelinegro.
— No. Yo quiero que lo hagas dentro de mi. — dió una lámina a los dedos que ya estaban llenado de saliva.

El pelinegro lo miro sorprendido, sin dejarlo continúo bajo sus dedos y comenzó acariciar su entrada para luego introducir uno lentamente. Apretó el brazo del mayor intentando regular su respiración, sabía que Jungkook lo trataría bien y que lo haría lento para no lastimarlo.

Aunque al principio se sintió incómodo por la intromisión y luego de que el pelinegro hiciera un excelente trabajo, se encontraba gimiendo con tres dedos moviéndose dentro de el, empujaba sus caderas sin poder evitarlo, quería sentirlo más y más adentró. — Jungkook...entra por favor, necesito...— se quejó desesperado. El calor lo estaba consumiendo.

Jungkook retiró con cuidado sus dedos y se posicionó entre las piernas de su bebé. — Debes decirme si quieres que pare, si te duele o si simplemente no te gusta. — beso su frente. El pelicastaño asintió seguro de que no se arrepentiría de su decisión.

Quería eso. Quería eso con Jungkook y con nadie más.

Ambos se miraron cuando el pene comenzó a introducirse lentamente, entrando centímetro a centímetro. Cua do sintió que la pelvis del mayor chocaba contra su trasero se dio cuenta que ya estaba completamente adentro. Sus ojos se cerraron, se sentía tan bien, tan lleno, tan necesitado.
Jungkook espero un momento y luego salió solo dejando la punta adentro para luego entrar nuevamente, repitió está acción varias veces.

Taehyung comenzaba a desesperarse, quería más, necesitaba que el pelinegro entrara fuertemente. — Amor... más rápido.

Como si de una orden se tratara comenzo a moverse rápido tanto que sus cuerpos sonaban al chocar, se levantó y tomo las piernas de Taehyung para comenzar a embestiarlo más rápido, más fuerte, su trasero chocaba contra el y lo apretaba deliciosamente. En la habitación se escuchaban sus gemidos y el sonido que hacían sus cuerpos al unirse, por como ambos se movían deseosos, uno contra otro para sentirse más cerca.

— Tan bonito, tan delicioso. — le dijo Jungkook. Taehyung estaba estirando hacia atrás, con sus puertas se ayudaban a empujar sus caderas contra las del pelinegro aunque esto no fuera necesario ya que Jungkook se encargaba de moverse a su antojo. Tenia los ojos cerrados y gemía sin control.

La habitación se hizo pequeña y ambos estaban envueltos en calor. Cuando el pene del pelinegro tocó un lugar dentro de el levantó su cintura y se estiró gimiendo fuertemente. — Así que ahí es.

No sabía muy bien de qué hablaba el pelinegro y tampoco le importaba mientras el pelinegro siguiera moviéndose como lo hacía el estaría bien. — Más rápido.

— Como ordené.

Jungkook tomó susvpiernas y las subió a sus hombros para comenzar a embestiarlo más rápido, más profundo, escuchar los gemidos descontrolados del menor era música para sus oídos y para su miembro que en cualquier momento sentía que explotaría. Cuando sintió el interior de Taehyung contraerse subo que estaba cerca así que aumento el movimiento de sus caderas para darle más placer a su bebé y para su propio placer.

— ¡Mierda!. — gimio Taehyung cuando ya no pudo más y se corrió manchando su estómago y también el de Jungkook.

El pelinegro por su parte siguió embestiandolo un poco más hasta que su pene se llenó el interior del menor. Siguió embestiandolo un poco más hasta que sus caderas no pudieron más y su cuerpo inundado por el placer dejó caer las piernas de Taehyung y se acomodo en su pecho. Las respiraciones agitadas se escuchaban acompañadas del sonido de las olas.

Hola perdón por la tardanza.

Capítulo dedicado a la gringa y mejor yoongininta hotcake89

Dejen sus mejores piropos por aquí.

No olviden votar y seguirme.

También es que subí tres nueves historias espero y me apoyen también en estas adaptaciones.

Recimiendeme historias kookv/taekook para leer.

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