nueve

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Habían hecho cambios.
Decidieron comprar una cama, ahora la habitación de Jungkook tenía dos camas tamaño mediano, mientras que la habitación de Taehyung tenia una cama tamaño grande. Al principio la habitación del pelinegro era para los mayores y la otra para los niños, pero los niños habían jugado sucio lograron que terminaran los dos mayores acostados en la habitación de Taehyung juntos.

Los niños habían dicho que como ellos eran esposos debían dormir juntos, Soobin dijo que el quería una cama para el solo y Wooyoung dormiria con jimin. Obviamente estas solo habían sido excusas para hacerlos dormir juntos, esos niños eran de armas tomar.

Sonrió, tenía que recordar agradecer esa jugada. Ver a Taehyung dormir se había convertido en su actividad favorita, estaba seguro que si existiera una competencia de admirar al pelicastaño el sería el ganador y por mucho. Eran aproximadamente las tres de la madrugada, no había podido dormir, pero no le molestaba porque frente a él estaba un profundamente dormido Taehyung. Sus mejillas estaban acolchadas por la cama haciéndolas ver más gorditas aún. Su cabello castaño caía sobre su frente llegando hacer sus cejas, sus labios estaban ligeramente abiertos dejando escapar algunos suspiros.

¿A quién debía agradecerle la maravillosa vista que tenía? ¿A los padres de Taehyung? ¿A Dios? ¿Al destino? Por si las moscas le agradeció a los cuatro, porque en ese momento su corazón latía rápidamente como si hubiera estado corriendo un maratón, las abejas habían decidido tomar su estómago como su hogar porque últimamente no se iban nunca de ahí.
Las abejas no se iban porque Taehyung era su miel y el estómago de Jungkook su colmena, la pura existencia del chico las mantenía con vida, las hacía bailar, estaban felices viviendo ahí, viviendo por Taehyung.

Su mano tembló ansiosa por tocar, aunque sea un poco la piel del chico dormido frente a él.
Lentamente acerco su mano acariciándole la mejilla libre, sus dedos solo lo rozaron, pero ese roce bastó para que su cuerpo recibiera descargas que lo recorrieron de pies a cabeza. Si Taehyung supiera todo lo que le hacía sentir, si Taehyung supiera cómo podía cambiar su día con tan solo existir, si Taehyung supiera como su corazón latía cada vez que lo escuchaba reír.
Si tan solo Taehyung supiera que él era su miel de su colmena.

Suspiro. ¿Cambiaría en algo si sus sentimientos fueran revelados? ¿Taehyung le correspondería? Estaba intentando hacer lo posible por conquistarlo, había dejado de molestarlo, bueno, al menos había dejado de molestar un poco. Hacia comentarios indirectos esperando que tomarán dirección y Taehyung los entendiera, pero ¿Eso era suficiente? ¿Taehyung estaba entendiendo todo lo que su corazón le quería decir? Porque hasta el momento el pelicastaño se comportaba igual, sin duda habían dejado de pelear como el pasado, pero a decir verdad su relación no había avanzado mucho.
Esto ponía nervioso al pelinegro, nunca se había interesado en alguien como lo había hecho con Taehyung y aunque intentará acercarse parecía que el chico había puesto una barra para no dejarlo entrar.

Suspiro nuevamente está vez mirando el techo, porque estaba seguro que si seguía mirando a Taehyung no podría dormir jamás.
Su cuerpo reaccionó y se puso de pie cuando sintió un sonido en la cocina, comenzó a caminar con cuidado pensando que podrían ser los niños, aunque los ellos siempre avisaban cuando se levantaban de noche así que descarto esa idea.
¿Podría ser un ladrón? Eso era un poco más razonable así que tomo un zapato, aunque no era muy amenazante  para defenderse, camino a paso firme y se dio cuenta que la luz de la cocina estaba encendida, bien no podía ser un ladrón porque eso sería muy estúpido de su parte, y hasta el momento no sabía si los fantasmas podrían encender luces.

Al entrar se encontró con Soobin dándole la espalda mientras colocaba un vaso en uno de los muebles.

— ¿Soobin? ¿Que hacer despierto? — pregunto mirándolo desde el umbral de la puerta. El adolescente no se giró a mirarlo y parecía nervioso, ahí fue cuando Jungkook noto que estaba intentando contener los espasmos que su cuerpo tenía — ¿pasa algo?

— No pasa nada — respondió sin mirarlo.

Se acercó a él para poder mirarlo, el adolescente seco rápidamente las lágrimas, aunque esto fue inútil porque estas siguieron fluyendo empapando sus mejillas.

— Soobin ¿pasa algo? — pregunto preocupado.
El chico no dijo nada y continuó llorando intentando no sollozar.
Jungkook hizo lo primero que su mente le dijo y lo abrazo, aunque Soobin fuera un poco distante se aferró al cuerpo del mayor como si su vida dependiera de eso.

— Tengo miedo — confesó escondiendo su cara en el pecho del pelinegro.

Jungkook lo abrazo más fuerte.
— ¿Miedo de que? ¿Alguien te hizo algo?

— Miedo de ir a la escuela.

Jeon suspiro. Cómo la asistente social les había recomendado tuvieron que buscar escuelas para los niños, aunque jimin en realidad entraría a un jardín infantil por su edad. Los tres estarían en institutos diferentes, Wooyoung no se veía tan nervioso y en realidad parecía ansioso por asistir, pero jimin y Soobin eran diferentes. No estaba seguro si serían capaces de dejar a jimin en el jardín si este comenzaba a llorar, está casi seguro lo tomaría en sus brazos y saldría corriendo de ahí. Soobin tampoco sabía mucho cómo hacer amigos, era más bien reservado y Jungkook creía que por ahí iba el miedo que este tenia.

— ¿Qué es lo que te asusta exactamente? — preguntó empezando acariciar su cabello para calmarlo.

— No se...quizás es todo.
Nunca he convivido con chicos de mi edad, no se como hacer amigos, tampoco asistí mucho a clases. Antes solo daba exámenes libres entonces nunca he tenido contacto real en la escuela. ¿Qué paso si no les agrado? ¿Que pasa si me molestan? ¿Que pasa si molestan a Wooyoung o ha jimin?

— Ey, cálmate un poco. En primer lugar, si alguien llega a molestarlos que comience a rezarle al de arriba porque yo no los dejaría vivos — Soobin río por el comentario — Y segundo, no te presiones, no es fácil hacer amigos más cuando no sabes en quien confiar. Mi único consejo es que dejes alejar a todo el mundo, si alguien quiere acercarse y ser tu amigo deja que lo haga.

— ¿Y si esa persona me hace daño? — pregunto.

— Lloras. Tienes que aprender que hay personas buenas y personas malas,
no siempre podrás distinguir bien entre estos.
Quizás si te harán daño, quizá te romperán el corazón, pero eso es parte de vivir, tienes que vivir
Conocer personas de tu edad, hacer amigos, y si te llegan a dañar siempre podrás venir a mi para protegerte.

Soobin sonrió abrazándolo más fuerte, cerro sus ojos disfrutando de las sensación reconfortante. Luego sintió otros brazos que lo rodeaban y se encontró con Taehyung que le sonreía orgulloso.

— Tienes que confiar en nosotros y abrirte un poco más al mundo — le susurro Taehyung, Soobin abrió los ojos para mirarlo y le sonrió — Si algo llega a pasar solo debes llamarnos y nosotros estaremos ahí para ti, estaremos ahi para tus hermanos.

— ¿Y tienen alarma de incendios? ¿Algún protocolo por si hay un terremoto? ¿El patio de juegos es seguro? ¿Y qué pasa si se enferma? ¿A qué hora le darán de comer? ¿Cómo vamos a saber si de verdad lo tratan bien?

— Jeon, por favor cállate, que me pone nervioso y estoy a dos segundos de arrepentirme y llevarlo de vuelta a casa — le reprochó kim. El pelinegro hizo un puchero preocupado.

El gran día había llegado y los tres debían partir a sus respectivos lugares.
Al primero que dejarían sería al más pequeño, que se encontraba nervioso y apunto de llorar. Aunque en realidad de los cinco no se sabía bien quién lloraría primero por que todos estaban muy nerviosos al separarse.

— Muy bien, es hora de que pase — una señora les sonrió amablemente en la entrada extendiendo su mano para que jimin la tomara. El niño se abrazo fuertemente de la pierna del pelinegro.

— Ya ves, vámonos, no podemos dejarlo aquí — Jeon parecía apunto de llorar mientras le rogaba a kim que no dejarán al pequeño en ese lugar.

Kim suspiro y se puso de cuclillas para estar a la altura de jimin — Mi pequeño bebé, se que estás asustado y yo también estoy muy asustado, pero tenemos que hacer esto.

— ¿Me van a dejal aquí pol siempre? — pregunto haciendo un puchero.

— Claro que no, nosotros vendremos a buscarte apenas termines — le sonrió acariciando sus mejillas — Confia en mi, nunca te dejaremos aquí, al terminar te llevaremos de vuelta a casa.

El niño se despegó de la pierna dudoso y tomo la mano de la que sería su cuidadora. Miro una última vez a su familia y se dejó guiar hacia dentro perdiendo de vista el exterior.

— Aún estamos a tiempo de entrar y llevarlo — susurro jeon nervioso.

— No podemos hacer eso, aunque queramos — le recordó Soobin que se encontraba igual de nervioso.

— Por favor no hablen más que estoy a punto de llorar — pidió kim que no mentía, porque sus ojos tenían retenidas algunas lágrimas.

Taehyung se dio cuenta que se les hacía tarde para dejar a los otros dos en sus escuelas así que se pusieron en marcha, aunque había tenido que arrastrar a Jungkook de vuelta al auto recordándole que no podían traer de regreso a jimin por más que quisieran.
Al llegar a la escuela de Wooyoung este sonrió emocionado, al menos no sufrirían por verlo triste en su primer día de clases.

— Recuerda ser obediente con tus profesores — pidió Taehyung besando su frente para luego abrazarlo.

— Y si alguien te molesta le das un buen golpe y le dices que tu padre tiene una arma que no dudará en usar — dijo Jungkook.

— Eso no — le reprochó Taehyung.

Al final despedirse de Wooyoung no había sido tan difícil, el niño entró con una sonrisa de oreja a oreja siguiendo a un profesor. Al fin quedaba Soobin que miraba nervioso a su alrededor, estaban en el auto aún ya que este les había perdido no bajarse.

— ¿No quieres bajarte porque es vergonzoso que tus padres te dejen en la escuela? — pregunto Jungkook.

— En realidad no quiero bajarme — susurro Soobin.

— Soobin...si no quieres hacerlo no vamos a obligarte, y si decides no hacerlo vamos por los niños también — le dijo Taehyung medio en broma medio en serio.

Soobin sonrió — Si no están aquí cuando salga voy a llamar a la policía y acusarlos de abandono.
Adiós.

Sin más se bajo del auto dejándolos con la palabra en la boca. Claramente nunca lo dejarían ahí, estaba dudando si esto era más difícil para los niños o para ellos, porque los que estaban a punto de llorar eran ellos.

— Voy a clasificar este día como uno de los peores de mi vida — suspiro Taehyung dejando caer su cabeza sobre el asiento del auto.

— Creo que somos los padres más patéticos de la historia, casi lloro — río Jungkook contagiando al pelicastaño — Tengo hambre, no pude desayunar bien por los nervios.

— Yo también — confesó kim.

— Bien, como pedí permiso hoy en la mañana para esto, tengo tiempo libre así que te invito a desayunar — kim asintió.

Había encontrado un trabajo para una empresa de hoteles donde se sentía muy a gusto, era el trabajo de sus sueños, además de que el sueldo era de maravilla, quizás podría convencer al menor que dejara su trabajo ya que al parecer los problemas con el compañero no habían sido resueltos. Aún Taehyung no le decía totalmente cuáles eran estos problemas, pero había días que llegaba del trabajo casi llorando lo que le tenía preocupado, pero no sé atrevía a preguntar más allá.

Compraron dos cafés y cuatro donas, pero decidieron comerlas en un parque que estaba ahí cerca, en realidad ninguno quería alejarse mucho del lugar donde los niños se encontraban por si pasaba cualquier cosa y los necesitaban. Se sentaron mientras comían, veían a la gente pasar sin conversar, aunque el silencio no fuera incómodo para ellos.

— Hay algo...que quiero preguntarte hace un tiempo — kim interrumpió el silencio. Se giró para mirarlo y se dio cuenta que estaba nervioso así que supuso que era algo importante.

— Soy todo oídos.

— No quiero que te lo tomes a mal, pero...me siento raro cuando me tratas así — confesó mirando el piso.

Algo en el interior de Jungkook se estrujó al escuchar esas palabras ¿Estaba entendiendo mal?

— ¿A qué te refieres? — pregunto nervioso.

— Es que...desde que llegaron los niños me tratas diferente y no sé si es por los niños, pero me hace sentir mal. No quiero que cambies solo porque están los niños... Me hace preguntarme si es que los niños se llegan a ir... tu Cambiarías y volveríamos a lo mismo de antes... No quiero volver a lo mismo de antes.

Así que era eso, esa era la razón por la cual Taehyung estaba creando una barrera para mantenerlo lejos.

— Tengo miedo que tú cambio de actitud sea solo por los niños, tengo miedo de que me trates así soll por ellos — susurro mirando aún el piso.

Kim pensaba que solo se comportaba así por qué los niños estaban presentes.

— Taehyung...

— Dime la verdad, por favor, ya no quiero confundirme mal y salir lastimado.

Trago saliva. Es verdad, debía ser sincero, si quería avanzar y quería hacer que Taehyung confiara en el, debía ser directo y tomar el camino correcto. Las abejas de su estómago le rogaban porque hiciera algo, necesitaban mantenerse cerca de su miel así que hicieron presión para que soltará las palabras que tanto había retenido en su corazón.

— Me gustas.





Hola espero y les guste el capítulo.

No olviden de votar y comentar.

Oigan si tiene más de 20 votos subo el siguiente capítulo al rato vale

Les vengo a decir que si tardó
en actualizar es porque ya voy a
entrar a clases en Línea y estaré
ocupada.

Pero quiero actualizar para
no
dejar con las dudas de nada.

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