Jimin no pudo evitar sonreír cuando el omega terminó de anotar su número en su teléfono.
-Puede enviarme un mensaje cuando llegue y entonces lo agregaré al grupo que tenemos con los padres de los demás amigos de nuestros hijos, parece algo absurdo o sobreprotector pero realmente es útil.
-Está bien, le mandaré un mensaje apenas llegue.
Yoongi le sonrió una última vez y agitó su mano como despedida y aunque el alfa esperaba algo más, tuvo que conformarse simplemente con ese pequeño saludo e irse no sin antes despedirse de su hijo y los demás adolescentes.
Al menos estaba feliz porque consiguió el número del omega.
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