Cuando las horas pasaron, ambos habían decidido salir del restaurante y caminar por la tranquila calle. En algún momento de la noche terminaron en la plaza, ambos charlando de cosas triviales.

Estuvieron un par de minutos allí, sentados en una banca, sonriendo de vez en cuando y escuchando con atención lo que el otro tenía para decir.

Jimin no sabe en qué momento sucedió pero cuando se dio cuenta ambos estaban demasiado cerca del otro, tanto que podía ver a la perfección las hermosas y pequeñas pestañas de Yoongi.

Se puso nervioso cuando notó que el omega no se movía, esperando a que algo suceda, a que él haga algo, pero Jimin estaba tan perdido en su belleza y en su delicioso aroma que no pudo moverse. Por eso fue Yoongi quien siguió con aquello y sin dudarlo, se acercó más y tocó sus labios con los de el alfa, cerrando sus ojos cuando sintió lo suave que estos son.

Jimin sintió su corazón acelerarse y también pudo sentir a su lobo revoloteando en su interior. Sonriendo, correspondió, haciendo del suave toque un lindo beso.

Y así fue como ambos comenzaron una danza entre sus labios, olvidando por completo todo a su alrededor.

Yoongi no pudo evitar sentirse tímido cuando el alfa abrió la puerta de su casa y ambos entraron a aquél solitario lugar, donde ahora estarían solos ellos dos.

-Gigi, ¿estás seguro?

-Sólo dormiremos, ¿verdad?

-Sí, sí, pero puedo llevarte a tu casa si no te sientes cómodo.

-No, Hong está ahí con los chicos, además es una buena excusa para pasar la noche contigo.

Jimin sonrió, amando que el omega sea tan sincero.

-Entonces prepararé palomitas para que veamos una película.

-Eso suena bien

Falta poquito para el final

Sólo les aviso para que luego no se sorprendan cuando lean: "Fin"

Ya están advertidos