En primer lugar... un hola para ti.
En segundo lugar creo que debería avisar que, según lo que calculé, esta será una parte medianamente larga en la que tocaré muchos puntos e iré gradualmente a los más importantes.
Te aconsejaría que te prepares para una extensa charla unidimensional, en cierto modo.

Pensándolo un poco, ya hacía tiempo que no actualizaba ésto y revisando recordé que, para lo último que actualicé mi blog fue para anunciar Profundo │┃, y, como casi todos los detalles que siempre puse en mis libros, ese par de rayitas tienen su significado, el cual me hubiera fascinado y entusiasmado explicar detalladamente en un "Detalles de profundo │┃", una amplia sección donde daba a conocer datos, curiosidades y cosas de esa naturaleza de cada uno de mis libros cuando estos llegaban a una conclusión, un final.

Pero, como puedes comprobar, Profundo │┃(está bien, a partir de aquí dejaré de poner esas dos rayitas), no es una historia que esté terminada en ningún aspecto, lleva a duras penas diez capítulos, solo diez capítulos desde hace poco más de un año y, por algún motivo, se detuvo justa y desafortunadamente en un punto clave, crucial, fundamental y vital de ese libro, así de grave está la situación.

Tal vez no le haya dado tanta importancia a eso a pesar de que, en cierta forma, haya estado aquí en todo este tiempo, pero no precisamente activo, más bien como... mirando de lejos desde un lugar seguro y muy insospechado asegurándome de no dar ninguna señal ni pista. Pero al estar tan "lejos" no pude ser capaz de percatarme de todo lo que sucedía.

Cielos, eso no era de lo que quería hablar aún.
Si tienes buena memoria, es posible que no sea una sorpresa para ti que diga que muchas veces me desvío y pierdo el hilo de lo principal para tomar otro que me lleva a otro y así. Y lo cierto es que hay varios temas de los cuales me gustaría hablar detenidamente.

Me puse a pensar que no tengo ningún tipo de respaldo de mis historias, y si le sucede algo a Wattpad que ponga a las historias de los usuarios en una riesgosa posición... simplemente se acabó. Por otro lado soy demasiado holgazán y perezoso como para hacerlo con todo lo que tengo y no es para nada poco. Pero la probabilidad de que suceda algo como lo que dije es muy baja y, aunque no deja de ser una posibilidad, es posible que haga un par de respaldos en un futuro para conservar todo el esfuerzo que invertí en la escritura.

Pero ahora me gustaría animar un poco el ambiente, o eso espero conseguir.
Rayos, ¿Cuál es la mejor manera de decir que solo jugué dos juegos principales de Pokémon y un spin off (o como se escriba), los cuales fueron Rubí, Verde hoja y Mundo misterioso rojo (o algo así era), que solo haya visto la primera temporada del anime y que sepa tanto de Pokémon como tú de ingeniería aeroespacial...? Y que a pesar de ello haya sido capaz de escribir tanto sobre Pokémon.
Lo poco que sé es gracias a lo que digo, en otras palabras y menos exagerado, y también algo de artistas de Twitter y un par de sitios, uno de ellos de un azul muy característico, que no tienen tan buena fama y cuya función no es precisamente informativa.
¿Pero qué sucedería si ya lo dije antes?
No mucho.

No obstante todo eso era hasta hace cuatro meses y te diré el porqué.
Lo que pasa y resulta es que, a mitades de diciembre del año pasado, investigué un poco sobre las capacidades de mi teléfono celular por razones moralmente videojugabilísticas y un gigantesco y grandioso mundo de posibilidades se abrió ante mí cuando descubrí que podía emular una Nintendo DS y 3DS, aunque esta última con algo de dificultad.
Jamás pude tener ninguna consola de videojuegos entre mis manos, y la situación no ha cambiado en la actualidad por unas cuantas razones, no tengo dinero, sí tengo un par de amigos pero no con los cuales jugar y, por donde vivo, sería más fácil encontrar oro enterrado antes que alguien que la venda y ni qué hablar de los videojuegos.

Así que pues... apliqué la del jugador latinoamericano y me embarqué en una larga travesía por todo YouTube para encontrar y descargar, de forma segura (algo que aprendí gracias a mi hermano mayor) Pokémon Alma Plateada, Platino, Blanco, Negro 2, Rubí omega, Y, Sol y Ultrasol, ocho videojuegos en total.
Y todo eso fue en un solo día, semanas antes de entrar a la universidad, pero luego hablaré de eso.
Aunque han pasado meses desde que los empecé en el orden en el que los mencioné y he progresado muchísimo, me detuve justo antes de enfrentar a la Liga Pokémon de las regiones en las que se desarrollan esos juegos. Decisión que tomé debido a que aún no llego a la Liga en Pokémon Ultrasol, y si es que ya llegué, o incluso ya completé los ocho... lo cual ya sucedió porque me tardé muchísimo en escribir ésto, pero muchísimo, y también porque completaré las ocho a la vez para hacerlo más emocionante.
O al menos eso me emociona a mí, y más aún por ser la primera vez.

Y hay otra cosa que también quisiera decir con respecto a Pokémon.
Curiosamente, siempre me gustaron los iniciales de tipo agua, pero siempre, no es que los de fuego y planta me desagraden, es solo que prefiero a los acuáticos, tanto que siempre los escogía desde la primera vez que jugué Pokémon. Blastoise, Feraligatr, innegablemente Swampert, Empoleon, Samurrot, Greninja no me convencía lo suficiente pero terminé tomándole cierto afecto como a los demás.
Pero todo cambió cuanndo llegué a Alola, y en opinión personal y sencillamente dicho, no me gusta en lo más mínimo el diseño de Primarina, nunca me gustaron las sirenas, por lo que opté por Incineroar.
Y viendo lo que hicieron en la octava generación con Inteleon y en la novena con Quaquaval... santo cielo, no hay manera en la que pueda expresar mi profunda decepción.
Quizá sea buena idea prepararme para una funa por lo que acabo de mencionar.

Dejando a un lado el tema anterior y reanudando el que le precedía, aún sigo sin saber mucho sobre Pokémon, pero es innegable que lo que aprendí jugando y recorriendo cinco nuevas regiones me podría ser muy útil de alguna manera para reemprender el poco valorado arte de la escritura al que estaba tan esperanzadoramente entregado en mis inicios y decidido a seguir hasta que me detengan...

Pero no.

No puedo.

¿Mis razones?
Inmaduras desde cualquier punto de vista.

Tenía la certeza de que al menos llegaría a terminar Profundo antes de que ésto suceda y estaba tan empeñado en culminar (de manera temporal) con la historia de quién es realmente Eduardo y su vida.
No obstante, el oleaje ha dejado de estar a mi favor y los vientos ya no soplan para favorecer a mi ahora fallido cometido, dejándome varado sobre la inmensidad de la superficie del abismo oceánico, inconmensurablemente extensa desde el punto de vista del ojo humano y desesperanzadora para la voluntad más...

Lo siento, me dejé llevar, no pude evitarlo.

Y ya que hablo como si relatara un capítulo de Profundo narrado por Eduardo, hay algo que siempre quise que todos supieran sobre su protagonista, independientemente si lo notaste y/o dedujiste. Y es que, al igual que Rockin, Eduardo está muy estrechamente relacionado con la paternidad. No hace falta aclarar la situación de Rockin ni creo que sea necesario que lo haga con Eduardo, sin embargo lo voy a hacer.

Rockin es padre, Eduardo lo fue, en sus historias se menciona algo en dado momento, por muy inadvertido que parezca y pase, que podría darse a interpretar como que ellos dos aborrecen en gran medida a sus progenitores y en especial a sus padres.
En una clase de filosofía que tuve hace años cuando estaba en secundaria, nuestra maestra nos enseñó algo sobre Nietzsche, y sólo recuerdo una cosa con exactitud:
"Toda gran filosofía es la confesión de su autor, y una especie de autobiografía involuntaria".

Es posible que empieces a intuir lo que intento dar a entender.
Independientemente de lo que llegues a suponer, me temo que debo intervenir justo aquí para decir que, aparte de que lo que crees probablemente sí es correcto (si es que piensas lo que creo), desde mi punto de vista y teniendo en mente todo lo que sé sobre ellos, Eduardo y Rockin serían padres tan estupendos y fantásticos, tan indóneos... y me da miedo continuar diciendo más.
Sinceramente no creí que diría eso jamás, al menos no públicamente.
Es preocupante, lo entiendo bien respetable lector(@).

Siento que si este fuera un video de YouTube sería uno conmigo muy seriamente mirando a la cámara, sin música de fondo ni ningún tipo de ambientación auditiva ni mucho menos transiciones.

Y ésta sería la parte más seria.

¿Qué más podría decir a este punto?
Merecería la pena mencionar que el punto más álgido al que llegué como escritor de acuerdo a lo que ser escritor significa para mí fue hace hace dos años, y fue cuando escribía CAMBIOS, el cual es una historia poquito más larga que Te quiero papi inci.
Dios santo, no sería capaz de expresar la sublime y grandiosa satisfacción que me provocaba ver que, momentos después de publicar un capítulo, mi muy reducido pero paciente y leal público no tardaba en hacer acto de presencia y manifestarse de alguna u otra forma.

No sabes cuánta añoranza siento hacia esos cálidos días, pero es un hecho que ya no regresarán y solo me quedará el recuerdo para valorar lo que alguna vez asumí que sería rutinario.

Aunque no lo creas, he intentado volver a escribir, volver a imaginar y retomar mi antiguo puesto como escritor.
No obstante, por mucho que lo intento, ya no puedo, te juro que no tengo otra manera de explicarlo, simplemente no puedo hacerlo, cada que lo intento no pasa nada, las palabras vienen pero la historia no avanza desde que se detuvo hace un año, cuando empezó a detenerse.
Es posible que sí haya algún progreso después de todo, pero es tan microscópico que daría lo mismo decir que ya no se mueve en ninguna dirección.

Hace tres años, fue en el dos mil veinte cuando di mi primer paso como escritor sin tener ni la más mínima idea de hasta donde sería capaz de llegar.
La cuarentena de esos años fue la principal razón por la que no tuve nada a qué dedicarle mi voluntad por meses, el colegio aún no daba clases virtuales y las labores del hogar que siempre estaba acostumbrado a hacer no me tomaban mucho tiempo completarlas.
Sentía que el tiempo iba cada vez más lento conforme pasaban los días.
Tengo vagos recuerdos de cuando conocí Wattpad, pero sí recuerdo el cómo (sin embargo me avergonzaría que lo supieras, por lo que omitiré esa parte), me adentré en el sitio y con cada historia que leía más grande se hacía mi afán de intentarlo yo también.
Y fue entonces cuando tomé un lápiz y dejé que todo empezara a fluir.

Escribir por primera vez fue tan mágico, sentí que era pionero en algo, experimenté una fascinación por la escritura y estaba dispuesto a llevarlo hasta donde pueda alcanzar.
En todo ese tiempo había conocido a personas que le dieron una oportunidad a Wattpad por la misma razón que yo, porque la pandemia fue una gran oportunidad de probar cosas nuevas.

El tiempo paso, como es natural, y las cosas comenzaron a cambiar gradualmente, las personas salieron de sus hogares con cada vez más frecuencia, todos regresaban poco a poco a sus trabajos, colegios, universidades, la situación del mundo mejoraba y creí que también mejoraría para mí.

Pero, como algunas personas regresaron a sus antiguas vidas, su tiempo volvió a convertirse en un bien escaso que ya no podían invertir en los pasatiempos que habían conseguido... y se fueron para no volver, algunos otros sin siquiera despedirse.

Siendo honesto, podría decirse que actualmente aún sigo contando con el tiempo libre suficiente para cualquier cosa y dedicarme a lo que sea, al menos por ahora que estoy en primer año de universidad, estudiando y aprendiendo dos idiomas, inglés y alemán.

No creo tener el valor de continuar después de haber intentado tanto sin obtener ningún resultado, lo cual me desmotiva como no tienes idea, ni siquiera el suficiente para abandonar ésto de manera definitiva, es evidente que hay momentos en los que me lleno de determinación y el coraje como para mandar todo al infierno y retomar todo (todo lo que no envíe al infierno evidentemente).
Pero la situación no llega más lejos.

Odiaría generar falsas esperanzas en ti sobre el posible y futuro regreso de este tipo raro de internet, pero ni siquiera yo lo sé con certeza.
Es posible que me mantenga así indefinidamente, mirando de lejos y sin hacer casi nada más que contemplar sin interferir.

Sé que siempre es bueno despedirse con un adiós, pero éste no es un adiós, ni siquiera sé qué podría ser, por eso no diré adiós, sino...

Auf wiedersehen.

Auf wiedersehen für jetzt...