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Incluso en aquel momento en que Park Jimin poseía los labios del doncel en aquel beso... ni siquiera a Yoongi le importo mucho, porque los belfos de aquel hombre lo besaban con efusividad, deseo, con un gran fervor que nadie más podría tener con él, separaba sus labios de vez en cuando para disfrutar de nueva cuenta del contacto, los chasquidos de sus bocas eran audibles para ambos, y la saliva cubriendo los labios de ambos los hacía relucir bajo la tenue luz que se proyectaba atreves de la ventana, el doncel se estremecía al volver a sentir como aquel hombre se apoderaba por completo de sus labios en un nuevo beso, suspiraba entrecortado al sentir como aquella lengua se aventuraba dentro de su cavidad bucal para acariciar su lengua y entrelazarla con la de aquel hombre.

—Mmmmmmhhh J-jimin... —suspiro cuando aquel hombre separo sus labios de nuevo, pero un nuevo beso algo más corto le fue dado—, aaah, esp-per... —y de nuevo era silenciado por aquel hombre de cabellera rubia, sus labios se pegaban a los suyos moviéndose lentamente para disfrutarlos, parecía que aquel hombre estaba dispuesto a rememorar de por vida cada detalle de sus labios con aquellos besos, cuando volvieron a separarse, Yoongi pudo salir por fin de la embriaguez de aquel beso, relamió sus labios—, Jimin...

—Esos belfos si que son adictivos —menciono Jimin en voz baja, sonrió ladino—, al igual que tu cuerpo, minino —la piel del doncel se erizo al sentir como aquel hombre tomaba la orilla de su pantalón para bajarlo—, no sé que carajos tienes, mi doncel —menciono el hombre mientras seguía despojando al de piel más pálida de sus ropas—, pero eres inclusive mejor que la nicotina.

—Espera —Yoongi no pudo decir más, no cuando aquel hombre terminaba por bajarle los pantalones, sus mejillas se sintieron tibias al sentir como aquel hombre se colocaba en medio de sus piernas abiertas, mientras que sentía el tacto de las palmas de sus manos desde sus rodillas hasta sus muslos, el pelirrubio apretaba con fuerza su caricia provocándole escalofríos—, Jimin —el mencionado lo miraba a los ojos.

—¿Qué pasa, minino? —le regalo una sonrisa mostrando las perlas en su boca perfectamente alineadas, paso la punta de su lengua por encima de ellos antes de seguir hablando—. ¿No quieres que te posea?

El doncel aparto la mirada, por alguna razón se estaba sintiendo tímido, quizás inclusive había sido por el repentino beso que aquel hombre le había dado, pues quería negarse a sentirse encantado por aquellos labios, pero no podía, no cuando en verdad le había gustado como aquel hombre le había poseído la boca con gran maestría, inclusive lo había hecho sentir un completo adolescente que no había dado ni un tonto beso, trago saliva con pesadez, sentía sus labios palpitar levemente, estaban calientes debido a todo aquel contacto que el hombre encima suyo le había dado, volvió a mirar hacia el pelirrubio, aún no había respondido aquella pregunta, se removió ligeramente, pegándose más hacia el cuerpo ajeno y sintiendo aquella erección del hombre, sabe perfectamente que aquel hombre quiere que tengan otro encuentro intimo, sabe que tienen un trato y que por lo visto ese hombre sabe que todo trato debe de cumplirse.

Yoongi no lo negaba, estaba ansioso por tener la polla de aquel hombre dentro suyo de nuevo, Jimin sabía como complacerlo, pero de algún modo ahora en verdad se sentía demasiado cohibido, inclusive para pedirle que lo follará, sentía como poco a poco el lubricante natural salía de nuevo de su entrada, mordió su lengua en el interior de su boca maldiciéndose así mino por tener tantas ganas de volver a tener a ese hombre dentro suyo solamente para hacerlo gemir.

—Q-quiero —dejo de hablar al escucharse, en verdad estaba muy avergonzado, y se maldecía internamente por sentirse de aquel modo, no debería de sentirse así, pues aquel pelirrubio ya había tenido sexo con él un par de veces, y sentirse cohibido por volver a tenerlo encima suyo se le hacía un hecho ridículo—, si quiero... —dijo con más seguridad, sintiendo como su corazón volvía a acelerar sus latidos.

—No te ves muy seguro, minino —la voz de Jimin lo hizo parpadear un par de veces—, ¿qué pasa? Dime lo que deseas y lo haré...

Ni siquiera el doncel esperaba esas palabras.

El hombre de cabellos dorados relamió sus labios mientras apreciaba cada una de las facciones de aquel doncel debajo suyo, le encantaba como aquel tenue sonrojo pintaba de rosa sus pálidas mejillas, y aquellos labios tan finos ahora poseían un tono mucho más rojizo, estaban levemente hinchados y una ligera y ya casi imperceptible capa de saliva los mantenía humedecidos, sus hermosos ojos gatunos brillaban con intensidad, Jimin podía notar esa timidez en su mirada, pero le gustaba, y quizás podían jugar un poco con aquella timidez, sonrió ladino al pensar en eso, así que no espero una respuesta de parte del doncel, si no que tomo al doncel por las caderas y se acero el cuerpo ajeno al suyo, las piernas del doncel se separaron más para darle espacio y Jimin no tardo en colocar su pene cerca de la entrada del doncel, sintiendo aquella humedad sobre su glande, sonrió.

—Estás lubricando, pequeño —Yoongi sintió de inmediato su garganta cerrarse, ser descubierto por aquel hombre le hizo sentir más pequeño—, me gusta que respondas de inmediato a mis deseos...

—Y-yo... —Jimin llevo su mano hacia la boca de Yoongi cubriéndola.

—No hables —dejo de cubrir sus labios—, me pregunto, ¿qué tan sensible eres en este lugar? —aquella mano fue descendiendo por la extensión del cuello del doncel, el toque de aquellos dedos erizaba por completo la piel blanquecina, paso hacia sus clavículas y fue descendiendo hasta rozar ligeramente el pecho del doncel, pasando las yemas de sus dedos por encima de su pezón del lado derecho, Yoongi retuvo un gemido al sentir aquel tacto—, ¡Vaya! —Jimin soltó una suave risa—. En verdad te gusta que te toquen aquí, ¿no?

El hombre volvió a tomar su pezón esta vez dándole un leve pellizco, Yoongi soltó un chillido pequeño haciendo que aquel hombre volviera a reír con suavidad.

—¿Te gusta? —aquella mano invasora volvió a acariciar su pezón, haciendo que el doncel gimiera bajo al sentir aquellos dedos apretar levemente y estirar aquella zona tan sensible para él—. En verdad te gusta, verdad minino —Yoongi gimió bajo al sentir un nuevo pellizco—, háblame, pequeño...

—S-sí... —soltó un largo suspiro, quiso remover sus caderas, pero la otra mano que se encontraba sosteniendo su cadera por el lado izquierdo le apretó ligeramente.

—Quédate quieto, zorrita —el doncel soltó un largo suspiro, miro hacia el hombre quien mantenía una mirada seria mientras lo observaba—, estás sumamente mojado —sonrió con arrogancia—, ¿quieres que mi polla te profane?

—¡Ah! —el doncel no pudo siquiera responder, no cuando sintió como aquel hombre enterraba su hombría en su entrada, abriéndose paso entre las paredes apretadas de su entrada, sus piernas que permanecían a cada lado del cuerpo de aquel pelirrubio temblaron ligeramente—. J-joder... —soltó en un suspiro—, s-señor Park...

—Esto es lo que querías, ¿no es así, minino? —Jimin cerro sus ojos con fuerza, sintiendo como aquellas paredes anales apresaban toda su extensión, soltó un largo suspiro y paso una mano por sus cabellos rubios haciéndolos hacia atrás, bajo la atenta mirada del doncel—. Carajo, minino —empujo un poco más sus caderas para terminar de introducir su hombría en el doncel—, mierda... en verdad que tu culo necesita ser follado más seguido... sigues tan apretado.

—S-señor Park —Yoongi removió un poco sus caderas, sintiendo como aquella polla seguía dentro suyo—, m-muévase...

—¿Qué dijiste, pequeña zorra? —Yoongi relamió sus labios, quería que aquel hombre siguiera moviéndose.

—Por favor... —soltó un suspiro—, m-muévase p-por favor...

El pelirrubio sonrió con gracia al escuchar esa suplica, en aquellos ojos felinos había el mismo deseo que él sentía, pero primero quería jugar un poco con ese doncel, le estaba gustando como aquellos labios estaban entra abiertos mientras soltaban leves jadeos. Poco a poco salio del interior del doncel y antes de salir por completo volvió a mover sus caderas, empujando de nuevo su pene dentro del doncel, Yoongi cerro sus ojos con fuerza al sentir como aquel hombre sacaba casi por completo su hombría de su agujero, soltó un chillido corto y casi inaudible cuando aquella hombría salio y soltó un largo jadeo al volver a sentir como era embestido por aquel hombre.

—Estás empapando mucho mi polla, minino —las manos de Jimin tomaron la cintura del doncel, el agarre era firme, y sus dedos se enterraban en la piel ajena—, en verdad que eres toda una zorrita —volvió a mover sus caderas sacando de nuevo su pena para volver a introducirse en el doncel, quien gimió al sentir una nueva estocada—, no puedo creer que estés tan ansioso por tenerme dentro tuyo —soltó un suspiro—, estás tan mojado para mí...

—¡Ah! —gimió alto al volver a sentir como Jimin entraba de una sola en él, sintió como un leve escalofrió recorría su espalda, su entrada palpitaba levemente, haciéndolo sentir la extensión de aquel falo en su interior—. Aaammmm.... —relamió sus labios—, m-más...

—¿Quieres más? —Yoongi a duras penas logró dar un corto asentimiento con la cabeza, pues no pudo evitar soltar un largo suspiro al sentir como aquella hombría volvía a introducirse—. ¿Para qué? Con esto pareciera que te estás muriendo de placer, zorrita.

—Y-yo... ¡aaah! —sus manos fueron a dar hacia los lados apretando las sabanas con fuerza, relamió sus labios levemente, mientras que mantenía sus labios abiertos soltando las suaves exhalaciones, el cosquilleo en su vientre bajo iba y venía cada vez que volvía a sentir una nueva estocada de parte del hombre pelirrubio—, n-necesito más...

—Eres insaciable, zorrita —Jimin saco su pene del interior del doncel—, recuéstate boca abajo, rodillas pegadas a la cama y estira tu lindo culito hacia tu señor.

Las ordenes de aquel pelirrubio lo hicieron estremecer, quería decirle que siguiera penetrándolo, que le estaba encantando como su polla seguía pegando tan bien en su apretada entrada, pero no pudo, no cuando aquella mirada oscura lo fulmino, aquellos ojos le exigían que obedeciera, y si no lo hacía entonces podría irle peor, sin más, el doncel como pudo se alejo de Jimin, mientras el hombre esperaba sus acciones, Yoongi se dispuso a moverse girando en la cama su cuerpo tratando de permanecer en medio de la cama para darle la espalda a Jimin, mientras se acomodaba, Jimin rodaba los ojos, impaciente, pudo haber esperado más, pero no podía no cuando vio aquellos firmes glúteos ante él, y como entre las nalgas del doncel se podía ver aquel liquido natural, aquella viscosa y húmeda entrada suya era una invitación a profanarlo, relamió sus labios y al ver que Yoongi todavía no terminaba de acomodarse decidió no esperar más.

—¡Mierda! —bramo con fastidio y no tardo en acercarse para tomar las caderas de Yoongi con fuerza y hacer que aquel culo se aproximase a su hombría—. Eres muy lento, zorrita.

—¡Ah! —la espalda del doncel se arqueo al sentir como aquel pene volvía a llenar su entrada de una sola estocada—. S-señor Paark...

—Así esta mejor —Jimin comenzó a mover las caderas con más frecuencia—, mmmmmhh... en verdad que tu culo es exquisito, zorrita...

—Aammmmmmhhh —Yoongi soltó un largo jadeo al sentir como aquella polla salía y entraba de su interior con mucha más frecuencia, apretó las sabanas con fuerza entre sus dedos y cerro sus ojos gustoso de sentir aquellos cosquilleos en su vientre bajo, amo como aquellas oleadas de placer iban y venían de su cuerpo desde su entrada por cada una de esa penetraciones de aquel hombre—, aaaaahhhh.... s-se siente t-t-tan b-bien... aaaahhh...

—Eso es, minino —suspiro el pelirrubio mientras hacia su cabeza hacia atrás y tragaba pesado—, tu culo aprieta tan bien...

—Mmmmmgghh señor Park —suspiro Yoongi en lo alto mientras disfrutaba de aquellas estocadas en su interior—, a-ahí... j-justo ahí —soltó un largo suspiro, complacido de sentir como aquella polla tocaba una y otra vez su punto dulce haciéndolo sentir un cosquilleo embriagador en su interior—, s-sí, aaaaahhhh a-así, s-señor Park...

—Disfrútalo, zorrita —Jimin llevo una mano hacia sus cabellos haciéndolos hacia atrás—, joder... suspiro y volvió a tomar con firmeza las caderas del doncel—, un poco más, zorrita...

—Ah, ah, ah... —el doncel relamió sus labios, sentía que no iba a resistir un poco más, pues aquel hombre seguía golpeando con la punta de su pene aquella zona tan sensible, que en cualquier momento sentía que ya no iba a seguir soportando más—, c-creo que v-voy a...

—No, mi zorrita —menciono Jimin sin dejar de penetrarlo, gruño por lo bajo al sentir como aquellas paredes apresaban su pene—, j-joder... relájate, minino, aguanta un poco más...

—P-pero... aaaaaahhh... —Yoongi soltó un largo gemido al sentir de nuevo como aquel placer quería invadirlo por completo, pero el hombre detrás suyo que seguía penetrándolo parecía que no quería que eso sucediera o por lo menos no ahora—, J-jimin...

—¡Deja de apretar, joder! —se enterró un poco más en el culo de Yoongi haciéndolo estremecer por cada estocada profunda que le daba.

El doncel en cuanto sintió como aquel falo volvía a arremeter con dureza en su interior y daba en aquella zona en donde su placer se seguía acumulando, ya no pudo más, gimió en alto el nombre de aquel hombre y su cuerpo se estremeció al sentir como aquellas estocadas continuaban una tras otra aún más lentas mientras que sus paredes anales palpitaban tomando aquella polla en su interior.

—Mmmmmh —Jimin relamió sus labios gustoso por la sensación de su polla siendo apresada por aquellas paredes palpitantes—, demonios, zorrita... tu culito es en verdad insaciable —seguía penetrando a aquel doncel—, se traga toda mi polla tan bien...

—Aaaaahh, J-jimin... p-por favor —gimió bajo el doncel al sentir como seguía siendo penetrado por aquel hombre.

—Estás tan excitado siempre —sonrió ladino—, tanto que ni siquiera puedes aguantar más —soltó una risa—, pero eso me encanta —el doncel no tardo en gemir bajito—, ¿quieres que te llene de nuevo, zorrita?

—Aaaaaahhh, aaah, aaah, J-jimin —jadeaba Yoongi sin siquiera tratar de silenciar sus labios—, s-sí... lle-e-eneme...

—Te gusta mucho que te llene de mi semen, zorrita —como pudo el doncel dio un asentimiento corto con la cabeza.

—M-me encanta... aaaaah... —Jimin sonrió ante esa respuesta—, p-por favor... aah, llene mi c-culo, señor...

—Con gusto, zorrita...

El doncel sentía su cuerpo desfallecer a cada una de esas estocadas, su entrada palpitaba de forma frenética ante la sobre estimulación que se le proporcionaba, y el doncel no tardo en alcanzar su segundo orgasmo, su cuerpo se estremeció y él retuvo el aliento mientras sentía como aquella nueva oleada de placer le invadía por completo.

—J-joder, zorrita —dijo Jimin al sentir como su falo era apresado con fuerza por aquellas paredes calientes y húmedas—, aprietas increíble —hizo su cabeza hacia atrás mientras sonreía ladino, disfrutando de como aquel doncel se derretía en sus manos por el placer.

—Ah J-jimin —volvió a gemir en cuanto sintió un par de estocadas más en su entrada.

—Mierda... —soltó Jimin en un suspiro antes de por fin alcanzar su propio orgasmo, enterrando su pene completamente en el interior del doncel—, agradéceme por llenarte tu culo de mi semen, zorrita...

—Mmmmmmgh —Yoongi se estremeció al sentir como aquella esencia invadía por completo su interior, llenándolo—, g-gracias, señor P-park —relamió sus labios lentamente, disfrutando de la oleada de placer que aún invadía su cuerpo y de aquel semen caliente que lo inundaba.

—Muy bien, minino —Jimin acaricio las caderas del doncel—, eso es, trágatelo todo, pequeño...

—Sí, señor Park —menciono el doncel antes de sentir como aquel falo por fin abandonaba su entrada.

El doncel se dejo caer por fin sobre la cama, sintiendo su cuerpo débil debido al placer que se le había proporcionado, pero se sentía complacido, removió sus piernas, juntándolas y sintiendo aún aquella agradable sensación sobre su cuerpo, era cálida y le llenaba por completo en su ser, Jimin se coloco recostado a su lado mientras trataba de relajar su cuerpo, miro al doncel que poco a poco se le cerraban sus ojos.

—Descansa, mi doncel —dijo Jimin, acerco su mano hacia los cabellos de Yoongi—, duerme, mereces un buen descanso —Yoongi ni siquiera respondió, pero aquellas caricias le ayudaron a por fin quedarse dormido.

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