— ¿Qué haces aquí? — me alejé de él

— ¿Así vas a tratar a tu querido esposo? — se acercó con una sonrisa y me tomó la mano — ¿Y tú anillo? —

— Lo dejé en mi alcoba — alejé mi mano — no quería que se perdiera... — miré a Miyeon

— Estoy muy feliz de volver a verlo, amo Yoongi — reverenció

— ¿Mis padres saben que estás aquí? —

— Por supuesto, amor — se acercó a mí — me han contado que no has sido muy obediente, ¿Debo de recordarte que estamos casados, y que por ende tienes que comportarte como un buen omega? —

— No. Ya lo sé — bajé mi mirada — no he sido desobediente, puedes preguntarle a Miyeon. Dile que he sido obediente, dile — me acerqué a ella

— A-así es amo Yoongi, el joven Jungkook a sido un omega obediente —

— Humm. Supongo que es así, mis suegros deben de ser algo exagerados, ¿Verdad? — sonrió, acercándose para tomarme del brazo — vamos adentro cariño, nos esperan para comer —

— Sí. Cariño... —

○●○●⊙●○●○

— No entiendo, ¿Quién es ese alfa? — pregunté viendo como se iban juntos

— No lo sé. Sigue cortando la madera, Taehyung —

— Pe-... —

— Continuemos con no nuestro, Taehyung — Namjoon me miró mal

No entendía nada, a ese alfa jamás lo había visto, se notaba desde lejos que era alfa, su manera de vestir lo hacía evidente. Pero no entendía qué relación tenía con Jungkook.

Terminamos de trabajar y fuimos a almorzar, quería comer cómodamente, pero no podía, aún recordaba como Jungkook se veía algo tenso junto a ese alfa.

— ¿En serio?, ¿Y porqué no lo sabía? —

— Nadie lo sabía, recién nos enteramos porque Seungwa me lo dijo —

— ¿Qué cosa? — me acerqué interesado en la conversación de mis compañeros

— De la persona que llegó — dijo con comida en la boca — es esposo del hijo nuestro patrón —

— Pero su hijo mayor aún no se casa — dije confundido

— No de él, si no del otro hijo, el que también llegó hace poco —

— ¿E-eh? —

— Yo también quedé igual de sorprendido, ¿Cómo es que el menor se casó antes que el mayor?, ¿Cómo es que nadie lo sabía — se rió

— Debe de ser una confusión, seguro lo entendieron mal — negué

— Que no, la sirvienta me lo dijo —

— No lo creo... — salí del comedor

Quería ir yo mismo a preguntarle a Jungkook, pero Namjoon se puso en mi camino.

— Ni lo pienses —

— Pe-... —

— Todos, atención a mis palabras — escuchamos la voz del patrón — él es Min Yoongi, es el esposo de mi hijo menor, mi yerno — anunció, confirmando lo que ya había escuchado y no creía cierto — desde ahora él también será una autoridad, trantenlo con respeto, con mucho respeto —

— ¡Sí!, ¡Patrón! — dijimos todos a la vez

Ese alfa solo sonrió, nos miró como sabandijas, nos miró con un mirada llena de desdén, una que ni en esta familia había visto, incluso al patrón lo miró como alguien menos que él.

○●○●⊙●○●○

— Que bueno que Yoongi llegó, pronto toda la familia estará unida — 

— Sí. Yoongi sin duda es un gran alfa para mi hermano — dijo Jimin mirándome fijamente

— Iré a mi alcoba — me puse de pie

— Le diré a tu sirvienta que te pase un aceite de rosas por el cuerpo, debes de oler bien frente a tu esposo — sonrió mi madre

— Se lo diré — 

Subí a mi alcoba, Miyeon preparó mi bañera, me lavó el cabello y ayudó a secarme.

— No se ve feliz, joven — dijo mientras me peinaba

— ¿Feliz? — sonreí — ¿Porqué debería de estarlo? —

— Porque mi amo a vuelto, el amo Yoongi es su espo-... —

— Miyeon, por favor has tu trabajo, no tengo ganas de hablar — miré el anillo en mi dedo

— Siempre para triste. En estos días me pareció verlo feliz, pero me equivoqué —

— Lo estuve, pero ya no —

— Yo sé que el joven Jungkook no está enamorado del amo Yoongi — cuando dijo eso alcé mi mirada — pero pensé que al menos un tipo de cariño le tendría —

— ¿Tú sabes sobre qué términos nos casamos? — ella negó — yo cometí un error, por ese motivo es que yo... —

— Jungkook voy a entrar — escuché la voz de mi madre

— Adelante — me puse de pie

— Retírate un momento — dijo mirando a Miyeon

— Como ordene — salió de la alcoba

— Jungkook. Yoongi y tu padre están bebiendo abajo —

— Que bueno — dije sin darle interés

— Jungkook, necesito que seas un buen hijo —

— Ya lo soy — la miré

— No. Eres sólo un problema, en todos estos años no has hecho nada más que avergonzarnos, sabes de lo que hablo — tuve que apartar mi mirada de ella

— Entiendo, trataré de hacerlo —

— No trates. Hazlo —

— Bien — bajé mi mira

— Hazlo por los Min que te recibieron como parte de su familia a pesar de tu pasado y hazlo por nosotros, tu querida familia, que siempre te hemos dado todo. Si no lo haces solo nos dejarás bajo más vergüenza, mi corazón no podrá soportar ser tu madre — salió de mi alcoba

Me senté en mi tocador, me miré al espejo, oprimiendo mis ganas de llorar al ver a Miyeon entrá, ella habló mucho, pero yo solo intentaba no llorar.

— Terminé, me voy a retirar, joven Jungkook — se alejó de mí cuando la puerta se abrió, de inmediato vi a Yoongi entrar — buenas noches — Miyeon cerró la puerta al irse

— Te ves bien, pensé que luego de un mes de no verte estarías triste —

— En la mansión tampoco te veía — lo miré a través del espejo — pero es normal, mi esposo es esfuerza por su familia — sonreí falsamente — aunque me parece innecesaria tu presencia aquí. Nunca me dijiste que estarías presente en la boda de mi hermano — me puse de pie

— ¿Te afecta eso acaso? —

— Me molesta, pero no por el motivo que erróneamente crees, si no porque pensé que por lo menos por estos meses podría dormir en paz — vi como sonrió 

— ¿Dormir en paz? — se acercó y me agarró de la mejilla — veo que estar aquí te hace creer que tienes poder — acercó mi rostro al suyo, nuestra diferencia de altura no era mucha — cariño, tus padres no son más que escoria, todos lo saben, son parásitos que están usando a sus hijos para ganar dinero —

— ¿Y acaso ustedes no hacen lo mismo? — me reí — ¿No es ese el negocio de todas las familias? —

— No nos compares. Tu familia solo es dueña de una polvorienta y aburrida finca que se dedica a la crianza de caballos y el estampado, solo eso, mientras que mi familia tiene miles de fábricas productoras de cobre, ¿Entiendes la diferencia? —

— La-la entiendo — me quejé de dolor cuando apretó su agarre en mi mentón

— Solo eres mi esposo porque debes de darme una descendencia bella — me empujó, haciéndome caer — pero ni para eso sirves, eres una desgracia —

— Sí. Lo soy —

— Espero que la boda sea pronto, este lugar apesta a mierda de caballo —

— Si tanto le desagrada puede ir yendo adelante nuestro — lo miré sin despegarme del piso — si tanta repulsión le provoca el estar aquí es mejor que se vaya — me intenté poner de pie

— Jungkook. Nunca golpeé tu rostro porque eres realmente hermoso y golpearte sería un desperdicio, pero si sigues hablando así,  te golpearé —

— Hágalo — me puse en frente suyo — si eso desea mi esposo con gusto se lo concederé — incliné mi rostro, mostrándole mi mejilla 

— ¿Tanto lo deseas? —

— Solo hágalo, y luego de eso vuelva a la mansión, no entiendo porque una persona como usted quiere estar aquí —

— Eres mi esposo, debo de estar tu lado —

— Pero no lo quiero a mi lado — sonreí — ¿Cuántas veces debo de decirlo? —

— Así lo digas mil veces, recuerda que a tu padre se le dió una buena suma de dinero por tí. Dinero que ni en un millón de años podrás pagar, no si sigues sin ser inútil —

— Soy un esposo inútil, merezco estar lejos de usted, soy solo un parásito. Por favor déjeme y encuentre a otro omeg-... —

— Veo que te has dispuesto a darme la contra, bueno. Sigue así que nuestra estadía aquí no será mucha, apenas lleguemos a la mansión te haré saber tu lugar — golpeó suavemente mi mejilla mientras reía — no te voy a dejar Jungkook, eres un buen esposo cuando te muestran tu lugar, además de tener un lindo rostro y cuerpo, solo debemos de hacerlo funcionar — 

— Yoongi... —

— Ya me aburrí de tus dramas, quítate la ropa y métete a la cama, no tengo ganas de discutir —

— Sí... — 

○●○●⊙●○●○

— No-no puedo creerlo — 

— Taehyung —

— Está casado y nunca me lo dijo —

— No entiendo que te sorprende, sabes como son, solo piensan en ellos. El joven Jungkook solo te usó para sus deseos pecaminosos —

— Na-namjoom deberías decirme algo motivador —

— No puedo, no puedo al ver como te destruye esto. Mierda, Taehyung, ya estabas bien, eras bueno en esto, estabas por ser el próximo capataz —

— Lo seré — bebí de mi vaso de cerveza

— No lo creo, has dejado de hacer bien todos tus trabajos, siempre los dejas a mitad de la noche, no los terminas —

— Namjoon... —

— Déjalo. Ese mocoso solo vino por su familia, no por tí, además con esposo, tal vez pronto venga su hijo —

— ¿Hi-hijo? —

— Así es, seguro llevan mucho tiempo de estar casados, es natural tener hijos —

— No-no... —

— Taehyung... —

— Nosotros nos amamos —

— ¿Alguna vez te lo dijo? —

— No, pe-... —

— Somos esclavos Taehyung, olvídate de ese niño y mejor mira a alguien que esté a tu alcance, para nosotros los esclavos mirar más alto no está bien — me palmeó el hombro — mira, hay un omega viéndote, ve con ella y pasa el rato, olvídate de ese niño, ahora —

Lo hice, ni siquiera pregunté el nombre de esa omega, solo entré a su cuarto y lo hicimos, ni siquiera me despedí, solo me levanté y fui a hacer mi trabajo, y a la siguiente noche volví, y así, siempre la misma rutina.

(Dos semanas después)

— ¡Veo que su hora de trabajo empieza más tarde de lo habitual! — exclamó el esposo de Jungkook — los he estado evaluando, son algo flojos debo de decir — nos miró a cada uno — ¿Quién es el capataz o jefe de ustedes? —

— ¡Taehyung!, ¡señor! — exclamó Namjoon mientras me señalaba

— ¿Taehyung? — ese alfa me miró — bueno, deberías de empezar a hacer tu trabajo, porque los avances son lentos, esos establos viejos aún no son derribados, ¿Esta cuando debería de esperar eso? —

Desde hace tan solo una semana el patrón nos dijo que este sería quien dé órdenes, no había hecho nada desde esa vez, no sabía que nos estaba observando.

— Sólo una semana más, señor... —

— Min, soy señor Min —

— Señor Min — 

— Bien, desde ahora todos deberán despertar a las cuatro en punto, solo tendrán diez minutos para tomar desayuno, almorzar, y cenar. Todos los días a las dos termina su trabajo, dos, no quiero verlos dormir antes de eso —

— No podemos dormir solo dos horas — se quejó un compañero

— Pueden dormir si desean, pero si realmente quieren llevar algo de comida a sus bocas lo harán. Son cuarenta trabajadores y, si siguen haciendo mal su trabajo y quejándose serán cada vez menos — nos miró con desdén — ¡Todos empiecen con sus tareas, los estampados no se harán solos, ni tampoco se limpiará ese estiércol!, ¡Deben de llevarlo al campo y encargarse de usarlo! —

— Lo sabemos — dije entre dientes — ¡Entendido, señor Min! —

Continuará...

Nos vemos el viernes. Espero les haya gustado, no se olviden de votar y comentar 🥰😘