El cumpleaños número 10 de MinGi estaba a la vuelta de la esquina.

Sus padres le habían preguntado si quería una fiesta, para celebrar con sus amigos.

Pero MinGi sabía que HongJoong no podría asistir.

Y se sentía muy triste por ello.

Por lo que decidió que haría dos fiestas, una con sus amigos y otra muy pequeña solo para HongJoong y él.

Así, la semana siguiente, MinGi jugó y comió muchos dulces con sus amigos de la escuela el día de su cumpleaños. Al día siguiente invitó a HongJoong a su casa por primera vez.

-Feliz cumpleaños, GiGi. Aunque fue ayer, pero no pude venir.- HongJoong hizo un mohín con sus labios.

-Gracias, HongJoongiie.

MinGi estaba acostumbrado a abrazar a la persona que le decía aquello, pero respetaba tanto al menor, que le dio su espacio y simplemente jugaron a las escondidas.

A HongJoong le gustaba el jugo de manzana, así que MinGi le pidió a su madre que comprara varias cajitas para el castaño.

El niño conocía a HongJoong hace tan poquito tiempo y aún así sentía como si el de cabellos marrones fuera el mejor amigo de toda su corta vida.

-Te quiero, HongJoongiie.

-Yo también a ti, GiGi.

-Pero aún no puedes ni siquiera darme la mano.

-No creo que los amigos tengan que darse la mano.

-Umh.

MinGi ignoró lo que había dicho el menor solo para seguir jugando los videojuegos que su padre le había regalado. Le enseñó a jugar a HongJoong, pero el menor perdió en todas las partidas.