Capítulo 3.-

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Un paraíso donde te retengo en contra de tu voluntad. 

Un triste paraíso del que no puedes escapar. 

Un paraíso donde podemos estar juntos por siempre. 

Taehyung no sabe cómo sentirse.

¿Qué se supone que diga o haga? ¿Cómo se reacciona en una situación como aquella? Taehyung ni siquiera está seguro de que sea real, todavía tratando de convencerse de que se ha vuelto loco de un momento a otro o que está en una pesadilla. Porque no se trata sólo de reencontrarse con alguien que lleva seis años muerto, sino entender que él ahora también lo está, que su vida se ha acabado.

Pero entonces, ¿en qué punto se encuentra: una especie de vida después de la muerte?

¡Si ni siquiera sabía cómo había muerto!

.- Escucha, Tae: quiero que escuches con calma todo lo que vamos a explicarte, cualquier preguntas que tengas hazla sin temor pues estamos para darte las respuestas que sean necesarias para hacer más fácil esto para ti – la voz de Jungkook es amable, controlada a tal punto que no puede evitar preguntarse cuántas veces ha tenido que hacer esto, con cuántas otras personas se ha topado en la misma situación.

Uno de mis mejores guías; había dicho Hoseok.

Un guía, no le sorprendía de alguien que siempre había estado dispuesto a ayudar a otros. Jungkook siempre había sido el primero de todos en regalar una sonrisa amable, incluso cuando solía ser demasiado tímido como para entablar una conversación. No, con él nunca faltaba una sonrisa tímida que buscaba hacer sentir cómodos a los demás.

Una sonrisa como la que Jungkook justo está regalándole.

.- Ven, lo mejor es que te sientes antes de que te duela la espalda por estar así – le tiende la mano mientras se endereza, su figura delgada y atlética vislumbrándose a través de la tela blanca que se transparente por la luz tras él – Vamos, hyung.

Taehyung se repasa los labios con la punta de la lengua, extendiendo su mano temblorosa hacia la del menor, a la vez que pregunta sí su cuerpo no desaparecerá antes sus ojos una vez sus dedos se toquen, ¿y sí su mano atravesaba la de Jungkook? ¿Era el menor una especie de fantasma? Y sí lo era, ¿entonces qué era él?

Sin embargo, sus preguntas mueren cuando el calor de la mano de Jungkook se acopló al suyo, sus dedos tomando con una suavidad firme su mano para ayudarlo a tomar impulso y que se levantase. Taehyung tropieza con sus propios pies una vez se encuentra de pie, justo frente a Jungkook y con tan poca distancia separándolos que incluso jura que el menor puede escuchar el latido de su corazón.

Pero tu corazón ya no late...

.- Eso es, hyung – Jungkook deja ir su mano de inmediato, provocando en el pecho de Taehyung una sensación de vacío y desesperación que sólo puede comparar con aquellas primeras semanas tras la muerte del menor – Eres mucho más alto a la última vez que nos vimos. Has crecido bien, TaeTae.

Aquella frase parece una puñalada, los ojos de Jungkook lucen tranquilos mientras que Taehyung jura que el menor puede ver en los suyos la tormenta que no se calma. ¿Cómo Jungkook puede hablar con tanta facilidad de algo como eso? ¿No había sufrido él por aquellos seis años en los que no existieron en el mismo plano? Taehyung sentía dolor tan sólo de pensar en todas las personas que dejaba atrás, ¿Jungkook no había sentido eso?

Claro que no, él decidió acabar consigo mismo; se corrige de inmediato.

.- ¿T-tú... por qué no creciste? – formula la pregunta que tanto le acosa a la vez que trata de no pensar en lo que fueron para Jungkook esos años – L-luces igual a... - Taehyung se muerde la lengua, enojándose por no ser capaz de decirlo.

.- ¿Luzco igual a la última vez que nos vimos? – completa Jungkook sin perder la sonrisa, retrocediendo unos pasos para que pudiese verlo con claridad y detalle - ¿Te refieres a que me veo exactamente de 17 años?

.-S-si...

.- Esa es una de las reglas de este lugar, Taehyung – responde el hombre de sonrisa amigable y hoyuelos mientras rodea el escritorio donde estaba inicialmente y se sienta, indicándole con un movimiento de cabeza que haga lo mismo – Cuando mueres, permaneces en la edad y con la apariencia que tenías en ese momento de tu vida.

Taehyung observa en silencio a Hoseok (se recuerda a sí mismo el nombre del hombre) antes de volver sus ojos hacia Jungkook, quien ahora mira al suelo mientras se mordisquea el labio inferior, en un gesto que reconoce como de nervios. Uno de esos tics que Taehyung se aprendió de memoria producto de todos los años compartidos.

.- Así que... ¿sigues teniendo diecisiete años? – pregunta en un susurro inseguro.

Jungkook cierra sus ojos y desinfla su pecho antes de animarse a levantar el rostro y mirarlo directamente: .- Si, siempre tendré 17 años, hyung. Y tú, si no me equivoco con mis cuentas, siempre tendrás 25 años.

25 años... Taehyung repasa el número en su mente, no puede evitar preguntarse qué hizo realmente durante esos 25 años de su vida. ¿Hizo algo que valiera la pena? ¿Había cambiado el mundo de alguna forma? La respuesta era no, no había hecho nada importante ni que influyera en el mundo durante esos años desperdiciados. ¿Iban entonces a recordarlo en treinta o cincuenta años?

Su familia seguiría envejeciendo, sus amigos seguirían viviendo aventuras y él... él estaría atrapado para siempre en sus 25 años.

.- Toma asiento para que podamos explicártelo – Hoseok le indica la dirección a un sillón de color vino tinto que antes no había notado – Soy el encargado de este lugar y de todas las almas que transitan por él, ya te lo he dicho: un ángel de la muerte, si prefieres decirme así.

Jungkook camina hasta el sillón con total naturalidad y Taehyung no puede hacer más que seguirlo, caminando con lentitud mientras sigue tratando de comprender, de creer que efectivamente todo ha terminado para él. ¿Qué sigue ahora? ¿Va a desaparecer o...? Deja que las preguntas le abrumen mientras toma asiento junto al menor, sus cuerpos juntos incluso cuando hay espacio suficiente para poner distancia.

Si podía seguir sintiendo a Jungkook junto a él, Taehyung podía aceptar el destino que fuese.

.- De acuerdo, haré una presentación general toda la situación – indica Hoseok mientras se recuesta en su silla y abre una carpeta legajada de color azul con su fotografía grapada en el borde superior – Tu nombre es Kim Taehyung, eras estudiante de último año de ingeniería agrónoma en la Universidad Nacional, con un excelente promedio y un trabajo de medio tiempo. Has hecho trabajo voluntario desde tu primer año en el hospital psiquiátrico anexo a tu universidad, unos años dedicados a cosechar amistades y amores... Y has muerto poco tiempo después de tu cumpleaños número 25 en la tierra, ¿de acuerdo?

Taehyung asiente sin saber qué más agregar a ello, tratando de procesar aquel simple repaso de lo que habían sido sus último años de vida, sin embargo una pregunta retorcida se formula en su cabeza: .- ¿Hace cuánto...?

.- ¿Hace cuánto has muerto? – Hoseok completa de inmediato su pregunta, mirándole por sobre la carpeta en sus manos - ¿Es eso lo que quieres saber?

.- Si – susurra.

Hoseok asiente como si pensara antes de volver a bajar los ojos hacia lo que sea que estuviese dentro de la carpeta: .- Un mes y medio. Has muerto hace un mes y medio.

Taehyung jadea, sintiendo su pecho expandirse de golpe por el aire que entra y que ya no es necesario. A su lado, Jungkook se endereza mientras estira una mano para apretar su hombro en un consuelo silencioso, algo que nuevamente, Taehyung identifica como una acción estudiada y controlada, algo que el menor ha aprendido cuidadosamente para situaciones como aquellas.

No soy uno más, trátame como me lo merezco; quiere decirle antes de tirarse a llorar; soy TaeTae, tu hyung... y he muerto. He muerto y, de alguna forma retorcida, he regresado a ti.

.- A tu cargo no tenías más que una mascota – sigue hablando Hoseok, sin notar la manera en como Taehyung lucha por no desmoronarse por lo que debe asimilar y el trato distante de alguien que siempre anhelo de regreso – Además de eso, dejas un círculo de amigos nutrido, una relación de pareja y una familia con vínculos estables, ¿estoy en lo correcto?

La pregunta de Hoseok le suena vacía, sus relaciones no se trataban de simples números; eran historias compartidas y llenas de emociones, cada una de ellas era un camino recorrido que Taehyung valoraba. Había aprendido con los años y a raíz de la pérdida del joven a su lado, que debía valorar cada una de las personas que tenía en su vida.

Nunca ser desagradecido, nunca hacer lo que Jungkook les hizo.

Pero ahora eres igual, aunque no lo hayas querido; se reprocha.

.- ¿Cómo he muerto? – pregunta en cambio, su voz sonando de pronto firme - ¿Cómo he llegado a este lugar?

El toque de Jungkook desaparece, provocando que se gire para mirar el gesto tranquilo de Jungkook al contestarle: .- No podemos decirte aún las circunstancias alrededor de tu muerte, parte del proceso es que tú mismo llegues a ello y puedas así, trascender.

¿No podían decirle cómo había muerto? ¿Qué tontería era esa? Taehyung necesitaba saberlo, necesitaba saber que sus amigos, su familia y su novio sabrían que él no había deseado dejarlos, que nunca había sido su voluntad y que lo habían arrebatado de su lado sin él poder hacer algo. Porque cómo habría él podido luchar contra el destino.

.- Mira, Taehyung... sé que no es algo justo, ¿vale? – Jungkook le dedica una sonrisa de pena contenida – Cuando llegué a aquí y pasé por todo esto, me sentí enojado y avergonzado, pero tuve que entender que esos sentimientos eran precisamente los que debía dejar ir.

.- ¿P-por qué estarías tú enojado? – le pregunta con rencor, un rencor que llevaba mucho tiempo dormido – Tú y yo somos distintos, nunca me compares contigo.

Los ojos de Jungkook se abren de golpe, dejándole ver por primera vez en esos minutos de calma, algo distinto a la controlada máscara que llevaba encima. Son los ojos que recordaba: llenos de vida, de ideas sin decir en voz alta y de sentimientos contenidos que Taehyung siempre deseó conocer a profundidad.

.- Tae...

.- Vaya, ¿están seguro de que eran mejores amigos? – la voz de Hoseok tiene un tinto divertido mientras les mira ahora con la carpeta en el regazo, sus cejas arqueadas debido a la curiosidad – Porque no es que parezcan precisamente cercanos o cómodos y...

.- Tienes razón, Taehyung – ignora el menor al hombre tras el escritorio, quien no luce precisamente ofendido por ello – No somos ni seremos nunca iguales, para empezar... tú viviste más años que yo.

El mayor chasquea la lengua, irritado: .- No tiene que ver con eso.

.- Lo sé – le rebate de inmediato Jungkook – Pero lo demás ya no importa. Mi muerte fue hace mucho tiempo y las razones detrás de ella no tienen que ver con nadie más que conmigo. Cuando entiendas eso, entonces verás que somos diferentes por algo más allá de la maldita forma en como morí.

Taehyung se muerde la lengua, observando con fascinación aquel rostro adornado con gestos molestos y orgullosos, los mismos gestos que conocía de su infancia. ¿Cómo había olvidado la manera en que Jungkook se veía? ¿Cómo había permitido que su rostro escondiera en los pasadizos de su memoria? Se pierde en su imagen para no pensar en lo que ha dicho, no desea pensar en lo que ha dicho.

.- Bueno, bueno – aplaude de pronto Hoseok, consiguiendo que se giren a mirarlo – Habiendo escuchado la respuesta de Jungkookie, creo que queda claro que no tenemos por qué tratar las circunstancias de nadie más que las tuyas, Taehyung. Él vivió lo que tenía que vivir, así como tú lo has hecho y ahora debemos concentrarnos en el siguiente paso.

.- ¿El siguiente paso?

.- Trascender – responde Jungkook con suavidad, sin mirarlo – Hoseok hyung habla de que ahora debes trascender.

Taehyung sacude su cabeza, buscando hilar con coherencia lo que dicen: .- ¿Hablan de saber sí iré al cielo o al infierno?

.- No, no – Hoseok sacude su cabeza mientras cierra la carpeta de golpe, enderezándose para mirarlo con seriedad – No existe un cielo o un infierno, Taehyung. Tan sólo existe el transcender o el desaparecer; de eso se trata. Jungkook y yo estamos aquí para ayudarte a que consigas trascender.

.- N-no entiendo...

.- Has muerto, Taehyung – es Jungkook quien responde, hundiendo sus hombros con algo similar a la derrota – Eso implica que ya no tienes un cuerpo terrenal ni una vida en los términos comunes; el trascender quiere decir que tu alma se alista para dejar atrás lo terrenal y comenzar una nueva etapa, una eterna – la voz del menor es suave y aunque Taehyung fija sus ojos en su perfil, Jungkook no se gira hacia él – Estamos aquí para ayudarte en ese proceso porque no es fácil hacerlo... nunca, bajo ninguna circunstancia o creencia, es fácil dejar atrás lo que amas.

Los ojos de Jungkook se fijan entonces en los suyos, provocando que trague saliva de manera inconsciente ante la intimidante mirada: .- ¿Y sí no... transciendo?

.- Entonces desapareces – dice con simplicidad Hoseok, alzándose de hombres – En realidad, te quedas atrapado en el limbo eternamente... no es que sea malo, tenemos fiestas cada jueves y también hacemos unas malteadas de chocolates deliciosas.

.- Espera, espera... - Taehyung sacude su cabeza, incrédulo – Dices que, ¿hay comida?

Hoseok ríe suavemente antes de responderle: .- Aquí y en lo que tú puedes llamar el más allá, hay toda una organización social. ¿Nunca prestaste atención en clase de cultura coreana? El cuerpo terrenal es dejado atrás para que el alma se incorpore en una sociedad más perfecta, una donde sólo las almas que lo merecen entran. Es una sociedad similar a la terrenal, sin embargo, pierde aquello que hace a los mortales tan miserables.

Sus cejas se alzan debido a la confusión: .- No... entiendo bien.

.- A Hoseok hyung le gusta enredar a los recién llegados – niega suavemente Jungkook, cruzándose de brazos mientras se recuesta en el sofá – Lo que él quiere decir es que en ese más allá no existe la envidia, la avaricia y el egoísmo. Las almas no necesitan de respirar, no sufren dolor físico y son libres de hacer y decidir siempre que no busquen dañar porque si lo hacen, desaparecerán como castigo; los conceptos de comida, sexo y otro tipo de placeres existen, se materializan... pero son cuestiones emocionales, no son necesidades físicas.

.- Por eso nuestras malteadas son deliciosas – salta Hoseok con una sonrisa – Ya podrás probarlas, después de todo, pasarás un tiempo con nosotros antes de poder trascender.

Trascender... sí no lo conseguía debía quedarse en el limbo con ellos.

Taehyung abre sus ojos con sorpresa al comprender lo que hay detrás de esas palabras, algo que a lo mejor no se trataba de él, pero que si le interesaba: .- ¿Eso quiere decir que Jungkook no trascendió y se quedó aquí atrapado?

Puede sentir como Jungkook se remueve incómodo a su lado, pero él tiene su mirada fija en Hoseok a la espera de su respuesta. El hombre de hoyuelos sonríe con una diversión casi perversa mientras se inclina en su escritorio, apoyando los codos en él y su barbilla entre sus manos, mirándole fijamente.

.- Eso quiere decir que...

.- Que si – Jungkook responde de golpe, su voz sonando por primera vez tensa y frágil – No trascendí, nunca podré hacerlo, ¿algo más que deseas saber, hyung? – le pregunta con tono irónico mientras le mira con incomodidad

.- En serio, ¿ustedes eran mejores amigos? – silba el hombre de hoyuelos.

Nunca podré hacerlo... Taehyung repite su voz en su cabeza sin prestarle atención a Hoseok, preguntándose si aquello se debe a la manera en cómo Jungkook murió.

.- ¿P-por qué?

Jungkook deja caer sus hombros, la molestia parece evaporarse de su rostro para dar paso a algo similar al dolor, una tormenta en sus ojos repentinamente cristalinos: .- ¿Por qué importa? No trascendí porque no quise dejar atrás la vergüenza y la ira; pero puedo ayudar a que otros lo hagan y sigan adelante, que aprendan el valor de la memoria y el amor.

Taehyung quiere alzar sus brazos y atraerlo hacia él, notando que aquella mirada es culpa suya y que, por un instante, parecen haber regresado a su adolescencia, cuando Taehyung era la única persona en el mundo en la que Jungkook podía refugiarse y mostrarse con total libertad; cuando ninguno de los dos tenía miedo de herir al otro como en ese momento.

Porque Taehyung podía darse cuenta: reencontrarse era un arma de doble filo porque, aunque comprendía que ya no existía el dolor físico, siempre habría dolor emocional.

.- Existen condiciones para trascender, Taehyung – le trae de regreso Hoseok, parece haber olvidado la diversión de hace un momento y vuelve a mirarlo con una seriedad amable – Las reglas están hechas para permitir que sólo las almas justas tengan la oportunidad de seguir adelante, un poco como lo es el más allá egipcio*, donde pesan sus corazones para saber hacia dónde deben dirigirse. Entre más pese un corazón, más pecados ha cometido su dueño.

Taehyung frunce de nuevo el ceño: .- ¿A caso existen otros sitios como este?

.- ¡Por supuesto que sí! – Hoseok responde energético – Cada cultura construye su más allá y la nuestra se organiza de esta forma*, sin embargo, todos tenemos principios básicos al respecto, como lo de los corazones. Aquí juzgamos los corazones no por su peso, sino por la intensidad de los sentimientos que albergan – el hombre se levanta, su ropa colorida no encajando con su expresión seria – Las almas consumidas por sentimientos negativos no tienen oportunidad, se desintegran antes de tener la oportunidad de llegar... son almas que han cometidos los peores actos contra otros.

.- ¿Eso es desaparecer?

.- Lo es, desaparecer es ser borrado para siempre, volverte la nada misma – contesta Hoseok, iniciando una caminata por el lugar – Pero no son las únicas almas que pueden desaparecer...

.- ¿E-entonces?

.- Los olvidados, ellos también son borrados – susurra Jungkook, mirando sus manos sobre su regazo y Taehyung por un instante cree que sus ojos están fijos en el dije de medio infinito, ahora siendo él quien lo mira directamente – Las almas que son olvidadas en el mundo terrenal también desaparecen... cuando dejan de amarlas, se desintegran.

.- Pero... ¿no es eso injusto? – consigue preguntar, sus ojos fijos en el dije que cuelga de la pulsera que rodea la muñeca del menor – Todos, en algún punto, seremos olvidados.

.- No funciona necesariamente así, la memoria es mucho más compleja – tercia Hoseok, deteniéndose frente a ellos sin ser notado – Mientras alguien te amé, Taehyung, nunca desaparecerás. Las personas te recordaran mientras vivan si fuiste importante para ellos y una vez ellos mueran, si realmente fuiste amado en sus corazones... se reencontrarán sin que ninguno desaparezca.

.- ¿Cómo...?

Hoseok chasquea entonces los dedos, haciendo que Taehyung alce la vista para ver como una nube de humo brota justo entre él y el hombre. El humo se disipa lentamente, dejándole ver algo similar a un campo abierto, con un lago lejano en el paisaje y un árbol como el centro de la imagen, justo bajo su sombra, una pareja ríe en silencio.

Una pareja de un hombre anciano y una mujer joven con vestido de flores.

.- Ellos se casaron cuando tenían 18 años – dice Hoseok, observando la pareja con un dejo de cariño – Pero ella murió durante el parto de su primer hijo, dejándolo solo antes de los 23 años. Pasaron más de sesenta años separados, Taehyung...

Sus ojos no dejan la imagen de la mujer entrelazando sus dedos con los del hombro, dedicándole una sonrisa coqueta mientras él acomoda su cabello con delicadeza y profundo cariño, sus dedos encorvados y envejecidos enredándose en el oscuro y reluciente cabello de ella, aquel que contrastaba con el blanco del suyo. Ambos tan diferentes, pero con el mismo brillo en la mirada que no reflejaba más que una devoción por el otro.

.- Él nunca dejó de amarla, aunque se casó y amó a una segunda esposa – indica Hoseok mientras vuelve a chasquear los dedos, mostrándole ahora a una anciana que camina hacia la pareja, pasos despacio, pero seguros – Ella siempre estuvo agradecida con la mujer que llegó a la vida de su esposo, que estuvo dispuesta a amarlo a él y a su hijo. Y es por ello que los tres se han reencontrado.

.- Es por ello que ninguno va a desaparecer – completa Jungkook, sus ojos también fijos en las tres figuras que se reunían bajo el árbol, sus dedos jugando con su pulsera sin que Taehyung lo notara – Mientras el amor prevalezca entre sus almas, seguirán existiendo.

.- Entonces... ¿no voy a desaparecer si soy amado en el más allá?

.- Pero sólo por las personas que te amaron de verdad en la tierra – asiente Hoseok, con una sonrisa nostálgica – Nuestro más allá, si gustas decirle así, trata de que el amor prevalezca. El amor sincero no pone condiciones de tiempo ni espacio, las promesas de amor permiten que estas almas se reencuentren.

.- ¿T-todo tipo de amor? – susurra la pregunta, sintiendo el peso de la cadena bajo su camisa, el dije pesando sobre su pecho, la muestra tangible de una promesa hecha junto al joven que permanecía sentado a su lado... a quien pensó nunca volver a ver y sentir.

.- Así es... mientras sea sincero – acuerda Hoseok.

Entonces la imagen de las tres figuras comienza a nublarse de nuevo, siendo esta vez los dedos de Jungkook los que se mueven: .- También debes saber que estamos organizados por periodos de tiempo en los que las personas han vivido... por supuesto, las almas en las primeras épocas son más bien pocas.

El humo se disipo entonces, dejándole ver Taehyung con incredulidad como la imagen pasaba a otro campo, montañas vislumbrándose al fondo, personas paseando por el paisaje frente a él, hombre y mujeres en trajes de la época imperial, cabellos recogidos y rostros adornados por gestos más serios. Hombres con espadas atadas a las cinturas y mujeres con hanboks tradicionales entallados a sus cuerpos.

.- En muchas de esas épocas el amor no prevalecía, primando otro tipo de intereses – cuenta el hombre de hoyuelos, la imagen de pronto enfocándose en un hombre sentado sobre un tronco cortado, escribiendo en un trozo de algo parecido a un pergamino y con un largo traje real de color rojo – Él es...

.- El rey Sejong el Grande* – responde de inmediato, observando con fascinación el gesto concentrado del hombre al cual había estudiado en su primaria, uno de los hombres más importantes de la historia.

Hoseok sonríe, complacido: .- Es bueno saber que alguna vez prestaste atención a tus clases de historia. El rey Sejong es un hombre amado por muchos, recordado por muchas cosas... es por eso que su alma no ha desaparecido aun cuando vivió en una época de traiciones.

La imagen desaparece entonces, el humo extinguiéndose tan inesperadamente como llegó y Taehyung tan sólo mantiene la mirada fija ahí donde presenció aquellas maravillosas imágenes. ¿Funcionaba realmente así el más allá? No comprendía muchas cosas y tal vez nunca podría hacerlo, pero supo entonces, sin ninguna duda, que la muerte no era más que un concepto más, una extensión más de la vida que había creído perdida.

Morir... estoy muerto, abuela. ¿Podré reencontrarme contigo?

.- Mi papel como ángel de la muerte* es encargarme que las almas justas lleguen a su destino, comprenderás que es una tarea demasiado complicada para los pocos ángeles que existimos y es por eso que tengo guías que cumplen con acompañar las almas por el proceso de transcender – explica entonces Hoseok, regresando hacia su escritorio – Kim Taehyung, 25 años, estudiante de último año de universidad... te asigné de manera aleatoria a uno de los guías que mejor comprende lo qué esto significa, pero es decisión de ustedes si esa asignación se mantiene dado que Jungkook es alguien significativo para ti – el hombre se sienta, observando como ambos miran lejos del otro – Tal vez Jungkook murió hace mucho, tal vez tú no perdones su muerte, Taehyung... no sé cuál es el camino de ustedes, la muerte es misteriosa, pero siempre cumple con sus promesas y puedo ver que entre ustedes hay una.

Taehyung siente las lágrimas nublar su vista mientras la desvía hacia la muñeca de Jungkook, donde el menor continúa jugando con el dije que una vez le regaló. ¿Cuántos años habían pasado de aquella promesa? La promesa de caminar una vida juntos, de acompañarse y sostenerse ante cualquier adversidad.

.- ¿Por qué un infinito, TaeTae?

.- Somos un infinito, Jungkookie. Juntos siempre seremos eternos.

¿Acaso esa era la manera en cómo la muerte les permitía cumplir con su promesa? ¿Era esa una manera de decirles que había una nueva oportunidad para su historia?

.- Podremos hablar de nuestra promesa y nuestra amistad después – es Jungkook quien habla, mirando con seriedad al hombre tras el escritorio – Hoseok hyung, la muerte tiene sus maneras de hacer las cosas y si con esto me permite arreglar parte de mis errores, tomaré la oportunidad – su voz suena firme, ningún atisbo de duda – Espero que tú, TaeTae, también.

Los ojos de Jungkook vuelven a estar fijos en él, la tormenta ocultándose de nuevo bajo la máscara de calma que, ahora sabe, puede derrumbar. Que necesita derrumbar si quiere poder hacer frente al dolor con el que ha vivido desde su muerte. ¿Hacía eso parte del proceso de trascender? Poder darle la cara al rencor que albergaba contra alguien que siempre había vivido en su corazón.

Una oportunidad para él y Jungkook.

Y una voz en el fondo de su cabeza, le recuerda que también es una oportunidad para él y la mujer que más ha amado, ni siquiera duda de que su abuela haya llegado a ese más allá. Una mujer bondadosa que nunca hizo daño intencional... El amor más sincero que ha sentido Taehyung desde su más tierna infancia.

¿Cómo la muerte podía ser tan desinteresada de regresarle las dos personas que ha perdido?

Abuela, déjame reencontrarme también contigo.

.- ¿Q-qué es lo que sigue? – pregunta entonces a Hoseok - ¿Q-qué debo hacer?

.- Trascender significa dejar atrás, Taehyung – le explica, abriendo de nuevo la carpeta azul con su fotografía – Dar el paso es dar cierre a todas las cosas pendientes que has dejado en tu vida terrenal; despedirte de quienes debes y finiquitar todos los asuntos pendientes que tengas. Para eso, organizamos tareas... las cuales se vuelven más difíciles a medida que las cumples, cada una representa aquellas cosas que dejaste pendientes.

.- ¿Tareas? - pregunta, tratando de imaginar a qué se refiere.

Hoseok asiente, sobre leyendo el contenido de la carpeta: .- Las tareas son tus asuntos sin resolver, lo que debes hacer antes de poder seguir.

.- ¿Q-qué tareas son?

Hoseok sonríe antes de cerrar la carpeta y extender el brazo, indicándole a Jungkook de que es hora de que comience su trabajo: .- Jungkook será tu guía, te llevará por cada tarea y te ayudará en ella... como ya te dije, él es uno de mis mejores guías, no sólo porque empatiza con facilidad, sino porque ha visto cada tarea cara a cara y se ha enfrentado a ellas.

.- Mi trabajo es ayudarte a terminar cada una, TaeTae – Jungkook empuña la carpeta contra su pecho a la vez que le dedica una sonrisa tímida, una que Taehyung recuerda bien – Ellas se dividen entre los asuntos pendientes y las personas que dejas. Permíteme mostrarte que, aunque ahora no estés físicamente a su lado, tu corazón siempre los va a acompañar y de esa forma, podrás dar el paso sin sentir miedo. Su memoria te mantendrá vivo y la tuya los mantendrá a ellos junto a ti hasta que puedan reencontrarse en ese más allá.

Reencontrarse. ¿No era eso lo que había pasado con ellos dos?

Taehyung quiere decírselo, quiere preguntarle muchas cosas y quiere abrazarlo. Porque ya no quiere despertar de esa pesadilla, porque ya no le importa sí se ha vuelto loco. La muerte, más que la vida, le ha dado una oportunidad que creyó para siempre perdida y no puede dejar que se le escape otra vez de entre los brazos.

Su abuela...

Jungkook...

Él sabía que la vida no se detenía por ninguna muerte, él sabía mejor que nadie que por más dolor que sintiese se continuaba respirando y que se debía aprender a seguir viviendo sin aquel que se había marchado. Taehyung no quiere ser para su familia, sus amigos y su novio lo que Jungkook fue, pero no puede hacer nada ya.

Muerto, estoy muerto; se convence a sí mismo mientras observa de nuevo al joven frente a él, su rostro de finas facciones, su cuerpo delgado, pero definido, su cabello revuelto, sus ojos expresivos y su sonrisa. Era la imagen de su infancia, de su adolescencia; el rostro que siempre pintó sus sueños, el hombre con quien siempre esperó compartir todo.

La muerte le ha traído de regreso su infinito y con él, el corazón que no sabía que había perdido.

Hola, hola.

Aquí yo actualizando de madrugada. ¿Cómo están ustedes?

Lo prometido es deuda... un capítulo más simple y explicativo.

¿Sí entendieron algo? ¿Qué les parece el lugar donde Taehyung se encuentra, la manera en cómo está organizado? Lo cree en base a las creencias coreanas (en el próximo capítulo ahondaremos un poco más en ellas de manera detallada) y en cómo yo me imagino mi más allá personal. Así que, por eso incluí la importancia del amor. 

¿Qué les pareció? De verdad quiero saberlo. 

Además de que quiero saber qué opinan por el momento de los personajes: Jungkook, H**oseok y Taehyung. También tenemos a Jimin y Yoongi, y al misterioso novio. ¿Cómo creen que todo se relaciona? ¿Tienen teorías? Si es así, cuéntenme. ¡Dedico el próximo capítulo (que tiene cosas muy bonitas) a quien me cuente su teoría!

Cualquier error de digitación, me perdonan, pero ya tengo sueñito. Y creo que no siendo más, me limitaré a dejarle las explicaciones de los asteriscos y a despedirme. 

Gracias por leer, votar, comentar y apoyarme. 

Muchas gracias.


PD1. Escuchen la hermosa canción de Infinite, es de mis favoritas. ¡Infinite merece tanto amor!

PD2. ¿Por qué creen que Jungkook nunca podrá trascender? :O


Explicaciones: 

* En el más allá egipcio, Anubis (cabeza de chacal) se encargaba de pesar el corazón de las almas y, según el peso, determinar si podían continuar su camino hacia el más allá o debían pagar sus pecados. Lo cierto es que la explicación de la muerte y el más allá en el antiguo Egipto tiene muchos más detalles fascinantes, pero el pesaje del corazón es uno de los pasajes más importantes.

** Cada cultura antigua tiene una concepción de más allá, independiente de las cuestiones religiosas. En el caso de la cultura coreana antigua, sus tradiciones mortuorias se organizaban para enviar las almas a un mundo donde continuaban con sus labores normales. Lo explicaré un poco mejor en el siguiente capítulo.

*** El rey Sejong es el inventor del hangul y una de las figuras más importantes de la historia coreana.

**** Los ángeles de la muerte (Jeoseung Saga en coreano) son figuras representativas de las culturas asiáticas, en el caso de la cultura coreana, son quienes acompañan las almas hacia su destino final. Existen como castigo a pecados, por eso sólo se convierten en ángeles de la muerte aquellos que han hecho actos muy graves. (La explicación de su existencia varía, pero esa será la que utilizaré en la historia... igual, llegará el momento en que entraré en detalles). 

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