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Su padre le había cedido el campamento, se recordaba Jungkook al ver la imagen del alfa frente de él, el general acomodaba sus ropas en su lugar y su casco mientras que hablaba con su hijo.

"Fuiste el mejor de tu clase, Jungkook" habló el lobo al colocarse de pie. "Estoy seguro de que lo lograrás, Jungkook" habló el alfa al caminar a la parte donde estaban las telas para salir de la gran tienda, su hijo iba detrás de él, el menor estaba con una sonrisa más que grande en sus labios la cual fue borrada al ver el caos en el lugar.

Sus hombres peleando como animales por todo el campo en realidad estaban golpeandose, pateandose e incluso algunos ya estaban en sus formas animales buscando más que una batalla. Había animales correteando e incluso algunos estaban jalando de los cabellos de otros, dando puñetazos en la cara de algún lobo.

Eso no era tan malo, sino fuera porque su padre le acababa de nombrar el encargado de ese campamento y si ese soldado no estuviera cayendo frente a los pies de su padre.

"Mucha suerte, hijo mío" dijo el lobo al subirse a su caballo para poder irse con todas sus tropas detrás de él. "Te veré muy pronto en el norte" dicho eso el alfa movió su caballo lejos del campamento.

Jungkook admiró el lugar, los alfas que le había tocado sin duda eran una completa... mierda.

Frustrado llevo sus manos a sus cabellos cortos, buscado poder hacerlos atrás para que no estorbasen en su rostro, el cual estaba con el ceño fruncido y el ardor en sus ojos.

"¡SOLDADOS!" Gritó el alfa al ver que los lobos se calmaban poco a poco en el momento que vieron a su superior caminar hacia ellos.

"¡En hileras!" Ordenó en un grito el alfa caminando molesto al ver que cada hombre alfa se movía hacía el frente para poder ver al lobo azabache.

Cada uno estaba de pie frente al alfa, menos uno que estaba en el suelo buscando poder huir del lugar, caminaba por debajo de los demás, sin notar que terminaba al frente de unos zapatos muy elegantes, sus ojos se fijaron en el tipo de material, eran más caros de lo que había visto en su vida y al elevar sus ojos se encontró con la encarnación de un demonio o de un ángel.

Jungkook estaba más ocupado en ver lo que el que parecía ser un beta, el cuerpo del menor se colocó de pie y Jungkook vio que existía una gran diferencia de altura, sus ojos se fijaron en los del menor, eran verdes, un verde claro y hermoso, sus manos del lobo estaban a cada costado para poder hacerlos puños.

"¡Él empezó!" Gritaron la mayor parte de lobos que estaban al frente en la primera hilera.

"¿Quién eres, soldado?" dijo el alfa al acercarse al joven notando un olor a hierbas, pero nada más, sabía que era un beta, pero en realidad el pobre joven tenía más cuerpo de un omega.

Taehyung fue jalado del cuello para ser elevado, al estar en sus pies sólo pudo lanzarle una mala mirada al alfa moreno que le había levantado, él, el alfa pálido y uno de cabellos más oscuros que los de él estaban mirándole con burla.

"M-mi nombre es..." dijo al no saber que nombre decir. En realidad su nombre era más común para los omegas, su significado era emotivo y tranquilo para un alfa o un beta.

"Dame tu aviso de reclutamiento" le ordenó el alfa al acercarse al pequeños cuerpo, parecía ser un cachorro, el joven era delgado, se veía que la armadura le quedaba floja, sus manos eran pequeñas, delicadas y dejaban ver que no había hecho nunca ningún trabajo pesado en su vida.

Sus ojos siguieron recorriendo hasta su rostro, donde notó la tersa piel acanelada, sus pestañas largas y oscuras, no había rastro de barba, ni de bigote, sus cejas eran perfectas y Jungkook creyó que tal vez el tipo era lampiño. Al acercarse y ver que el papel pudo notar la delicadeza de su cuerpo aún más y el leve roce de sus dedos contra su piel de su mano le tembló con ardor más al ver como sus labios del joven se abrían sin decir nada coherente cada vez cerca de él.

"Y-yo... mi nombre es" el pobre omega no tenía ni una maldita idea de que decir o que pensar, su omega estaba removiendose en su pecho entre nervios de ver a un alfa frente de él y porque si le descubrían conocía las consecuencias, ser violado y asesinado.

"¡Dile que te llamas Namjoon!" Le dijo el pequeño dragón en su cuello a lo que el omega negó murmurando.

"El de atrás se llama Namjoon" Taehyung se ganó una mala mirada de su general.

"No te pregunté su nombre" le riñó al acercarse aún más al pequeño soldado, notando algunos lunares en su rostro... Así de cerca estaban que su pechos chocaban y el alfa estaba seguro de sentir un aroma a menta.

"¡Ya sé! Dile que te llamas mulan" dijo el pequeño al ver sus garras mientras se sentía orgulloso de si mismo por semejante idea.

"Es nombre de chica" se quejó el pequeño al ver como el alfa parecía estar olfateandole lo que no le gustaba dado que no deseaba ser descubierto.

"¡Vante!" Chilló el pequeño al alejarse del alfa, el cual con una mueca de enojo y confusión se encargó de poder abrir el papiro, sus ojos se abrieron más al ver al omega.

"¿Kim Hyun Bin? ¿El guerrero? No sabía que tenía un hijo beta... creía que era un omega" le dijo con desconfianza a lo que el menor negaba divertido por las palabras de su general o al menos eso intentaba aparentar.

"Muchos creen eso..." se burló el omega tratando de sonar calmado aunque sus nervios estaban a flote de pie al oler el aroma fuerte del alfa, era una mezcla de madera y pasto húmedo. "a mi padre no le gusta hablar de mí y muchos por mi apariencia creen que soy omega" rió tratando de quitar la mirada analítica del alfa sobre él.

"Soy un beta, no huelo a nada más que a un buen hombre" gruñó el pequeño esperando que el lobo le creyera, en cambio vio como se acercaba para olfatearle.

Su nariz se pasaba por su rostro sólo sintiendo el aroma de hierbas suponía que del bosque, poco a poco Jungkook se acercó a su cuello casi golpeando su nariz con la que creía era la piel más tersa que había visto en su vida, aspirando el aroma sintió una pizca como a flor de cerezo y con ello una vibración a su polla... sin embargo, se vio interrumpida por el olor nauseabundo de cuando uno va a cagar, lo que hizo al alfa retroceder.

"Toma un baño" le dijo el lobo al apartarse. "tiene razón, eres como un omega patético" se burló, lo que hizo un pequeño o más bien grande pinchazo en el ego del lobo castaño.

"Perdón, creo que no es buena idea comer grillos muertos" se disculpó el pequeño dragón.

El silencio reino seguido de eso, el azabache jaló del pequeño a la hilera con los demás soldados, junto de él estaba un alfa, su segundo al cargo mientas que observaba el lugar y a sus hombres.

"No tengo tiempo para sus estupideces" elevó la voz irritado al señalar el campo para que mirasen el lugar hecho mierda por su culpa de ellos.

"Haré que ustedes paguen caro el ensuciar y humillarme frente al general Jeon" el lobo caminó al frente donde había algunos palos de bambú mientras que se retiraba de su cuerpo su hanbok dejando ver su pecho desnudo y su espalda marcada.

Taehyung que estaba al frente en la primera hilera vio embobado semejante imagen. Ese lobo no se comparaba para nada a los de su aldea, los cuales eran fuertes, no lo negaba, pero jamás en su vida había visto a un alfa con esa altura y ese cuerpo, no se imaginaba el tamaño de su lobo o el de su poll...

"¡Deja de pensar en cochinadas!" Se quejó el dragón al colocarse a su lado de su oreja sin ser visto por los demás. "vas a oler a omega en celo" le reprochó el pequeño ser.

Kim negó ante las palabras de su guardián, tenía razón, había ido a salvar la vida de su padre y no a coquetear con un lobo que si sabía que era un omega le mataría. Pero sus ojos no podían dejar de ver a tan semejante imagen.

"Se te va a caer la baba" le volvió a regañar Jimin al ya estar en su pecho, pues se había escabullido por sus ropas para poder ver de frente lo que el omega veía. "Por los ancestros... Ese tipo debe de tener una polla gigan..."

Antes de que su no tan prudente e inteligente guardián hablase de más al lado de un soldado que ya le miraba mal por tener su mano en sus ropas tratando de calmar la boca de Jimin.

"El entrenamiento iniciará hoy mismo, no me importa cuan cansados deben de estar por su viaje" Jungkook caminaba en el frente de todos hasta colocarse justo a un paso del castaño,  Kim pudo ver lo duro que se veía su abdomen con seis cuadraditos de piel en su abdomen, su pectorales marcados y los brazos dejando ver que tan fuerte era el lobo y por primera vez en su vida veía a un alfa más que un simple hombre, ese tipo podría mojar a cualquiera y sin duda Taehyung no era una excepción lo que le asustaba y a su vez le gustaba sin duda.

"Entregarán todo de ustedes para ser los mejores soldados de la nación" el alfa se acercó al pequeño cuerpo del castaño que ya temblaba por la aura masculina y tosca que emanaba el alfa.

"Tomen un palo de bambú y entrenen con un compañero" ordenó el alfa al alejarse para que cada lobo hiciera lo pedido, algo alejado Jungkook se colocó detrás del lobo llamado Vante, un nombre que sin duda jamás había escuchado en su vida.

"Tú conmigo" le ordenó una vez detrás de él y atrapaba en su mano la vara de bambú y se la entregaba al más bajo.

Había algo que le intrigaba del menor y en realidad no tenía ni idea de qué era lo que pasaba por su mente y sentir, aún así Jungkook intento ignorarlo.

"Levanta la bara y trata de esquivar mis movimientos" Jungkook no sólo buscaba analizar al castaño, sino también tratar de entender qué era ese algo tan especial en él, no tenía olor o eso se suponía.

Podía ver la manera en que el beta se movía con demasiada dificultad con la armadura que suponía era del padre de éste, tal vez su padre era un guerrero demasiado grande y por eso le quedaba grande, pero en realidad Jungkook comparaba a la pequeña cosa frente suyo veía que no era para nada igual a los demás, tal vez tenía una enfermedad que le dejaba así de pequeño y debilucho.

El alfa se movía con agilidad golpeando y empujando al menor, creando que el pobre chico fuera cada vez más hacia atrás en busca de ver el límite del pequeño soldado, eso hasta que cayó al suelo por una mala pisada.

"Jamás dejes que alguien te derribe" frustrado, supo que en realidad se encontraba inquietado por el mocoso, su chongo del castaño se había desecho dejando caer sus cabellos por su frente y después sus costados.

"Lo siento" murmuró bajo Taehyung al irse colocando de pie de nuevo, poniendo sus manos a su frente mientras que se limpiaba las armadura que le pesaba como una mierda.

"Quítate la armadura" ordenó al colocarse hacia atrás  dejándole un espacio para que lo hiciera, Jungkook apenas notaba que en realidad no había nadie más y que los demás alfas estaban más que apartados de ellos.

"¡Ahora!" Gruñe al final al dejar caer el palo a su costado, cruzando sus manos sobre su pecho, había gritos y gruñidos de fondo, los lobos peleaban con todo lo que tenían.

"Creo que debes hacerlo" le susurró Jimin a Taehyung en su cuello, el omega se abstuvo de decir palabras o de negarse con cualquier acto, sabía bien que si le daba sospechas al lobo se creería un caos.

Sus manos de Taehyung buscaron la manera de deshatar los cordones que ataban a su cuerpo la armadura de metal grande, el castaño no iba a negar que estaba feliz de estar sólo con un pequeño hanbok y unos pantalones abajo.

Sin embargo, Jungkook no tenía una idea parecida a la del menor, su cuerpo del chico era por completo diferente a lo que esperaba y en realidad no entendía como un padre enviaba a un hijo que podría ser derrotado en cualquer momento.

"Sin duda vas a ser una gran carga" Jungkook agachó su cuerpo en busca del palo de bambú y se lo lanzó de regreso al beta.

"Ahora, tienes agilidad, eso te ayuda a ser rápido, pero tu cuerpo es débil y delgado, eso te deja en desventaja" comentó al irse acercando al pequeño. Su mano se colocó en donde estaba su abdomen sintiendo la delgadez de éste y moviendo un poco su cuerpo a un costado le dejó de lado con él detrás aún.

"Puedo ganar fuerza" prometió el castaño con un hilo de voz, la cercanía y el olor le mataba, pero sabía que si una leve oleada de su aroma escapaba... estaría muerto y su familia en más que deshonra.

"Eso lo veremos con el tiempo" sus manos de Jungkook se colocaban a los costados del menor, sus palmas ardían con cada toque que iba siendo dirigido al borde de su hanbok en busca de colarse bajo las telas, pero el sonido de algo caer o más bien de la armadura a sus espaldas alerto al alfa, obligado a girarse no vio nada, sin embargo sabía que si seguía en ese lugar con ese soldado su mente le haría malas jugadas tal vez creía que al verse como omega le serviría como uno, por supuesto que en esa época era abominación estar con otro alfa o beta.

El entrenamiento apenas iniciaba y no se acabaría, menos si veía a alguien tan débil como el castaño en su ejército, pero si veía a su alrededor se daba cuenta de que tal vez el menor no era ágil por su cuerpo, en cambio sus demás soldado parecían igual de idiotas y no tenían una desventaja.

Por eso mismo se vio sorprendió cuando los días pasaban y junto con ellos la mejora de algunos, entre ellos del castaño más pequeño del grupo, había notado acciones raras en él, como el hecho de que no tomaba un baño junto con los demás, no disfrutaba de ser amigable o hablar con nadie, eso hasta el día que logró el mayor mérito en el campamento y se volvió popular entre los soldados, lo que creo un extraño sentimiento en su pecho al verle hablar con los lobos que eran los más problemáticos de su ejército.

"¡General!" El sonido de gritos provenir de detrás suyo hizo que apartara su vista de la figura del beta que entrenada en las aguas con los demás.

"¡Un mensaje de su padre!" Gritó el beta que era el encargado de los mensajes en las aves, el alfa no dudo en ver el trozo de papel leyendo el contenido y sintiendo la sangre helarse.

Su padre solicitaba ayuda para combatir a los hombres de Yoo Jae-myung.

"¡SOLDADOS!" El azabache ya bajaba la inclinada colina para bajar al río donde estaban. "Empaquen sus cosas, no iremos en dos horas" ordenó al irse acercando al cuerpo del castaño que estaba algo pegado al del alfa que reconocía como Namjoon.

"Kim... vienes conmigo" ordenó al ver que el pobre joven salía del agua la cual provocaba que sus ropas se pagarán a su cuerpo, Jungkook esperaba ver que el beta había ganado masa muscular, pero en lugar de eso parecía incluso más delicado que antes, sus ojos no podían evitar ver el cuerpo esbelto de su soldado. Las caderas de él parecían de un omega, sus hombros eran delgados y jamás había visto a un beta con tanto culo, redondo. La punzada en su polla le obligó a girarse e irse lejos de esa extraña tentación.

"Sí, mi general" contestó el castaño menor al correr asintiendo para alistar todo.

Los días de estar en aquel lugar se había ido más rápido de lo que hubiera esperado, los alfas mejoraban con rapidez gracias a su general, aunque Taehyung mejoraba de toda forma, la masa muscular no permanecía en él de ninguna forma además de que sabía que en poco tiempo la batalla final estaría a nada de ellos y debían de ver por su cuello.

Jimin había sido de gran ayuda, desde conseguirle cosas, que eran robadas de los demás soldados, hasta rescatarle de que sus no amigos le mirasen.

Él pobre dragón se quejaba todas las noches de haberle tenido que morder el no sé qué al alfa pálido, sin duda ver que Jimin se sonrojaba cada vez que lo decía con rabia le hacía pensar que no estaba enojado del todo y que sólo buscaba una forma de poder sacarle algo de elogios, palabras dulces y halagos como que era el dragón y guardián más fuerte de su familia, aunque sólo conocía a Jimin.

"¿Qué tanto piensas?" le preguntó Jungkook a su lado montando su caballo al igual que él.

Él pequeño se giro para que le mirase, sus ojos verdes detellaban de admiración al ver cada vez a Jungkook, pues había dejado más de una cosa clara en su entrenamiento. Jeon Jungkook era un alfa ágil, fuerte y demandante, con un olor que volvía loco a cualquier omega.

"En mi familia" le confesó el omega, aunque no era mentira del todo, se preguntaba cómo estaría su familia, deseaba que estuvieran bien.

Detrás de ellos se escuchaban las voces de lobos, cada uno cantando o hablando de manera fuerte acerca de omegas, su pareja destinada, perfecta y sin duda a quien deseaban tener en sus brazos para follar.

"¡Necesito un omega después de estos seis meses!" Gritó al que conocía como Hoseok junto a sus amigos más fieles, los otros dos lobos que antes le molestaban.

"¡Ya deja de hablar de sexo!, ¡Que mi mano está cansada!" Gritó una loba alfa detrás de ellos con cierta diversión. Era algo irónico ver como una mujer era mejor aceptada que un omega macho. Entendía el punto, pues WheeIn era mucho más fuerte y ágil que él en todos los sentidos, pese a ser un alfa mujer.

"Esos inútiles jamás dejarán de ser animales" la voz de Jungkook le sacó de su pequeño trance, a diferencia de todos los alfas o betas en el campamento el general no parecía tener un problema en relación a sexo y eso le hacía creer que él ya tenía un omega en su vida.

Era extraño tener ese sentimiento pesado de dolor en su pecho, incluso dolía más que cuando le golpeaban al entrenar combate cuerpo a cuerpo.

"General..." le llamo con cierta duda en su voz, su vista estaba fija en los alrededores de las motañas llenas de nieve. "¿Usted tiene a alguien esperándole?" La curiosidad le mataba, sus ojos aún fijos en el frente no notaron como el alfa analizaba su perfil de Taehyung.

"No, a nadie. ¿Y tú?" Se atrevió a preguntar con su mirada fija, la cual ya estaba colocando con los nervios a flote al pobre omega.

"Entiendo" dijo el pequeño al hacerse aún más incogiendo sus brazos, sus manos se aferraron a las riendas del caballo mientra sentía como Jimin jugaba dentro de su armadura. " En realidad iban a buscarme pareja, pero tuve que venir a servir al ejército antes de eso" sentenció al final el menor al elevar sus ojos verdes a los del azabache, no había dejado nunca de estar atentos a esas iris oscuras como la noche, tan penetrantes.

"Tienes suerte, al menos tu familia verá por tu futuro" las manos de Jungkook se pasaron por sus cabellos, los cuales estaban algo más largos, pero nada que ver con los de Taehyung, los cuales estaban hasta sus hombros aún sujetos, como siempre en un chongo.

"O su honor" contradijo al no perder sus ojos de su general, una pequeña chispa de calor pasando por su cuerpo hasta dar a un lugar preciso, su entrada trasera la cual dejó algo de lubricante, mientras que el omega se obligaba a calmar sus hormonas y su olor.

Ese pequeño momento de conexión donde incluso Jungkook creyó pensar que un beta podría ser atractivo para él y lo follable que le sería, se vio interrumpido por un olor en sus fosas nasales. Su rostro se giro al frente notando que a unos metros se veía un camino que daba al cielo  humo generando oscuridad en el ambiente y Jungkook no dudo en echar a correr al caballo bajo él.

"Algo no está bien" le dijo Jimin en su bolsillo de su caballo mientras señalaba a Jungkook, el cual había desaparecido cuesta abajo. "¡Ve!" Ordenó el pequeño ser dando un golpe en el trasero del caballo para que éste corriera detrás del alfa azabache.

Él aire golpeaba la cara del menor con fuerza llenándole de nieve y con ello de un tono rojizo por el frío que le congelaba su rostro.

"Mi general" llamó el omega al estar en el borde, sin embargo calló con nostalgia y horror al ver lo que estaba frente de sus ojos.

La aldea donde el ejército se escondía para huir de aquellos Hunos, animales salvajes. Su vista recorrió el lugar, en la punta de aquella colina se podía ver cada centímetro del pueblo en fuego y en trizas. Su vista buscaba con anhelo algún sobreviviente, en cambio podía ver los cuerpos calcinados y cascos de algunos soldados en diversos lugares.

Vio al cuerpo de su general caminando en medio de todo ese infierno de cuerpos quemados hasta que encontró uno que estaba hecho cenizas, pero cerca de él estaba el casco del que alguna vez había sido el padre de su general.

"Está muerto" le dijo Jimin a su lado al ver como el alfa se apartaba de ellos tal vez en busca de algo de tiempo para él. Sin embargo, el sonido de gritos de guerra y caballos se escucharon por todo el lugar hasta que se giraron a ver detrás de ellos, la imagen de hombres que parecían más bien hormigas acercándose asustó hasta al más valiente.

"A sus posiciones" gritó Jungkook a la vez que señalaba al frente. Sus ojos negros miraban el ejército de los hunos y Jungkook supo que en realidad no tenían oportunidad contra ellos.

"Muévanse a la colina" ordenó de nuevo al ver a sus hombres, poco a poco se escuchaban en el aire sonidos de algo volar, sus miradas de los alfas se fijaron detrás de ellos notando que las flechas eran lanzadas  y entre todas esas algunas daban en el pecho de sus soldados dejándolos caer a la blanca nieve que se llenaba de un tono carmesí.

"Corran" gruñó decepcionado y frustrado de sus propias palabras, pero si su padre estaba en esos momentos muerto siendo uno de los mejores alfas guerreros, ¿qué se esperaba de él?

Taehyung corría ya en el suelo en busca de tomar algún objeto que le cuidase de las flechas que eran lanzadas por los hombres, caminando con dificultad veía a sus compañeros algunos caer y otros correr, incluso se atrevían a usar su forma animal la cual sin duda les ayudaba a huir más rápido. El omega lo pensó dos veces.

"Ni se te ocurra, Taehyung... si cambias a lobo todos verán que eres muy pequeño y tu olor va a dominar el lugar, todos se darán cuenta de lo que llevamos escondiéndo por meses" le recordó, Taehyung ya tenía en sus manos algunas armas que habían caído de las carretas que habían sido jaladas por Jaebum, al cual estaba ya en el suelo con una flecha en su cuello.

"Será mejor correr" el pequeño cuerpo del omega no tardó nada en buscar huir al final de la montaña que estaban, muchos hombres estaban en ese lugar decidiendo o no si saltar era lo correcto, algunos otros atacaban a los hunos detrás de ellos con flechas y algunos explosivos, entre ellos estaba Jungkook que buscaba el bien de su gente.

"¡Salten!" Ordenó en un gritó a lo que los hombres lo miraron con horror eran más metros de los que alguien se atrevería a saltar.

"El general tiene razón, es mejor saltar que morir e manos de esos tipos y dejar a Corea sin nuestra ayuda" les recordó Taehyung al señalar a los hombres que se acercaban cada vez más a ellos. Las flechas mataban a más y más hombres dejando a unos pocos en defensa.

"¡Que lo hagan malditos!, ¡Son unos alfas con pocas bolas!  ¡Querían coger! ¡¿No?!, ¡Pues si no saltan no tendrán nada para sus pollas!" Esa sin duda no habían sido las palabras de Taehyung ni su voz, pero parecía que los otros lobos no habían notado el cambio de tono de su pequeño guardián que se estaba casi orinando en su cuello.

"¡Tiene razón!" Concordó con él Namjoon señalando el suelo bajo ellos. "¡La nieve es como un montón de plumas! Caeremos bien" gritó el alfa moreno no muy convencido por su mueca en su cara, el alfa se encargó de ver al cielo y seguido de ello lanzarse bajo la mirada sorprendida de sus compañeros.

"¡Es ho...!" Taehyung giró su rostro ante el sonido de algo cayendo a la nieve, sus ojos se abrieron grande al ver como su general estaba en él suelo, una flecha en el costado de su hombro y los hunos a nada de llegar mientras que había gente aún corriendo hacia ellos en busca de saltar como los demás.

Sus sentidos de Taehyung reaccionaron y para cuando se dio cuenta ya estaba jalando de uno de los explosivos llenos de pólvora mientras lo colocaba alineado a la gran montaña, la cual fue golpeada con él generando una gran avalancha contra los soldados hunos, mientras que los suyos corrían despavoridos en busca de huir de la nieve.

Taehyung sabía que no lo lograría y menos al sentir un ardor en su pierna notando que una flecha había sido golpeada contra él en su muslo. Su pierna cogeante, su general a unos metros de él sangrando herido mientras que los demás huían del lugar.

"Lo siento, Jimin" fue lo único que pudo decir antes de cambiar a su forma lobuna.

Un pequeño lobo de color marrón claro se hizo presente, mucho más pequeño que todos los demás y con un olor que emanaba por todo su pelaje salió explotado por todo el tiempo de ser reprimido.

"¡Van a matarte!" Se quejó el pequeño ser aún en el lomo del omega castaño que ya estaba corriendo a lo que sus pequeñas patitas le permitían, corría directo a donde estaba Jungkook, jalando de él hasta la orilla de la montaña y lanzándo de ambos a lo incierto.

Era un omega

Ambos lobos habían caído con fuerza al suelo de nieve, como había prometido Namjoon no dolía y estaban con vida.

Cada soldado buscaban entre si más soldados y armamento que les sirviera, era obvio que en realidad iban a estar más que hundidos los Hunos y ellos, habían salvado Corea.

"¡Lo hicimos!" Gritó un alfa de cabellos rubios mientras se encargaba de celebrar con saltos en su lugar.

"Nosotros no hicimos nada, inútil" le reprendió Yoongi al golpear su cabeza con su mano para posteriormente seguir con lo suyo en busca de los demás. El lobo moreno se movía poco a poco con cuidado de no hacer nada que le hiciese dañar a alguien, eso hasta que escuchó un sonido de queja.

"Ugh... maldita" la voz de su general se escuchaba lejos.

Jungkook apenas podía moverse, sentía un cuerpo sobre el suyo, aunque sus ojos pensaban, pudo abrirlos tras una gran pelea, dejando ver la luz que comenzaba a hacerse oscura por la caída del sol. Sus manos buscaron moverse sintiendo que algo peludo les estorbaba, con incertidumbre y cierto miedo el alfa azabache bajo la mirada encontrándose con la imagen de un lobo pequeño.

El lobo era más pequeño que el de un beta, su pata estaba sangrando mientras que su respiración era irregular y muy baja, su pecho subía y bajaba, el aroma que desprendía le estaba generando oleadas en su polla y en su pecho, el olor a menta y cerezo le llegó a las fosas nasales, disfrutando por más de un segundo el aroma tan cautivador.

Su mente trataba de saber qué hacía en ese lugar, sobre él, el lobo parecía más delicado de lo que podría parecer, la incertidumbre le mataba, pero eso se vio esfumado una vez que el cuerpo del lobo se hizo presente dejando ver no sólo al salvador de todos, sino también al dueño de sueños húmedos y fantasías demasiado secretas para los demás.

"¡General!" El sonido de la voz gruesa del alfa moreno sonó más cercana y Jungkook sólo pudo quitarse de su cuerpo su hanbok de batalla y dejarlo sobre el cuerpo desnudo del que ahora sabía era un omega.

"Mi general..." jadeó Namjoon al llegar a su lado al verle herido y no sólo a él sino también a Vante, mas en vez de decir eso se limitó a oler el lugar y abrir tanto sus labios y ojos sorprendido por lo que era claro.

"No digas nada" le paró al colocarse de pie y abrazar bien el cuerpo del pequeño omega. Sus ojos no perdían detalle de su rostro.

"Pero, mi general" contestó al ver al menor y luego a su superior, sus manos buscado extenderse para que le dejará hablar, en cambio se ganó un gruñido por parte de Jungkook.

"Que armen las tiendas, iré en unos minutos y hablaré de esto con el campamento" ordenó.

Namjoon se había inclinado a hacer una reverencia al superior y luego se había girado para irse del lugar, siendo detenido por el alfa azabache.

"Dame la venda de tus manos" le ordenó a lo que el lobo no se negó y se limitó a lanzarla a la mano del azabache que la atrapó una vez en el aire.

Cuando Namjoon se fue del lugar el alfa azabache sólo pudo bajar el cuerpo pequeño del omega para poder tomar su pierna derecha subiendo las telas dejando ver la tersa piel.

Su olor no sólo le dejaba la polla dura, sino le daba una calma por completo, la cual se iba una vez pensaba el destino que le tocaba al pobre.

Él le había descubierto, lo que le deba el derecho de tomar al omega a la fuerza, podría violarle y después matarlo o desecharlo, no estaba seguro de qué pasaba por su mente, pero en realidad lo único que sabía en esos momentos era que el omega no se merecía eso y que su lobo se negaba a matarlo o dejarle ir libre, la idea de tomarlo a la fuerza no le gustaba, sin embargo al poder ver el camino que se creaba de sus muslos a lo escondido debajo de las telas de sus ropas, le calentaba y cada roce de sus dedos y sus palmas de sus manos que se encargaban de enredar el trozo de tela en su herida de su muslo.

Una vez que dejó la pierna derecha del castaño en las telas, Jungkook se atrevió a bajar la tela de su rostro del omega y poder verle. Entendía el por qué de la atracción que sentía por él, su belleza era inigualable, Jungkook no era ningún primerizo en el acto sexual, había visto a omegas de toda clase, pero ninguno que tuviera algo tan especial como lo era el pequeño en sus brazos.

Cuando Jungkook se dio cuenta de que la nieve iniciaba a inundar el lugar y que había un pequeño rastro de humo cada vez más alto que indicaba que el campamento estaba listo, si los hunos siguieran en vida eso sería un problema, pero en esos momentos no lo era, mas su miedo llegaba al tener que ir a ese lugar, exponer la traición del menor y decidir que hacer con el omega.

Su cuerpo se levantó con el pequeño cuerpo del omega entre sus brazos, con cada paso que daba sentía que poco a poco se hundía en algo que no podría salir, el inicio de las tiendas de sus hombres hacían un largo camino recto, los soldados estaban ya celebrando la victoria, todo era gritos, gruñidos, alabanzas a su persona y al pobre omega en sus manos.

Pues varios hombres habían visto su valentía y agilidad al poder lanzar aquel explosivo contra la montaña hundiendo a los hunos en la nieve blanca y dejando a los soldados coreanos como los ganadores de esa guerra, defendiendo su territorio de manera galante.

"Seamos francos, esa victoria es de Vante" Alabó Hoseok mientras que Namjoon estaba a su lado callado y evitando mirar a los hombres y a su general.

"¡Pero si es nuestro héroe!" Gritó un alfa al acercarse, lentamente los hombres que eran alfas notaban lo que era obvio, lo que sin duda era más que inevitable de descubrir en esos momentos. Algunos betas veían a los lobos sin entender nada, no comprendían qué pasaba, no fue hasta que uno de los más problemáticos abrió su boca.

"¡Es un omega!" Gruñó exaltado el alfa al señalar el cuerpo que estaba entre los brazos de su general, el chico estaba inconciente en sus brazos y el alfa estaba tratando de no gritar por las palabras de los lobos.

"¡Es un omega!" Alegó el tipo una vez se dio cuenta de que su salvador era un simple y patético omega. "¡Es una deshonra a nosotros como alfas!" Dijo el tipo de nuevo, esos tres alfas le estaban sacando de quicio en realidad más de lo que podría aguantar.

"¡Debe ser castigado!" Exclamaron varios.

Yoongi, Hoseok y Namjoon miraban la escena indignados de aquellas palabras. Los lobos se acercaban poco a poco al general que tenía en sus manos al pequeño omega, el cual fuese el que fuese su rango era su amigo y salvador.

"Debe ser tomado y asesinado" le recordó el primer lobo que había notado el aroma a omega en el castaño. Jungkook estaba perdiendo la paciencia y los demás lobos también.

"¡¿Qué tiene que sea un omega?!" Exclamó con enojo Namjoon colocándose frente a su general y su amigo.

"¡Es una humillación para nosotros!"

"¡Debe ser marginado!"

"¡No podemos dejar esto así!" Gritaban y gritaban más los lobos al irse acercando al alfa azabache.

"¡Todos lo probaremos!" Gritó uno que Jungkook no supo quién era y en realidad tenía suerte de que no le viera, porque su lobo estaba más que lleno de rabia al escuchar lo que se atrevían a decir del menor, pero antes de que el alfa se atreviera a decir algo, se dio cuenta de que no estaba solo en sus ideales.

"¡Tú solo te humillaste al huir como perro y dejar al general atrás!" Gritó Hoseok al empujar de su pecho al que había hablado primero en contra del castaño.

"¡Será un omega!, ¡pero es más valiente que tú y todos ellos!" Masculló una alfa que alguna vez vio al lado del castaño.

"¡Sólo son una bola de inútiles que se siente mal porque un omega los supero!" Exclamó Namjoon al acercarse junto a los otros dos que defendían al pobre castaño que no tenía ni idea de qué era la manzana de la discordia en esos momentos.

"Ellos tienen razón, dejen de quejarse de su falta de bolas y dejen en paz al pequeño" atacó el pálido que era seguido por muchos más alfas que buscaban defender al pequeño, cada lobo y loba se colocaban al lado de su general o al frente.

"Pero es la ley" se burló uno al colocarse contra el moreno que era el que estaba al frente de Jungkook. Namjoon y todos los demás lobos no tuvieron nada más que contestar.

Tras varios minutos en silencio donde la incómodas y molestia llenaba el lugar de olores, el castaño iniciaba a reaccionar, sin poder moverse por estar apresado contra el cuerpo del que por el olor reconocía como su general, Kim estaba feliz de ver al alfa frente de él bien, pero al escuchar su palabras sólo pudo quedarse helado.

"La ley dicta que quien descubre el engaño puede dictar la condena" recordó abriéndose paso entre los alfa, Taehyung cerró sus ojos asustado de lo que escuchaba y de sentir más frío del normal en su cuerpo.

"Entonces usted tiene derecho de tomarle y matarle" el alfa que Taehyung reconocía como Ho habló creando una oleada de miedo en él.

Jimin que había estado en todo momento escondido en el pecho de su protegido se preguntaba qué debía de hacer para salvarle de lo que sea que fuese que el alfa general se le ocurriese hacer.

"Lo que deseé o no hacer con su cuerpo depende de mí" algunos pasos eran dados para acercarse al alfa frente de él que no cerraba su boca. "Su vida de ustedes está comprometida a la de él"  atacó Jungkook al ponerse de pie frente al alfa para dejar ver su lugar y por accidente la altura, la cual era más alta que la de Jeon.

"Le deben la vida y la nación su salvación" el rostro invadido en llamadas, sus soldados bajaron sus miradas humillados a las palabras del alfa.

"Así que dejen de abrir su boca y hagan guardia, su castigo será mi decisión así como su destino"

Sin duda Jungkook buscaba espantar a los demás lobos, pero no notó que de paso había hecho que Taehyung cayera en desmayó de nuevo.

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