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La aldea estaba calmada, faltaba poco para poder enlazar a los omegas con una buena familia, pero en realidad en ese maldito pueblo no había un buen alfa que le llamará la atención o que a sus ojos le hiciera perder la respiración.

"¡Taehyung, entra a casa!" Gruño su madre al colocarse en el costado de la entrada de la aldea, las grande puertas abiertas.

Taehyung rodó sus ojos molesto por las palabras de su madre, sus manos seguían un ritmo, pasando de frente para lanzar un golpe con ambas dando pausas cada vez que lanzaba una patada.

Sus pies se colocaban de puntas mientras que trataba de alcanzar la línea marcada con un cuchillo en el palo de bambú, el omega levantaba su pierna en cada salto para acercarse al punto indicado.

"¡Taehyung!" Esta vez era la voz chillona de su madre, la cual ya estaba a su lado o a unos metros de él, su madre omega tenía en sus manos un palo con el cual no dudo en buscar golpear a su hijo en reprimienda, pero en vez de lograr golpear su trasero obtuvo que su hijo logrará quitarle el palo de bambú dejándole caer al suelo.

"Ya voy mamá" se quejo el castaño al creer que su madre le dejaría poder huir del lugar libre, pero en cambio obtuvo algo peor.

"¡Por el emperador!" Chillo la omega adulta de baja estatura, su mano se estiró, poco a decir verdad (porque en realidad la altura no era demasiada), su hijo fue jalado por su mano de su oreja con algo de fuerza llevándolo al interior del pueblo.

"¡Mamá!" Chillaba el pobre omega al ser jalando de aquella manera tan tosca. "¡Duele!" Se quejó de nuevo al ser llevado al interior, la gente les miraba y en realidad nadie estaba sorprendido de aquello.

Cada semana si era que tenían suerte y sino cada día, Taehyung se encargaba de hacer algo en lo que avergonzaba a su pobre familia o se veía metido en problemas.

La tradición dictaba que los omegas debían de ser delicados, cuidadosos, callados, obedientes y todas esas características de una sociedad dominada por la fuerza de un alfa. Alguien que debía ser controlado por su alfa, el pobre castaño no era eso.

Al contrario de la gente de su pueblo y sobre todo de los omegas en el lugar, Taehyung se encargaba de poder ir a las afueras de las grandes puertas que separaban el campo de las casas, el omega buscaba ayudar a su padre más que a madre, por ello la omega le regañaba, le reprendia que eso no era correcto para alguien de su rango social.

"Te lo has ganado" contesto su madre al seguir jalando de él hasta su hogar. Las puertas de entrada fueron empujadas aún con su hijo siendo jalado por la oreja caminaron por el patio bajo la mirada de su abuela.

"¡Pero si sólo jugaba!" Chilló el menor al sentir más presión al subir los escalones, al final fue empujado a su casa donde algunas mujeres del pueblo le esperaban con una gran tina de agua caliente o eso se suponía porque a sus ojos esa agua se veía más que congelada y lo comprobó al momento de que su madre le empujó contra ella.

"¡Siempre dices eso!" La omega jalaba de la ropa de su hijo, un pantalón holgado bajo su hanbok, dejándole  en completa desnudez.

"¡Yo no hice nada!" Peleó el pobre omega al tratar de huir de su destino viéndose más que derrotado al ser empujado por su madre.

El agua fría le golpeó como una ola y las viejas ni siquiera le dieron algo de tregua cuando ya le estaban tallando el cuerpo con telas mientras que él temblaba bajo el agua y veía la selección de ropas. Una mujer le tallaba sus cabellos largos castaños mientras que otra le pasaba el trapo por toda su piel acanelada y tersa.

"Guarda silencio, Taehyung. Este es el día en que traeras honor a nuestra familia" dijo la loba.

"¡Mi cacharro!" El gritó de su abuela le asustó o tal vez había sido el gran golpe que se había dado al entrar al lugar y caer de golpe al suelo.

"¡Mamá!" Gritó la mujer de cabellos largos castaños, su cuerpo busco acercarse al de la anciana y ayudarle a colocarse de pie, pero su mano fue empujada lejos de golpe.

"Estoy bien, estoy bien" contestó la mujer, mientras se colocaba de pie para poder avanzar a la tina de donde era sacado ya el pobre omega temblando y siendo cubierto por una leve tela de seda.

Ji woo negó con su cabeza, su madre algún  día le daría un susto de infarto, la omega se encargaba de acomodar sus ropas de su cría, un elegante hanbok de color claro, el verde resaltaba en toda la tela y los bordes así como el lazo que lo agarraba de un color blanco, las omegas le secaban su cuerpo y cabello castaño, su gran melena era cepillada con cuidado por la más gorda de las omegas del pueblo, dejado iniciar una gran trenza con su pelo largo.

"¡Te traje algo mi niño!" La mujer de cabellos blancos atados en un chongo se acercó al omega, sus manos tenían una pequeña bola de pelos que era dejado en el regazo del castaño lo que provocó los gritos de las mujeres y la ternura del menor.

"Tan lindo" canturreó el omega al ver la pequeña bola de pelos que estaba chillando en su regazo, la mujer sonrió y su hija tuvo que quitar a la cosa fea para que las omegas siguieran su trabajo.

"Es horrendo" se mofó la mujer.

"Es de la suerte" avisó la mujer más adulta quitando de las manos de su hija la hermosa bola de pelos para ser dejada en la bolsa del hanbok que ya estaba en las ropas del omega.

Taehyung estaba enternecido de que su abuela le diera una rata de la suerte.

"Los grillos son de la suerte no las ratas" se quejó la mujer al buscar en un pequeño cajón de madera lo necesario para el maquillaje y peinado de su cría.

La pelea entre ambas mujeres duro hasta que Taehyung ya tenía una gran trenza en todo su cabello, llena de flores de cerezo naturales hasta que a un costado, de donde pasaba la trenza  había una pequeña peineta con el adorno de flores de cerezo más llamativo. Sus labios habían sido retocados con un bálsamo para que brillaran en su tono rojizo natural, sus oídos tenían algunos aretes llamativos que dejaban ver su cuello más largo y lucia con el pequeño cuello en v que se generaba, el lazo blanco era amarrado con más fuerza para poder hacer que la curva de su cintura se notara.

"Es hora" avisó su madre al ayudarle a colocarse de pie y le ponía en sus pies unos lindos zapatos del mismo color verde del hanbok sobre unas telas blancas que cubrían sus pies.

"Lleva a la pequeña bola de pelos contigo" le dijo su abuela al dejarlo en la bolsa de nuevo, pues la madre de Taehyung se lo había quitado.

"No quiero a la bola de pelos cerca" se quejo la mujer al tratar de quitarla, pero la mujer adulta llevo su mano a su pecho como si realmente doliera su corazón.

"Has eso como mi último deseo" pidió Young-Ok  aún con sus manos en su pecho a lo que la mujer de cabello castaño rodó los ojos.

Dejando al animal en las telas de las ropa del omega, colocaron un pequeño detalle en sus manos, un listón rojo atado que indicaba su pureza como omega.

Taehyung había tenido su celo el invierno del año pasado, faltaba poco a para la siguiente luna lo que significaba que los lobos de la aldea buscarían parejas, por eso mismo estaba Taehyung ahí, estaba listo para prepararse para evitar una violación si lo emparejaban antes de que los lobos ardieran en deseo.

Poco a poco de cada casa salían los omegas listos para su presentación con la anciana casamentera del pueblo, eran más de veinte los pequeños y lindos omegas los que caminaban por el sendero de tierra con un abanico en manos cubriendo sus rostros.

Taehyung iba con sus manos sujetas al abanico, suplicando a sus ancestros que le brindacen la mejor de las suertes para poder traer honor a su padre, su camino poco a poco se hacia menos, la imagen de su padre en su cabeza estaba presente en cada momento hasta que llegó lo inevitable.

Los y las jóvenes se colocaron en fila al frente de la casa de la anciana, todas en una hilera, una detrás de otra mientras que esperaban a que la de adelante entrara, para su muy buena (o más bien mala) suerte, Taehyung fue el cuarto omega en entrar al lugar.

"Kim Taehyung" le dijo la gran loba al dejarle pasar a su casa.

Taehyung no pudo evitar mirar a su familia, su madre, su padre y su abuela, la cual hacía muecas raras y no entendía nada.

"Adelante" ordenó la mujer al lado de la puerta del lugar y dejándola cerrar con fuerza al tener al omega dentro, la gorda omega caminaba hasta el centro de un cuarto donde le indicó al menor que se acercara.

"Edad" ordenó al ir dando vueltas teniendo en mano un abanico más largo y delgado que el de Taehyung.

"Diecisiete" contestó al sentir que la vieja le olía de cerca y luego se alejaba.

"Estás algo gordo" sentenció la mujer al colocarse al frente de él y obligarle a quitarse el abanico del rostro. "Pero tu olor a menta y cerezo es atractivo, no eres feo y el cabello jamás lo había visto así de hermoso y largo"

Taehyung sabía que existía la costumbre de que las omegas y los omegas machos llevarán el cabello a la altura de sus caderas. Los alfas usaban el cabello hasta los hombros o incluso más arriba hasta la nuca. En realidad Taehyung creía que era estúpido, pero se abstenia de decirlo, era molesto tener el cabello tan largo, para correr, jugar o para cualquiera de sus actividades le molestaba más de lo que debería.

"Toma asiento y sirve el té" le ordenó al dejarse caer en un cojín frente a la mesa, se colocó de rodillas en espera de que el omega copiara sus acciones.

Taehyung no pudo evitar morder su labio mientras poco a poco bajaba a la altura donde estaba la mujer adulta. Su cuerpo bajo hasta quedar al frente de la mesa del lado contrario de la anciana, la mujer gorda indicó que sirviera el té en los pequeños recipientes.

El omega no estaba ni ansioso, ni molesto, ni tranquilo, si se analizaba en realidad no veía que en él sintiera algo o eso era hasta que vio como la pequeña y maldita bola de pelos que su abuela le había obligado a llegar ya estaba subiéndose a la anciana, comiéndose su cabello... lo más importante de una omega.

"¡Ah!, ¡Ah! ¡Quita!, ¡Quita!" Chillaba la omega moviéndose de manera que trataba de quitarse el animal, pero en cambio se veía cada vez más aferrada y comiéndose más y más hasta arriba de su espalda media.

La loba se encargaba de poder moverse y dar brincos en busca de quitarse al animal, pero su mal movimiento hizo que se tirara el té encima, caliente y ardiendo, de ahí se encargó de poder tratar de caminar lejos, pero chocó y destrozó la puerta para salir del jardín principal, cayendo y rodando por las escaleras hasta caer al suelo y llenándose de lodo.

Sin duda Kim no iba a tener la ayuda de la mujer. De eso estaba seguro y más al verla colocarse de pie en medio de la calle donde los vecinos veían, algunas omegas con burla.

"Era de esperar" susurró una cerca de la escena mientras se reía junto con su amiga a su lado.

"Típico de Kim" chillo más que divertida la otra. Taehyung bajó la mirada avergonzado, había intentado ayudar y sólo había logrado ganarse una mala mirada de la mujer y estar sucio del hanbok.

"¡Eres una desgracia!" Gritó la mujer y su madre y abuela ya estaban a cada costado de él buscando darle algo de apoyo.

"¡Kim Taehyung!, ¡Siempre has sido y siempre serás la vergüenza de tu familia!" Gritó la mujer al ponerse frente al pobre castaño. "¡Sólo traeras deshonra a tu familia!" Gruñó la loba al mover sus manos indignada de ver sus ropas sucias, el animal estaba más que molestando en el suelo, jalaba de la tela de su hanbok.

"Sólo un omega inútil que servirá para sacear el deseo de un alfa y ser abandonado como lo inútil que es" Masculló al final para poder girarse y caminar de regreso a su hogar, sus manos jalando de la puerta azotandola con tanta fuerza que hizo temblar a Taehyung.

Por primera vez en su vida el menor se sentía humillado y está vez su omega también, su lobo se escondió en su pecho por semejante palabras que le dedicaba la mujer, con su mirada baja, insultado aún más frente a cada una de las personas de su aldea, el pequeño omega fue llevado a su hogar donde terminó por entrar solo.

Caminando por el largo patio hasta la parte trasera en el jardín donde un pequeño río pasaba. Sus ojos estaban llenos de lágrimas por la tristeza de no poder ser útil en su familia, sino era un omega marcado y preñado por un buen alfa del pueblo... sería usado y desechado o marginado en el pueblo y su familia no tendría honor al ser el único descendiente y sobre todo primogénito.

Su pequeño cuerpo se dejo caer en el césped, aceptando que el olor a la naturaleza le llenase por completo, su omega dolido suplicaba un descanso, sabía que su largo historial no ayudaría en nada a que un alfa se fijará en él y menos si sabían que tan desastrozo era. Ningún alfa estaba interesado en un omega que no podría permanecer quieto y lindo.

"¿Sabes una cosa?" Escuchó a sus espaldas haciendo que el omega soltara un leve salto, pero calmándose al ver que se trataba de su padre. El menor sólo pudo permanecer con su mirada baja humillado y avergonzado de no poder hacer que su padre tuviera honor por él, debía de dar descendencia digna.

¿Cómo hacerlo ahora?

"No importa lo que la gente diga o piense" mención al caminar con algo de dificultad jalando de si mismo con ayuda de su bastón.

"Siempre hay una hermosa flor, diferente a las demás, por eso la gente cree que es mala o inútil, pero siempre habrá alguien que se dé cuenta de lo que realmente vale" su padre con un gran esfuerzo se colocó de pie, apoyando todo peso de su cuerpo en el palo de madera, así logrando agacharse el alfa movió un cabello que se colaba por la mirada baja de su cría y obligándole a elevarse con una sonrisa.

"Habrá alguien que sepa que eres una flor exótica y especial" le prometió al ver que en realidad el omega dejaba caer una lágrima por las palabras.

"Gracias por confíar siempre en mí, papá" susurró el menor al pegar su rostro en el pecho de su padre, el cual le daba caricias a su largo y ya despeinado cabello castaño.

"Siempre serás mi pequeño" dijo el hombre. "Y siempre me darás hon..."

Pum... pum... pum...

Se escuchó una vez que su padre iba a acabar de hablar.

"Los tambores del ejército" dijo el alfa al ser ayudado por su hijo a colocarse de pie y poder caminar a la parte delantera de su hogar, Taehyung estaba preocupado, los sonidos de las pisadas se caballos se escuchaban y una vez que llegaron a la puerta de su hogar y las abrieron se dieron cuenta de que los caballos del ejército real de Corea se hacían presentes en las calles principales del pueblo.

"Quédense ahí" pidió el lobo al caminar más al centro para escuchar el nuevo aviso del Rey.

El omega se quedó en la puerta, acompañado de su madre y su abuela la cual le sujetaba de su mano, el que parecía ser el mensajero real en su caballo se encargó de poder hacer que un papiro fuera extendió para que pudiera leer el decreto real.

"Los hunos han invadido Corea, nuestros hombres como deber por su pueblo, tierras y por su rey deberán enlistarse al ejército" los ruidos de sorpresa no tardaron en hacerse presente y con ello cada nombramiento de cada familia en el pueblo.

Los alfas mayores pasaban, algunos alfas que tenían la edad mucho más avanzada también, sobre todos los betas, las mujeres alfas no eran de ser descartadas e incluso algunos hijos que no eran llamados tomaban el lugar de sus padres.

"Familia Kim" dijo el oficial y la piel de Taehyung se helo así como él.

Su padre le entregó su bastón a su omega, caminando de manera lenta, cogeante y dolorosa a sus ojos, todo ello hizo a Taehyung sentir la peor escoria en su pueblo, era tan patético, si tuviera un alfa a su lado iría en lugar de su padre... más bien si él fuera un alfa, su padre no tendría que ir a la guerra de nuevo y morir en aquel lugar.

"¡No!" Chilló el omega al caminar directo a donde estaban los demás alfas y sobre todo en el intento de convencer al hombre que dejase a su padre poder liberarse de ello. "¡Él ya ha servido antes!, ¡No es justo!, ¡Podría morir!, ¡¿Acaso no tienen suficiente de él?!" Exclamó el pobre omega al tratar de colocarse al frente de su padre.

"¡Insolente!" Se quejó el hombre que entregaba el llamado al ejército.

Taehyung!" Gruñó su padre indignado ante tal humillación.  "Me estás humillando" murmuró con ira entre dientes al mirar a su hijo.

El pequeño castaño bajo la mirada, su padre jamás le hablaba con voz de mando. Su padre dio los pasos faltantes tomando el papiro. "Será un honor servir a mi nación" contestó al hacer una reverencia al soldado.

"Mañana mismo al campamento del general Jeon" avisó a todos y cada uno de los aldeanos, para después jalar de las riendas de sus caballos e irse con todos sus hombres detrás de él.

El padre de Taehyung caminó de regreso, con gran dificultad a su hogar, con las dos mujeres adultas y al pobre castaño humillado entre ambas, todos caminando hasta su hogar donde cerraron las puertas y cada uno se fue por su parte.

Taehyung estaba molesto, pero a su vez preocupado por lo que el destino les tenía deparado, él con dos o más deshonras en su vida y su padre a nada de salir a la guerra, cada miembro de la familia llevaba su preocupación, en silencio, una agonía privada en su pecho. Taehyung sabía que la posición su familia era gracias a su padre, un valiente guerrero que había dado honra a su familia, su hogar era privilegiado, no de nobleza, pero si sobre más campesinos o agricultores, pero si su lugar de Taehyung y su reputación no subían la familia y su herencia se hundiría.

Cada uno de los integrantes de su familia estaban aguantando las palabras, los pensamientos negativos que debían ser callados y sellados, eso hasta que en la noche, en la cena de la familia, mientras los palillos de madera se movían entre sí, mientras que el té era servido a su padre Taehyung no pudo más con las palabras que eran calladas por las demás omegas por miedo al regaño.

"¡No puedes ir! Hay demasiados alfas que pelearan" Fue lo primero que dijo al poder pegar sus manos contra la gran madera de la mesa, su madre le miró asustada,  mientras que su abuela aguantaba el dolor en su pecho al ver que el hombre de la casa debía de dejarles parando directo a la boca de la muerte.

"Es un gran honor pelear por mis tierras y mis familia" gruñó el alfa al ver la insistencia de su hijo, Taehyung estaba listo para atacar con más palabras, pero el lobo lo impidió.

"¡¿Qué crees que pase una vez que estén en este lugar?! Mataran, robaran y violaran a los omegas" el hombre estaba ya buscando colocarse de pie, buscando en el suelo su bastón.

"¡¿Pero vale la pena dar la vida?! ¡Van a matarte!" Contestó el menor al colocarse de pie moviendo sus manos a sus lados mientras fijaba su vista en su padre.

"¡Y lo haré dando honor a nuestra familia!" Exclamó el hombre al ver a su hijo, el ambiente se llenaba de sus aromas agrios, toscos y dominantes. "Si no lo hago yo ¿Quién más?" Atacó el alfa dejando a su hijo sorprendido.

No se debía ser inteligente para entender el mensaje, él era un omega que debía ser casado y ni siquiera lograría algo así por su imprudencia, necedad e inquietud natural.

Sin decir palabra el omega salió de su hogar a su propia habitación, caminando los largos pasillos hasta que al pasar junto a la puerta abierta de la habitación privada de su padre, algo llamó la atención. La armadura de su padre, su espada y su papiro con el llamado en la mesa principal, su cuerpo se escondió en el lugar una vez notó unas siluetas en el pasillo, la imagen de su madre y su padre en él lugar ambos con olores amargos y dedicándose palabras de amor eterno y cariño le partieron el corazón.

Taehyung... No tenía nada, nada más que no fuera su familia la cual se vería arruinada por un llamado estúpido en el cual no se le permitía participar, sus manos apretaron la tela de sus ropas y una vez que vio las velas ser apagadas y a sus padres lejos, el omega se adentró hasta quedar frente a la gran espada y la armadura.

"El honor de la familia Kim no se irá" susurro para si mismo una vez que tomaba entre sus manos su cabello, el gran lechón castaño entre su mano izquierda fue cortado con rabia con su espada de su padre mientras le suplicaba a sus ancestros y a la diosa luna que le diera la suficiente fuerza para poder ser digno.

Un omega sea macho o hembra no era aceptado en el ejército y Taehyung conocía las consecuencias de sus acciones si le descubrían.

El omega con las riendas del caballo en sus manos mientras jalaba de él a las puertas de su hogar eran lo único que reiba, el castaño con un chongo en su cabello y una espada en su caderas atada a su armadura y el papiro a su espalda era todo lo que necesitaba, su olor sería escondido detrás de las hierbas toscas de su pueblo, así como mantenía en una parte de la armadura algunas más para el celo.

Un trueno se escuchó asustando al caballo a su lado, el omega tuvo que impulsarse sobre el lomo de éste, sujetando las riendas una vez sentando ordenó al animal salir con fuerza por las grandes puertas generando un ruido que despertó a toda la familia.

Él alfa apenas con el corazón desbocado, el dolor y la insuficiencia de la pierna pudo salir por el patio notando la falta de su caballo y con el aviso de su omega de las demás cosas.

"¡Debemos ir por él!" Exigió su mujer a su lado, mientras que el alfa en medio de su patio negaba con dolor al ver entre sus manos los cabellos de su cría.

"Si lo descubren lo violaran y matarán" expresó con amargura el anciano al ver el patio de su hogar con dolor. Su pequeña cría se iba lejos de él y no podía hacer nada más que ver las puertas de su hogar cerrase y abrirse porque su hijo omega había abandonado su nido para ir a una guerra, rodeado de alfas y betas, eso sin duda le mataba poco a poco, mientras que cada miembro le pedía a la diosa luna y sus ancestros que cuidaran de su pequeño cerezo.

•••

El gran salón era inundado por imágenes de dioses, personajes importantes de esa historia y de la familia, pero uno en especial era despertado en medio de las quejas y gritos de los ancianos.

"¡Es su culpa!" Gritaba una mujer anciana, parecía más molesta que el anciano al frente de ella.

"¡Ja! ¡Su lado de la familia Ho está llena de mala suerte!" Atacó el anciano señalando a la mujer que antes se había quejado.

"¡Mala suerte es tener por hijo un omega! Los Kim sólo dan omegas" se quejaron más y más hasta que habían decidido llegar a la última y peor opción.

"¡Estoy vivo!" Gritó el pequeño dragón que tenía más forma de una lagartija, serpiente o cienpies rojo.

"¡Cállate de una vez, Jimin! Dragón inservible" se quejó el líder o más bien el ancestro más viejo de aquella familia.

"¡Maldición! No me dejan hacer ni una jota" refunfuñó el pequeño dragón que poco a poco se movía al centro del salón mirando a cada una de las caras molestas de los ancianos, pelea entre pelea, quejas y más quejas, más peleas, eso hasta que le dieron la tarea de despertar al gran dragón de piedra el cual fue... despertado en trozos de piedra por un mal golpe en la nariz del guardián.

"¡Mierda!" Chilló el pequeño dragón en medio de cada parte destruida del guardián más poderoso de la familia.

"¡Van a desterrarme!, ¡No!, ¡no!, ¡no podría vivir!" Se quejaba el pobre guardián de segunda categoría en el jardín de la casa.

"¡No pasa nada!, ¡¿Qué puede salir mal?! Lo peor es que termine decapitado como su bisabuelo... tal vez no debí decirle que estaba libre el lugar cuando en realidad no veía ni una cabra" se recordó mientras caminaba el pobre dragón de segunda por el camino dejando por el caballo del omega.

Cada paso del caballo en su cuerpecito eran como cien, así que cansado y molesto el dragón cambio a una forma más ágil que le ayudará a llegar más rápido al castaño.

"¡Voy a recuperar mi lugar!, ¡Mi puesto!, ¡Mi pedestal!, ¡Mis baños de burbujas!" Cantaba el pequeño que era deslizado por una hoja en el lodo. "¡Voy a ser popular y...!" El pequeño canto del dragón fue interrumpido por el sonido de gritos y pisadas de caballos.

El pequeño dragón se escondió en un árbol cercano notando que unos caballos seguían a unos soldados del rey Coreano, los pobres hombre eran amenazados y jalados con diversión mientras que el líder de los Hunos se colocaba al frente de ellos con una sonrisa horrenda y grande.

"Yoo Jae-myung" dijo el gran alfa frente de los tipos con una sonrisa sin borrar.

Jimin sintió miedo y no tardó en buscar huir antes de ver como obligaban a los soldados correr y a uno de los dos dejándole en el suelo ser torturado, creando gritos que le hacían temblar de terror.

"¡Debo encontrar a Kim Taehyung!" Se quejó y regañó a si mismo mientras corría más y más, sus pequeñas piernas apenas se lo permitían.

Poco a poco el pobre dragón ya deseaba darse por vencido, estaba agotado, tal vez debía tomar un gran baño en el río a unos metros de él. Sí eso haría y luego buscaría al omega tonto que había decidido cavar su propia tumba, al menos esa vez no había hecho él algo mal y matado a su protector.

"Muy bien, Yeontan escucha esto" la pequeña imagen del omega con la armadura de su padre frente al caballo... también de su padre, se hizo ver una vez Jimin caminaba poco a poco al interior del bosque.

"¡Hey!, ¡¿Quieres pelea?!, ¡¿Eh?!, ¡¿Eh?!" El pobre omega se movía de manera exagerada con sus brazos hacía atrás y luego adelante haciendo que sus hombros se hicieran a atrás mientras impulsaba su pecho.

"Por la luna, tengo suerte de que no tenga pechos" se quejó Jimin al ver la patética actuación del omega al tratar de imitar a los de la clase más alta.

"¡¿Quieres pelea?!" Gruñó el omega lo que pareció más un gemido de su parte y Jimin no pudo evitar tapar su cara por la vergüenza y la indignación.

"Van a matarlo y me echarán la culpa, siendo que el inútil está vez es él" lloriqueó el pobre dragón al caminar aún más cerca del cuerpo del castaño.

El omega trató de levantar la mano con la espada sujeta a ella, pero el peso le ganó y con él su cuerpo se fue hacía atrás golpeandose fuertemente la cabeza.

"¡¿Qué acaso no pensaste en nada al venir?!" Gritó por fin el dragón al ya sentir las manos de los ancestros ancianos estrujando sus patitas y cuello para arrancarle cada parte de su cuerpo.

"¡¿Qué cosa eres?!" Gritó el omega al colocarse de pie en busca de pisar a la pequeña cosa en el suelo.

"¡¿Qué te pasa?!" Le atacó el otro en busca de huir de su patota del omega, corría de un lado a otro de manera que buscaba poder evitarle, eso hasta que el omega lo piso y el pobre dragón no pudo evitar sentirse más que humillado y molesto.

¡Le iba arruinar sus escamas!

"¡¿Qué cosa eres?!" Cuestionó el menor al alejarse dos pasos lejos.

"¡Yo soy el inigualable! Hermoso, poderoso, fuerte, guapo y enviado por tus ancestros... ¡como le mejor guardián!, ¡JIMIN!" Gritó el pequeño dragón al elevar sus patas para alabarse así mismo, lo que ocasionó más bien que el pie del omega le aplastara.

"¿Guardián?" Preguntó está vez incrédulo mirando al cielo ¿Sus ancestros le llevaron a una lagartija? Debía ser una mala broma o era que estaban molestos.

"¡Esto es denigrante!" Vociferó el pequeño dragón al colocarse de pie y moverse de un lado a otro, después se encargó de poder ver al omega castaño que ya tenía sus ojos abiertos por la sorpresa. "¡¿Sabes cuanto tardó en arreglarme?!" Atacó de nuevo indignado por las acciones del omega frente de él. "¡Pues bien!, ¡Deshonor!, ¡Deshorada tu familia!, ¡Deshonrado tú!, ¡Deshonrada TU VACA!"

Taehyung sólo podía ver como su guardián parecía más una de esas omegas que se encargaban de arreglarle, estaba ya jalando de su pelaje o lo que fuera buscando acomodarle mientras se movía indignado en círculos deshonrando todo a su paso, incluso a la piedra a su lado.

"¡Bien ya!" Jadeó el omega al dejarse caer a su lado y sentándose en busca de calmarle. "¡Lo siento! Jamás había visto un guardián y para que lo sepas no estoy en mis mejores momentos... ¿Jimin?" Preguntó con curiosidad el pequeño omega mientras veía como el dragón asentía en silencio y veía sus garras como toda una diva... aunque en esa época aún no había.

"Bien entiendo, mocoso"

"Gracias" contestó aguantando la indignación de ser llamado mocoso.

"¡AHORA!" Gritó haciendo que el pobre chico soltase un pequeño jadeo de miedo y un salto. Jimin negó decepcionado e irritado. "¡Se supone que eres un macho!, ¡Un alfa!, ¡Un animal!, ¡Cavernícola!... No sé qué más" El pequeño se movía de un lado a otro con su pata bajo su cabeza donde se suponía estaría su barbilla mientras trataba de pensar que podrían hacer. "¡Debes actuar como un hombre! No como un omega. Supongo que serás un beta, porque no huelo ni una caca en ti" expresó el dragón al ver al menor asentir.

"Soy buenos escondiendo mi olor, además traje hierbas para ayudarme en ello" la sonrisa en los labios de omega le decía a Jimin que tal vez no sería fácil hacer ver al omega como un beta, sin duda era hermoso el mocoso. No le gustaba la idea de que le descubriera y le violasen.

"Bien" dijo al ir analizando al omega. "¡A la carga!" Gritó el dragón al subirse en el cuello del menor escondiéndose en el hueco de su armadura y de su cuello.

"Pero... no sé qué hacer" se excusó el omega castaño al ya estar a unos metros del campamento.

"¡Eso es fácil! Ahora mete ese trasero follable" le dijo al omega para después ver que hacía el camino. "Levanta los hombros" exclamó aún es su cuello para poder jalar de su cabello. "Levanta la cabeza y muestra grandeza" le ordenó para señalar el campamento. "¡Ahora entra!"

Dicho eso el menor camino, pasando por los pasillo con altaneria mientras trataba de poder hacer que nadie le mirase de más.

"¡Vamos, Namjoon!" Escuchó en una de las tantas tiendas donde notó que había una cama libre, al pobre omega se adentró y al frente en una parte donde una de las telas estaba alzada dejando ver la libertad de lo demás, vio a un grupo de alfas que se peleaban entre los tres.

"¡Deja de joder Hoseok!" gruñó el alfa al ir moviéndose lejos para poder hacer que nadie tocase su plato de arroz.

"¡Dame!"pedía el lobo al más alto que se negaba mientras se movía para poder evitar que tomase de su plato.

"¡No! ¡Yo lo gané al pelear con Hyun Sik!" Gruñó al empujar al más joven lejos de él.

"Ves, cada alfa marca su lugar al igual que los betas, si actuas como un beta no esperarán mucho, pero si más de lo que se espera de un omega... ¡Ahora, pelea por el plato de comida!" Le exigió el dragón jalando de su nuca.

Taehyung tragó duro al ver la escena de los dos alfas frente de él, eran grandes, fuertes y terroríficos, si se metía con uno de ellos se ganaría más que un golpe en la cara. Con algo de valor el pobre omega se encargó de poder hacer que su cuerpo se moviera para poder pelear por la comida, pero el miedo le invadía.

Sus manos temblaban igual que sus piernas, al estar a unos pasos se dio cuenta de que en realidad no lograría nada contra ese gran alfa alto y moreno, el omega estaba decidido a dar vuelta e irse sin embargo, no notó que el suelo se encontraba un alfa pálido que al tropezar con su cuerpo le hizo hacer que se estampara contra el alfa moreno haciendo que el plato de comida cayera en la cara de un tipo de cabellos rojos que pasaba cerca.

"¡Namjoon!" Gritó el tipo tan alto que daba miedo siquiera verle, el sujeto estampó su puño en la mejilla del moreno, haciendo que sus rostro se girará.

"¡Que no he sido yo!" Le atacó el tipo al verse más que ofendido por el golpe girandose a ver quién era el culpable y encontrándose con la imagen del castaño en el suelo con una mueca de miedo completo.

"Éste me ha pisado" bostezó mientras decía aquello el pálido, sus ojos fijos en la pequeña o no tan pequeña figura del tipo nuevo.

"¡Namjoon!" Gruñó de nuevo el alfa de pelo rojo lanzando un golpe contra la cara del tipo el cual se había agachado para poder esquivarlo, lo que hizo que su puño se estampase en la cara del pálido que se colocaba de pie.

Así fueron cada vez más los golpes no certeros, peleando entre ellos por un error de uno, mientras que el pobre omega trataba de huir bajo de ellos, arrastrándose por el suelo para evitar que le mirasen, cada golpe dejaba más y más heridas en diversos alfas que se unían a la pelea y para cuando Kim se dio cuenta ya estaba todo el campamento peleando entre sí.

Los alfas gruñian, se quejaban, se pegaban entre ellos, estaban jalandose, golpeandose, Taehyung sólo podía ver poco a poco la furia, rabia y el ardor al pelear, eso hasta que un gruñido se escuchó dejando helados a todos los lobos y a él casi por orinarse.

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