AVERY

– ¿Cómo está mi chica favorita?

Sólo escuchar su voz me hace esbozar una sonrisa. Ese es el efecto que tiene Jack en mí.

–Estaba estudiando, pero ya me aburrí. Así que espero que hayas venido a entretenerme –respondo lista para darle un abrazo.

Me levanto del asiento y enseguida parezco una garrapata aferrada a él.

–Siempre que estás conmigo lo pasas bien. ¿Qué estudiabas? –pregunta divertido

–Aun no entiendo cómo es que sólo son amigos. Avery no me dejes en vergüenza y suelta de una vez al pobre chico –dice mi querida abuela viéndonos con una sonrisa

A veces creo que la abuela lo quiere más a él que a mí y yo soy su nieta.

–Las estúpidas matemáticas me persiguen Jack, creí que no las volvería a ver en la vida –digo ya aburrida de hacer tanto cálculo –ya sufrí suficiente por hoy, ¿qué haremos?

–Sí Jack, ¿qué haremos? –pregunta mi abuela tratando de imitarme.

–Bueno, tenía pensado que podríamos ir al cine o ver alguna película aquí. Mi casa está plagada de los idiotas de mis hermanos, así que me quedo aquí. Soy todo tuyo... –dice mirándome con una sonrisa coqueta

Una sonrisa que me hace sentir como la chica más afortunada del mundo. Porque, ¿a quién no le gusta Jack Wright? Toda su familia es famosa, sus padres son actores y todos sus hermanos se dedican al mundo del espectáculo.

Jack trabaja en un programa de radio y por las tardes se encarga de la sección de entrevistas a famosos. Así que tengo el privilegio de conocer a más de una celebridad y todo porque somos amigos desde hace años.

–Eso ha sonado muy extraño –opina la abuela –y por supuesto no es algo que le diría un amigo a su "amiga" –dice haciendo comillas en la última palabra

Jack a mi lado ríe y le guiña un ojo a mi abuela y por fin nos deja solos. Lo último que oigo es algo sobre que somos muy extraños, pero nuestra relación es así. Siempre hemos sido cariñosos con el otro lo que lleva a que la mayoría piense que salimos, pero la verdad es que simplemente somos así.

–Así que... ¿ahora eres mío? –pregunto a modo de broma

–Por supuesto, es lo que acabo de decir. ¿Qué haremos entonces?

–La idea de ir a ver una película no suena para nada mal

–Bien, no se diga más. Iremos al cine

Me tomo mi tiempo para escoger que ropa ponerme, porque me gusta lucir lo más decente que puedo. No soy muy fan del maquillaje, pero al menos me pongo un poco de labial rosa y me encrespo las pestañas.

En tanto que Jack está muy cómodo recostado en mi cama.

–Ya eres hermosa, Avery. No necesitas de toneladas de maquillaje para lucir bien

Intento fingir que sus palabras no han tenido efecto en mí. No es la primera vez que dice algo así, de hecho me ha dicho en más de una ocasión que le parezco atractiva, aun así me pongo algo nerviosa cada vez que lo menciona.

Amigos Avery, amigos. Me recuerdo.

–No me he puesto toneladas de maquillaje –es lo único que consigo responder

–Si sigues maquillándote, saldremos para año nuevo –responde con una amplia sonrisa

–Qué insoportable eres. Ya estoy lista –digo tomando una chaqueta del armario

–Gracias al cielo –dice levantándose de la cama y saliendo de mi habitación

Yo lo sigo hasta el primer piso y le aviso a mi abuela que saldremos un rato, ella nos observa y nos dice que nos cuidemos, pero no me pasa inadvertido que me guiña un ojo señalando a Jack.

(...)

Bien, no sé cómo terminamos aquí.

Lo único que sé es que si mi madre se entera de esto, me matará.

Hay gente medio desnuda caminando como si nada, ¿en dónde me fui a meter?

–Lo siento, era una emergencia. El idiota de Corbyn necesita mi ayuda.

– ¿Trabaja aquí?

–Algo así...

–Bien, entonces ayúdalo y sácame de aquí –digo caminando rápido a su lado.

Si antes parecía una garrapata abrazada a él, ahora somos uno solo. No importa lo que me cueste mantener su ritmo.

– ¡Y ahora señoritas prepárense para el show principal! –escucho que grita un hombre por el micrófono seguido de muchos gritos femeninos.

La mejor despedida de solteras de la historia, sin duda.

Llegamos al backstage del mejor show que veré en mi vida según el hombre y lo que veo me deja pasmada. Sin ni una palabra que decir. Completamente en blanco.

– ¿¡Pero qué mierda te pasó!? –exclama Jack horrorizado ante la imagen que estamos presenciando.

Borrar, borrar, borrar. ¡Borrar!

Lo sentimos, la imagen no se puede borrar en este momento. Inténtelo más tarde.

Estúpido cerebro.

–Diablos, ¿tan mal estoy? –pregunta Corbyn con una mueca en su rostro.

– ¿Quieres explicarme que te pasó? Porque créeme que he visto a mis hermanos hacer estupideces, pero tú las superas todas.

–Es sólo una reacción alérgica. Comí algo en mal estado, pero les juro que hace menos de media hora no estaba así.

Y con eso se refiere a que su cara no estaba roja ni hinchada y que su cuerpo no estaba cubierto de manchas rojas. Pero su cuerpo completo lo está. Ahora mismo está sólo vestido con un bóxer demasiado ajustado que no deja casi nada a la imaginación.

Y ni hablar de cómo luce su cara. Apenas puede abrir los ojos.

–No puedo creer que enserio te vea casi cómo tu madre te trajo al mundo, Corbyn

–Esto no es sexy. ¡Yo no me siento para nada sexy en este momento! ¿Cómo se supone que haré mi show? –se lamenta Corbyn, vaya enserio se ve apenado

–Bueno... Si sales así, seguro todas esas mujeres salen corriendo –dice Jack divertido.

–No te burles. Esto... –dice señalándose el cuerpo completo –no es divertido. Así que lo harás por mí

En ese momento todo parece tener sentido para Jack y no se ve para nada feliz.

–Espero haber escuchado mal, Corbyn...

–Vamos, ¿somos amigos o no?

–Sí, lo somos. Pero yo... No puedo hacer eso. No tengo ni idea de cómo se hace y además iba a llevar a Avery al cine...

Jack me mira cómo pidiendo ayuda, pero me mantengo en silencio. ¿Cómo se vería Jack si...? Diablos, no debería ni siquiera pensar en eso.

–Después la puedes llevar, por favor ayúdame. No puedo hacer esto, ya me pagaron por adelantado y...

–Hazlo –termino diciendo

– ¿¡Qué!? –exclama Jack atónito ante mi respuesta.

–Puedes hacerlo, yo te espero. Sólo ayuda a Corbyn. No creo que sea tan difícil.

–No, no pienso hacerlo. No tengo la personalidad que se necesita...

–Uso un antifaz –interviene Corbyn –así no me reconocen

– ¿Eres como un superhéroe stripper o qué? ¿Usas también un látigo? –comenta irónico Jack

El asentimiento de Corbyn es todo lo que necesita Jack, para saber qué es lo que le espera.

(...)

Finalmente Jack está a pocos segundos de salir y yo por supuesto que no me lo perdería por nada. Debo molestarlo por el resto de la eternidad por esto.

Estoy parada cerca de las mujeres de la despedida de soltera, cuando el anfitrión empieza a presentar el show de Corbyn, claro que esta vez se presenta Jack.

–Sostengan sus bragas señoritas, porque ahora las dejo a manos del... ¡Potro indomable!

Las ganas de reír al escuchar el nombre no son normales, pero a las mujeres parece gustarles el nombre.

Las luces enseguida se apagan y todo queda completamente oscuro, puedo sentir la emoción de mis compañeras y yo sólo quiero reírme de Jack.

Empieza a sonar una canción y los gritos aumentan, así que Corbyn sí tiene fans. Ahora mismo se encuentra en el auto de Jack descansando.

Una luz se enciende dejando ver una sombra y es cuando verdaderamente empiezan los gritos. Ya puedo ver a Jack quien empieza a bailar una coreografía que intentó memorizar a último momento.

Se supone que empieza con ropa y termina en un apretado slip, al menos así lo definió Corbyn antes de irse.

Muerta de risa empiezo a grabarlo. Su antifaz le tapa muy bien el rostro, así que todos creen que es Corbyn.

Pero yo sé que es Jack y esto es todo muy extraño. Jamás imaginé que lo vería bailando en una despedida de soltera.

Jack trata de dar lo mejor de sí mientras baila y casi me ahogo de la risa cuando no puede quitarse la ropa como se supone que debería hacer.

Una de las mujeres grita que lo ayudaría y solo obtiene una sonrisa de parte de él.

Luego soy testigo de sus increíbles abdominales cuando al fin logra romper la parte superior del traje.

Queda sólo en pantalón y llega la parte más dinámica del show según Corbyn, hacer subir a una de las mujeres.

Jack mira a su público y deposita su mirada en mí.

– ¿Yo? –pregunto cómo estúpida

–Se supone que debes subir, te tengo envidia, ¿sabes? –dice una mujer a mi lado

No sé qué es lo que se propone el idiota de Jack, pero subo cuando me tiende su mano. Enseguida me sienta en una silla y comienza a bailarme.

Dios santo, mamá sí que me matará después de todo.

Jamás he estado tan cerca de un chico, por dios ni siquiera he tenido novio.

Esto es demasiado para mí.

Jack se inclina hacia mí, lo que provoca más gritos de parte del público. Cierro mis ojos y oigo su voz:

–El pantalón, ayúdame con el pantalón...

– ¿Qué?

–No puedo romperlo, ayúdame.

Una vez que abro los ojos y lo veo, me siento nerviosa. Y está claro que no debería sentirme para nada así.

Digo, es atractivo y antes me gustaba, pero es algo que ya superé. Lo quiero como un amigo y nada más, lo mismo cree él de mí.

Pero al ver la preocupación en sus ojos marrones, le sigo el juego mientras siguen gritando. Toma mi mano y la pasa lentamente por sus abdominales al ritmo de la canción dejándome congelada.

Lo he tocado, repito: lo he tocado.

Mi madre se desmayaría si me hubiera visto, eso seguro.

Luego recuerdo el pantalón que Jack no puede romper, así que cómo la buena amiga que soy, llevo mis manos a la esquina y se lo quito con brusquedad y de esa manera se rompe.

Y claro lo primero que veo es su amiguito y con eso me refiero a su pene. Mucho pecado en un día, como diría mi madre cada vez que sale y ve a chicos besándose sin pudor alguno en las calles.

No entiendo porque es tan reservada en estos temas si ella me tuvo a mí, pero siempre anda diciendo que debo conservar mi pureza y esperar hasta estar casada para tener sexo.

A lo mejor por eso jamás he tenido algún novio.

Y está claro que con lo que he hecho, le digo adiós a la pureza. 

Ya no soy más la Avery pura que conocía mamá. Ahora soy Avery, la chica que ha manoseado a su mejor amigo vistiendo solo un slip. 

Jack me llama y vuelvo a la realidad y al menos mi realidad es estar demasiado cerca de él, tanto que alcanzo a notar sus ojos observándome, en cualquier otra ocasión lo alejaría de mí, pero estando en una despedida de soltera no puedo hacer eso.

Sigo mirando como baila solo con un slip y otra chica pide subir, así que le concedo el puesto y bajo apresuradamente.

Jamás podré olvidar este día.