Era una oscura y tormentosa noche, sobre un reino en específico donde habían chozas que se mojaban por las gotas de lluvia que caían.

Por el centro de ese pueblo se ubica una iglesia llamada "La Iglesia del Santo Corazón", un templo muy popular por los adultos y ancianos que poblaban ahí.

Por la entrada de esa iglesia se lograba observar una silueta, ya al estar en la puerta dejó por ahí una canasta que llevaba consigo un bebé dentro estando cubierto con sábanas debido al frío helado en el ambiente.

Después de haber dejado la canasta tocó la puerta de esa iglesia para luego irse de ahí esfumándose entre las sobras de los callejones.

En eso, el bebé comenzó a llorar cuyos llantos serían interrumpidos cuando alguien abrió la entrada revelando a dos mujeres vestidas de negro.

Tsugumi: Ara ara~ Juré que escuchaba algo *Mirando por todo lado*

Greis: Hermana Tsugumi, no veo a nadie de seguro solo fue el viento o algo así.

Tsugumi: Hermana, te juro que escuché como un llanto de un...¿Huh? *Mira con atención hacia la canasta*

Greis: *Mira lo mismo que Tsugumi* ¿Eh? ¿Y eso?

Tsugumi: ¿Un...un bebé? *Se agacha y carga al bebé*

Greis: Dios... *Da una vista panorámica hacia la zona* Esto es raro, ¿Quien dejaría a un bebé aquí? Y aparte en una noche lluviosa como esta.

Tsugumi: Ya, ya... *Acunando al bebé y tranquilizandolo* No llores, no llores. Pobre criaturita.

Greis: Pobrecito.

Tsugumi: No podemos dejarlo aquí, se congelaría.

Greis: Tienes razón. Es mejor llevarlo adentro.

Tsugumi: ¿Crees que las demás hermanas lo aceptarían?

Greis: Claro que sí, en la iglesia siempre hay lugar para uno más.

Tsugumi: Sabes, siempre quise sentir el calor de un niño.

Greis: Jeje...Veo que estamos de acuerdo con eso, por el momento hay que ocuparnos de que tenga un hogar aquí.

Tsugumi: Je...Apuesto que las demás hermanas se sorprenderían al enterarse.

Greis: Pero confio en que ellas apoyen la idea de cuidarlo.

Tsugumi: Tendré fé.

Greis: Hermana. Dios nos dará la sabiduría y fuerza para poder cuidarlo.

Tsugumi: El bebé crecerá lleno de amor y educación que le vamos a dar. Hermana, parece que vamos a ser...unas buenas madres para él.

Greis: Todas la vamos a cuidar. Que Dios nos acompañe en esta aventura.

Tsugumi: Daremos mucho amor al pequeño.

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HASTA AQUÍ EL CAPÍTULO, QUERIDOS LECTORES. ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO Y NOS VEMOS EN LOS SIGUIENTES CAPITULOS