2; Dance for you.

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—Yo solo quiero enseñarte lo mucho que te aprecio...

Le pelinegra movió sus caderas suavemente sobre la silla de metal, haciendo pequeños círculos sobre ella. Sus piernas a cada lado de la silla, estando expuestas.

La música se escuchaba de fondo, una más de la lista que había hecho para esa noche especial.

— Te quiero enseñar lo mucho que me dedico para ti...

Hizo un movimiento, alzando su cabeza hacia el techo, sus cabellos de color azabache cayendo por los hombros y su espalda.

Levantó su pierna para después ponerla arriba de su otra pierna, tocando su cuerpo ella misma delicadamente, pero lo necesario para excitar el ambiente más de lo que estaba.

Se levanto, dejando a la vista todo su cuerpo, tenía puesto una lencería roja y unos tacos del mismo color, en su muslo había una pequeña liga muy linda que decoraba su pierna.

El rubio la miro de arriba y abajo, se veía deliciosa, como para comérsela allí mismo, pero quería tener paciencia. Si eso lo había preparado su princesa, lo disfrutaría.

La chica de ojos azules se inclinó y le tendió la mano a su acompañante el cual se encontraba sentado sobre la cama de ma habitación, el de ojos verdes la tomo lo cual le causo una sonrisa a la ojiazul.

— Hoy voy a bailar para ti...— dejo las palabras sobre su oído en un suave susurro. Eso hizo que su piel se erizara, más de lo que ya estaba.

Por qué verla allí mismo era la misma gloria, era tan perfecta que podías morir allí mismo y su belleza sería la razón de la muerte.

— ¿Te había dicho que el rojo te queda estupendo?

Marinette sonrió coqueta, para después darle un beso pequeño en los labios, el sabor del labial pegado sobre los labios de Adrien.

Era tan fuerte, la conexión que tenían. Por qué no se necesitaban palabras, sólo miradas llenas de pasión y amor puro, de algo que verdaderamente sentías por todo tu cuerpo, el como te quema por dentro pidiendo a gritos calor y atención.

— Definitivamente el rojo es mi color favorito...— murmuró para sí mismo, tenía gracia como antes el rojo no era de su agrado, pero al verla como LadyBug con ese traje rojo pegado a su cuerpo y ahora viéndola con esa ropa tan pequeña que dejaba expuesta partes de su cuerpo, lo hacía cambiar de opinión.

Pero ahora solo importaba Marinette, no LadyBug, solo la chica de ojos azules y cabello negro azabache el cual siempre tenía un olor grandioso.

Marinette lo sentó en la silla de metal, frente suyo con una sonrisa picarona sobre los labios. Miradas lascivas y llenas de lujuria.

La pelinegra se sentó encima suyo, tomándolo de los hombros. Al ritmo de la canción lenta pero erotica, trazando pequeños círculos sobre el miembro de su chico. Tan concentrada y excitada para el.

El rubio soltó un jadeo, tomándola de la cintura apegándola más a él, encantando perfectamente con ella.

La chica de ojos azules alzó la cabeza, soltando un gemido. Todo estaba yendo como esperaba, era una noche mágica.

Por qué el hacía que el amor pareciera como magia.

Marinette se giró, estando de espaldas con el, formando sus manos y pasándolas por su cuerpo lentamente.

— Me encantas...

Esta se levanto, moviendo sus caderas de un lado a otro con lentitud, tentándolo.

Fue quitando tirante por tirante, hasta que cayó al suelo dejando expuestos sus pechos. Y Adrien tanto como Chat Noir nunca se había cansado de decirle que era una de sus cosas favoritas de la pelinegra.

Adrien se levanto rápidamente, atrapándola entre sus garras, besándola por la mandíbula, por el cuello hasta llegar a sus senos.

Mordió y succiono, sacándole gemidos fuertes a su amada. La tendió sobre la cama, quedando encima suyo con cuidado de no poner su peso sobre ella.

— Qui-quitate la ropa...

Adrien hizo caso y empezó desabotonando su camisa para sacarla completamente. Hizo lo mismo con su pantalón, quedando en bóxers.

— ¿Así está mejor, mi princesa?

— Perfecto.

Ella sonreía satisfecha, él sonreía satisfecho. Estaban completos, los dos se amaban.

— Hazme el amor, Adrien...

Adrien no dudó ni un segundo y bajo las bragas rojas de su chica, estando ya mojadas por la excitación. El rubio también bajo su ropa interior, dejando libre su miembro el cual se había sentido casi asfixiado ahí dentro.

Marinette se puso encima suyo, dando a entender que pode quería hacer ahora, y era una de las favoritas de Adrien.

Lo iba a montar.

Adrien entró en Marinette, algo brusco, pero es que ya no aguantaba más, quería sentirla de todas las maneras posibles, igual no era como si no lo hubiera hecho antes. Conocía cada detalle del cuerpo de su novia, le encantaba.

Sus ojos, sus piernas, sus pestañas, su sonrisa, sus labios, su todo.

— A-Adrien...

Los gemidos fueron incrementando cuando Marinette empezó a dar pequeños saltos sobre el, Adrien gruñendo al sentir como las paredes de la pelinegra se contraían sobre el.

— Oh Dios mío...— Adrien la tomo de la cintura, ayudándole. Eso hacía que Marinette entraba mucho más profundo.

Marinette soltó un grito de placer, estaba en el cielo ahora mismo.

— Te amo, te amo, te amo.

Las palabras se repetían, los gemidos sonaban por toda la habitación casi hacía eco de ellos mismos.

— Estoy... A-apuntó-

— Yo igual, princesa.

Saltó un poco más, para después llegar a un perfecto y alucinante climax, los dos juntos gritando el nombre de cada uno. Un increíble orgasmo, casi irreal.

La chica de ojos azules se dejó caer en el pecho de su novio, con la respiración agitada. Adrien la abrazo, pasando sus manos por la espalda de la chica.

— Bailas excelente...

Marinette soltó un risita.

— Cuando te sientas estresado tal vez yo pueda ayudarte con ello.

— Esa es una grandiosa idea, my Lady.

Se acomodó a su lado y el los tapo con la sábana blanca. La abrazo por la cintura y volteo un poco la cara para verle el rostro.

Era un ángel, era su alma gemela, la persona con la cual quería estar toda su vida. Solo ella en su mundo, la chica de sus sueños, la chica de su corazón. Solo Marinette.

— ¿Marinette?

Esta abrió los ojos y lo miro. Azul y verde.

— ¿Si?

— Cásate conmigo.

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Segunda parte lista, si hay comentarios y votos pueda que haga tercera parte de la boda💕
Besos, Lil.

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