Aunque el día era bonito para todos en la ciudad no era lo mismo para Ciel, quién no a parado de suspirar viendo la nieve caer por la ventana de su habitación.

Estaba despierto desde temprano pero no tenía energías para siquiera sonreír, debería estar feliz como cualquier persona cuando cumple años pero para el Conde su día feliz es un día deprimente.

Sebastián al entrar en la habitación se sorprendió ver al niño despierto mucho antes que el levantara pero después cambio su semblante a empatía cuando vio la mirada tan triste y deprimente del niño. El demonio sabía que día es hoy y que se celebra, se celebra dos acontecimientos el nacimiento de Ciel y el día que lo perdió a todo lo que amaba.

Sebastián por primera vez estaba perdido, no sabía que realmente hacer en esta situación, por suerte contó con Tanaka quien también se abrió paso a la habitación, tenía una rosa blanca en la mano e hizo una reverencia a Sebastián en modo de saludo, su mirada decía que el se hacía cargo a partir de aquí.

- buenos días joven amo Ciel - saluda, el niño solo mira a su abuelo con dolor en su mirada. No había nada de bueno en celebrar esta porquería de cumpleaños. Tanaka no se extraño en no recibir respuesta pero aún así le extendió la rosa blanca a Ciel.

El niño miro con nostalgia la rosa, aún no podía creer que había pasado un año desde ese día. El conde tomo la rosa entre sus pequeñas manos, no había crecido mucho. Eso hizo deprimirse más, no había crecido, solo retrocedió, se había dado cuenta que nunca sería tan alto y grande como lo fue su padre, solo era un bebé que moja la cama y se chupa el dedo. No sabe cuando empezó a llorar en silencio pero Tanaka seco sus lagrimas.

Pronto más y más lagrimas caía sobre su regordete rostro sollozando fuerte, Ciel extendió sus brazos al anciano dejando caer la rosa y este lo atrajo en sus brazos, lo meció lentamente susurrando palabras dulces.

- shhhh ya paso Ciel...ya paso, no puedo cambiar el pasado pequeño pero te puedo dar el presente. - dice Tanaka sobando la espalda de Ciel que había dejado de llorar- hoy es tu día pequeño haremos lo que tu quieras, solo intenta sonreír en que sea un poco, porque me imagino que los señores no les gustaría ver a su lindo Ciel llorar no? 

Ciel estaba escuchando con la cabeza apoyada en el hombro de su abuelo, el niño niega con la cabeza.

- a-abuelo...?

- si Ciel?

- y-yo seré tan alto y grande como lo fue mi padre?

-jo jo  jo por supuesto mi niño!

- tu crees...que papá y mamá estén molestos conmigo?

- porque crees eso Ciel?

- es que hoy cumplo 12 y...aun mojo la cama y...uso cosas de bebés...

- oh Ciel, no debes preocuparte por eso, esas cosas forman parte de ti, cuando naciste tu madre te adoraba tanto  que quería darte pecho hasta los seis años jo jo jo, no importaban los años que pasaban eras su bebé al igual que tu padre no querías que crecieras tan rápido. Así que tomate tu tiempo nadie te esta apresurando por crecer.

Ciel abrazo a su abuelo con una pequeña sonrisa en su rostro, Tanaka procedió a consolarlo un poco mas. Después dejo a Ciel en manos de Sebastian , el demonio procedió a cambiarlo y vestirlo.

- y el toque final- dice Sebastian metiendo el chupete de Ciel a la boca- ahora si vamos a desayunar cumplañero. El demonio lo recoge en sus brazos y Ciel perezoso lo deja ser, hoy solo quiere recibir mimos de la gente que ama.

Cuando llegaron al comedor fueron recibidos por el personal dándole sonrisas amables, tuvo un gran desayuno pudo comer pastel y ahora esta sucio, Mayrien con cariño le limpia su cara y le sonrie.

- un gran desayuno no es así Cielito?

El niño asiente y estira sus brazos a la mujer queriendo ser cargado, la pelirroja no lo duda y lo carga, lo lleva con Finnian y Barton a la sala para jugar cerca de la chimenea para estar calientitos. Ciel jugo con su hermano Finnian hasta el cansancio. Tuvo una pequeña merienda, una siesta y un baño después  hasta que llego la noche.

En la cena todos estaban vestidos con ropa elegante y Ciel no se quedaba atrás, en el comedor todos lo esperaban con un pequeño pastel de cumpleaños a la mesa, Ciel feliz abrazo a cada uno de su personal...no...de su nueva y pequeña familia. A la mesa todos cantaron y aplaudieron a Ciel, cuando la canción termino Ciel cerro los ojos para pedir su deseo y soplo las velitas recibiendo mas aplausos y felicidades.

Cortaron el pastel , es obvio que el pequeño recibió el trozo mas grande Ciel feliz comía su pastel hasta que fue interrumpido por un gran bostezo.

- oh el pequeño tiene sueño - dice Sebastian tomando su conde en brazos y deseándoles una feliz noche a todos, cuando llegan a la habitación le pone a Ciel su pijama, un pañal limpio y su chupete- buenas noches joven amo.- dice arropando al niño, sopla las velas del candelabro para luego retirarse.

Ciel abrazo a parche y cuando iba a cerrar los ojos los abre nuevamente y se sienta llamando a Sebastian.

- Que pasa joven amo?- pregunta el demonio mirando al niño con curiosidad.

- quieres escuchar cual fue mi deseo de cumpleaños? 

- no se supone que no debes decirlo o si no no se hará realidad pequeño?- ante eso recibió un puchero de Ciel haciendo reír al demonio aveces realmente no puede contra él- esta bien Ciel dime cual fue tu deseo?

- si te lo digo puedes cumplirlo?

- haré lo que pueda joven amo.

- puedo...puedo decirte papá?

Ciel cerro los ojos con fuerza esperando una negativa pero en cambio recibió un beso en la frente al abrir sus ojos noto que los ojos del demonio estaban cristalizados, no puede ser, los demonios también lloran?

- S-Sebby... ?

- mi pequeño, no sabes cuanto espere por escuchar eso. -dice para luego cargarlo y darle otro beso en su cabeza-  mi Ciel...te amo pequeño.

Ciel abrazo a Sebastian con lagrimas en los ojos, su familia estaba completa tenia a su abuelo Tanaka, a su hermano Finnian, a su tío Barton, a su mamá Mayrien y ahora tiene un papá y no le importaba que fuera un demonio...

- yo también papá...

Lo amaba tal y como es, este día triste se volvió feliz.