Extra 4: ¿Qué es el amor?

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El cálido clima, los colores difuminados del atardecer, la suave brisa, el ruido de las hojas arrastrarse por el suelo debido al aire; todo creó un conjunto placentero de apreciar y oír, ahí en aquel lugar donde se podía apreciar a la lejanía una ciudad y un palacio de alto renombre, justo ahí, yacían dos personas.

Un hombre de túnicas negras con un exquisito brocado rojo intenso y una joven de cabello suelto y túnicas verdes; en su mano un abanico extendido mientras que en la otra una hoja suelta producto de haber caído y volado lejos de su árbol.

El par estuvo largo rato en silencio, observando el lejano palacio y contemplando la naturaleza, hasta que los labios rosáceos se abrieron un segundo antes de sellarse; un par de ojos esmeralda centellaron curiosos y armándose de valor, la joven se animó a girarse para encarar al hombre a su lado.

—Abuelo; ¿los demonios somos malos?

El gran demonio esbozó una sonrisa para ver a su nieta quien le dedicaba la más curiosa de las miradas; el hombre no era ciego, su nieta era hermosa y estaba más que seguro que sufriría demasiado cuando su pequeño loto blanco creciera más hasta convertirse en una mujer inalcanzable, no por el hecho de ya no tenerla consigo, sino porque le dolería cuando la mujercita tuviese su primera ruptura amorosa.

Eso de verdad le aterraba porque su pequeña Yulian era tan bonita de sentimientos que imaginar ese cruel momento por el que pasaría le causaba pesar y coraje.

Porque sí, Tianlang Jun en su mente se preparó su propio frasco para verter su vinagre pero era algo imposible de detener, desde hace algunos años su princesa ya había atraído la atención de ciertos niños demonios que causaban en el abuelo una sensación de desagrado porque los mocosos se acercaban a ella como abejas al polen.

Tan detestable.

Y ahora que Yulian iba a cumplir catorce años y comenzaba a convertirse en una hermosa dama, el vinagre del abuelo aumentó hasta corroer sus huesos ya que la niña tierna comenzaba a desaparecer.

Ahogando la marea del futuro, el demonio negó lento mientras que su nieta ladeaba el rostro a la espera de una respuesta, los ojos esmeralda eran pozas claras que invitaban a perderse en ellos para encontrar un tesoro invaluable.

—Los demonios toman el bando que crean correcto o justo, la raza no nos define —explicó suavemente—, un demonio puede asesinar, destruir y robar para su propio goce y encontrará eso bueno aunque los demás reinos lo vean como malo, por el contrario pueden haber demonios que ayudan, son benevolentes y amables y eso está bien si con ello se siente a gusto.

—Hay demonios buenos y malos —cerró el abanico para posar el borde de este sobre su mentón de manera pensativa—, es justo como Shizun lo dice, hay bondad y maldad, uno escoge el bando que quiera tomar y aplica en los tres mundos.

—Correcto, el maestro Shen es un claro ejemplo de ello.

—¿Cómo?

—Se fijó en un demonio y aunque tu padre tuvo un periodo de oscurecimiento, el maestro Shen se mantuvo a su lado y lo ayudó a calmar esos pensamientos negativos que rondaban en la mente de ese tonto hijo mío.

—Que lindo, me gusta verlos juntos —suspiró no pudiendo evitar sonreír—, quisiera un amor como el que mis padres se tienen.

Fue una gran suerte que Tianlang Jun no estuviese bebiendo su té o de lo contrario ya lo habría escupido por tal impresión que tuvo al oír a su nieta hablar sobre el amor.

—Si, muy lindo su amor pero es temprano para hablar de esos temas de adultos. —Fingió una tos.

—Pero abuelito —Yulian guardó su abanico para sacar de su manga expandible el nuevo libro que había comprado a escondidas de sus padres; lo mostró al anciano y sonrió traviesa—, en este libro hablan del amor que se tuvieron mis padres antes de que yo naciera.

Tianlang Jun tosió exageradamente, le arrebató el libro a su nieta y lo lanzó lejos de ellos; él conocía ese libro perfectamente, aquel que narraba lo que un discípulo hacía en secreto con su maestro a la tierna edad de quince años.

¡Quince años, por todos los demonios!

¿Quién escribió esa clase de libros?

¡Humanos pecadores que manchan la pureza de una niña!

—¡Abuelito no seas grosero! —Yulian regañó al mayor al ver que su libro había volado; giró el rostro y miró a uno de los guardias que tenía— Por favor, busca mi libro.

El guardia impuesto por Binghe hizo una reverencia y acudió a cumplir la misión de la hermosa joven, desapareció entre los arboles para hacer la búsqueda de tal objeto dejando a siete guardias más al cuidado de la adolescente.

—¡Te voy a acusar con el maestro Shen de que andas leyendo eso!

—¡Abuelito mis papás fueron muy liberales y expresivos cuando yo aún no nacía! ¡Tengo derecho a leer su historia! —Yulian arrugó el ceño.

—¡Niña así no fueron las cosas, la realidad era diferente!

—¿Cómo fue?

—Te sorprenderá saber que tus padres son... —hizo una pausa mientras pensaba—... el maestro Shen era... —rascó su barbilla con calma intentando hablar lo más neutral posible—... tu papá fue...

Yulian arqueó una ceja, rodó lentamente los ojos intentando analizar la situación, visualizar y recrear el pasado de sus padres; en ese libro los mostraban enteramente amorosos, liberales y posesivos. ¿Realmente no era así?

Aunque si comparaba lo que venía en el libro con la realidad...

—A-niang siempre ha sido muy reservado —expresó en voz alta— ¿Cómo enamoró a a-die si no es expresivo?

—La inteligencia y la atención son armas bastante fuertes para hacer que un hombre se enamore. —Tianlang Jun pensó en Su Xiyan quien era inexpresiva pero demasiado inteligente y feroz.

—Bueno, en ello te doy la razón mi bonito abuelito, si mi a-niang fuese del todo reservado no tendría cuatro hermanos, ni tampoco vería a mi papá feliz, incluso y aunque no sea tan abiertamente expresivo, él tiene su forma de demostrar su amor.

—Correcto, el maestro Shen expresa amor a su manera, tal vez no sea algo tan explícito, pero ¿acaso no demuestra que te quiere al educarte y enseñarte todo tipo de arte? —Cuestionó.

—Bueno pero ese no es el caso abuelito, no me cambies el tema —arrugó la nariz dándole un suave toque a la frente del mayor con la ayuda de su abanico, reprendiéndolo igual a como lo haría Shen Qingqiu—, dejando de lado el amor que viene aquí en el libro, me surgió otra duda.

—¿Cuál?

—¿Qué es el amor? ¿Cómo sé que estoy enamorada?

Viento gélido congeló internamente el corazón del demonio quien no sabía dar una respuesta abiertamente positiva; él ya estaba viejito para dar esas charlas. Es más se ahorró mucho contándole eso a su hijo, ese fue el trabajo del maestro Shen pero obviamente el viejo ancestro no podía decir:

¿Sabes qué? ¡Ve y pregúntale a tu a-niang, yo me largo!

¡Porque no, ¿en qué lugar quedaría al decirle eso a su preciosa nieta?!

¡Tenía que advertirle los terrores del amor juvenil!

—Bueno...

—¿Cómo te sentías tú con mi abuelita? ¡Dime dime!

—Yo... —hizo una pausa. Su mirada se perdió en el recuerdo de aquellos días donde era feliz y no lo sabía porque él jamás había experimentado algo así. La visión de Su Xiyan tan altanera, poderosa e independiente rondaron nuevamente en él, su corazón latió y se sintió cálido al recordar a la mujer abrazándolo y tocando su rostro con sus dedos cálidos y llenos de vida— yo... generé una respuesta diferente a la de los humanos.

—¿Cómo?

—Su Xiyan no era tierna ni amable, cuando la conocí empezamos a pelear o bueno así lo consideró ella porque en mis recuerdos fue una primera cita y la bienvenida a lo que sería el enamoramiento más cruel y despiadado —suspiró mirando a su nieta—, no lo tomes como algo negativo, esas palabras pese a ser malas en mi fueron muy buenas porque los demonios que no teníamos contacto con humanos solíamos demostrar el amor o cortejo de otra forma.

—¿Cómo? —Yulian se acercó curiosa a seguir oyendo.

—Demostramos amor mediante golpes y peleas, es nuestra manera de demostrar afecto.

—¿Golpeaste a mi abuelita?

—Bueno, tampoco es como si ella me hubiese dado los buenos días mi estimado señor demonio, ella llegó y me soltó el golpe —recordó sonriendo inevitablemente—, la única vez que intenté imitar el comportamiento del mundo humano, me golpeó furiosa y me dijo que no le gustaban los hombres débiles.

—¿Qué hizo después?

—Me besó. —Soltó sin más.

Yulian abrió la boca asombrada, sonrió después causando que su mirada se tornara tierna y acusadora por aquella revelación del siempre amable Tianlang Jun. Abrió su abanico y cubrió la mitad de su rostro para poder reír, tal como lo hacía Shen Qingqiu.

—¡Abuelito, que travieso!

—¡Yo no fui! ¡Ella me besó!

—¿Qué pasó después?

—Demostró ser una humana con mucha iniciativa. —Y se cayó al toser fingidamente porque su nieta aún no estaba en edad para saber que así concibieron a Luo Binghe.

—¡Abuelito, tuviste sexo! —Chilló emocionada.

Tianlang Jun conoció por primera vez lo que eran los infartos a nivel demonio ya que su visión se oscureció un momento antes de sentir que todo su ser ardía pero por la vergüenza.

—¡No fue así! —Intentó aparentar que nada le sucedía.

—Tienes razón, Liu shijie me ha dicho que se llama cultivo dual y es lo que hacen las personas ya sea para transferirse energía o para placer personal.

Pero.

Que.

Demonios.

Contigo.

Luo Yulian.

Listo. Tianlang Jun estaba por experimentar su segundo infarto.

Y así Luo Yulian supo que era mejor decir cultivo dual a tener sexo, al parecer lo adultos se asustaban si se decía la palabra así de espontaneo, con ello dejó atrás a un pobre ex rey demonio al borde del colapso al contarle según lo que Liu shijie le había dicho sobre el cultivo dual y cómo se llegaba a ese paso, nunca imaginó que Tianlang Jun guardara un poco de dignidad y se mostrara avergonzado de escuchar en los labios rosáceos lo que él había hecho con Su Xiyan.

Al volver al palacio, acudió a buscar a sus hermanos ya que sus padres no estaban y ella tan solo iba de paso para informarle a Gongyi Xiao que volvería a la secta Cang Qiong para encontrarse con Shen Qingqiu.

En el transcurso, observó a los mellizos Yuan y Xiyan entrenando arduamente acompañados por la pequeña Meiying, el dúo con tan solo diez años ya

demostraban ser buenos espadachines aún sin necesidad de utilizar el cultivo; por el contrario con Luo Meiying, su hermana menor quien a la tierna edad de ocho años mostraba ser lo suficientemente inteligente como para aprenderse más de un conjuro utilizando solo la energía demoniaca para convertirla en energía pura sin necesidad de sentarse a cultivar el corazón.

Demasiado inteligente como peligrosa, en palabras de Shen Qingqiu; aquella niña no fingía ocultar sus intensiones y aunque en apariencia era tranquila, Luo Yulian veía en Meiying la misma fuerza sanguinaria de su padre en batalla; tan linda y mortal, así era su hermana.

—¡Shijie! —Luo Yuan observó a la mayor de los hermanos, una sonrisa similar a la de Binghe se extendió en sus labios y acudió de inmediato a donde se encontraba— ¡Te extrañé! —No tuvo vergüenza alguna de lanzarse a los brazos de la mujercita quien le recibió gustosa.

—¿Cómo has estado? —Luo Yulian cargó a su hermano intentando sostenerlo sin caerse.

—¡Bien! Niang se fue hace una semana y nos dijo que volverías pronto, hemos estado esperando tu regreso —el proclamado príncipe del reino demonio se mantuvo pegado a su mayor con ímpetu de felicidad— ¿cómo te fue? ¿Peleaste mucho? ¿Dónde está papá?

—Sí, sí ¿Dónde está papá? —Luo Xiyan se unió al abrazo, se apegó a su hermana mayor buscando lugar para ella.

—Él sigue en... negocios.

—En realidad sigue matando demonios ineptos. —La tranquila voz de Meiying hizo que los mellizos la observaran con extrañeza.

—No quería decirlo así —Yulian bajó a su hermano para permitir que su hermanita menor se acercara a ella y así pudiese tener su abrazo personal—, tardará un poco más en volver y yo solo estoy aquí para recoger mis cosas e irme al pico Qing Jing.

—¿Niang te necesita? —Preguntó Xiyan.

—No puede hacer todo solo y menos si tiene a Huaning a su cuidado —suspiró dándole una suave caricia a la cabeza de Meiying—, se acerca la conferencia de la alianza inmortal y debo ayudarle con los nombres de sus discípulos.

—Shijie —Meiying alzó el rostro, ojos claros como los de Shen Qingqiu le recibieron con una pizca de adoración—, ¿es cierto que estaremos dispersos en diferentes sectas?

—¿Quién dijo eso? —Sonrió con calma.

—Escuchamos a niang hablar con Yue shishu sobre el estar en diferentes picos —Xiyan respondió cruzándose de brazos con dignidad—, fue amable pero se recalcó por parte de Liu shishu que somos débiles para entrar a su pico.

—¿El pico Bai Zhan es realmente fuerte? —Yuan ladeó el rostro sintiéndose curioso de viajar a tal lado para ver con sus propios ojitos claros una pelea entre el legendario líder con algún oponente.

—No sé —Yulian cargó a Meiying sobre su espalda para caminar y sujetar en el proceso las manos de sus hermanos a cada lado—, hace años no veo a Liu shishu, tengo entendido que ha estado en reclusión por lo que dudo que su pico se mantenga con el mismo nivel.

—Niang dijo que el discípulo principal es muy feroz.

—¿Yang Yixuan? —La hermana mayor arqueó una ceja— No lo sé, él ha estado cuando niang está esperando hermanito pero jamás lo vi violento.

—Shijie no quiero que nos separen —Meiying se abrazó al cuello de su hermana mayor—, me gusta aquí el palacio, quiero quedarme siempre aquí.

Yulian, como la mayor que era, soltó una sonrisa y negó sin dejar de caminar, en su acción llevó a sus hermanos menores a la cocina para acomodarlos sobre sus sillas y prepararles así algo de comer.

—No nos vamos a separar, niang no ha dicho nada y papá no estará de acuerdo, cuando vaya a ver a niang le preguntaré pero no hay nada de qué preocuparse, esta shijie protegerá a sus didi y meimei ¿de acuerdo?

Los niños observaron la hermosa sonrisa de su hermana mayor, sintiéndose cálidos al instante ya que recordaron a su niang cuando los tranquilizaba en sus noches de pesadillas o miedos latentes; Luo Yulian en verdad era un hermoso reflejo de Shen Qingqiu y con eso bastó para que el trío se tranquilizara.

Tres días después; Luo Yulian llegaba al pico Qing Jing para ayudar a quien ante el público era su Shizun pero en privado era su bonito niang. Al menos llegó a tiempo porque se encontró con Shen Qingqiu sentado con un niño no mayor a tres años acomodado en su regazo.

—A Niang —el pequeño Huaning alzó el rostro para ver al inmortal— a niang.

—¿Sí? —Qingqiu bajó el rostro deleitándose con su pequeña versión de Binghe, un niño idéntico a su padre que causó felicidad en el mayor al por fin tener un pequeño igual a su esposo.

Ciertamente Shen Qingqiu no lo diría abiertamente, pero desde aquella desviación de qi en Luo Binghe volviéndolo un adorable niño, él deseó que alguno de sus hijos se pareciera por completo a él y ahora lo tenía con su adorado Luo Huaning de tan solo tres años.

Y es que ese niño si que había llegado por accidente ya que ahora ni Tianlang Jun ni Luo Binghe tuvieron algo que ver, no, se necesitaron simples bocadillos hechos a partir de la flor para que Luo Hianing pudiese ser concebido.

La depresión había durado tres días, las nauseas todo el embarazo pero el resultado fue, su pequeño mini Binghe y estaba ahora muy feliz con ello por que al fin podía ver unos ojos oscuros igual a los de su amado.

Volviendo al presente, Qinqiu observó a su pequeño quien pestañeaba lento en clara señal de vergüenza por algo, adorable y tierno que causaban en el inmortal más de un suspiro de fascinación.

—Puedo... yo... ¿Puedo tener un beso tuyo? —Su voz infantil derritió el corazón de Qingqiu y Yulian quien solo observó por fuera.

—Claro que puedes.

Dicho esto, bajó el rostro para besar la frente de su hijo recibiendo a cambio una risa emocionada por parte del menor quien aplaudió tal acto. Shen Qingqiu alzó la cabeza y peinó los largos cabellos negros de su pequeño para entretenerlo mientras llegaba su hija.

—A-niang. —Yulian avanzó tranquila hacia el hombre que le había dado la vida.

—¡A-Lian! —Shen Qingqiu alzó el rostro al oír la voz de su hija. Se levantó con el menor en brazos y la recibió cálidamente— ¿Cuándo llegaste? —Dejó un segundo sobre la pequeña silla al menor de todos para poder abrazarla correctamente— ¿Cómo te fue con tu padre? ¿Fue difícil?

Yulian esbozó una sonrisa, se sintió cálida y demasiado feliz al estar en los brazos del hombre que le dio la vida, apoyó su cara sobre el pecho ajeno y suspiró cerrando los ojos al sentirse segura en los brazos contrarios.

—Papá y mi abuelo me enseñaron mucho pero mi tío me enseñó mucho más, me enseñó a ser una buena estratega —se abrazó aún más contra el alto—, niang, te extrañé mucho estos días.

—Nosotros también te extrañamos, ¿te quedarás aquí o volverás con tu padre?

—Me quedo, papá me mandó para que te ayudara a cuidar a Huahua y aquí cuando vayas al palacio para la conferencia.

Shen Qingqiu arrugó un poco el entrecejo, observó a su hijo menor y guardó silencio un rato pensando en que si Luo Binghe no estaría en la conferencia para dar inicio a la prueba de los discípulos, entonces ¿quién lo supliría?

—Papá dijo que esta vez tomes su lugar ya que él está lidiando con asuntos menores, así que me quedaré aquí con Huahua. —Yulian finalmente se separó del cálido abrazo.

—¿Tus hermanos se quedarán en el palacio?

—Sí, ayudará a que vean como se desarrolla todo en la conferencia.

—¡Oh! —Asintió lentamente, señaló con la mirada la mesa donde descansaba un pergamino y habló— ¿Te importaría dejar la lista a Yue shixiong?

—¡Encantada de ver al líder! —Sonrió entusiasta tomando en manos el pergamino.

Fue así que la joven partió para entregar el pergamino y de paso saludaría al líder de secta quien siempre se había mantenido amable con ella y de vez en cuando le sugería la idea de que deseaba tenerla como discípula principal.

No es que Yulian se negara, por supuesto que no, se sentía demasiado feliz de ser considerada para el puesto pero ciertamente su lugar no era ahí, ella se sentía cómoda en el mundo de su padre y abuelo, era feliz observando el mandato de Binghe y deseaba seguir sus pasos, por ende toda propuesta de cualquier secta o pico era amablemente rechazada.

Se sumergió en sus pensamientos, en sus cortos catorce años de vida o bueno, casi catorce, había visto demasiadas cosas y comprendido pocas, sin embargo ahora había una duda que surgió desde lo más profundo de su corazón, una que había notado año con año pero que hasta ahora cobraba sentido.

¿Qué era el amor?

¿Cómo se manifestaba?

¿Cómo sabía uno cuando estaba enamorado?

Su abuelo le había dicho algo muy ambiguo, no creía que así se hubiese dado su romance con su abuela pero por otra parte, ella había visto como se trataban Mobei Jun y Shang Qinghua, había un toque de salvajismo en el primero y sumisión en el segundo; por último estaban sus padres quienes equilibraban lo sumiso con lo salvaje al grado de volver su relación ante el publico demasiado tranquila y de cierto punto linda.

Irónico considerando que su padre se mostrara afectuoso y muy cariñoso cuando en batalla era demasiado sanguinario y poderoso, por el contrario su niang era siempre tranquilo y demasiado sereno como para mostrar molestia o descontento, solo se le veía así cuando hacia algo su padre pero jamás con otras personas.

Y fue por ello que Luo Yulian pensó:

Entonces ¿Cómo es el amor?

Era raro, estaba segura de ello. Amaba a sus papás, lo hacía. Amaba a sus hermanos, vaya que lo demostraba, amaba a su abuelo y tío, eran los mejores

profesores de su vida, amaba mucho al maestro Mo por enseñarle a mejorar su cultivo pero esa forma de amar no era la misma que aquella vista en sus padres que eran devotos pese a que en público se fingieran un tanto distantes.

Porque ella los había visto más de una ocasión; ella era testigo de las miradas reales de Shen Qingqiu hacia Luo Binghe cuando se encontraban a solas en el jardín de su niang o en el pabellón frío, ella misma había sido testigo de como su niang acariciaba muy suavemente el rostro de su padre para después darle un besito a su marca demoniaca y después incitarlo verbalmente a continuar trabajando.

Aquello era tan lindo que Yulian por segundos deseaba experimentar también eso, aún sabiendo que era demasiado joven y que ningún demonio se atrevía a acercarse a ella ya fuese por timidez o cobardía y eso solo la hacía suspirar decepcionada en su interior.

En palabras de su shijie Mingyan, el amor era sentir costillas en el abdomen y un calor en el rostro, era una mezcla de adrenalina con nervios que hacía tiritar todo el cuerpo.

Según lo que decía Sha Hialing, el amor era raro y extraño pero no desagradable de sentir, era como una corriente de energía espiritual calmando la demoniaca con tan solo un toque.

Su shijie Yingying decía que era impredecible y emociónate, dulce con notas suaves de latidos del corazón, era tímido y también divertido pero sobre todo que te hacía sentir segura.

En palabras no expresadas por su niang, el amor era cuidar y consentir en secreto, corregir en público y enseñar en familia.

Según lo que su padre decía era que el amor era energizante, felicidad y adrenalina, era ambición y deseo por estar siempre con esa persona y dolor cuando estaban lejos.

Y en sus propias palabras; el amor era...

Yulian detuvo su pensar para girar el rostro y observar al ser que yacía a unos metros de ella; cara guapa y porte recto, una distinguida coleta y una mirada penetrante le recibieron.

—Liu shishu. —Murmuró la joven al ver al hombre.

—¡Oh! La pequeña bestia está aquí. —Gruñó al ver a la niña no tan niña frente a él.

Luo Yulian parpadeó y permaneció en su lugar, el hombre comenzó a caminar hacia su dirección, al parecer ambos se dirigían a ver al líder de secta por lo que la joven internamente se encogió de hombros y retomó su camino ignorando a quien era en palabras de Shen Qingqiu su tío marcial y en palabras de su papá Binghe, el idiota sin cerebro.

En cualquiera de los casos, Liu Qingge era un punto neutro para ella, considerado un simple maestro que había enseñado a sus discípulos a ser unos engreídos, unos idiotas sin cerebro como bien decía su padre. Ante ello el recuerdo de sus hermanos llegó a su mente, después de todo no era la primera vez que escuchaba de otros que el gran maestro del pico Bai Zhan decía que los hijos de Shen Qingqiu y Luo Binghe eran todo menos fuertes.

Y entonces... Solo sucedió.

Luo Yulian tan solo se detuvo bloqueando el camino del hombre quien le observó interrogante con esa aura fría que hacían a todos temer, a todos menos a ella quien desafiantemente arqueó una ceja y mostró su mejor sonrisa traviesa.

—¿Permitiría que este humilde demonio pueda tener una amistosa pelea con usted?

Liu Qingge se congeló, por supuesto que no podía tener una pelea con la hija de su shixiong, en absoluto, ella era demasiado débil para una pelea. Claro era que debido a su reclusión para meditar a puerta cerrada durante tres años, Liu Qingge olvidó el pequeño detalle de que esa joven de mirada verde era todo menos débil.

Y mientras él pensaba eso, Liu Yulian seguía preguntándose en su interior.

¿Qué es el amor?



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¡Nuestra YulEsme! XD HAHAHAHAHAHA con su Jacob Liu XD HAHAHAHAHAHA.

¿Cómo están?

Espero que bien, ah uwu solo tres extras más y esto finalmente tendrá su cierre por completo, nos diamos de la pareja principal que era el BingQiu pero es que, no sé me pueden los personajes originales cuando nacen en mi mente y digo: A ver que tal. 

Obviamente ya no es canon ni headcanon, solo un gusto mío que espero no les moleste ;o;

Eso sería todo, me despido por ahora y muchas gracias por leer, comentar y votar. ;u;



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