Pronta resignación

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Cinco personas yacían silenciosas en la espaciosa habitación.

Shen Qingqiu había decidido que inicialmente debía tratar el tema solo con los maestros de cada cumbre presente por lo que muy a regañadientes despidió a su esposo mandándolo a hacer la comida y a desechar el té, incluso le pidió cambiar por completo el agua ya que con ello el joven se mantendría ocupado y no volvería en lo que los señores de cada pico hablaban con forzada tranquilidad.

—Explica lo que te hizo ese mocoso. —Escupió Liu Qingge tensando la mano alrededor de su taza.

—Shidi. —Yue Qingyuan se acercó al hombre que ahora se encontraba sentado tan elegante como siempre. Tomó su mano derecha y revisó su pulso espiritual intentando encontrar anomalías, extrañamente solo encontró energía purificada— Shidi, ¿cómo pasó esto?

Shen Qingqiu abrió su abanico y sopló suavemente mientras cerraba los ojos, su apariencia de elegante estatua de mármol era intachable por lo que atentamente los presentes se tomaron el tiempo no solo en admirarlo sino en dejarle explicar.

—Aproximadamente hace siete semanas recibí un regalo de parte de Tianlang Jun —expresó calmo abriendo los ojos para observar su público—, me envió un elegante poema más aquello no es lo importante, aunado a ello venía una nota donde mencionaba algo sobre un té que posiblemente bebí durante cuatro semanas.

—¿Cómo pudiste acceder a beber algo de él? —Qi Qingqi saltó a la defensiva.

Bueno, no es como si dijera: Oh gran suegro, deme de beber como poseso hasta darle un nieto que gustoso estaré ¿verdad? ¡Obviamente no sabía, mujer!

Su rostro se mantuvo estoico ante las palabras ajenas, arqueó fugazmente una ceja y detuvo el soplido en el abanico para cerrarlo de golpe.

—No es algo de lo que yo estuviese enterado Qi shimei, ni siquiera Binghe se percató de ello, tal infusión pasó desapercibida que incluso no hubo un cambio en su sabor, ¿podría este maestro mentir y asumir tan fácilmente que buscaba esto?

—Shidi —tranquilizó Qingyuan interponiéndose discretamente entre el maestro de la cumbre Qing Jing y la de pico Xian Shu—, shidi ¿qué más pasó?

—La nota que me envió venía con una pequeña flor de escasos pétalos —puntualizó señalando la pequeña caja de madera en la mesa céntrica, de la misma extrajo el objeto mencionado y lo mostró al médico presente—, Mu shidi ¿tiene algún conocimiento sobre esta flor? Este maestro tiene la sospecha que de aquí viene el problema.

El médico tomó el capullo de flor, tan blanca y elegante, tan pequeña y suave que necesitó alzarlo para ponerlo a la altura de sus ojos y así detallar el presente del antiguo rey demonio.

—Flor de loto de nueve pétalos —asintió lento antes de bajarla y depositarla por voluntad propia en la caja de madera—, es conocida por el mito que circuló entre las damas de poderoso linaje.

—Mu shidi, explique por favor. —Pidió amable el líder de la secta.

—Originalmente era una leyenda nacida de una de las primeras cultivadoras inmortales donde relata que al no poder concebir dado el nulo cultivo de su esposo, decidió auto destruirse y verter su energía yin en esta peculiar flor.

Qi Qingqi y Liu Qingge rodaron los ojos al mismo tiempo, este último tomó de un trago su té que a su gusto sabía a nada pero bueno, él no era nadie para juzgar, después de todo solo era un invitado más y no podía estar chismeando sobre un té demasiado simple e insípido; por otro lado la mujer resopló y esperó paciente la continuidad.

—Esa fue su leyenda y como tal las mujeres que tenían problemas de fertilidad, recurrieron a hacer de esta flor una bebida, extrañamente funcionó ya que ellas lograron dar a luz a hijos sanos y fuertes, es por ello que esta flor sea lo que dice Shen shixiong, el motivo de su actual estado.

—Esta infusión ¿requiere de ser ingerida por cierto tiempo? —Cuestionó el líder de secta.

—Exactamente un mes, posiblemente Tianlang Jun ya tenía esto planeado ya que esta flor no es demoniaca por lo que al ser secada y molida, pasarían como restos de hoja de té habituales.

—Pero eso no explica el porqué la bestia logró embarazar... —Liu Qingge iba a continuar reprochando hasta que recordó el origen del actual señor demonio— olvídenlo, lo creo posible y ahora sí tendrás un hijo demonio. —Miró acusatorio al maestro de túnicas verdes.

—Lo lógico es que se logró la concepción gracias a la flor y ahora tendremos un nuevo integrante exótico en la familia, que felicidad —la mujer habló con autentico sarcasmo mientras dedicaba una sonrisa a los señores de pico—, con lo rarito que es Luo Binghe, no me sorprendería que la cría de este sea igual a él.

Shen Qingqiu giró lentamente el rostro para enfocarlo en la mujer, le sonrió de la misma manera y abrió su abanico para soplarse con fingida calma.

—Sea raro o no, este hijo mío si resulta ser niña, definitivamente no será un discípulo tuyo así me ruegues.

—¡Pfff! ¿Quién aceptaría a la hija de un rey demonio?

—Eventualmente tú lo rogarías —exclamó con orgullo—, ¿Estás lista para pagar tu karma en un futuro?

—¡Lo que sea! —la mujer se levantó derrotada de ese intercambio verbal, alisó su túnica y se giró para marcharse—, dudo anhelar a la cría exótica de un demonio.

—Medio, Qi shimei —corrigió sonriendo tan dulce como le fue posible—, te recuerdo que también es mi descendiente por lo que tiene una mitad mía.

—Shidi. —El líder de secta se interpuso de nuevo, sonriente y amable como siempre— Tu hijo sea niño o niña, será bienvenido en mi pico si eso deseas.

Liu Qingge observó el intercambio de palabras, rodó una última vez los ojos y tras cruzarse de brazos soltó resignado:

—Sí, sí, lo que sea también es bienvenido a mi pico si tu medio demonio así lo desea.

—¿Escuchaste Qi shimei? —Shen Qingqiu no ocultó la sonrisa de satisfacción— Mi pequeño medio demonio ya tiene dos ofertas tentadoras, claro está que también lo puedo volver el líder del Palacio Huan Hua, después de todo ese le pertenece a Luo Binghe y creo recordar también que sería como si mi hijo fuese el futuro líder tanto del palacio como del reino demonio, oh... y yo con las ganas que tenía de que el pico Xian Shu la aceptara si fuese niña, que pena... que fatal pena. —Cortó celebrando su victoria por dentro ya que su sonrisa se mantuvo en todo momento mientras hablaba.

El tono de voz, la mirada, la postura, todo en general sobre Shen Qingqiu, hizo que Qi Qingqi arrugara la nariz y se marchara derrotada pero con la clara intensión de no aceptar por ningún motivo a la cría demoniaca, ni mucho menos rogaría por ello. ¡Eso era una auténtica locura!

Tras marcharse la señora del pico Xian Shu, Qingqiu pudo relajar los hombros y bajar el abanico, su semblante indiferente apareció al instante mientras pensaba con seriedad lo que pasaría.

—Mu shidi, por favor ¿podría explicar mejor lo que dijo ayer sobre la energía demoniaca?

Las posturas de los tres hombres pasaron de relajadas a tensas ante aquella cuestión, el médico asintió mientras señalaba el vientre plano del hombre de túnicas verdes.

—Ayer en la inspección noté que el feto está envuelto en una suave capa de energía demoniaca, esta misma solo se concentra en esa zona, no se disipa ni se concentra de más por lo que llegué a la teoría de que es esto lo que tomó la forma del meridiano reproductor ya que no se alojó en otro lado —negó lentamente sintiéndose derrotado como años atrás con el veneno sin cura y suspiró—, me gustaría ver en el futuro si esa misma energía se mantiene o comienza a contaminar tu energía, por ahora se mantiene como una barrera protectora.

Los cuatro hombres permanecieron en silencio tras aquella explicación, Qingge mantuvo la fría y penetrante mirada sobre el hombre embarazado y habló:

—Tú... ¿De verdad quieres que esa cosa nazca? ¿No te está obligando ese mocoso?

¡Bueno, no es como si dijera: Soy pro vida! ¡Pero si lo soy para mi mismo, quiero seguir vivo! ¡Esto es voluntariamente a fuerza! =口=

—En verdad quiero que nazca y no, Binghe no me está obligando a esto, incluso él propuso un aborto inducido.

—¿Entonces?

Los tres hombres vieron fugazmente el sonrojo por parte de Shen Qingqiu, quien bajó la vista y sonrió débilmente.

—Solo sé que... quiero tenerlo y ver con mis propios ojos la creación de dos personas que son demasiado distintas.

Ante aquellas palabras, ninguno pudo decir u objetar nada, Shen Qingqiu ya había tomado su decisión y ellos como los señores de pico lo respaldarían y apoyarían hasta el alumbramiento, los cuatro tenían miedo y preocupación más no lo hicieron evidente para no preocuparse unos a otros por lo que decidieron finalizar el tema y hacer un fugaz brindis con té y agua por la pronta llegada del futuro heredero del reino demoniaco.


♨♨♨


—¿Qué se supone estás haciendo? —Ming Fan entró a la cocina, observando atónito como el hombre de túnicas negras extraía del frasco las hojas de té que había cultivado con esmero para su Shizun.

Ante tal pregunta, Binghe detuvo su movimiento con la mano dentro del frasco para dedicarle una mirada despectiva al joven de túnicas blancas, ladeó lento sus labios hasta volverlos una expresión de burla.

—¿Qué te parece que estoy haciendo?

—¡Esas hojas de té las cultivé para Shizun! ¿Por qué las estás sacando? —Chilló molesto.

—¡Oh! —Binghe retuvo la risa y se mostró sorprendido— ¿Por qué? ¡Bueno, estás hojas son de la más baja calidad!

—¡Eso es mentira!

—Shizun comentó algo así.

—¡Mientes!

Binghe observó la taza de té que le había retirado a su esposo antes de que llegaran los señores de pico, por lo que la tomó y olfateó.

—Huele a... —volvió a olfatear— basura.

—¡Maldito demonio! —Gruñó sin atreverse a dar un paso.

—Probemos lo que el gran discípulo principal cultivó con esmero —afirmó dando un trago antes de decir—, sí, definitivamente es basura. ¡Qué lástima!

Reanudó con ello su labor de extraer las hojas para posteriormente ponerlas sobre la palma de su mano y quemarlas hasta hacerlas cenizas, todo frente al joven que alguna vez le hizo sufrir.

—¡Esas hojas eran para Shizun! —Con ojos brillantes de rabia, tensó los puños.

—No permitiré que beba esto, ¿acaso no sabes que espera un hijo mío? ¡Hasta mi hijo sabe lo que es de buena calidad y definitivamente tu miserable té no pasó la prueba!

Acto seguido, tomó la taza de té y la vació sobre el suelo dejando caer la porcelana contra el suelo de madera. Una sonrisa victoriosa ganó y su rostro se transformó en el de un autentico rey demonio que acaba de conquistar un nuevo reino, solo que ahora él había conquistado el ver la rabia y humillación en el ajeno.

—¡Eres un...!

Antes de que pudiese decir algo, Binghe habló nuevamente:

—Largo a cortar leña y quiero que llenes los jarrones de agua , quiero que sea enteramente fresca o de lo contrario no dudaré en hacerte tragar tanta azúcar como sea posible para lanzarte a un nido de hormigas de fuego. —La tranquilidad de sus palabras obligó al discípulo principal a bajar la mirada.

—¿Algo más? —Dijo a regañadientes.

—Sí. Desaparece de aquí.

Ming Fan tensó los puños, impotente y herido ante lo que le había dicho Binghe sobre su Shizun, necesitaba confirmar las venenosas palabras del demonio con el hombre que lo había criado desde niño, solo a su Shizun le creería. Marchándose con el orgullo pisoteado, tomó un hacha y se encaminó hacia el bosque para cumplir la labor impuesta por el esposo de su maestro.

Y mientras el pobre y humillado discípulo se marchaba, Binghe no pudo evitar reír, de cierta forma la amenaza no lo decía en serio era solo divertido ver la expresión de pánico no mal oculto en el rostro cenizo, era solo una pequeña broma como aquellas que solían hacerle a él cuando niño, salvo por los golpes, Binghe se negaba a hacer uso de la violencia física porque eso le haría quedar mal ante su esposo y eso no lo permitiría.

Retomando así la labor de comenzar a cocinar, escuchó suaves pasos sobre la madera, giró nuevamente el rostro y se encontró con Ning Yingying que bailaba suave y nerviosamente sobre sus pies mientras sus manos yacían tras su espalda.

—Ah Luo...

—¿Sucede algo Ning shijie? —Una sonrisa cortés adornó sus labios.

—Ayer shijie escuchó que Shizun tendrá un bebé, ¿es cierto eso Ah Luo? —La pregunta se hizo mientras sus ojos se ponían brillosos.

—Es cierto Ning shijie, Shizun tendrá un bebé.

—Ah Luo... —bajó la mirada, su sonrisa tímida se relució cuando dio un par de pasos hacia el frente para mostrar lo que ocultaba entre sus manos— esta shijie está emocionada con la llegada de un bebé, yo... yo... compré esto para su hijo —enseñó el pequeño sonajero de tambores que era de color verde— quiero ser una buena shijie.

Luo Binghe parpadeó nadando entre la confusión y la nada.

¿Qué era ese sentimiento extraño de recibir regalos para alguien que prácticamente era un desconocido?

Él jamás pensó en ser padre, su egoísmo hacia su Shizun era tal que se sentía desplazado ante la sola idea de un hijo, y ahora que en verdad iban a ser padres, el sentimiento de ser dejado de lado volvió causando que internamente frunciera el ceño porque una parte de él sabía y estaba completamente segura de que ahora debía compartir el amor de su Shizun con su propio hijo.

Y lo peor y más odioso de ello era que no le podía hacer nada porque era precisamente eso... su hijo.

¡Ni siquiera podría patearlo como pelota porque era su hijo!

¡Su maldito hijo!

¡Puta madre!

¡De haberlo sabido se hubiese corrido afuera! ¡Afuera maldita sea!

¡Ahhhhhhhhh!

Sumando a todo su desespero, sabía que si le hacía algo a su criatura su Shizun sería capaz de correrlo de la montaña y no solo eso, lo despellejaría hasta la muerte, dándole de comer sus huesos a cualquier criatura de su reino.

¡Demonios, que cruel situación!

Subconscientemente se imaginó a un niño igual a él, aferrado a las túnicas de su esposo y también se vio a él mismo aferrado del otro extremo a las mismas túnicas, ambos peleando por la atención de un hombre en aparente calma mientras mantenía los ojos cerrados y soplaba con su abanico.

—Shizun.

—Mami. —Chilló la cosa idéntica a él.

Urgieron al mismo tiempo antes de dedicarse una feroz mirada demoniaca, ambos luchando por la atención de su persona amada.

¿Así de miserable sería su vida como padre? ¿Así de jodido sería todo que pelearía por la atención de su esposo solo porque había un mocoso de ojos negros de por medio?

¡Ay que rabia!

¡Ya lo odiaba!

Pero eso no lo sabría su Shizun o le daría un abanicazo bien dado en la frente y lo dejaría sin su preciado cultivo dual cada tercer día, ya bastante energía guardaba por tres días como para ser privado más solo por la presencia de la criatura del mal que por desgracia él ayudó a formar.

¡Rayos!

—¿Ah Luo? —Ning Yingying hizo un gesto de decepción ante el hombre silencioso— ¿No es un juguete digno?

Binghe volvió a la realidad, bajó la mirada y negó evitando decir que le daba igual el juguete, no sería capaz de romperle el corazón a su shijie, no cuando se veía tan emocionada.

—Es un muy bonito juguete, a Shizun le encantará, muchas gracias por el regalo Ning shijie ¿podrías mostrárselo a Shizun para que él lo atesore por mientras?

—¡Sabía que te encantaría! ¡Iré con Shizun! —Y dicho aquello, salió corriendo con emoción en dirección hacia la casita de bambú.

Tras quedarse nuevamente solo, Binghe continuó haciendo la comida para su amado mientras pensaba en las mortales y crueles preguntas que había hecho su Shizun, había gran verdad en ellas más no se comparaba como el despiadado maestro del palacio Huan Hua, sería incapaz de darle veneno a su esposo para que ese niño no naciera.

Sería incapaz de dañarlo, ahora que sabía la determinación de Shen Qingqiu de sacrificarse y anteponerse para proteger a cualquiera, no dudaba el hecho de que hiciera lo mismo si él pensaba atentar contra su hijo.

Definitivamente debía hacerle saber a su esposo que su comentario de extraerle el producto fue meramente por miedo y pánico, por ser algo nuevo en su vida y que no esperaba tuviese reacción positiva.

Él tan solo quería ser un buen esposo y si su Shizun era feliz con la noticia de un bebé, entonces Luo Binghe haría su mayor esfuerzo para hacerle saber que él también estaba feliz con ver nacer un niño que resultó ser la combinación de ambos.

Aunque eso implicaba tener que compartirlo.

Mal-di-ta

Sea.

Bueno, por algo se empezaba, la aceptación... o más bien, la resignación al saber que su cariño se vería disminuido por su propio hijo, deseaba que al menos no les causara tantos problemas en el transcurso.

Y sobre todo y más importante...

Esperaba que de verdad esa criatura no se pareciera a él o habría auténticos problemas por tanto vinagre destilado.

¿Debería dedicarse al negocio del vinagre llamado «Bingagre»?

Sí, definitivamente tendría éxito.




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¡Hola, hola, wenas noshies!

Antes que nada, gracias por su apoyo, vamos a chismear un poco uwu porque el chisme es mi pasión fitness :v

Debo aclarar que Qi Qingqi anda en modo sarcastica, no es que ande con su hate, no, no, ya verás más adelante, hay que amansar a las vivoras para que no suelten el veneno tan fácil xD hahahaha

Otra: Shen y Luo si quieren a su baby demon pero andan en modo: ;-; debí haber tomado el post day xD hahahaha, es el chiste de este fanfic que poco a poco vayan queriendo a su shikis, por ahora el shock inicial ya pasó y la resignación llegó, falta la aceptación y la demostración para que digan: Yeeey, te amamos criatura exótica, por poco tu madre te traga pero te salvé :'D hahahahaha

Otra: Esta es más duda personal, ¿podrían decirme, informarme, culturizarme etc etc sobre el porqué Luo tiene el sello expuesto? Por ejemplo en el donghua solo él lo tiene expuesto, Mobei apareció con la frente de aeropuerto despejado xD en fanarts tanto ellos como Tianlang Jun lo tienen, ¿es por su estatus como demonios? ¡Excpliquenle a esta pobre escoria nueva! :'v recién llevo un mes en este poderoso mundo y aun hay cosas que no comprendo.

Eso, muchas gracias por leer hasta aquí, por apoyar y comentar esta historia, les agradezco mucho que le hayan dado la oportunidad a esto y no me hayan ignorado ;u; están haciendo mis días oscuros en coloridos, en verdad lo agradezco.

Por último; ¡Feliz navidad por adelantado! 

¡Nos veremos en unos días! Ya las amo, gracias.

Hanna Star.~~ 





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