Shizun consentido

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—¡Dime Bing-Ge! —Luo Binghe inclinó la pelvis con tal fuerza que Shen Qingqiu tuvo la urgente necesidad de abrir la boca en busca de aire.

—¡Espera, espera! —Gimió bajo.

—¡Dilo o lo haré con más fuerza! —Rugió el menor sosteniendo con fuerza los muslos ajenos.

¡Santisima mierda!

¡Me voy a morir empalado solo por el capricho de un niño!

¡Socorro Jesús! =口=

—¡Bing-Ge! ¡Bing-Ge! —Gritó con los ojos cerrados Shen Qingqiu aferrándose al cuello de su esposo— ¡Basta! ¡No puedo más! ¡Me vas a matar! —Gimoteó sintiendo que su energía se reducía a cero de momento.

Luo Binghe sonrió con suficiencia, con el ego en alto por haber escuchado de la mejor forma aquel nombre que le había causado un cosquilleo de curiosidad desde que su padre salió con sus tonterías.

Bajó el rostro y besó lento a Shen Qingqiu quien se aferró más al abrazo por el cuello y correspondió superficialmente debido a que su boca trataba de absorber el aire que necesitaba.

Sus movimientos se ralentizaron causando que el choque entre sus caderas se volviera una suave y muy placida caricia que tocaba y exploraba todo el interior de un maestro torturado bajo el placer concebido en su bajo vientre.

Un espasmo llegó a Qingqiu, un escalofrío electrizante de goce recorrió su columna y erizó su cuero cabelludo a tal grado de que dejó caer su cabeza hacia atrás y soltó nuevamente un gemido, esta vez siendo prolongado.

Y fue así como maestro y discípulo retomaron sus juegos donde Shen Qingqiu cedía verbalmente a las peticiones de su esposo y un muy feliz Luo Binghe satisfacía enteramente a su Shizun, mismo que se mostraba entregado y a su entera merced.


♨♨♨


—¡Ya no te quiero! —Shen Qingqiu gimoteó abrazándose a la almohada mientras gruesas lágrimas descendían de sus ojos esmeralda.

—¡Shizun! —Luo Binghe se arrodilló pidiendo perdón.

—¡Vete, vete de aquí! —Chilló evitando rodar en la cama— ¡Te dije que te detuvieras!

—¡Shizun no hizo mucho por detenerme! —Se excusó el joven— De haberlo sabido no habría actuado tan salvaje.

—¡Por tu culpa no puedo caminar! —Sollozó dolorido.

El sistema le había advertido que sus caderas le dolerían, no tomó en cuenta que su esposo se volvería una bestia en la noche y como resultado dio que el gran maestro inmortal fuese incapaz de levantarse de la cama por el dolor que se extendía a ambos laterales de su vientre.

—¡Shizun! —Lloró Luo Binghe.

—¡Déjame! —Soltó un bajo quejido y dignamente se dio la vuelta. O eso intentó ya que solo pudo quedar de lado— ¡Ah! ¡Me muero!

—¡No te mueras Shizun! —Gritó dramáticamente el hombre.

—Bastante tarde... estoy... muerto... —Y giró el rostro hasta dejarlo colgado sobre el borde de la cama, para dramatizar más aquella escena sacó la lengua y permaneció quieto.

—¡Shizun! ¡No! ¡No te mueras! ¡Ay ahora si te maté de verdad!

—¿Cómo que ahora si lo hiciste de verdad? —El maestro reaccionó y le dio un falso golpe con su abanico.

—Es que anoche dijiste que te iba a matar y veo que ahora si lo logré —ladeó el rostro confuso— pero reviviste ¿o no moriste?

¡Baboso, es un juego!

Shen Qingqiu permaneció en su lugar y rió. Rió tan fuerte y tan alto que comenzó a llorar de risa, intentó rodar en la cama pero el dolor en sus caderas le imposibilitó aquello por lo que solo se mantuvo fijo siendo observado por un curioso Binghe.

—Me vas a matar de risa.

—Me siento confuso, te estoy matando de todas formas posibles pero sigues con vida ¿cómo es eso, Shizun? —Rascó con duda su cabeza.

—Solo es una frase para exagerar la acción, no me voy a morir de risa, solo fue divertido. —Suspiró intentando calmarse.

—Pero Shizun ha dicho...

—Shh, calla calla, era una broma —compuso su rostro hasta mirarle con cierta seriedad—, lo cierto es que no me puedo levantar, me duele demasiado la cadera.

—¡Ah, Shizun lo siento mucho! —Binghe retomó sus lágrimas.

—Ven aquí —el maestro extendió sus brazos hacia su esposo. Una sonrisa sincera asomó sus labios y lo invitó a un cálido apapacho—, este maestro sabe que el dolor es natural en el embarazo, no es tu culpa.

—Debí haber escuchado, ser gentil en todo momento. —Binghe se ocultó entre los brazos ajenos.

—No es tu culpa, ¿por qué no me llevas a tomar un baño? Quizá eso me ayude ahora.

Binghe asintió sumiso, cargó a su esposo y lo llevó sin problema alguno a la posa de agua caliente donde con sumo cuidado lo desnudó y sumergió en el cristalino líquido.

—Shizun, no volveremos a hacerlo. —Declaró Binghe, muy serio y decidido.

—¿Ah? —Qingqiu arqueó una ceja mientras sentía las suaves manos de su esposo sobre su cadera dando un lento masaje circular.

—Pude haber lastimado a baobei. —Susurró posando una mano sobre el vientre hinchado.

Shen Qingqiu bajó la mirada hacia la mano contraría, semanas atrás cuando jugaban no sentía que había obstáculo alguno que impidiese el descontrol o que alertara a ambos de que existía algo entre ellos pero ahora, pensándolo bien había un poco de vergüenza en él por hacer actos tan pecaminosos con su hijo de por medio.

¡Pecadores! ¡Que pecadores somos!

Bueno, tampoco es como si le dijera a mi hijo que sus padres se ponen cachondos cada que fingen acostarse a dormir.

¡Eres inmoral Shen Qingqiu! =口=

—Tienes razón, debemos detener esto, no tocarás a este maestro hasta que baobei nazca. —Afirmó serio y decidido.

Por primera vez, Luo Binghe se mostró aprehensivo en su decisión ya que asintió de igual forma antes de continuar su labor de lavar el cabello de su esposo.

Y aunque el baño le ayudó, Shen Qingqiu fue incapaz de levantarse de la cama ya que el dolor era tal que encontró consuelo entre las almohadas; al estar tan solo observando el techo, recordó que en su otra vida, su cuñada mostraba ese tipo de dolencias pero jamás llegaron a tal grado de dificultarle el caminar, ¿por qué con él todo iba al extremo?

Sistema, ¿no crees que es mucho dolor? ¡Un embarazo no duele tanto!

¿Por qué crees que en la novela original cada esposa tenía solo un hijo? ¡Estamos hablando de Luo Binghe! ¡El protagonista! ¡El semental que embaraza y causa el doble de sensaciones en el embarazo!

Espera... ¿Me estás diciendo que experimentaré lo doble de todo en esto?

Si. T O D O.

¡Oh mierda!

Shen Qingqiu quería llorar ante esa información. Bajó la mano y la posó sobre su vientre donde la dejó descansar, si esto era solo un poco de lo que sentiría entonces ya no se sentía tan seguro de querer llegar al parto.

—¡Gongyi Xiao! —Llamó en voz alta desde la comodidad de su cama.

Casi al instante, el joven de túnicas negras y verdes se adentró a la habitación de Shen Qingqiu, aquella que había sido creada por Binghe para que ningún extraño entrase a su verdadera habitación de matrimonio.

Ahora Shen Qingqiu reposaba en una cama llena de almohadas y con una bonita vista hacia el jardín lleno de bambú escarchado gracias al hielo del invierno.

Mirando hacia el joven que entró e hizo una respetuosa reverencia, Qingqiu soltó un bajo jadeo e intentó incorporar siendo auxiliado superficialmente por un discípulo principal un tanto nervioso por tocar a quien secretamente era llamado «La esposa de belleza perfecta» pero eso no debían saberlo ni Luo Binghe ni Shen Qingqiu, aquel apodo solo se quedó entre los discípulos y los sirvientes demonio.

—¿Le sucede algo? ¿Quiere que mande por el señor Luo? —Apiló los cojines detrás de la espalda del mayor para permitir que este se recostara.

—No, solo deseo algo —comenzó explicando sonriente—, este maestro tiene el ferviente deseo de comer fruta fresca, mucha fruta fresca.

Y era real, Shen Qingqiu tuvo el gran deseo de comer un tazón de fruta hasta saciar su paladar del dulce natural, se podía imaginar la jugosidad de una manzana, la frescura de una sandía e incluso la dulzura de un níspero, tanto que cubrió su boca con su abanico para evitar mostrar saliva brillante por las comisuras de sus labios.

—¿Fruta fresca?

—¡Sí! Manda a por ella, este maestro quiere comerla justo después de la comida.

—Pero... —Gongyi observó al maestro y dudó.

—¿Pero?

—Pero es invierno y no hay fruta fresca, solo ciruela seca. —Se disculpó ante el hombre que comenzó a fruncir el ceño.

—¿Cómo que no hay fruta fresca? ¿Y qué hago con mi antojo? ¡Ah! —Suspiró no queriendo armarle un drama al pobre niño, esos eran exclusivos con su esposo. Hizo un puchero y negó— ¿Qué tal melocotón?

—No hay.

—¿Uvas?

—Tampoco.

—¡Ah! —Su exasperación fue tal que se dejó caer en la cama muy a su estilo, se abrazó a una almohada y se mantuvo quieto— Yo en verdad... ah... —posó una mano sobre su vientre y musitó— baobei en verdad deseaba comer fruta, baobei es el del antojo y no hay.

Ante tales palabras, Gongyi Xiao fue tocado por el tono empleado, sintiéndose culpable e impotente, enderezó la espalda y habló firme.

—Maestro Shen, este discípulo buscará la fruta que usted desea, así tenga que soportar vientos despiadados e infernales desiertos...

¿Qué ese no es un dialogo de Shrek?

¿Escalarás hasta el último maldito cuarto de la maldita torre más alta para encontrar a un lobo de sexo dudoso?

—Gongyi —negó lento—, no hay necesidad, supongo que me toca conformarme con... comida seca. —Y volvió a suspirar porque en verdad si deseaba la fruta.

Pero para Gongyi, aquellas tristes palabras sonaron como una Sutra de conformismo con la decepción y el anhelo por desear algo imposible. En pocas palabras, el joven y apuesto discípulo principal se tomó aquello como un reto. Sí o sí cumpliría el deseo del elegante maestro, sí o sí lo complacería por el bien del pequeño y notable baobei.

—Maestro Shen, permítame unas horas y volveré con su pedido. —Sin esperar alguna palabra más, Gongyi Xiao se marchó en busca de la fruta anhelada.

Shen Qingqiu solo atinó a cerrar los ojos y calmar su mente, sus antojos comenzaban a florecer y de la peor forma, pidiendo lo imposible y también sintiendo la culpa por sentir que se desquitaba con el joven equivocado.

—¡Maestro Shen! ¡Maestro Shen! —La tranquila y sensual voz de una de las criadas demonio causó que el nombrado apenas se moviera— ¡Tiene visitas! ¡Afuera esperan Yue Qingyuan, Liu Qingge y Mu Qingfan!

El inmortal alzó el rostro para ver a la hermosa demonio quien esperaba paciente su respuesta, hizo un gesto indicando que se acercara y posteriormente le ayudara a acomodarse nuevamente apoyando la espalda sobre suaves cojines.

—Hazlos pasar y trae té junto con algunos bocadillos.

—Maestro Shen ¿no desea que lo peine?

Shen Qingqiu se pasó la mano por el cabello suelto, largos mechones se extendían por el frente de su cuerpo a lo que atinó a negar tan solo pidiendo un listón para hacer una media coleta floja que pese a ser algo fugaz causó que el hombre se viera atrayente.

—El maestro Shen luce tan sensual. —Halagó sonriente y traviesa.

—Tonterías —le restó importancia ante sus palabras. Al estar a solas, logró acomodar la túnica interior negra y cobijó mejor sus piernas pronto entraron el la cómoda y lujosa estancia tres personas que Qingqiu reconoció al instante— ¡Aquí, aquí!

—¡Qingqiu! ¿Qué haces en cama? ¿Te sientes mal? —Yue Qingyuan se apresuró ante su shidi para tomar su mano y registrar su energía espiritual.

La preocupación bañó su rostro causando que el maestro sonriera a ojos cerrados.

—En absoluto, estoy en perfecto estado es solo que este maestro experimentó un cambio común en el embarazo, me duele un poco el vientre.

—Esa cosa —Liu Qingge se acercó y señaló con intriga— ¿Te está lastimando?

—No.

—¿Entonces? —Su expresión deforme causó que Qingqiu riera.

—No me mires así, no te pongas sentimental, me haces sentir como si fuese a morir y no es así.

—Esa cosa ya se nota, ahora si estás hinchado.

—¡Lui shidi! —Regañó en una sonrisa apoyando una mano en su vientre y otra en su abanico— ¿Acaso no estás feliz de que tu futuro discípulo ya sea notorio?

—¿En verdad crees que voy a aceptar a tu hijo? —Su tono de sorpresa hizo a Qingqiu feliz.

—¿Por qué no?

—Porque bueno —rascó su nuca con duda—, tú eres demasiado elegante, refinado y frágil, Binghe solo es agresivo cuando se trata de pelear pero ¿acaso no estarías mandando a tu hijo al matadero conmigo? Sabes que sería bien recibido pero no creo que nazca con ese carácter indomable y salvaje que es conocido entre mis discípulos.

¡Ja! ¡Es el hijo del protagonista, por supuesto que podría ser bien recibido e incluso demostrar que puede ser tan salvaje como el maestro!

Shen Qingqiu asintió lento, pensando en las posibilidades de que su hijo fuese indomable o muy por el contrario, tranquilo y dócil.

—¡Oh! No pongas esa cara, es broma, lo aceptaré con gusto. —Lui Qingge entró en crisis al ver al maestro tan callado y perdido que temió haber herido sus hormonales sentimientos. Tal fue su nerviosismo que de inmediato sacó de entre sus mangas una bolsa que colocó frente al rostro del hombre embarazado.

—¿Qué es eso?

—Dedos de demonio de fuego. —Soltó la bolsa dejándola caer suavemente en la mano ajena.

Los ojos de Shen Qingqiu brillaron emocionados, aquellos majestuosos dedos eran tan picantes como crujientes, quizá su gusto se había convertido en un paladar no exigente que la sola idea de darle un bocado a ese manjar le hizo salivar.

—¡Ah no llores! —Chilló el atlético hombre guapo.

—¿Yo? —Shen Qingqiu no había notado que estaba llorando hasta que su voz salió ahogada— ¡Ah! ¡Soy feliz!

—Shidi por favor no llores más ¿qué hago para calmar tus lágrimas? —Yue Qingyuan se ofreció amable.

—¡Perdón! Qingqiu solo está emocionado y feliz. —El maestro inmortal bajó el rostro con vergüenza antes de sorber sus últimas lágrimas para detenerlas por completo.

Los tres visitantes admiraron la belleza del hombre, si bien había llorado hace unos pocos momentos, las lágrimas se habían apreciado como brillantes diamantes que descendían por su piel de porcelana haciendo un contraste con su cabello negro como la tinta creando con ello la imagen de un inmortal conviviendo entre gente común.

—Si Qingqiu shidi está emocionado y feliz eso es bueno pero no queremos más lágrimas, nuestros corazones duelen —consoló un tranquilo shixiong—, también he traído un regalo.

—¡Oh! —Qingqiu hizo amago de querer levantarse pero fue detenido por Mu Qingfang quien se había mantenido ocupado al revisar los meridianos del hombre de ojos verdes.

—Shen shixiong por favor no se levante, he encontrado el motivo de su dolencia.

Tanto Lui Qingge como Yue Qingyuan se acercaron a la cama para escuchar atentos, sus rostros preocupados los delataron ante un intrigado Shen Qingqiu quien esperó el veredicto.

—¿Qué tiene Qingqiu? —Preguntó el líder.

—Nada fuera de lo normal, su cadera duele debido a que hay músculos conectores al abdomen que ahora se encuentran en tensión debido al crecimiento del feto, es algo normal en el embarazo.

—¿Puedes sentir la energía de baobei? —Preguntó Qingqiu curioso.

Mu Qingfan movió las manos al centro del abdomen abultado y negó frustrado.

—La energía que lo envuelve me impide registrar alguna señal de tu hijo.

—Que lastima.

Pasada aquella noticia, el líder de secta se acercó y extrajo de su manga una bolsa de tela blanca, misma que cedió al hombre hormonal con una sonrisa.

—¿Qué es?

—Fruta del dragón y fruta estrella, ya que Liu shidi te trajo un aperitivo picoso yo me incliné por lo dulce y fresco.

Shen Qingqiu tuvo nuevas ganas de llorar de alegría al ver la fruta dentro de la bolsa, se sentía tan feliz que llamó a quien consideraba su asistente femenino personal para cederle la fruta y ordenar que la prepararan para comerla casi al instante. La mujer demonio se marchó contoneando las caderas como era habitual en ella y prometió volver con un manjar.

—¿Y qué los trae por aquí?

—Queríamos saber si estabas bien. —Respondió el líder de secta.

—Quería ver si ese hijo tuyo aun no te destroza. —Sinceró Liu Qingge dando un trago a su té.

¡Tan sincero como siempre el pequeño gran Liu Qingge! Sin embargo aquellas palabras no afectaron al esposo del rey demonio ya que solo asintió y sonrió invitando a las visitas a tomar el té.

—Tan sutiles y amables palabras provienen de la mejor y más fina lengua. —Qingqiu no ocultó su sonrisa.

—Honesto me dicen. —Replicó el joven.

—¡Ah! ¿Quién diría que tanta honestidad puede realmente provenir de un rostro bonito?

Liu Qingge arqueó una ceja, los demás sonrieron y continuaron con su té.

—Shidi ¿Cómo te ha tratado el embarazo? —Yue intervino para el beneficio de todos.

—Bien, no tengo quejas hasta ahora que me duele lo suficiente como para sentir las piernas flojas pero en general he estado lleno de energía y buena salud.

¡No puedo decirte que me duele hasta el alma después de tremenda sesión de sexo rudo y que es por eso que en verdad no puedo caminar!

¡Sería demasiado desvergonzado!

—Luo Binghe; ¿Dónde se encuentra ese esposo tuyo?

—Acudió a un llamado por parte de su subordinado, nada fuera de lo normal.

—Shidi —Yue depositó la taza de porcelana en su lugar y dudó un segundo— ¿Están seguros aquí? Me refiero a ti y a tu hijo. ¿Es seguro este lugar para ustedes mientras Binghe no está aquí?

—Bueno... —Guardó silencio sin saber qué responder.

—Recuerda que la secta te respalda y si en algún momento te sientes inseguro mientras él está en sus asuntos, puedes acudir a nosotros.

—La secta te protegerá junto a tu pequeño demonio. —Qingge habló neutral.

—Estoy bien, no hay nada porque preocuparse —sonrió intentando aligerar el ambiente—, incluso ahora que están aquí me aprovecharé de la situación para decir que solicitaré la compañía de Ning Yingying ya que ella es la más emocionada con la llegada de mi hijo.

—Te puedo prestar a uno de mis discípulos para que actúe como guardia. —Qingge se alzó serio pero sincero.

Shen Qingqiu se sintió conmovido por aquellas palabras y esa protección que le ofrecían los de su secta, se sentía tan consentido y mimado que no tuvo duda alguna de que acudiría a ellos si realmente algo malo pasara.

Aunque si era sincero y conociendo a Luo Binghe, este no tendría problema alguno en desatar una guerra si algo le sucediese a él o a su hijo por lo que una parte de Shen Qingqiu se mantenía en calma ya que a nadie en el mundo de la cultivación o en el reino demonio se atrevería a ocasionar problemas para condenarse a sí mismo.

—Les aseguro que estoy bien, estoy agradecido de su preocupación y como tal no me negaré a su ayuda —esbozó una sonrisa abriendo su abanico—, si Liu shidi se siente bien con prestarme temporalmente a uno de sus discípulos, este maestro se sentirá honrado con su presencia al ser mandado por el mejor maestro de pico en las artes marciales.

Yue Qingyuan asintió animado y satisfecho con la respuesta de su shidi por lo que continuó bebiendo tranquilamente su té.

—Shen shixiong, este maestro solicita amablemente que me permita acompañarlo en los últimos meses de gestación. —Mu Qingfang sin duda alguna registraría el primer embarazo masculino entre un humano y un medio demonio. Definitivamente no dejaría pasar la oportunidad.

—Serás bienvenido.

Y así, con esa tranquilidad y después de haber sido complacido con los exóticos mangares, Shen Qingqiu permitió que sus compañeros de secta se marchasen con la promesa de volver a visitarlo.

Entrada la noche y cuando el hombre pudo sentarse, un cansado y sudoroso Gongyi Xiao entró a la habitación con un tazón grande de fruta exquisitamente picada y exótica considerando la fría época del año.

Sandía, níspero, melocotón, melón y mandarina, adornaban el tazón volviéndolo colorido y atractivo; el joven discípulo se arrodilló y presentó con las manos alzadas el tazón frente a un muy conmovido Shen Qingqiu.

—Maestro Shen, este discípulo viajó hasta la frontera sur para conseguir lo que tanto anhela, por favor disculpe si he demorado tanto, es solo que no lograba encontrar todo.

El inmortal sonrió y sujetó el tazón para depositarlo en su regazo, acto seguido palmeó suavemente la cabeza del joven de manera tan amorosa y maternal que Gongyi Xiao se sonrojó hasta las orejas por aquel gesto.

—Este maestro está orgulloso de ti, con mucho gusto comeré lo que el discípulo principal ha traído con esfuerzo y dedicación, ahora puedes retirarte a descansar.

El joven solo pudo asentir y levantarse para dar una reverencia y marcharse con el rostro rojo de vergüenza por tal acto tan íntimo por parte del esposo de su maestro; tanta fue la emoción que pasó ignorando a Luo Binghe que venía hacia él con una mirada confusa.

El hombre se adentró a la habitación de su esposo y lo encontró comiendo ávidamente del tazón relleno de fruta; entrecerró los ojos y se acercó.

—¿Qué hacía Gongyi Xiao a solas contigo en tu recámara?

—Me trajo fruta.

—¿Cómo por qué ese discípulo mío te está dando algo diferente a lo que yo cociné para ti? —La sonrisa que le dedicó indicaba todo, menos felicidad.

Shen Qingqiu se entretuvo en comer, alzó la vista con las mejillas llenas de jugoso melón y tras ver el rostro de su esposo no pudo hacer más que buscar a sus alrededores sin responder ni prestar entera atención por seguir comiendo.

—¿Qué haces?

Finalmente, el maestro inmortal encontró entre los huecos de su cabecera, el tarro que le había dado su suegro para mostrarlo ante un ceñudo demonio, quien acentuó más su gesto al ver como su amado masticaba sin parar y sin dar explicación.

—¿Para qué me das esto?

—Se me antojó comer pepinos con vinagre, ve a destilar todo tu vinagre en la jarra y luego pídele a la cocinera que haga mis pepinillos.

Pero...

Que...

Carajos...

Luo Binghe observó como Shen Qingqiu reía y reía ante su expresión, se sujetó el abdomen y volvió a reír hasta las lágrimas, la risa escandalosa causó que el demonio quedara desconcertado a tal punto de no saber que hacer. Finalmente, y cuando estaba por empezar a derramar lágrimas de impotencia, Shen Qingqiu se dignó a hablar.

—He comido todo lo que me has preparado pero hoy simplemente tuve el deseo de comer fruta.

—¿Y por qué no me lo pediste?

—No iba a interrumpir tu trabajo, además de que me han venido a visitar Yue shixiong, Liu shidi y Mu shidi, ellos también me trajeron algo que no sabía me gustaría.

Una vena en la frente de Binghe palpitó y volvió a sonreír como el maniaco celoso que era, o sea bien feo y bien de miedo.

—Puedo preguntar ¿Qué fue lo que Shizun no sabía le gustaba?

—Dedos de demonio de fuego, fruta del dragón y fruta estrella —asintió dando un bocado más a su tazón—, muy delicioso todo.

Aquella noche y después de que Shen Qingqiu fuera atormentado con besos y caricias seductoras, consideró un poco la idea de no hablar explícitamente sobre su día ya que la actitud de Luo Binghe se notaba pasional pero con un toque de posesividad, algo tramaba, lo notaba en esa mirada suya.

Y no falló.

Al día siguiente, Shen Qingqiu fue sorprendido con una dote completa de dedos de demonio de fuego, una ración exagerada de fruta del dragón y sobre todo, demasiada fruta fresca importada de todo el mundo, cortesía de sus esclavos demonios que habían conseguido todo en tiempo record bajo la amenaza de un molesto Luo Binghe quien no descansó hasta dobletear los obsequios comestibles.

—Bueno... —Qingqiu tomó asiento frente a los platillos llenos— pudo haber sido mejor.

—Shizun. —Luo Binghe entró a la habitación con una enorme jarra para depositarla frente al hombre consentido.

—¿Qué es eso?

—Pepinillos. ¿No pediste eso?

Y Shen Qingqiu solo pudo hacer una cosa; reír hasta sentir que su estómago dolía por la ingenuidad de su esposo. No importaba, él amaba a Luo Binghe con sus celos y posesividad, lo amaba y disfrutaba de ser consentido pero sobre todo, amaba saber que estaba protegido en los mejores brazos, aquellos que le hacían conocer una felicidad plena.



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¡Hola! ¡Hola!

Tengo una cosa que decir uwu

¡¡Feliz cumpleaños Luo Binghe!! 

Ah, estoy feliz de que sea hoy el cumpleaños del bebé adorable, uhm uhm; finalmente regresé de mi descanso, hahaha no creo que haya sido notorio xD pero si fue necesario. 

Otra cosa; pensando en el BingQiu y los fanfics; ¿leerían uno que es AU basandose en un Shen medio otaku y un Luo enamorado pero siendo tranquilo y no tan BingMei? Es igual de una de mis novelas que adapté a fanfic y constaría de 3 partes cada una con 7 capítulos, si les agrada la idea en el siguiente capítulo les puedo poner la sinopsis y de qué va cada parte, eso sin contar el BingJui que estoy adaptando poco a poco.

Bueno, no tengo mucho que decir ;u; gracias por su apoyo, me río mucho al leer sus comentarios y me fascina interactuar con ustedes ;u; las amo <3 

Y nos vemos en el siguiente capítulo ;u;



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